Recientemente el presidente hizo algunas declaraciones en relación con el aumento de efectivos del Ejército para enfrentar la situación de inseguridad existente y tener un control efectivo del territorio nacional, algo que pregonó durante su campaña electoral, quejándose de que otros, al replegar a las fuerzas militares, habían dejado espacios vacíos para que operaran grupos delincuenciales. Como si de un plan estratégico se tratara, se limitó a quitar fuerzas de un sitio y ponerlas en otro.
La voluntad política no está en los discursos, sino en el presupuesto que los sustentan. El presupuesto de defensa 2009 contempla 54 millones menos que el actual. ¿Dónde se refleja la capacidad de incrementar efectivos y mejorar las cosas?. En el preámbulo, se proclama con firmeza la voluntad de contar con un Ejército disuasivo, de alta movilidad y despliegue rápido, cuando la asignación real para inversión es únicamente de 1 millón. ¿Se pueden conseguir los fines indicados con esa patética y miserable cantidad?. ¿Cómo se consigue disuasión sin medios y tecnología?.
El concepto defensa y seguridad interna, a la sazón el más importante de la Institución, sino el único, tiene una reducción de 121 millones (-13%), lo que dificultará más el cumplimiento de la misión. De los ocho subprogramas, los únicos que descienden son los denominados: Independencia, Soberanía e Integridad del Territorio (-26%) y Misiones Militares en el Exterior (-11%), los demás se incrementan, pero se refieren a asistencia social, educación, regulación de espacios acuáticos y construcción y cartografía. Seguiremos con un Ejército que no puede cumplir las misiones que le encomienda la Constitución. ¿Quién está ahora impidiendo su labor?, ¿quién asegurando aquellos corredores?, ¿de qué se quejaba el comandante general del ejército cuando era candidato?, ¿no está haciendo lo mismo?.
Finalmente, se asignan algo más de 92 millones para alimentación. Si dividimos el monto entre los días del año y el número de efectivos (excluidos los que apoyan a Gobernación), veremos que para los tres tiempos de comida, cada soldado dispone de la cantidad de 16 Q. ¿Me pueden decir quién come con esa cantidad tres veces al día?. ¿Qué esperan de la gestión del comandante que tenga que dar de comer a la tropa: milagros, soborno, robo o malversación de fondos?. ¿Por qué para los comedores populares no se recetan la misma cantidad?. ¿Sabe usted cuánto tiene cada preso para comer al día?. Este presupuesto es una descarada burla y pone de manifiesto la falacia del discurso político en relación con el incremento de la seguridad, no digamos de la defensa. Luego habrá que negociar partidas extraordinarias o echarle la culpa a los que no quieren más impuestos.
El botón de la guinda lo agregan algunas transferencias al IPM que se corresponden, en parte, con la cantidad que se guevearon ciertos funcionarios de la época portillista. ¿A qué se espera para avanzar con los procesos penales contra aquel atajo de ladrones?. Las mismas mentiras, idénticas elucubraciones y nula resolutividad y preocupación por la seguridad, la defensa y por un colectivo, el militar, que es apaleado cada vez que muchos abren la boca. Luego se acude a ellos rápidamente para que salven de los espías instala-micrófonos, de los problemas en las cárceles, de los incendios en la selva, repartan fertilizante, sean socorristas, ayuden a damnificados, patrullen en las calles, organicen unidades de boinas verdes…..., o porque los solicitan, por seguridad, ciertas comunidades. ¿Acaso no es la seguridad la mejor política social?. ¡Cuánta hipocresía!.
Este es un blog personal donde se editan las columnas de opinion (y otras) que semanalmente publico en el diario PRENSA LIBRE de Guatemala. La idea es generar un espacio de debate y opinión con los lectores, de forma que la libertad de expresión sea en doble sentido.
lunes, 29 de septiembre de 2008
lunes, 22 de septiembre de 2008
Pikabu
A estas alturas sigue dando que hablar la historieta-ficción sobre el descubrimiento de aparatos de espionaje en la Casa Presidencial y otros lugares frecuentados por el presidente y su esposa.
