lunes, 19 de diciembre de 2011

Del Watergate al Zacapagate

¿Será cierto que los bolos dicen siempre la verdad?

Olía mal -apestaba más bien- esta administración y se puso de manifiesto, en parte, cuando encontraron aquella factura por la compra de pititanga y viagras. Por cierto, nunca aclarada a pesar de pagarla con dinero público. Algún pervertido desgreñado y solitario con presumible dificultad eréctil que se aburría de jugar con simuladores o con otras cosas, decidió echarse una su canita aérea costeada por el contribuyente ¡Qué bonito! Ahora, la sorpresa es la compra por la SAAS de una ingente cantidad de licor fino para “regalar a mandatarios” beodos que demandan productos alcohólicos nacionales ¿Por qué carajo no lo paga don Álvaro de su bolsillo? ¿Acaso me regalan a mi algo los mandatarios extranjeros? La poca vergüenza es justificada por el vocero Robles como algo natural “que sucede” ¡Ya se que ocurre!, por eso me remueve el estómago que lo reconozca con esa desfachatez. El Presidente -no mucho más hábil- lo admite como algo que está “dentro de los parámetros técnicos y legales”, forma elegante de decir que se güevearon el dinero para adquirir bebidas de marca pero que no piensan reconocerlo. Tampoco aclaran si ya se las soplaron o todavía les queda una reservita en bodega para terminar el año ¿Harán estas declaraciones antes o después de echarse los tragos? Si los presidentes extranjeros desean Zacapa Centenario, recomiendo la compra -¡en ofertón Pérez!- de dos botellas de litro por $80 en la zona libre de impuestos del aeropuerto, algo que seguro desconocen porque utilizan aviones privados o la sala VIP, cuando agentes de seguridad de algunas de las Torres -que evaden millones a Panamá- no la ocupan. Eso les pasa por no volar en líneas aéreas regulares, de lo contrario se darían cuenta del cuestionado estado del aeropuerto y de los servicios que se prestan en su interior.
Para premiar el servilismo, callan la boca de los encargados de la SAAS condecorándolos como si de héroes se trataran. El segundo de esa dependencia -compadre del primero- demostró su expertise licorera cuando fue censurado por la PNC por estar libando fuera del tiempo permitido por la ley y en estado de cuestionada sobriedad, pero -a pesar de la prepotencia y del escándalo que provocó- silenciaron el caso y lo confirmaron en su puesto ¡como debe de ser! También sale a la luz como contratan gasolina a destajo, gastan deprisa el dinero extra que ingresa producto de una mejor recaudación y crean otros problemas para mortificar a los que viene detrás. Creen, como otros hicieron, que serán intocables y que se irán de rositas con su etiqueta verde, dorada o azul bajo el brazo, sin percibirse -quizá porque hace demasiado tiempo que están borrados de poder- que la justicia les llegará y que tendrán que responder de sus desmanes porque muchos nos encargaremos de evidenciar esos abusos, incluido el viaje a Rusia de alguna novia para realizar cursos de seguridad. Pasarán a la historia como una pandilla de malhechores, dipsomaníacos, mañosos o pervertidos que se cagaron en el país y que, sin escrúpulos, vaciaron las arcas públicas para buscar como perpetuarse. Que pena que no se cumpla positivamente aquel dicho de “si los borrachos estuvieran en el poder lo tendríamos todo doble”, aunque negativamente bien que ocurre.
CONSEJO: reserven alguna botellita y hagan una visita a Matamoros para ir tomando nota de lo que significa el encierro carcelario a ver si así utilizan -como los condenados a muertes o lo moribundos- sus últimos minutos para arrepentirse ¡Que les aproveche..., mangantes!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cultura de depredación

Las grandes comilonas son el denominador común de los gastos políticos “imprevistos”

