lunes, 16 de septiembre de 2013

Bolos en familia

Cualquier cargo público bolo es un espectáculo deplorable, pero la viceministra de salud en estado de ebriedad es algo inaudito. Me imagino a la tal “dama” cursando órdenes a los médicos para que cuando reciban pacientes no les prohíban el alcohol, más bien los incentiven ¿A ver usted bebe? No señor,  nunca. Pues a partir de ahora tómese sus copitas de guaro cada ocho horas.
La funcionaria (mejor cambiar al ministerio de ambiente) iba acompañada de su hijo para demostrar que hay que dar ejemplo ¡Familia que chupa unida permanece unida!, iba a ser el nuevo lema de Salud Pública, pero ya no pudieron. Sin embargo nadie ha señalado al responsable de nombrarla, sostenerla en el cargo y pagarle con nuestros impuestos. Siempre supimos que teníamos políticos corruptos, caraduras, sinvergüenzas, mafiosos, ladrones, matones y ahora surge esta nueva tipificación: la de bolos, sin distinción de género. Supongo que las feministas, esas que dicen que hay que poner cuotas de poder y que con ellas la situación estaría mejor, estarán viendo como lidian con este caso, pero también el de la diputada pistolera en Honduras, el de la tarántula, el de la ex esposa de Colom y algunas perlas más que ya actúan “como hombres”. Y es que esto no es un tema de género sino de ética.

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