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Ortega siempre fue un déspota, un autoritario y un violador
sexual, no se haga el ignaro
El
dictador Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, permiten que la policía nicaragüense y grupos paramilitares asesinen brutal
y vilmente a ciudadanos cansados de represión que confrontan el régimen del FSLN y piden elecciones
prontas como salida a la crisis. Es inconcebible que en pleno siglo XXI sucedan todavía esas cosas, y no
solamente ahí.
Mientras
la UE y los EE.UU. han pedido insistentemente el cese de
la violencia, la OEA ha llegado tarde, como suele ser habitual, aunque con idéntica solicitud. Lamentablemente los gobiernos
latinoamericanos de izquierda y aquellos subvencionados con dinero o petróleo
venezolano, votaron en contra o sencillamente se
ausentaron o abstuvieron:
Venezuela, El Salvador, Bolivia, Belice y la mayoría de países
caribeños ¿Cómo que no tiene sentido hablar de ideologías? En determinados momentos y para algunos, son más importantes que la vida
humana.
Los
gobiernos mencionados no han sido los únicos que se
han solidarizado -directa o indirectamente- con la
dictadura nicaragüense. El grupo parlamentario de izquierda del PARLACEN hizo
una bochornosa declaración que alienta, apoya y
reconoce el actuar sandinista; el resto de grupos
guardó silencio complaciente.
El partido político guatemalteco URNG-Maíz tuiteó que reconoce “el legítimo derecho a la
defensa, ejercido por el gobierno sandinista frente a las agresiones perpetradas en su contra por los
lacayos del imperio”, y justifica miserablemente la represión desde el Estado que
es lo que condenan, precisamente, del actuar del ejército durante el conflicto armado interno ¡Enmarquemos el tuit, para recordarle
esa contradicción cuando
pidan el voto en 2019!
El Congreso de la República, por su parte, tampoco aprobó un comunicado de rechazo ¿La razón?, los votos en contra
de la UNE y CREO, la ausencia de los partidos de izquierda: Convergencia, Winaq
y URNG y el voto en contra de otros “honorables” congresistas ¡Ahí quiero ver a los “diputados de la dignidad” emitiendo un comunicado que echo en falta! Las iglesias,
también están ausentes en
esta necesaria condena fratricida.
Entre los aduladores del régimen asesino de Nicaragua, sorprende el presidente de la
fundación contra el terrorismo quien escribió en su Twitter: “Hubo un tiempo en el
que Ortega orientó de manera correcta a Nicagua (sic) y le aplaudí…”. Darle ese benéfico de la duda -como hizo en varias ocasiones y declaraciones de adulación al tirano- deja claro que cuando conviene se relativizan valores democráticos y principios éticos. No señor, Daniel Ortega siempre
fue un déspota, un autoritario y un violador sexual, no se haga el ignaro ni utilice lisonjas que
contrastan hipócritamente con diatribas permanentes: vamos
camino a ser como Venezuela
o la constante fustigación a la izquierda guatemalteca,
mientras reconoce cándidamente haber aprobado, elogiado y agradecido a ese otro revolucionario, sobradamente autoritario y
delincuente. Mucha inmadurez, incongruencia o intereses, suelen ser razones suficientes para no haber condenado desde el
principio las actitudes criminales del nicaragüense. Personajes
“gallo-gallina” -más de lo
segundo que de lo primero- que cacarean permanente en medios pero terminan mostrando su
naturaleza totalitaria. De ser candidato en 2019, habrá que tener en cuenta también su debilidad por el despotismo y la
tiranía, como la de URNG-Maíz
y otros del mismo hato.
No olvidemos que en Nicaragua muchas
personas son asesinadas con el beneplácito, el silencio
o la aquiescencia de quienes desprecian la vida. Lo descrito arriba, no son más que distintas formas de expresión de
un fenómeno desideologizado: el autoritarismo ¡Vergonzosos y canallas esos extremistas!
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