La búsqueda, detención y juicio de alguna de las Torres es una aguja en un pajar de corrupción generalizada que se viene denunciando desde hace tiempo, producto de una suerte de “cultura política consentida y tolerada” que practican quienes, sin vergüenza y con descaro manifiesto, hacen lo que les viene en gana. El caso Torres no es el único que evidencia el saqueo de recursos estatales. Nunca he visto cómo gasta los fondos asignados la USAC. La tricentenaria debe tres siglos de claridad y transparencia en el uso de dinero público. Los ingresos, desperdigados por el presupuesto, son difíciles de determinar y muchos menos conocer con certeza el costo por estudiante puesto que al contar con más del triple de los que ingresan cada cinco años, hace que cada graduado le salga al erario publico -a los que pagamos impuestos- tan caro como si estudiara en Harvard. Eso sin contabilizar cómo y quienes gestionan los ingresos por parqueo, las matriculas, los pagos mensuales o las tienditas que pululan en el interior. Seguro no se invierte ni en mejoras tecnológicas ni en infraestructura. Una incógnita no desvelada a la fecha por ningún ente fiscalizador.
Otra fuente de corrupción es el fondo rotativo del Congreso. Cada bancada -según el número de diputados- la junta directiva, las comisiones de trabajo y la administración, tienen asignada una cantidad para gasto discrecional (Q300.000/mes aproximadamente). La caja chica se ha convertido en arca escandalosa. El diputado Taracena, retornado de su honeymoon, admite en una liquidación (noviembre 2011), cinco facturas de un tal Jorge Alfonso Samayoa Arroyave por igual valor de Q5,250 cada una (total de Q26,250) y otras siete de la misma persona -en otra liquidación diferente- por un total de Q36.750. Las doce facturas con numeración correlativa -¿Samayoa sólo factura a don Mario?- no se corresponden con el orden de la fecha, ¡Ah!, y aprobadas por los auditores del Congreso.
En todas las bancadas y comisiones se observan recibos por montos enormes que alimentarían a más de un centenar de personas de las que se mueren de hambre mientras los “notables” tragan a destajo, se lo chupan en restaurantes y cevicheras o incluso compran en una librería católica, algo que no consigo entender, salvo que sea un prontuario de oraciones para salvar sus corrompidas almas. La Primera Secretaría del Congreso gasta demasiado en la gasolinera Marte (dos o tres veces al día, fines de semana incluidos) y en el restaurante la Marea, donde el marisco le relaja la moral. La comisión de probidad desembolsa sistemáticamente el dinero de cada mes (Q3.000) en dos sentadas de Comida Rápida Bethel con facturas de cuestionada numeración. La comisión del menor y de la familia liquida múltiples recibos de comida rápida que alimentan a diputados para que comprendan mejor a los niños. Los Unionistas, a punto de desaparecer, celebran continuamente en la fonda de Don Nayo con montos cada uno de alrededor de Q3,000. La URNG, muy revolucionaria y de izquierdas, aprovecha algunos fines de semana en el hotel Miralvalle. Unión Democrática gusta de la comida española de la zona 13 y el diputado Reynabel Estrada gasta en hotel y cafetería Kimberly y en cafetería Yosselin cerca de Q15.000 en tres días (uno domingo). Negocios de familia, propios o de amigos ¡Corrupción a fin de cuentas! Muchos ciudadanos honrados trabajan duro diariamente para que ciertos caraduras despilfarren nuestros recursos. Aun así somos agraciados, miles mueren de hambre sin enterarse de todo esto ¡Qué basura! ¡Qué asco! ¡Qué poca vergüenza!

lunes, 5 de diciembre de 2011

¡Las chicas superpoderosas!

Bubbles, Blossom y Buttercup Torres gustan demasiado del dinero

Hace meses cayó en desgracia. Ahora, además, es prófuga de la justicia y está buscada por delitos relacionados con el lavado de dinero. No más monopolio neoyorkino en el uso de la “caída de las Torres”, los chapines tiene derecho a emplear tan singular frase, aunque por otros motivos. Se acabó aquella desfachatez y manifiesto descaro con que doña Gloria se pavoneaba entre los alcaldes e impartía órdenes a gobernadores mediocres que cedían a presiones cuyo alto costo aun está por determinar. De nada le sirvió su mágica capa verde uneista. El amor fraternal entre ella y Sandra, pasó a mejor vida cuando los entresijos de la política y la captura del poder ocuparon lugares preeminentes. Era una relación de uña y mugre, pero únicamente prevaleció la roña. Cegadas por el poder -autoritaria y despóticamente- actuaron de forma irregular y frecuentemente de manera delictiva, sin percibir que el gobierno es efímero y tiene fin. Creyeron tener eternamente la sartén por el mango, sin darse cuenta que alrededor les movían la silla. El propio Presidente sufrió las secuelas de esa actuación predadora e inescrupulosa capaz de pasar por encima de la familia, del marido y de cualquiera que se ponga por delante ¿Era necesario, sin embargo, ese lujo de fuerza para detener a doña Gloria e hija?, me parece que no. A fin de cuentas iban a buscar a dos mujeres que no han hecho uso visible de fuerza. Más parecía un interesado montaje mediático de esos que el MP hace últimamente que una búsqueda eficiente que fue lo que no sucedió. Cabe también preguntarse por qué se ejecuta ahora con esa fuerza visible un caso denunciado hace varios años. Puede que sea por la eficacia del MP, por el interés político del mismo o, simplemente, producto de la causalidad. En cualquier no aclaran si enjuiciarán por incompetentes o cómplices a quienes en la fiscalía no fueron capaces de resolver un asunto que, en palabras de un funcionario del MP, había dejado rastros muy visibles.
La llegada del nuevo gobierno acongoja y acojona a muchos (as) que sienten próximo el peso de la ley y se visualizan juzgados con el rasero de la justicia que suele ser el más duro de todos. Esto es el principio de sucesos similares que continuarán. Me alegra sustancialmente que los culpables de cualquier delito enfrenten la justicia, pero no me gusta ni la manifestación estridente del poder coercitivo -últimamente apreciada en demasía junto con la proyección mediática- ni la ex temporalidad de ciertas actuaciones. La CICIG debería tomar las riendas -a ver si así resuelve algún caso- porque esos son los auténticos poderes paralelos al Estado que desangran este país, pero la noto ausente, quizá por el recorte de personal que anunciaron, por ser asunto espinoso y mejor evitarlo o porque buscan otros temas que catapulten a sus integrantes a formar parte de la planilla de la burocracia internacional y seguir viviendo del cuento -y de los impuestos- por muchos más años. En cualquier caso, las supernenas han caído en desgracia y es posible que terminen por limar asperezas y reconciliarse nuevamente, para pasarse el chivo de los escondites donde compartir los momentos difíciles que se avecinan. Aquello de “mi familia progresa”, que por un momento estuvo a punto de convertirse en “mi familia regresa”, ha caído definitivamente en desgracia. Ahora “mi familia se estresa o va presa”, parece la consigna de moda. Se acabaron los ultrasuperpoderes. Ah y superman fuera de juego, con kriptonita disuelta en whisky.