Que todo cambie, para
que todo siga igual
La campaña proselitista-electoral, permanentemente declarada
por los partidos políticos, en modo alguno es exclusiva. El MP hace también sigilosamente
la suya para mantener el estatus quo o reposicionar “piezas claves”. Soy escéptico
con las casualidades, pero incrédulo convencido cuando son muchas y coinciden
en poco tiempo. El hecho de que este año se debatan o sentencien los juicios
más mediáticos -hace tiempo pendientes- apesta a uso rentista. El de Ríos Montt
se adelantó de agosto a marzo y ha concluido con agitada sentencia exprés; se
ha conocido la apelación -presentada hace dos años- contra la absolución de
Portillo, paso previo para la extradición; se ha fijado juez -tras casi tres
años- al caso Paiz Valdez y cuando pinte la ocasión seguramente se comenzará a
conocer el caso Pavón, el de la quema de la embajada española y otros
similarmente rentables. El objetivo estratégico es tener a fin de año un
paquete de “casos resueltos” de proyección internacional -siempre mediática- que
engrose el “haber” de la Fiscal General y agregue méritos para la elección
2014. No importará tanto que esté sin resolver el caso de los militares linchados
en Barillas, los secuestros por una semana en San Marcos o la quema de
vehículos y otros daños, cuando no acciones de terrorismo, contra empresas hidroeléctricas
o mineras, por no hablar de la señora Siekavizza o los asesinatos/secuestros que
comenten turbas “pacifistas”. El 51% de presos sin juicio y el 97% de denuncias
sin investigar cuestionan permanente y objetivamente los resultados. Sin
embargo, lo importante es el oportunismo y lo que estimen trascendente, a la
postre como manejan los temas judiciales.
La disyuntiva presidencial será reelegir a la Fiscal -y verse
procesado al concluir su mandato- o designar a otro y confrontar a quienes la
apoyan, incluida parte de la comunidad internacional y CICIG con sus
particulares intereses. Prefabricado dilema a resolver por el mandatario. Otra
opción, planteada en cierta embajada, es buscar salidas airosas. La actual jefa
del MP optaría a un cargo internacional -bien pagado y considerado- la
postularían como comisionada de la CICIG o presionarían para que acceda a ese inmune/impune
trono regio cierto magistrado que protagoniza silenciosamente espinosos temas, integra
“secretas” reuniones y fue estrella intrigante en el caso Giamattei. Sin
dormirse en los laureles, planifican y miran como dejar las cosas tal cual para
continuar favoreciendo intereses politizados, altamente ideologizados y poco judiciales,
con miras a seguir sustituyendo el postulado de Clausewitz de que la “guerra es
la continuación de la política por otros medios”, por otro más pragmático: “la
política es la continuación de la guerra por otros medios”, sutiliza semántica
que nunca se le hubiera ocurrido al prusiano mucho más caballeroso y observador
de los tradicionales principios bélicos.
Para alcanzar esos “nobles” objetivos ya hicieron los
primeros movimientos, además de los casos judiciales indicados. Hubo una
batalla costosísima -¡millones gastaron las planillas!- para la elección de la
junta directiva del colegio de abogados y próximamente se observarán
movimientos en algunas facultades de Derecho y universidades para nombrar o
designar decanos ad hoc que puedan
incidir en esas famosas comisiones de postulación. El postre lo pondrá CICIG
quien determinará -con el particular e impune criterio que la caracteriza-
quienes son honorables y depurará la lista de designables en función del ruido de
ciertos colectivos y personajes que tienen a sueldo con consultorías, viajes y
otras prebendas. Idéntico circo, con función especial mejorada ¿Ya sacó su
ticket?, pero no para Le cirque du Soleil
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