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lunes, 30 de mayo de 2011

Vamos… ¡a por más!

El Presidente vuelve enojarse. El divorcio falso y de cartón que le impusieron parece afectarle la testosterona y seguramente las endorfinas, generando una particular mezcla de irritación que se une a otra no menor de ineficacia. El berrinche ahora es porque nadie le hace caso -eso ya pasaba antes- y no ve la forma de aprobar un incremento presupuestario sobre el supuesto de siempre: necesita más dinero para mejorar la seguridad ¡como si eso hubiese importado alguna vez!
Se olvida que fue su bancada -la UNE- la que aprobó el vigente presupuesto con sus recortes correspondientes y sus magnificos candados. Tampoco dice que el año fiscal ha ido tan bien que han recaudado mas de dos mil millones de quetzales por encima de lo previsto. Debería estar contento porque el presupuesto ya no está tan desfinanciado, puesto que de los tres mil y poco que faltaban se puede ahorrar lo recaudado de más, aunque no hace esas cuentas. Seguramente la candidata oficialista necesita más dinero para sufragar una campaña agónica que se visualiza estadisticamente perdida y le faltan fondos para continuar con el clientelismo ferviente iniciado desde que tomaron posesión. Generar una crisis parece ser una alternativa para olvidar la debacle que cada día se avecina más próxima. Entre todo ese marasmo de créditos, incremento presupuestario, aprobación de deuda y similares carajadas, tambien ha pedido el levantamiento de los candados que inteligentemente el Congreso colocó en el presupuesto. Es ahí donde le duele. Necesita poder seguir realizando transferencias de diversos ministerios al bodrio de Cohesión Social y sus subprogramas creados a medida que satisfacen los intereses electorales del momento. Dicen que para seguridad faltan Q500 millones, pero callan que más de Q800 millones fueron los que Gobernación ha desviado para estos inutiles y clientelistas propósitos, además de tener a dos ministros procesados -que él nombró- por diversos desfalcos. Todo un ejercicio de manifiesto descaro y servilismo al clan magisterial.
El mejor calificativo a endilgar a quien pretende dirigir todo este cotarro es el de irresponsable e improvisador. Este gobierno perdio la razón, la credibilidad y el apoyo hace mucho tiempo. Si bien continuamente pidió dinero, nunca presentó un solo plan en nada y menos en seguridad, todo un contrasentido porque no se puede financiar algo que no existe. Desde la salida aparente de doña Sandra de la vida pública nacional, el presidente está más perdido que una piraña en un bidé y de ahí todas esas salidas de tono que se juntan con los asesinatos de grupos mafiosos que están poniendo patas arriba al país ¿Qué esperaba?
En su defensa, y sabiendo que aquí es mejor callar porque nadie le cree, realiza unas declaraciones en la prensa española donde culpa de todos sus males a los gobiernos anteriores, sin darse cuenta que lleva tres años y medio en la poltrona y ya podría haber hecho alguna cosita. Redujeron el Ejército (algo que apoyó cuando estaba en la oposición “socialdemócrata”), pero podría haberlo incrementado; desmantelaron bases militares y únicamente tenía que haberlas rehabilitado; Defensa no cuenta (y es cierto) con dinero para inversión, pero con aumentar el presupuesto en lugar de gastárselo en propaganda hubiese bastado y así un etcétera de inconsistencias de quien nunca supo ni quiso. Lo peor es que viene más de lo mismo. No hay plan B para el fracaso que se avecina en la UNE salvo la violencia que siempre comienza por una crisis.

