lunes, 9 de noviembre de 2009

El informe

Casi al mismo tiempo en que el Presidente Colom declaró que le habían aconsejado que disminuyendo la brecha social se reduciría la violencia, el PNUD presentó un estudio en disconforme dirección, algo evidente y señalado en muchas ocasiones. El Organismo Internacional resalta como principal punto que “la seguridad ciudadana es esencial para el desarrollo humano”. Más claro si es posible: o se apuesta por la seguridad como primer y prioritario deber de gobierno o no hay desarrollo que valga, lo que confronta sustancial y directamente la aseveración presidencial, la política gubernamental, la pantomima de Cohesión Social y los discursos de ciertos grupos de presión que no han terminado de entenderlo todavía. ¿O será que sí?.
Pero no queda ahí, también señala que “el problema de la seguridad sí tiene soluciones conocidas”. Aquella inteligencia prometida, que nunca encontraron en esta Administración, se traduce sencillamente en la búsqueda de lo ya experimentado, conocido y evaluado. Deben tomar nota de como implementarlo y dejar de lado la manifiesta ineficiencia tras casi dos años de gestión. Si de verdad hubiera interés, solo hay que preguntar y dejarse asesorar en vez de que la soberbia o la incapacidad de ciertas autoridades terminen por enlutecer a más ciudadanos. En otro punto remarca: “las soluciones más eficaces respetan y refuerzan el Estado de Derecho”, lo que cierra el círculo que muchos han venido comentando: sin seguridad y sin Estado de Derecho, lo demás no funciona. No tendría que venir el PNUD a decir estas obviedades, pero como siempre hacemos caso a los “enviados especiales”, parece oportuno seguir la misma dinámica.
Para los que opinan que hay que incrementar los impuestos porque el dinero no llega y tenemos la más baja recaudación de América Latina, el análisis agrega: “el dinero no lo es todo”. ¿Qué decir ahora?. Resulta que hay otras formas de potenciar y promover medidas para alcanzar mayor seguridad. Por tanto, déjense de falacias y tonterías. Si la inseguridad no se arregla no hay explicación, al menos dentro de una mínima y congruente lógica que no sea política, claro.
Queda igualmente desvirtuado, tanto en el informe como en el Índice de Desarrollo Humano 2009, el argumento que suelen sustentar gobernantes, “comunidad internacional” y algún que otro columnista que no investiga, respecto a la brecha entre ricos y pobres (índice de Gini), como generador de violencia, Dicho registro en Guatemala es de 53,7, pero mayor es el de Panamá, Brasil, Colombia y cercano el de Chile (52) o Costa Rica (47,2). Es decir, países con similar desigualdad son mucho más seguros, lo que viene a demostrar que la brecha no es generadora de delincuencia. Dejen de sustentar interesadas teorías en falsedades o si lo desean, podemos acercarnos y parecernos a Niger, Sierra Leona, Etiopia o Burundi, con mucha “mayor igualdad”.
Ahora que continúa la pugna por conseguir más recursos para asignarle destino desconocido o despilfarrarlos en eso que “gestiona” doña Sandra, es hora de promover verdaderas políticas que nos lleven al desarrollo o seguir con el manoseo de la demagogia y del rentismo político. Las patrañas discusivas siguen haciendo de las suyas, no sé si intencionalmente, por pura ignorancia o porque esto de los pactos políticos cada vez resulta más caro y entre el listado de obras, el porcentaje y la intromisión de la hermana y el de algunos gobernadores, alcaldes y otros intermediarios, las comisiones subieron demasiado. ¿Sabe cuánto debe cada niño antes de nacer?. ¡Eso sí que genera pobreza y falta de desarrollo!, pero gubernamentalmente planificado.

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