lunes, 22 de junio de 2009

Fuleros

Este es el gobierno más patrañero de cuantos hemos tenido. Embaucaban antes de llegar al poder. Decían contar con planes, estrategias y políticas sectoriales, sin que a la fecha se haya visto alguno salvo el despilfarro descontrolado y enfermizo, además de no fiscalizable, de los programas de la señora.
Hablaron de un inexistente plan de seguridad para reducir el número de víctimas que, por asombrosa metamorfosis, se transmutó en una hoja de ruta que no apoyan ni quienes la propusieron y como la hoja de parra que tapaba las vergüenzas de Adán y Eva, esta viene a ocultar la incapacidad, la falta de ideas y la voluntad en materia de seguridad. Como remate, piden seis meses más para tener una “nación segura”, sin sensibilidad ni respeto a los cerca de nueve mil ciudadanos asesinados en lo que llevan de gestión pública. Con la prórroga, habrá 3 mil nuevos cadáveres. ¡Vaya plan magistral!.
Oímos también, no ha mucho, sobre la capacidad y planes para prevenir el virus AH1N1. Declararon estado de calamidad y propagandearon tener todo bajo control. Hoy, cuestionamos si tenemos medicinas para enfrentarlo, adelantan las vacaciones escolares porque no saben hacer otra cosa, desconocemos el número de afectados y resulta ser culpa de los ricos que viajan. El plan es: ¡quédese en casa y no salga!. ¡Inteligente política pública!.
Se les llenó la boca de predicar transparencia y vemos corrupción por doquier. Los proveedores de medicamentos son los de siempre y esperemos al mes de agosto para ver si, como declaró el vice, licitan en esta ocasión o ponen otra escusa para seguir igual. Tampoco las comunicaciones han mejorado y se eluden los concursos públicos. Roban fusiles al Ejército y aquí no pasa nada y el ministerio de educación es un fiasco dominado por un sentenciado que mantiene el control por medios oscuros. Del agro y los fertilizante, ¡para qué hablar!. Regulan para beneficiar a los financistas que amenazan e insultan a honestas periodistas que los denuncian. ¡Toma desfachatez, atrevimiento y cara dura!.
Nos torearon con el tema de las escuchas telefónicas y acuñaron la teoría de la desestabilización. Al final resultó ser una maniobra, orquestada por el entorno próximo, de la que no hemos vuelto a saber. La última, sin explicaciones y después de un año de silencio, es que nos meten de cabeza en Petrocaribe. Fácil adivinar la razón: el dinero del que presumiblemente dispondrán para dilapidar con la quimera de la cohesión social. Mientras, el Presidente, como dijera algún presentador de TV, tiene cara ‘especial’. El Vice sigue igual: impávido.
Cada cuatro meses cambian de ministros, de directores, de jefes de guarnición militar, de comisarios y posiblemente también de ropa interior, por el olor a pútrido. Recolocan a la vieja guardia de la izquierda más violenta y pusilánime del conflicto armado. Aquella que no se atrevió a batallar y vivió en el extranjero con becas y ayuda internacional, aunque alentó a otros para que dieran su vida por una causa que ellos no creían y mucho menos practicaban. Ocupan puestos de poder y contratan a sus amigos, hijos, esposa, cuñadas y parientes y, tal cueva de Alí Baba, depredan lo poco que nos queda.
La mentira es una forma de eludir la realidad y, por tanto, la responsabilidad. En palabras de un poeta inglés, "el que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera". Comenzaron y ahora es una cada vez que abren la boca. Si a Pinocho le crecía la nariz, ¿qué le crecerá a estos?.

2 comentarios:

  1. En nuestro país todo es falso... a veces hasta lo que creemos verdadero...

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  2. Estupendo articulo, muy certero. Es un "briefing" de la actualidad publica nacional.
    Que este Ud. bien

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