domingo, 22 de mayo de 2011

Medias verdades

Ante el evidente, palmario e innegable fracaso del Gobierno en materia de seguridad, el Presidente, el ministro de Gobernación y otros muchos incluyen en sus intervenciones la necesidad de contar con más recursos y mejores capacidades. No les falta razón en algunas apreciaciones. Sin embargo hay que aclarar que sobre todo en los últimos años, el tema de la seguridad no ha sido prioritario y cada vez más descubrimos que ni siquiera importante o significativo, a pesar de ser la primera demanda social y el deber esencial de todo gobernante. Se interesaron más por dilapidar el dinero público en ciertos programas populistas que no han servido para mucho (o para nada) o en transferir parte de los recursos con los que contaban. Determinadas ONG,s y ciertos personajes -que viven de proclamar lo que donantes internacionales quieren oír, son juez y parte interesada o sencillamente no tienen ni idea del tema- son el principal obstáculo para que la seguridad permanezca en el lodazal en que ellos mismos la metieron con sus absurdas propuestas y continuas presiones desde la firma de los Acuerdos de Paz. Desprestigian permanentemente al Ejército, critican las patrullas combinadas -solo hay que ir a la torre Eiffel o al aeropuerto parisino para comprobar que son soldados quienes apoyan a la policía- y otras inútiles injerencias propias de sus agendas monetario-ideológicas pero no del interés del país.
Hay que potenciar a las fuerzas de seguridad y a los órganos encargados de inteligencia, pero no es menos cierto que en este pais se sabe todo. No es un problema de falta de información, más bien de lo contrario. El exceso de información posibilita el soborno, la corrupción, el engaño y la venta de la misma, permitiendo al criminal anticiparse a la actuación judicial o policial. Hay muchos bocones en altos puestos que filtran detalles y de ahí el fracaso de operativos, de allanamientos o de actuaciones judiciales. La “infocorrupción” permite que ciertos funcionarios conformen su parcela de poder y se involucren con criminales organizados a quienes alertan cuando son buscados o tienen un proceso en contra. El lamento de la falta de medios -cierto sólo en parte- no es justificable sin agregarle el enorme grado de infiltración como causa principal de la mayoría de los fracasos de las acciones del MP o de la policía. Separaron a diez fiscales, a un ministro y a un secretario -que sepamos- pero ninguno está en prisión. Robaron repetidamente armas en depósitos militares y tampoco nadie está encerrado por ello. Fallaron en diversos operativos de búsqueda pero no se actuó contra los responsables. Es menos comprometido desprenderse del estorbo cesando a quien convenga o a segundones que interponiendo una demanda judicial que mande a los responsables a la cárcel de inmediato y sean procesados por colaboradores. Ahí deberían utilizar parte de esa inteligencia que prometieron en las elecciones y que brilla por su ausencia. Se cuenta con suficiente información. No hay que saber más de lo que se conoce o se puede conocer. Basta con pasear por las calles de ciertos pueblos, ver algunas fotografías de aviones, preguntar a los vecinos o chequear movimientos en la SAT para darse cuenta que -a poquito que la cabeza y los pantalones les dieran- podrían haber hecho mucho más. Medios faltan, pero capacidad política y voluntad, nunca existió ¡A estas alturas, dejen de lamentar su patente inutilidad y no se justifiquen ni mientan más!

lunes, 16 de mayo de 2011

El sistema de justicia

La decisión judicial de absolver al ex presidente Portillo y a dos de sus ministros del delito de peculado, ha generado un monumental grado de crispación. No tengo argumentos suficientes para inclinarme por quienes consideran que la sentencia fue correcta, por los que presuponen una manipulación de la misma por parte de dos de las jueces o por quienes argumentan una deficiente investigación del Ministerio Público. Tampoco me preocupan las explicaciones por ahora. Lo importante en este momento es la percepción extendida de que hay gato encerrado, independientemente de si el felino se encuentra o no enjaulado. Si a esa duda razonable unimos el video donde se ve a uno de los abogados defensores del ex presidente junto al esposo de una de la jueces, las sospechas de lo que creen que efectivamente el minino está encerrado crecen considerablemente, sobre todo conociendo los entresijos de la justicia y de esa formar tan peculiar y pintoresca de funcionar, que son los mejores calificativos de los que pocos pueden dudar.
Sin embargo, el punto clave de este enredo es que el sistema judicial está pasando su última prueba de fuego. Es el privado irrepetible de cómo funciona la justicia en el país, con el agregado de que cuenta con innumerables mejoras. La Fiscal General y los jueces elegidos mediante un procedimiento público (aunque cuestionado) de postulación, repetición de procesos para hacerlos más trasparentes y legítimos y una Comisión Internacional contra la Impunidad que ha investigado y es acusadora en esta denuncia. Si con todo esto el caso se cae ¡sálvese quien pueda! No habrá forma de reconducir este caballo desbocado de la justicia que lleva rumbo a un precipicio sin fondo. El caso Portillo implicó al Gobierno, fue producto de una extradición y hay otra pendiente, se presentó y acompañó por CICIG, pone a prueba el nuevo espíritu y forma de actuar del MP y se sustenta en la fiscalización social de los juzgadores. Si aun así no es inculpado o por el contrario se fuerza la condena a quien no se lo merece, será el último suspiro de algo que lleva años agonizando.
Paralelo y amarrado a este emblemático caso surgirá el del intento de inscripción de Sandra Torres que echará sal y la pimienta a las resoluciones que los magistrados finalmente adopten en las diferentes instancias. Nunca antes la observación -nacional e internacional- había estado puesta con más ahínco y esperanza en el país y nunca antes el sistema se había sometido a una prueba combinada de tal calibre donde MP, jueces y CICIG necesitan convencer o convencerse. Confesé al inicio no tener criterios claros para manifestarme, ahora reconozco que tampoco sé predecir lo que ocurrirá, aunque imagino escenarios inciertos y complejos. Las decisiones judiciales no siempre deben ser de nuestro agrado ni estar hechas a nuestra conveniencia, pero sí deben ajustarse a la ley. En algunos casos la línea puede ser muy sutil, en otros, tan clara que existen fuerzas maliciosas dispuestas a crear incertidumbre. Únicamente sé que es la última oportunidad que tiene el país para dejar sentados precedentes en el sentido que corresponda y trazar un nuevo rumbo. Yo no dudo de nadie, pero comienzo a sospechar de todos. No me gusta ver a un ex presidente en prisión, pero deseo ver a los ladrones encarcelados. No quiero que a nadie se le violen sus derechos, pero tampoco que los fraudes se legitimen y aplaudan ¡Veamos que ocurre!

