El Presidente anunció a bombo y platillo, ¡como los grandes!, otro despilfarro de Q3 millones destinado a la compra de instrumentos musicales. No basta con el gasto desatinado en tenis, juguetes y barbies con el logo de cohesión social, ahora compran trombones, marimbas y alguna que otra guitarra. La música siempre aplacó a las fieras.
Probaron con los comedores solidarios y, además de ser una competencia desleal con todos los que tenían cantinas en la zona y tuvieron que cerrarlas, no han solucionado nada. El hambre les ha aparecido a esos planificadores en otros lugares del país. Para distracción del pueblo, ponen a los chicos a tocar la flauta y a promover eso que bastamente denominan “cultura”. ¡Qué bonito!.
Mientras eso ocurre, promueven una reforma fiscal, ahora retirada y en “profundo estudio” y el Congreso aprueba, a petición del Ejecutivo, préstamos millonarios porque no les alcanza el dinero para hacer un buen derroche. El que tienen lo despilfarran en los “programas inteligentes” que ejecuta cohesión social, por cierto, como el cáncer, cada vez más extendida y menos eficiente en la función de gobierno.
A los improvisados grupos musicales se unen los “niños cantores”, quienes corean que la carga fiscal es la menor de América y por eso estamos tan mal. Podrían añadir al estribillo que el día que paguemos más en lugar de gastarse aquellos millones serán capaces de dilapidar el doble. Subamos impuestos y tendremos trompetas, violines y, por aparte, más muñequitas lloronas y meonas y muchas más cositas insignificantes con el logo del gobierno o de cohesión social que serán graciablemente entregadas cuando a la dama le convenga aparecer y promover esa gansada de programa para salir de la pobreza. El otro día, al visitar una localidad, dijo que no había hambruna, sino “desnutrición crónica”. ¡Sutil, verdad!.
Todo es un plan para quedarse con más recursos y emplearlos en boberías improductivas que solo parchean y crean fantasiosas expectativas en gente que babea por unas migajitas creyéndolos todopoderosos. Se disfrazan con vestidos típicos o según la costumbre del lugar visitado y hacen entrega del lote correspondiente el día y hora que les conviene. El show mediático siempre ha sido el arma de los populistas, de los dictadores, o de ambos.
¡Ea pues!, todos contentos con el tamborcito, hasta que se rompa el palito, con la flautita que seguro se le tapona algún agujerillo o con la guitarra que terminará sin cuerdas. Para entonces ya no estarán en el gobierno o habrán inventado otros programas de esos que nos sacan de la miseria y del subdesarrollo, mientras sueñan con pasar a la historia como insignes dignatarios, sin darse cuenta que hay lugares apropiados para las payasadas, pero deben pintarse la cara, emplear la inteligencia y sobre todo tener arte, mucho arte, algo que no está al alcance de cualquiera.
Por su parte, los “cuatro fantásticos” (PDH, USAC y representares de ambas iglesias), siguen promoviendo inútiles alianzas. Al igual que hicieran con la seguridad, ahora hacen con el hambre. Ya no saben cómo promover sus espurios intereses y hacerse notar, aunque su eficiencia deja mucho que desear. ¿Dónde está, ¡chicos listos!, el acuerdo nacional de seguridad que nos vendieron meses atrás?. Mejor dejen de tocarnos los cachinflines para que otros puedan tocar la marimba. Si no saben hacerlo, y esta demostrado que no, ahorren unos y callen los otros, no se aventuren, especialmente en tiempo de crisis. El circo ruso, ese que vetaron en el interior del país, busca personal y muchos califican.
Excelente artículo! Totalmente cierto. Qué mejor artimaña que crear cortinas de humo que suenen a musiquita para hacer y deshacer a su antojo! Y mientras tanto nosotros nos reclinamos en nuestras cómodas sillas a ver el show, lo que no hemos querido ver es el caos que vendrá cuando la función termine.
ResponderEliminarComparto la opinión de Jessica, excelente! Lo importante ahora es seguir trabajando para evidenciar y buscar soluciones alos problemas. La hambruna, que no es novedad, es un fenómeno que ha estado "pendiente" en las agendas del país...Sería mejor que las flautas fueran de pan! Saludos, Andrea.
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