Por ahora, las explicaciones están, como suele ser habitual, incompletas, difusas o manipuladas. Me imagino a un Quintanilla, que por ocho años cuidó al presidente, guardando toda la información que tiene. Con quién hablaba don Álvaro y doña Sandra, con quienes se reunían a comer, quienes financiaron su campaña, en qué condiciones lo hicieron y un larguísimo etcétera. No sé si será por eso que el presidente no le retiró su confianza hasta que la fiscalía emitió la orden de busca y captura.
Ocho años es demasiado tiempo para conocer a cualquiera y, cómo no, sus debilidades. Por ahora tenemos un prófugo que sabe demasiado y es posible que hasta tenga pruebas.
¿Qué pasará?. Muchos escenarios se pueden dar. El primero es que don Charlie no aparezca más. Dios no lo quiera. El segundo es que esté pactando su silencio. Es decir, no le intervienen sus empresas, le dejan vivir más o menos tranquilo y él deberá callar de por vida so pena que le caiga el peso de la ley, u otro peso. El tercero y mucho menos probable es que se conozcan interioridades del presidente, el vicepresidente, su esposa y otros actores involucrados en todo este circo político. Charlie necesita más que nunca a sus ángeles, pero sobre todo al de la guarda. Dice el MP que para buscarlo ha movilizado a treinta fiscales. ¿Por qué no harán lo mismo cuando roban, asesinan o secuestran a alguien?. Para esos casos “vulgares” no hay disponibilidad de investigadores. ¡Justicia igual para todos!.
¿Quiénes fueron los que descubrieron los burdos aparatos de espionaje?. Algunos creerán que fue la CIA o el FBI. Pocos pensarán que pudieron ser hijos de la revolución bolivariana, lo que es normal que así sea ya que ellos no tiene nada que ver con todo esto, verdad?. ¿Será que Charlie ha hecho como en las películas y ya guardó en una caja de seguridad copia de todo el material comprometedor?. Al fin de cuentas tiene mucha información del mandatario y su entorno y puede crear una crisis. Vamos, que con un adecuado chantaje manipula al gobierno salvo, eso sí, que el gobierno no tenga nada que ocultar y todo esté claro, cosa posible sobre todo ahora que se crea el viceministerio de la transparencia, aunque seguimos sin saber si los aparatos funcionaban (no hay grabaciones), si hubo denuncia del presidente o el MP actuó de oficio, quién ha visto los “sofisticados aparatos” o si se ha hablado con los “técnicos” del hallazgo. Solo se conoce, como siempre, la “versión oficial” que dudo mucho sea la buena.
Desde que aquella película de las Estrellas de la Línea reflejara sin querer la situación política nacional y ganara un premio, la realidad ha superado a la ficción. Contamos con excelentes guiones de sofisticados robos de dinero al estilo Ocean Eleven, donde los ladrones son muchos, un Superagente 86 y una Agente 99, el primero luchando contra el KAOS y la segunda por el CONTROL, una serie E.R. donde el protagonista va como loco de un sitio para otro y nadie entiende el motivo ni el fin y un Guategate con implicaciones nada claras de actores habituales. Todo ficción, al más puro estilo de Huite, donde se podría poner un letrero como aquel de Hollywood, total comienzan por la misma letra.
Por ahora, las explicaciones están, como suele ser habitual, incompletas, difusas o manipuladas. Me imagino a un Quintanilla, que por ocho años cuidó al presidente, guardando toda la información que tiene. Con quién hablaba don Álvaro y doña Sandra, con quienes se reunían a comer, quienes financiaron su campaña, en qué condiciones lo hicieron y un larguísimo etcétera. No sé si será por eso que el presidente no le retiró su confianza hasta que la fiscalía emitió la orden de busca y captura.
Ocho años es demasiado tiempo para conocer a cualquiera y, cómo no, sus debilidades. Por ahora tenemos un prófugo que sabe demasiado y es posible que hasta tenga pruebas.