lunes, 9 de mayo de 2011

De pobreza y desarrollo

El particular y direccionado discurso político y decretar el estado de calamidad para “enfrentar la crisis alimentaria y nutricional que vive al país”, induce a pensar que hay escasez o falta de alimentos a nivel nacional o local, algo absolutamente falso. Sobran alimentos, no se carece de nada, no hay penuria y, por tanto, la denominada “crisis alimentaria” es una ficción, un imaginario que desvirtúa el problema y lo catapulta al plano interesado de quienes lo manipulan.
Falta capacidad para que muchas familias puedan adquirir aquellos insumos que necesitan. Es decir, no hay trabajo, empresas que contraten y promotores de ideas que las hagan realidad. Por ello, al no contar con un empleo -porque son escasos- muchos ciudadanos no tiene ingresos que les permitan acceder a los bienes más básicos. La razón es una falta de atracción de inversiones porque los inversores han preferido marcharse a otros lugares donde las condiciones para desarrollar sus negocios son mejores. Promover las condiciones suficientes, basadas en las necesarias garantías jurídicas y en la seguridad, es precisamente la labor primordial del gobierno y donde debería centrar su esfuerzo y atención. El problema del país se traduce en una manifiesta incapacidad o desinterés de los gobernantes por hacer su trabajo para establecer las bases que permitan el desarrollo y acabar con el problema que nos “venden” mal y falseado. El país está hecho un desastre porque desastrosos son estos políticos que no tienen capacidad (ni voluntad) para proyectar un clima atractivo para la inversión.
Si el tiempo (y el dinero) que llevan despilfarrado en promover la candidatura oficial de la fraudulenta divorciada lo hubieran dedicado para reducir la inseguridad, potenciar la justicia y disminuir los trámites burocráticos de manera que cada quien pueda desarrollar rápidamente su negocio, otro gallo estaría cantando. Sin embargo como les ha pelado durante estos años el tema de la seguridad y de la justicia, muchos mueren y otros pagan la factura del desempleo que es consecuencia -al menos en parte- de la ausencia de esa plataforma necesaria y suficiente para atraer inversiones y generar riqueza. Necesitan de pobres a quienes manipular y manosean el discurso de la pobreza para justificar más gasto “social” inútil y promover prestamos o presupuestos inflados. El informe sobre “estrategias de reducción de la pobreza” 2011 señala en su última conclusión que a pesar del gasto en educación, salud, vivienda y otros, “eso no se ha traducido en reducción de la pobreza”, así que no sigan insistiendo en falacias y dejen de disfrazar el auténtico problema que padecemos.
Tampoco es cierto que cada vez seamos más pobres. El mencionando informe peca gravemente al hacer estudios históricos con siete diferentes definiciones de pobreza, termina comparando peras con manzanas y llega a la conclusión que al autor y al editor les interesa. Según el panfleto, en 1989 había 3,2 millones de “no pobres”; en 1998 el número subió a 4,6 y en 2006, los “no pobres” ascendían a 6,63 millones. A pesar de que cada vez la definición es más exigente, resulta que estamos mejor, como otros índices reconocen. Ese esfuerzo por pedir más dinero responde al interés de muchos burócratas por contar con fondos para sus ocultos fines o para seguir escribiendo sandeces. Pongamos todo en su justa perspectiva y recordemos que a más pobreza más votos cautivos. Al empresario le interesa la riqueza, al político la miseria ¿Quién vive mejor con la actual situación?, ¿quién la sostiene?

