¡Que viene el lobo!

Y al despertar, “los dinosaurios” seguían ahí, y eran más

Es muy común, entre los autoritarios, acudir a la victimización cuando las cosas pintan mal. Hay decenas de ejemplos: Correa cuando "se enfrentó" a los policías que querían “matarlo”; Chávez al denunciar ficticios intentos de asesinato; complots contra Castro para reprimir a sus opositores y, ahora, recientemente y dentro de casa, Baldizón y Daniel Pascual cada uno con su cuento !Ante la ausencia de razón, victimización!, podría  ser el lema de campaña de ambos que ya se ve adelantada en falsa publicidad en prensa. El primero denunció con ruido -como gusta hacer las cosas- haber recibido una serie de mensajes ofensivo-amenazantes en su celular. Incluso dejó ver el número telefónico del que procedían, seguramente porque le constaba que era ilocalizable o nadie le recomendó que fuese más prudente, tal como demandaba la investigación. Me recordó aquel asunto, ya olvidado, de los micrófonos en casa presidencial en el gobierno Colom: una burla al más elemental sentido común. La amenaza no era lo importante, incluso podría ser falsa o interesadamente fabricada por su entorno. El objetivo real y estratégico es atraer la atención que parece desvanecerse sobre el "líder" de LIDER y ocupar minutos radiales, televisivos o escritos de los que carece ante la ausencia de propuestas medianamente inteligentes o del anuncio de mamarrachadas políticas sin sentido, por no incidir en el comportamiento pueril y nefasto de sus diputados en el Congreso. A fin de cuentas, don Manuel, es un peón de la táctica payasil de LIDER, ora llevando megáfonos al hemiciclo, ora pelotas para lanzarse unos a otros o armar bochinches o fanfarrias a la que nos han acostumbrado en esta legislatura. Niños mal criados a quienes pagamos altos salarios para que jodan tres o cuatro veces por semana y que de llegar al poder hundirán el país -más todavía- porque no tienen una propuesta concreta y útil mas allá del populismo barato y locuaz.

Otro espécimen nacional digno de estudio es el "dirigente" campesino (o como quiera que se denomine) Daniel Pascual. Suerte de oportunista desocupado -financiado por grupos internacionales de presión- que respalda baraúndas con el fin de promover intereses foráneos e ideologizados y que cuando no lo consigue se hace víctima llorona. Lejos de ser “atacado o amenazado” por periodistas u otros colectivos -como falsamente propaga- en un comunicado emitido por la municipalidad de San Juan Sacatepéquez se denuncia al tal líder y a su entorno de caldear los ánimos en la localidad, impedir el acceso de sus habitantes al agua y coaccionar y hasta secuestrar a los mismos, arropado por abogados mafiosos, grupos títeres y otros resentidos sociales (todos ellos bien pagados) que se encargan del ruido, de las declaraciones infundadas y de utilizar las redes sociales para agredir o calumniar. Del populismo se pasa a la delincuencia, de ahí al crimen y luego al terrorismo, sin que se perturbe la estructura de justicia, mientras sigue fluyendo dinero para pagar a profesionales del escándalo.

Los donantes solicitan resultados para continuar enviando dinero y hay que concretarlos en leyes aprobadas, imágenes escabrosas, manifestaciones e inútiles actividades similares que evitan el progreso y condenan a la pobreza a todos  menos a ellos que se embolsan sustanciales cantidades de dinero, viajan por doquier y falsamente victimizan su persona. Más de lo mismo. Conflictivos  vividores del conflicto que han hecho de su vida un ejercicio vil y ruin de la prostitución político-ideológica. Es tiempo de desenmascararlo, sin miedo, y de llamarlos, precisamente, por su nombre: embusteros,