La preocupación norteamericana por el control regional pasa, incluso, por congraciarse con un gobierno del entorno del Foro de Sao Paulo
En menos de 24 horas ocurren “casualmente” tres hechos: la publicación de graves señalamientos contra el presidente Giammattei en El Faro; la solicitud de extradición por parte de USA del expresidente hondureño; y la aparición de un testigo que desmiente parte de lo publicado en aquel medio y denuncia al exfical Sandoval y a la jueza Aifán de presionarlo y manipularlo. Lo anterior “coincide” en un trascendente momento político-social como es la elección de fiscal general, y en el año de otros dos procesos importantes: elección del PDH y del Contralor General ¡La tormenta perfecta! En política hay más causalidades que cosas fortuitas, y esas jugadas parecen impulsarse activamente desde una administración norteamericana que da palos de ciego frente a notorios fracasos por el control geopolítico regional y la migración.
Tras movimientos geoestratégicos de China y Rusia, Estados Unidos reacciona para intentar recuperar el poder perdido y, de paso, dignificar sistemas judiciales que no responden a sus ciudadanos. Sin embargo, la celeridad con la que piden extraditar al expresidente hondureño silencia y contrasta con la cantidad de “nuestros” delincuentes, acogidos por los USA, que circulan libremente por su territorio e impiden que sean juzgados aquí. La reciprocidad pareciera no ser parte de las relaciones diplomáticas y las reglas del juego ser diferentes ¡Bienvenidos al realismo político!
La preocupación norteamericana por el control regional pasa, incluso, por congraciarse con un gobierno del entorno del Foro de Sao Paulo, como el de Xiomara Castro, y apretar las tuercas al guatemalteco, los dos únicos países centroamericanos que no tienen relaciones con China, lo que no deja de ser arriesgado. En Honduras -y en Centroamérica en general- entenderán el mensaje de que finalizada la presidencia te pueden llevar gratis a Disney, y personajes que en su momento se acercaron peligrosa al chavismo pondrán ojo avizor. Sin embargo, arreglar las cosas en Guatemala requiere construir algo más duradero, y quizá encontraron otra solución.
Por ahora no hay un candidato para las elecciones 2023 que cuente con simpatía en USA ni mucho menos con cantidad de votos suficientes para ser legitimado -más bien todo lo contrario- lo que parece condenarnos, como siempre, a votar por el menos malo. Si se logra designar a un fiscal general allegado que anule las barreras judiciales y permita el regreso de Thelma Aldana, sería de aprovechar el caudal de votos que tiene y potenciar su imagen a través de grupos, organizaciones locales y medios afines -usados como ruido social para otras cosas y ocasiones- y, automáticamente, tendremos -en un país que adora los caudillismos- la candidata perfecta. En cuatro años, será ella quien designe al nuevo fiscal general y, cuando acordemos, la estrategia de control indirecto -ahora debilitada- estará consolidada. El poder es el fin; la justicia el medio…, y felices los cuatro.
Puede gustar o no de la idea conspirativa, pero sería muy apropiada para una administración norteamericana -con activa efervescencia ideológica doméstica- que pretende recuperar el control en la región para evitar, como en la Guerra Fría, la presencia de potencias hostiles y de paso conformar una justicia que, sin negar que sería mejor para cada país, sirva primordialmente a los intereses de quienes mandan.
Relájese, licue todo lo anterior y hágase su juguito mañanero. Reflexione, intente encajar las piezas y decida que pinta usted como ciudadano con derechos en todo esto. Yo lo hice hace días y llegué a la conclusión del emoticón del gato: “la ignoración”. Y es que, aunque nos creamos algo, no somos más que peones desechables, y como dijo Rousseau: “…, todo hombre nacido para esclavo nace para la esclavitud…”
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