¿Qué pasará?. Muchos escenarios se pueden dar. El primero es que don Charlie no aparezca más. Dios no lo quiera. El segundo es que esté pactando su silencio. Es decir, no le intervienen sus empresas, le dejan vivir más o menos tranquilo y él deberá callar de por vida so pena que le caiga el peso de la ley, u otro peso. El tercero y mucho menos probable es que se conozcan interioridades del presidente, el vicepresidente, su esposa y otros actores involucrados en todo este circo político. Charlie necesita más que nunca a sus ángeles, pero sobre todo al de la guarda. Dice el MP que para buscarlo ha movilizado a treinta fiscales. ¿Por qué no harán lo mismo cuando roban, asesinan o secuestran a alguien?. Para esos casos “vulgares” no hay disponibilidad de investigadores. ¡Justicia igual para todos!.
¿Quiénes fueron los que descubrieron los burdos aparatos de espionaje?. Algunos creerán que fue la CIA o el FBI. Pocos pensarán que pudieron ser hijos de la revolución bolivariana, lo que es normal que así sea ya que ellos no tiene nada que ver con todo esto, verdad?. ¿Será que Charlie ha hecho como en las películas y ya guardó en una caja de seguridad copia de todo el material comprometedor?. Al fin de cuentas tiene mucha información del mandatario y su entorno y puede crear una crisis. Vamos, que con un adecuado chantaje manipula al gobierno salvo, eso sí, que el gobierno no tenga nada que ocultar y todo esté claro, cosa posible sobre todo ahora que se crea el viceministerio de la transparencia, aunque seguimos sin saber si los aparatos funcionaban (no hay grabaciones), si hubo denuncia del presidente o el MP actuó de oficio, quién ha visto los “sofisticados aparatos” o si se ha hablado con los “técnicos” del hallazgo. Solo se conoce, como siempre, la “versión oficial” que dudo mucho sea la buena.
Desde que aquella película de las Estrellas de la Línea reflejara sin querer la situación política nacional y ganara un premio, la realidad ha superado a la ficción. Contamos con excelentes guiones de sofisticados robos de dinero al estilo Ocean Eleven, donde los ladrones son muchos, un Superagente 86 y una Agente 99, el primero luchando contra el KAOS y la segunda por el CONTROL, una serie E.R. donde el protagonista va como loco de un sitio para otro y nadie entiende el motivo ni el fin y un Guategate con implicaciones nada claras de actores habituales. Todo ficción, al más puro estilo de Huite, donde se podría poner un letrero como aquel de Hollywood, total comienzan por la misma letra.
martes, 16 de septiembre de 2008
De luto nacional
Tan preocupante, escandalosa, indignante y grotesca
es la situación política nacional
que no merece la pena decir nada.
Hoy solo silencio, hoy solo reflexión.
Meditemos sobre lo que como ciudadanos honrados
que no merece la pena decir nada.
Hoy solo silencio, hoy solo reflexión.
Meditemos sobre lo que como ciudadanos honrados
deberíamos de hacer.
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"Primero vinieron a buscar a los comunistas
y no dije nada porque yo no era comunista.
y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos
y no dije nada porque yo no era judío.
y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas
y no dije nada porque yo no era sindicalista.
y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos
y no dije nada porque yo era protestante.
y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces,
ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemöller
ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemöller
domingo, 7 de septiembre de 2008
¿Comprende usted ahora, señor?
Grave, realmente grave es lo que ha pasado en la Casa Presidencial. El presidente y parte de su equipo vigilados, intervenidas sus conversaciones y violada su privacidad. Una brutal vulneración de derechos esenciales y la sacudida más profunda a los cimientos de una democracia que no termina de asentarse. ¿Por qué si era un flagrante delito no se aplicó inmediata y contundentemente la ley?.Otro prófugo producto de la lentitud o del interés.
Me imagino el sentimiento de impotencia del gobierno ya que es similar al que notamos el resto de los ciudadanos diariamente cuando policías corruptos, juzgadores sin escrúpulos, congresistas deshonestos, ciertos políticos indignos y otros que también escuchan y graban, violan nuestros derechos. La diferencia es que al Bond guatemalteco lo nombró el presidente y debe responderse asimismo porqué lo hizo, mientras los demás sufrimos los embates de decisiones ajenas, de externalidades de otros.
