Ríos Montt, Portillo, Valdez -y otros más-, enjuiciados con
preocupante baremo vengativo que no jurídico. El PDH coloreo con humanitarias declaraciones
y legales argumentos, las injustas actuaciones de la inmune e impune CICIG y la
cada vez más notoria inutilidad del MP en sus investigaciones ¿Justicia o
venganza?, ya no se sabe muy bien donde estamos parados. Lejos de mejorar la
institucionalidad, vamos a peor. Aprendemos que el Estado de Derecho es
esencial para la vida en sociedad o estamos abocados al desastre. Alguno dirán:
¿si ya estamos mal?, pero podemos empeorar. Hora de reflexionar, y eso se hace
con la cabeza, aunque no da dinero. El hígado es para otra cosa, pero genera
más dividendos.
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