“No hay gente inútil, sólo hay gente perjudicial”
(Gorki)
Del pago de impuestos se espera reversión
en servicios públicos. Sin embargo, cuando el funcionario muta en “autoridad”,
trasladar alegremente el costo de su ineficiencia o capricho al ciudadano que
lo mantiene, y le hace pagar nuevamente el servicio que el gobierno nunca
prestó ¡Sobran ejemplos ilustrativos! La norma que obliga a las compañías
telefónicas a impedir que desde las prisiones salgan llamadas de celulares, es
quizá el más claro y palmario. La realidad es que el Sistema Penitenciario
(Ministerio de Gobernación) no hace su trabajo, a pesar de pagarlo con nuestros
impuestos, y permite -o no impide- que entren celulares a las cárceles, causa
principal del problema. Tampoco han abordado el problema de otras formas, como suprimir
las conexiones eléctricas al alcance de los internos, por otra parte
innecesarias. Por tanto, como el señor Ministro no quiere -o no sabe- abordar el
problema, como es su deber, traslada esos costos a las compañías telefónicas, y
de paso a usted y a mi, sin dejar de favorecer a otros con intereses en ciertos
business.
Aquella estupidez de obligar a
que los motoristas se condujeran con chaleco naranja -durante el gobierno de la
UNE fue negro- es otra de esas elucubraciones que difieren costos de seguridad
a los ciudadanos que utilizan ese medio de transporte ¿Cuál fue el resultado de
esa medida inútilmente impulsada por dos gobiernos? Creo que sobran comentarios.
Agreguemos, a ese paquete de normas inoperantes, los impuestos de salida del
país incluidos en el precio de los tickets de avión y otros similares, como
esos ilegales y abusivos cobros que hacen a la entrada de ciertos municipios en
épocas vacacionales: Sololá, Puerto San José o Antigua. Todos tienen el mismo
fin: obtener más dinero justificando la seguridad, aunque no aclaran que ya
pagamos por eso y son ellos quienes no cumplen con su deber. Una más, el vehículo
P-770FFJ, utilizado por la PNC, tiene veintidós sanciones sin pagar desde 2012 a
la fecha y muchos ciudadanos pagan diariamente el costo correspondiente por cómo
se conduce: riesgo de choque, agresión o accidente. A pesar de estar detectado,
nadie hace nada. Más: ¿cuántos PNC protegen
“personalidades”, ex guerrilleros o realizan funciones burocráticas?
El costo de la inseguridad nacional
es aproximadamente del 8.7% del PIB (Global
Peace Index) y el porcentaje de empresas que la pagan en el continente -el
mayor del mundo- del 62.1% (Enterprise
Surveys). No obstante lo anterior, el Ministro de Gobernación inventa otro
impuesto. En esta ocasión dirigido “a las
clases media alta y alta, pues ellos tiene la capacidad de pagarlo…”, con
la finalidad de “sostener el
funcionamiento de la plataforma tecnológica integrada que se ha implementado
durante los últimos tres años”. Es la forma políticamente correcta, pero
con similar cara dura, de decir que quiere más dinero para hacer lo que le
venga en gana, pero que no está dispuesto a asumir su responsabilidad, ser
trasparente ni responder de sus incapacidades.
Desconozco a qué “plataforma
tecnología integrada” se refiere, cuando no es posible controlar la salida de
señal de celulares de las cárceles y obliga a las empresas prestadoras del
servicio a que lo hagan. Los costos diferidos son exponenciales respecto de la
inutilidad, incapacidad o relajamiento del funcionario que los genera y es
preciso combatirlos pidiendo explicaciones de la ineficiente o interesada
gestión pública ¡Tanta maravilla tecnológica desconocida y en ver de mostrárnosla
Gobernación emite un acuerdo ministerial que limita y controla el acceso a la
información! ¡Penosa gestión!, además de nula trasparencia.
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