El propio presidente retaba hace poco a los columnistas a fiscalizar su trabajo y me adhiero a ese desafío. Si su gabinete de prensa le hace un resumen de las veces que comentaristas y reporteros le han advertido sobre quien tenía a sus espaldas es posible que tenga suficiente literatura para su próximo viaje. En octubre pasado, esta prensa recogía sus declaraciones: “Sólo Barquín y Quintanilla podrían ocupar un cargo; sobre el resto del equipo de transición aún no hemos tomado decisión”, ¿de dónde le venía la confianza y seguridad en ese entonces?. Este año, en abril, algunos diputados le echaron en cara, y la prensa le advirtió, del enorme poder que estaba tomando: De acuerdo con diputados, Quintanilla está asumiendo funciones que, por ley, le competen al Ministerio de Gobernación. Hoy, el funcionario se entrevistará en Brasil con el director de Inteligencia del Ministerio de Seguridad, lo cual no está relacionado con la protección al gobernante Álvaro Colom, a lo que hizo caso omiso. Al cumplirse los seis primeros meses de gobierno, algunos analistas opinaron: Como hombres fuertes alrededor del presidente, pero con personalidades un tanto oscuras, citan a Carlos Quintanilla y a la familia Alejos, que manejan asuntos tan importantes como la seguridad, el Congreso y obra pública,…., pero algo debió pesar más que la razón y tampoco se produjeron cambios. Recién en agosto, relevos en el Ejército originaron algunas nuevas teorías reflejadas en medios escritos: Otras razones de los despidos son las reconocidas por Colom: “Incomodidad” del ministro de Defensa, Marco Tulio García, con parte del equipo que le fue impuesto en enero,….. En estos “incómodos” nombramientos fue decisiva la influencia de Carlos Quintanilla, secretario de Asuntos Administrativos y de Seguridad y asesor de Colom en materia de seguridad desde hace años. Cientos de advertencias y análisis auguraban la crisis, pero la contumacia presidencial la obvio.
Señor presidente, recuerde y anote que muchísimos de los que escribimos deseamos un país tan bueno, próspero y digno como al que usted dice aspirar y lo que hacemos es evidenciar las irregularidades y presentarlas tal cual pensamos que son y no siempre como su entorno próximo las muestra. Es muy triste, penoso y lamentable lo sucedido, pero debe servir para aprender y no para cerrarse más. Sobre otros personajes y asuntos se le está proporcionando suficiente información pública pero pareciera que vamos en la misma dirección. Deploro profundamente y condeno lo que ha pasado, pero creo que ahora comprende usted mejor como nos sentimos ante su pasividad e inoperancia en algunos temas. Ya sabemos quien se ha ido pero, ¿quién se queda ahora, de verdad, a cargo?. ¡Esperemos que no sea peor.!
Me imagino el sentimiento de impotencia del gobierno ya que es similar al que notamos el resto de los ciudadanos diariamente cuando policías corruptos, juzgadores sin escrúpulos, congresistas deshonestos, ciertos políticos indignos y otros que también escuchan y graban, violan nuestros derechos. La diferencia es que al Bond guatemalteco lo nombró el presidente y debe responderse asimismo porqué lo hizo, mientras los demás sufrimos los embates de decisiones ajenas, de externalidades de otros.
El propio presidente retaba hace poco a los columnistas a fiscalizar su trabajo y me adhiero a ese desafío. Si su gabinete de prensa le hace un resumen de las veces que comentaristas y reporteros le han advertido sobre quien tenía a sus espaldas es posible que tenga suficiente literatura para su próximo viaje. En octubre pasado, esta prensa recogía sus declaraciones: “Sólo Barquín y Quintanilla podrían ocupar un cargo; sobre el resto del equipo de transición aún no hemos tomado decisión”, ¿de dónde le venía la confianza y seguridad en ese entonces?. Este año, en abril, algunos diputados le echaron en cara, y la prensa le advirtió, del enorme poder que estaba tomando: De acuerdo con diputados, Quintanilla está asumiendo funciones que, por ley, le competen al Ministerio de Gobernación. Hoy, el funcionario se entrevistará en Brasil con el director de Inteligencia del Ministerio de Seguridad, lo cual no está relacionado con la protección al gobernante Álvaro Colom, a lo que hizo caso omiso. Al cumplirse los seis primeros meses de gobierno, algunos analistas opinaron: Como hombres fuertes alrededor del presidente, pero con personalidades un tanto oscuras, citan a Carlos Quintanilla y a la familia Alejos, que manejan asuntos tan importantes como la seguridad, el Congreso y obra pública,…., pero algo debió pesar más que la razón y tampoco se produjeron cambios. Recién en agosto, relevos en el Ejército originaron algunas nuevas teorías reflejadas en medios escritos: Otras razones de los despidos son las reconocidas por Colom: “Incomodidad” del ministro de Defensa, Marco Tulio García, con parte del equipo que le fue impuesto en enero,….. En estos “incómodos” nombramientos fue decisiva la influencia de Carlos Quintanilla, secretario de Asuntos Administrativos y de Seguridad y asesor de Colom en materia de seguridad desde hace años. Cientos de advertencias y análisis auguraban la crisis, pero la contumacia presidencial la obvio.
