El voto nulo fue el ganador de este proceso, lo que representa un importante rechazo ciudadano a todo lo que ha venido ocurriendo
Que los resultados presidenciales se veían venir, fue algo erróneamente promovido en las pocas encuestas que se publicaron. El orden anunciado fue alterado por el único que tenía el poder para hacerlo, y que no se tuvo en cuenta: el voto ciudadano, que muchos consideraron, como era habitual, torpe o comprado.
De la UNE se esperaba, de Semilla ni se veía venir, mucho menos por una diferencia tan estrecha. Por primera vez dos partidos de izquierdas competirán por la presidencia, aunque el control del Congreso haga que el ganador deba pactar con otras fuerzas políticas muy distintas y opuestas.
El voto nulo fue el ganador de este proceso, lo que representa un importante rechazo ciudadano a todo lo que ha venido ocurriendo: corrupción, mal manejo de fondos públicos, falta de justicia, etc. Zury podría haber sido opción, pero su arrime a mafiosos, mercenarios, aprendices de golpistas y personajes del gobierno anterior -además de una pésima campaña- la han relegado a un puesto inimaginable hace unas semanas. El hundimiento de CABAL merece una investigación más pausada. VAMOS y VIVA estuvieron cerca, y obtuvieron muchos más votos de los proyectados, lo que apunta a una presión e inversión millonaria en las alcaldías. VOS, URNG, MLP y Winaq están profundamente estancados y sus candidatos sufren nuevamente estrepitosas derrotas porque la población no ve en ellos la “esperanza” que pretenden trasladar. Ciertos populismos y otras alternativas también son desechados por el votante, hastiado de lo habitual y de personajes reciclados como Jimmy Morales o Baldizón.
Toca hacer predicciones para la segunda vuelta respecto de la dirección que tomará el votante. En resumen: apoyar o huir de Sandra Torres y experimentar algo nuevo. Tal y como ocurrió en las dos pasadas elecciones, y vistos los números, puede ser que Arévalo sobrepase a una Sandra atorada, aunque nada es seguro porque hay muchos votos en juegos buscando reacomodo.
El Congreso sigue igual: repartido, atomizado y repleto de impresentables, con dudosa calidad moral de los partidos representados y de la mayoría de los ganadores. Con quórum de mañosos, deberán establecerse pactos -si es posible- que en esta política doméstica tropical se traducen en entregar parcelas de poder o conceder privilegio, todo ello a costilla del presupuesto público que no es otra cosa que el dinero de los impuestos. La alternativa puede ser la practicada en distintos países latinoamericanos: el freno o la anulación del ejecutivo desde el legislativo.
La alcaldía capitalina no cambia de manos -pendiente de impugnaciones-, a pesar de haber estado muy cerca “Canela”, lo que impedirá reformas más radicales, aunque el alcalde perpetuo deberá lidiar con concejales de varios partidos que seguramente mejorarán el diálogo y oxigenarán la administración municipal, algo necesario hace años.
Hay que esperar la reacción de quienes hablaban de fraude y decían que no había opciones, y ver si mantienen su discurso o terminan por aceptar que nunca contaron en sus elucubraciones con la idea de un votante más informado, libre y capaz de tomar decisiones sin la presión tradicional. Es muy probable que las narrativas cambien y se blanquee el proceso que ha estado descalificado desde el inicio por muchos de quienes ahora están posicionados en la parrilla de salida. En política parece que todo cabe, todo sirve, y las palabras se las lleva el viento apenas unos día después del triunfo, que finalmente es lo importante. Semilla dio la sorpresa, VAMOS no pudo sumar a pesar de la maquinaria estatal, VALOR y CABAL fueron grandes perdedores, y VIVA mantiene su posición. Ganó el voto nulo, pero sin consecuencias, aunque en democracia el votante es quien decide.