lunes, 2 de mayo de 2011

!Amor eterno!

La alianza GANA-UNE parecía la boda real británica hasta que, necesariamente, estallaron los primeros escándalos. Sabían -pero debieron olvidar- que en política únicamente hay intereses jamás amigos y de esa guisa se han comportado. Los primeros desacuerdos llegaron cuando todos querían ocupar las primeras casillas de listados para diputados. No sopesaron que quienes se unieron a la UNE eran pesos pesados de aquel engendro que se denominó GANA y todos deseaban seguir con el mismo hueso. Estos últimos tampoco valoraron que los otros pensaban igual. Imperdonable laguna mental de ambas partes; se ve que aquello de la “inteligencia” sigue pendiente. Al jeroglífico hay que sumar la desmedida ambición de Sandra Torres que impide que alguien asome la cabeza para hacerle un mínimo de sombra política. Si descabezó al propio Presidente y al Vicepresidente, ¿qué pueden esperar los demás?
Sin embargo, el alegrón de burro electoral duró poco. Los diputados de la GANA se dieron cuenta de que en algunos Departamentos no es posible continuar con la alianza y decidieron tomar su propio rumbo y, a lo interno, la salida de Gloria Torres ha descubierto el verdadero ambiente que se vive en el seno de la UNE. Las encuestas -aunque subieron algunos puntos- distan mucho todavía del primer puesto y la distancia hace pensar que es posible que se acerquen, pero difícil que lleguen a esa altura, mucho menos que la rebasen. Se suma el enorme y mantenido nivel de rechazo de la ex esposa presidencial y la cantidad de personas que opinan que “jamás votarían por ella” (recordemos el efecto “Menchú” en las pasadas elecciones). Por si fuera poco, en el interior, tampoco consigue una mínima ventaja. La “cáustica” batalla de Sandra no será solamente en las urnas, ese es el último de los peldaños que debe subir. Primero tiene que lograr ser inscrita y, posteriormente, que se solventen las impugnaciones que surjan. Toda una carrera de obstáculos con muchas probabilidades de tropezar en alguno de ellos o quedarse ahí varada.
Muchos en el partido se cuestionan si ella es la mejor oferta como opción presidencial o, por el contrario, deben comenzar a prever otras alternativas, aunque a la dama y a sus secuaces no les guste. El grupito contumaz, mirando exclusivamente sus particulares propósitos, nuevamente olvida que en política solamente hay intereses y a quienes militan en la UNE e intuyen el probable desastre -aún teniendo otras opciones- no parece gustarle la insistencia de la señora por la candidatura.
Tras aquella payasada del divorcio -ahora convertido en manifiesto y patente fraude de ley- comienzan las discusiones que pueden llevar a otro divorcio, el de la GANA de la UNE, pero sin que quede el amor profeso, ese anillo permanente que no desaparece de la mano de la divorciada o las cercanas vacaciones de Semana Santa. Y es que traición con traición se paga, y es posible que todo ese artificial montaje, esa comedia presidencial, no solamente evidencie la vulneración de la ley por la candidata sino también por el propio presidente y deje al descubierto todo un entramado que arrastre, en su caída, al partido y a aquellos tránsfugas que buscando el interés inmediato apostaron por ese espectáculo esperpéntico.
La elección del binomio vicepresidencial no asegura que se limen las evidentes asperezas y tampoco está claro que permitan en primera instancia la inscripción de Sandra Torres. Es de esperar que esta semana y la siguiente sean claves ¡Ahí veremos que ocurre!