Señor presidente, recuerde y anote que muchísimos de los que escribimos deseamos un país tan bueno, próspero y digno como al que usted dice aspirar y lo que hacemos es evidenciar las irregularidades y presentarlas tal cual pensamos que son y no siempre como su entorno próximo las muestra. Es muy triste, penoso y lamentable lo sucedido, pero debe servir para aprender y no para cerrarse más. Sobre otros personajes y asuntos se le está proporcionando suficiente información pública pero pareciera que vamos en la misma dirección. Deploro profundamente y condeno lo que ha pasado, pero creo que ahora comprende usted mejor como nos sentimos ante su pasividad e inoperancia en algunos temas. Ya sabemos quien se ha ido pero, ¿quién se queda ahora, de verdad, a cargo?. ¡Esperemos que no sea peor.!
lunes, 1 de septiembre de 2008
?Y la seguridad, qué?
La pasada campaña electoral giró fundamentalmente sobre el tema de la seguridad. Uno la ofrecía con “mano dura” y el otro, le contestaba que él la conseguiría “con inteligencia”. Como suele ocurrir con las promesas electoreras, a estas alturas del año ni la una, ni la otra.
Muchas administraciones han olvidado cual es su principal deber. La seguridad y la justica claman en el desierto, antes el autismo gubernamental. La policía es un desastre sin solución que de vez en cuando se le mete al carro o en su casa a extorsionarle o robarle. El sistema judicial sirve para casi todo, menos para propiciar justicia. No hay voluntad de arreglar prisiones y, a pesar de que ya van tres directores este año, el fondo de corruptela y desidia es el de costumbre ya que todos apuestan a un equilibrio inestable sin soluciones de largo plazo. Mejor no ser detenido si no quiere que cualquier deshonesto de la cadena de custodia le saque pisto a perpetuidad. El gasto de gobierno es cada vez más ineficiente. En los presupuestos de este año el sistema penitenciario tiene menos asignación que el pasado y el ejército y la policía apenas cuentan con recursos para cubrir gastos corrientes. Sin embargo, los magos del Congreso hacen desaparecer más de ochenta millones y otras dependencias del Estado devuelven, por falta de ejecución, más de cuatrocientos. En esas lamentables condiciones de gestión, se atiende una solicitud de ampliación de presupuesto y doña Sandra aprovecha y pide mil cien millones más para su programa de Cohesión Social, sin contar las ingentes cantidades que el sistema goebbeliano de la UNE dilapida en propaganda inútil, sectaria y absurda, pero cara, muy cara.
Se pueden contar más muertes violentas en un día que en muchos países europeos en un año. La mayoría de los casos que se denuncian en el MP quedan impunes y ese ridículo porcentaje que dicen llega a los juzgados termina por diluirse en dimes y diretes de amparos y otras artimañas judiciales. Nos quejamos, pero aquí nada ha cambiado, salvo la versión del presidente que al inicio decía que habría resultados en los primeros meses y ahora pide paciencia. Señor, los más de 3500 muertos violentos que llevamos en lo que va de año (chóferes de bus incluidos), le prometen paciencia eterna, pero los vivos le reclamamos resultados más inmediatos o el reconocimiento de su desinterés o ineficacia.
