lunes, 16 de julio de 2012

El costo de la autogestión


 Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio (Einstein) 
Soy partidario de la descentralización política y administrativa. Me gustaría ver muchas ciudades, municipios o departamentos que fueran autónomos, compitieran entre ellos y el ciudadano, libremente, pudiera elegir el mejor lugar para vivir, donde trabajar o abrir su negocio. La competitividad entre administraciones soberanas generaría menor costo político y ofrecería mejor calidad de servicio. Apuesto, en otras palabras, por lo que se ha venido en denominar ciudades libres (free-cities). Por tanto, la propuesta de reforma constitucional en la que se reconocen numerosos idiomas, pluriculturalidad, multilingüismo y multietnicidad, me parece -a priori- con sentido. Falta -como suele ocurrir con propuestas sesgadas- las respuestas a ¿cuánto cuesta? y ¿quién lo paga? Acepto la idea del departamento o municipio que aspiran a tener condiciones específicas organizativas y sociales: idioma propio, enseñanza multilingüe, juzgados en la lengua vernácula, etc. Dicho de otra forma, quienes deseen un modo de vida privativo, peculiar, diferente o propio -da igual el calificativo- simplemente lo pagan de su bolsillo y asumen los costos económicos, sociales, de capital humano y de oportunidad que tal decisión conlleva. Me opongo, sin embargo, a que con dinero público -de todos- se financie tal organización o se cree una suerte de infraestructura compleja y de uso grupal, de ahí que promueva la descentralización administrativo-financiera. Por consiguiente, no se trata de apoyar u oponerse a las reformas constitucionales en favor de tal o cual colectivo, sino de hacer un análisis económico de la aplicación de la norma y quienes deseen sumarse a tal proyecto lo hagan libremente, disfruten sus derechos pero asuman las obligaciones que la medida conlleva. Me temo, sin embargo, que lo que se quiere es conformar una estructura idiomático-social complejísima cuyos costos sean trasladados a quienes no la utilizan o necesitan y eso vulnera las libertades individuales. El mismo derecho reclamado por ciertos colectivos a organizarse en función de sus necesidades, costumbres, hábitos o deseos, tienen otros de hacerlo respecto de los suyos y ninguno debe de asumir el costo que representa la decisión del otro. Esta racional pero sencilla reflexión sirve para resolver otros "complejos" problemas de convivencia diaria. Si una colectividad no quiere que se modifique el pensum magisterial, no hay problema. Los maestros que así estudien impartirán clases únicamente en el espacio geográfico que lo permita y no en el resto del territorio; si no aceptan que una central eléctrica se construya en los límites municipales, ¡perfecto!, no tendrán acceso a la electricidad que allí se produce, y así sucesivamente ¡Eso es democracia!  Se trata de que quienes apuesten en una dirección excluyente y exclusiva, no deseen cooperar asumiendo ciertos costos o no guarden reciprocidad en obligaciones, reciban en la misma medida las consecuencias de sus aciertos o errores.
No hay que sentirse culpable de nada, victimizar a grupos ni cargar con responsabilidades que no corresponden. Pareciera que ciertos manipuladores desean convencer de que hay que romper la observación del Derecho para promover " derechos", una trampa en la que caer fácilmente que obnubila la razón y el sentido común. Me parece más adecuado que la confrontación, la interminable discusión o la oposición sistemática dejen espacio a la reclamada autodeterminación, descentralización o gobierno autónomo, lo que obligará -una vez el grupo asuma los gastos de tales exigencias- a reflexionar y dejar de actuar visceral e irracionalmente ¿Están dispuestos al reto o lo que realmente quieren es bochinchear y que los demás paguemos ciertos despropósitos?

3 comentarios:

  1. La gente de las provincias del país, estará preparada para dar el paso para adoptar un modelo de "free cities"??

    Que pasará con la aplicacion de la justicia..?? Porque me imagino que han de tener sus propios tribunales y su propia legislacion...

    Más que interesante, considero importante que profundices sobre este tema que llama la atencion, ya que la mayoría de los guatemaltecos, te aseguro que no tienen ni idea....

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  2. Gracias…. bueno…. no se si están o no preparados. ,Pero si hay un reclamo lo mejor es dejarlos hacer y que ellos mismos se den cuenta si les funciona. Quieren propia legislación…, que la tengan…, en tanto en cuanto hay un tribunal que dirima la jurisdicción en caso de dualidad. quieren aplicar "su" justicia…, que lo hagan…. el punto es que a mi no me compliquen la vida y ellos lo paguen, lo organicen y lo echen a andar…. si todo lo ponen en cachiquel…, seguramente dejara de fluir el turismo y deberán cambiarlo…, pero eso no es problema mío sino responsabilidad de quienes tomen tal decisión… De eso se trata, de responsabilidad….. Gracias por los comentarios. Pedro

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  3. Totalmente de acuerdo contigo Pedro. Tampoco estoy dispuesto a pagar por los errores de otros.
    En este caso, el orden o como se quiera llamar, fluirá de manera natural; dado el peso de los resultados de las decisiones.
    Lo que me intriga es que en todos las areas de nuestro país, son unos pocos los que deciden por la mayoría, y estos pocos son los que yerran en las decisiones, pero las consecuencias las pagan todos.

    Aprovecho para felicitarte por todos tus artículos, espero verte en el Primer Congreso Interuniversitario que se celebrará en Mazatenango el 9 y 10 de Agosto. Un sueño que se hará realidad este año. Javier Hernández.

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