Creen que el dinero lo hace todo y terminan
haciendo todo por dinero
No hay populista, desbaratado ni arcaico irredento que no justifique
el ladronzuelo proyecto de la reforma agraria y promueva el reparto
-redistribución le llaman- de la tierra. Resumidamente: darle a cada
"campesino" un trocito (nunca dicen a quién, cuánto, dónde ni cómo)
para que pueda salir de la pobreza o similar justificación. Pueden repartir el
mundo en partes iguales -algo imposible- pero al día siguiente ya habrá quien
perdió su propiedad, no quiso trabajarla, no supo aprovechar la ocasión o
simplemente la vendió. Por el contrario, surgirá el trabajador afanoso, aquel
que solicite un préstamo y lo invierta o quien busque cómo producir más y
mejor. En poco tiempo el mundo estaría en idéntico punto de partida. Es feudal
y primitiva la creencia de que la riqueza radica en la posesión de la tierra,
aún con recursos naturales. Antiguamente, contar con grandes extensiones de
terreno permitía la agricultura, la ganadería y otras actividades asociadas a
lo que en aquel entonces generaba riqueza. Hoy, sin embargo, los exitosos -despreciados
por algunos en público y adulados en privado- resultan ser desarrolladores de
ideas, creadores de sistemas operativos, de redes sociales multitudinarias o de
productos de aceptación mundial. No necesitan tierra, reforma agraria ni leyes
de desarrollo rural, cuestiones propias de la medieval búsqueda de la piedra
filosofal. Entienden -por eso son ricos- que el emprendedurismo y la capacidad
de posicionar una buen idea son pilares necesarios para tener éxito, además de
practicar otros valores: perseverancia, responsabilidad, capacidad de asumir
riesgos, etc.
Por aquí, sin embargo, vendedores de ilusiones pagados por
frustradores de las mismas, especulan con recetas fracasadas en otros lugares.
Insisten -contumazmente- en acometer una reforma agraria camuflando
sibilinamente la idea de expropiación que es lo que preside el pensamiento ideologizado
que les atormenta y que otros dictadorzuelos implementaron con estrepitoso y
documentado fiasco. Dicen apostar por energías limpias, pero se oponen a
construir instalaciones adecuadas y modernas que permitan el desarrollo de
muchas comunidades, mientras roban la energía que otros producen y la venden a usuarios
a menor precio, como pasa en Occidente. Es preciso buscar cómo reducir la
pobreza y la forma de promover un mejor ambiente, pero no sobre la base de
caducas fórmulas, intereses de mafiosos, manifiestos delitos o apaños
lucrativos; la certeza jurídica de la propiedad es la piedra angular. Percibo un
hipócrita discurso de los que viven de estos temas y están sostenidos con
donaciones de quienes no desean el progreso sino mantener la miseria porque de
lo contrario se quedarían sin discurso -ni trabajo- y necesitan seguir
realizando “importantes” investigaciones sobre la realidad de las comunidades
pobres del interior, la explotación oligárquica histórica y otras desubicadas
bagatelas. Mientras tanto, aquellos que ponen el dinero para que eso sea
posible -en dólares, euros o coronas- habitan el primer mundo, no pagan impuesto
aquí, consumen mas energía en un mes que usted en un año (Al Gore como
ejemplo), se movilizan en vehículo particular con chófer huyendo del transporte
público, tienen escolta policial que otros pagamos o promueve seminarios donde reúne
a los que compran a buen precio para que divulguen esas ideas y como han
llegado a la sesuda conclusión de que a usted le corresponde un trocito de
tierra que lo saque de la miseria, aunque a ellos les interesen otras cosas
¿Sostendrían el mismo discurso entre los indígena sioux, apaches o cheyennes
norteamericanos? ¡Lo que hay que ver y oír!
¡Hasta que hubo alguien que escribió la realidad sobre los ROBOS de los SUCIALISTAS que ellos llaman: "redistribución de la riqueza", pero que jamás declaran que la "redistribución" real va a parar a los bolsillos y cuentas bancarias que ellos, sus nepotes y demás secuaces, así como sus mercenarios encargados de sojuzgar al pueblo que despotizan, tienen en "paraísos fiscales" hacia donde se va el dinero de, inclusive la masa parásita, idiota y codiciosa que los encarama al poder pendejeados por las mentiras que les prometen!
ResponderEliminar¡Felicitaciones, don Pedro! ¡Personas como usted siempre son bienvenidas por la gente DECENTE de este País! ¡Siga así, y SIGA AQUÍ!