El modelo de la PNC no es el adecuado. Hay que decir claramente que es producto de lo estipulado en los Acuerdos de Paz y que muchos oenegistas y otros expertos han estado asesorando, por años, a los distintos gobiernos para conformar esa organización, si bien ahora se esconden entre ridículas elucubraciones y no afrontan la responsabilidad que tienen en el fracaso. Los éxitos en la captura de Manolito y de alguna banda de secuestradores, son pétalos de una flor marchita y excepciones que no hacen la regla.
Vivimos en un absoluto desamparo y no se percibe solución a corto plazo porque no hay ni voluntad ni bemoles ni cojones, para arreglar el problema. Prometieron seguridad, se les eligió para ello y, sin embargo, se dedican a otras cosas políticamente más productivas. ¿Para qué le vale a la viejita su estufa con tambo incluido si luego no puede comprar el gas o la asesina el marero de turno?. La foto, sin embargo, presenta a la pareja presidencial bien sonrientes. ¿De qué?, me pregunto.
Mi confianza en el ministro de gobernación.
Muchas administraciones han olvidado cual es su principal deber. La seguridad y la justica claman en el desierto, antes el autismo gubernamental. La policía es un desastre sin solución que de vez en cuando se le mete al carro o en su casa a extorsionarle o robarle. El sistema judicial sirve para casi todo, menos para propiciar justicia. No hay voluntad de arreglar prisiones y, a pesar de que ya van tres directores este año, el fondo de corruptela y desidia es el de costumbre ya que todos apuestan a un equilibrio inestable sin soluciones de largo plazo. Mejor no ser detenido si no quiere que cualquier deshonesto de la cadena de custodia le saque pisto a perpetuidad. El gasto de gobierno es cada vez más ineficiente. En los presupuestos de este año el sistema penitenciario tiene menos asignación que el pasado y el ejército y la policía apenas cuentan con recursos para cubrir gastos corrientes. Sin embargo, los magos del Congreso hacen desaparecer más de ochenta millones y otras dependencias del Estado devuelven, por falta de ejecución, más de cuatrocientos. En esas lamentables condiciones de gestión, se atiende una solicitud de ampliación de presupuesto y doña Sandra aprovecha y pide mil cien millones más para su programa de Cohesión Social, sin contar las ingentes cantidades que el sistema goebbeliano de la UNE dilapida en propaganda inútil, sectaria y absurda, pero cara, muy cara.
Se pueden contar más muertes violentas en un día que en muchos países europeos en un año. La mayoría de los casos que se denuncian en el MP quedan impunes y ese ridículo porcentaje que dicen llega a los juzgados termina por diluirse en dimes y diretes de amparos y otras artimañas judiciales. Nos quejamos, pero aquí nada ha cambiado, salvo la versión del presidente que al inicio decía que habría resultados en los primeros meses y ahora pide paciencia. Señor, los más de 3500 muertos violentos que llevamos en lo que va de año (chóferes de bus incluidos), le prometen paciencia eterna, pero los vivos le reclamamos resultados más inmediatos o el reconocimiento de su desinterés o ineficacia.
El modelo de la PNC no es el adecuado. Hay que decir claramente que es producto de lo estipulado en los Acuerdos de Paz y que muchos oenegistas y otros expertos han estado asesorando, por años, a los distintos gobiernos para conformar esa organización, si bien ahora se esconden entre ridículas elucubraciones y no afrontan la responsabilidad que tienen en el fracaso. Los éxitos en la captura de Manolito y de alguna banda de secuestradores, son pétalos de una flor marchita y excepciones que no hacen la regla.
Vivimos en un absoluto desamparo y no se percibe solución a corto plazo porque no hay ni voluntad ni bemoles ni cojones, para arreglar el problema. Prometieron seguridad, se les eligió para ello y, sin embargo, se dedican a otras cosas políticamente más productivas. ¿Para qué le vale a la viejita su estufa con tambo incluido si luego no puede comprar el gas o la asesina el marero de turno?. La foto, sin embargo, presenta a la pareja presidencial bien sonrientes. ¿De qué?, me pregunto.
Mi confianza en el ministro de gobernación.