1. Si
a los motoristas los quieren vestir de orange
brillante con grabado de placas y hacerlos circular por la derecha (para
reducir la criminalidad) podrían -consecuentemente con tal mentecata decisión-
ponerle un chaleco a todos los políticos y obligarles a conducirse por la senda
de la ética ¡Mismos procedimientos deberían generar, idénticos resultados! ¿Y
si vestimos de rosa a todos los diputados? El sheriff Arpaio hace eso con los
delincuentes.
2. CICIG
se va en 2015 y Dall´anesse también, pero ahorita. Su último informe es un
homenaje al cinismo, al despropósito, al descaro y a la hipocresía. Claro que
por 25K melones/mes un abogado -aunque sea tico-
es capaz de escribir cualquier cosa ¿Qué han logrado?, evidenciar que ninguna
solución puede venir de afuera. O le hacemos ganas o nadie soluciona este
desbarajuste. Dirán que gracias a ellos el país está mejor, pero a pesar de esa
muestra de daño cerebral irreversible, hay que permitir el alcohol y las
drogas.
3. Aquel
superagente 86 y su compañera la agente 99, me recuerdan, por su despiste,
hilaridad y desorientación, a los de la “99” (9 avda. y 9 calle). Cajón de
caraduras sin vergüenza y muy lejos de la comicidad de aquellos otros actores
de primera.
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