“Se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no a
todo el mundo todo el tiempo”
Escuché a varias personas
afirmar que el revuelo ocasionado por el señor Baldizón al anunciar su “salida”
de LIDER y su desafiliación del partido, le genera publicidad gratis y que
hablen de él. Es cierto, en valor absoluto. La noticia fue recogida por todos
los medios, especialmente y de forma repetitiva en los suyos, y corrió en la
red. Sin embargo, la publicidad permite conocer el producto, lo que implica aceptación,
pero también rechazo, y ahí pareciera estar la clave que quizá el petenero y
sus asesores no evalúan con precisión.
Lo que Baldizón ha hecho
-dejar el partido para continuar haciendo campaña bajo una simulada sombra de “ayuda
social”- es comparable con el divorcio exprés y falso -luego resultó práctico-
de Sandra Torres para intentar participar en las pasadas elecciones. La opinión
pública -¡el mejor juez!- entendió y condenó aquello porque lo percibió como un
fraude de ley. De esa guisa, la Torres tuvo entre el electorado -y aún conserva-
el mayor índice de rechazo de una candidata. Situación parecida, aunque en otro
escenario, ocurre con Rigoberta Menchú; don Manuel se une al club. Su desmedido
triunfalismo -basado en encuestas que encarga, maquilla y difunde- tiene un
tope superior cuyo límite determina, precisamente, el rechazo del electorado, reforzado
por esta nueva maniobra.
Para dárselas de “doctor”
en Derecho comete errores inaceptables. Copió la tesis doctoral -otra cosa es
que la USAC se hiciera la babosa-; plagio parte del libro que presentó
fallidamente; remedó la ideología del partido y ahora, imitando a doña Sandra,
se “divorcia” de LIDER. Lo próximo será declararse “padre soltero” y gimotear.
Irregularidades -o ilegalidades- que contrastan con esa “formación humanista y
jurídica” que utiliza como carta cándida de presentación o su lema “hagamos de la ley nuestro camino”. Doctor
en timos, aunque hay que reconocerle summa
cum laude o cum fraude, como dicen los muchachos. Marx sostenía que cada
fenómeno social lleva en sí mismo el germen de su propia destrucción ¡Pareciera
que conocía a Baldizón antes de escribir aquello!
Los populistas son
ególatras y circunscriben el mundo a su entorno personal. Don Manuel dice “salirse”
de LIDER, pero él -solo él- es LIDER. Fuera de él, LIDER es una horda de
diputados tránsfugas que deberán explicar la razón por la atracción roja. Por
ahora, la atribuyen únicamente al dinero o a las promesa de conseguirlo en el
futuro a través de privilegios. Con él dentro son, además, un peligro para la
democracia y el Estado de Derecho. Se ha hecho con una extensa red de radios
locales, un canal de TV, dos panfletos escritos y una revista que nadie compra.
Todo financiado con dinero de procedencia indeterminada y sin ganancias puesto
que la publicidad está ausente y las ventas se desconocen. La paranoia por el
poder es manifiestamente clara, y se cree ungido por algún dios, al mas puro
estilo pentecostalista del momento. Prolongada puede ser su frustración si su
excitación vuelve a quedarse atorada sin llegar a la poltrona presidencial. Los
votantes no son idiotas -como suelen pensar los políticos- y hacen pagar a los
fuleros la prepotencia, el engaño, la falta de ética, la mentira, la irracionalidad,
el autoritarismo y el egolatría ¡No digamos no llevarlos al mundial de fut! Ya
ocurrió en pasados procesos electorales y este puede ser perfecto para una tesis
doctoral, por cierto pendiente todavía de hacer -sin copiar- por el narcisista de
LIDER, ahora “independiente”.
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