lunes, 24 de junio de 2024

De Colom a Arévalo

Hay demasiadas similitudes entre Colom y Arévalo respecto de su actuar, la personalidad poco contundente, el ejercicio del poder de otros desde la sombra

Puede ser coincidencia de personalidades o característica asociada a ideologías de izquierda progresista, pero hay un cierto parecido entre los “gobiernos” de Colom y de Arévalo. En ambos hubo decisiones y contra decisiones casi instantáneas; en los dos necesidad urgente de dinero para “proyectos sociales”, y lo más marcado: dejadez del poder en beneficio de otros.

Cuando un político cambia una decisión al poco de tomarla, algo no está bien. Recordemos que la exministra de ambiente no iba a ser cesada por el Presidente -un viernes- y la presión en redes sociales de su vicepresidenta hizo que el lunes siguiente estuviera en la calle. También ocurrió con la exministra de comunicaciones, cesada por no admitir los planes de pago que pactó el ministro de finanzas con diputados -ambas asociadas al sector privado-, y no digamos la revuelta que generó el anuncio presidencial de la alianza público-privada para el aeropuerto. Al día siguiente tuvo que explicar que quizá eso será una realidad dentro de cinco años, cuando ni siquiera gobierne. Decisiones que se cambian o que son “sugeridas” por otros que cuentan, como aquella Sandra Torres, con poder tras bambalinas.

Sobre el dinero que necesitan está definido en esa ampliación de Q14,500 millones -que siguen sin llamarla como tal- para negociar y repartir,  y que se justifica para pagarle a los exmilitares, apagar incendios, reparar desastres o, últimamente, para financiar las condiciones adecuadas en el aeropuerto y establecer la APP anunciada, aunque extendida en el tiempo.

Hay demasiadas similitudes entre Colom y Arévalo respecto de su actuar, la personalidad poco contundente, el ejercicio del poder de otros desde la sombra -porque quien lo tiene que ejercer duda o es débil- y el reparto de dinero discrecionalmente. Sin embargo, hay algo diferenciador en ese análisis comparativo: en la UNE mandaba una sola persona y en esta administración son varios los que deciden, lo que hace el tema mucho más complejo y disperso, independientemente de hacía donde pretenda apuntar la brújula.

El ministro de Defensa ha tomado su parcela de poder, e intentó hacer varias barrabasadas que le impidieron; el de Finanzas la dirección y coordinación de la política y las relaciones ejecutivo-legislativo, ya que parece que nadie lo sabe hacer; la Vicepresidenta algunos temas relacionados con esas políticas transversales de moda, especialmente la medioambiental ¿Quién pudo tomar las fotos de la hija de la exministra de ambiente utilizando el vehículo oficial y luego filtrarlas para cesarla? Hay que esperar unos días,  igual se esclarece el panorama en breve.

Al Presidente le han instalado una rosca de asesores -eso no es nada nuevo- quienes toman las decisiones o fuerzan a tomarlas, y que están interesados por el poder para colocar a ciertos peones en lugares clave -por ejemplo en el MP cuyo candidato ya suena en ciertos círculos- aprovechando que al propio Presidente no le interesan los asuntos de gobierno. Estoy seguro de que ambos -Colom y Arévalo- hubiesen sido buenos jefes de Estado, representando a Guatemala, pero ambos fueron/son mediocres jefes de Gobierno, porque fueron/son buena gente y a ninguno le interesó/interesa el poder.

En la medida que avance el tiempo de estos cuatro años primaverales, aparecerá el otoño -que ya marchita algunas hojas- y luego vendrá el invierno, y nos iremos dando cuenta de quienes realmente mueven esos hilos que muchas veces aparecen como despuntadas en descosidos, y que no se entienden. 

Ahora al menos no está Castro en Cuba para otorgarle la orden del Quetzal y que no lo reciba, como si le pasó al difunto y a su manipuladora pareja.

lunes, 17 de junio de 2024

Un Presidente en la distancia

Da la sensación de que estamos en un “Reino de Taifas” en el que muchos ministros comienzan a tomar protagonismo y ejercer liderazgo por orfandad.

Quizá la pandemia del COVID-19 dejó esa sensación de que todo puede hacerse a distancia, desde casa, y el Presidente lo tomó en serio. No puede ser que en cinco meses haya viajado cuatro veces, y la última, de no haber sido por la presión mediático-popular, también lo habría hecho ¿Quién aconseja al Presidente? ¿Acaso no ve los problemas del país y su caída de popularidad?

No es ciertamente responsable de la situación que ha encontrado, pero sí de solucionarla o, al menos, de prestarle atención, y no seguir distraído como embajador itinerante. Uno de los “defectos” del sistema presidencialista -expuesto por Juan Linz- es que el jefe de Estado es al mismo tiempo jefe de Gobierno, y eso de tener dos trabajos en los que en uno representa el interés general del país y en otro trabaja con la ideología de su partido, no es conciliador.

Da la sensación de que estamos en un “Reino de Taifas” en el que muchos ministros comienzan a tomar protagonismo y ejercer liderazgo por orfandad. El de Defensa hizo lo suyo, y algunos amparos detuvieron ilegalidades que se pretendía cometer. El de Finanzas se ha tornado astuto coordinador de pactos con diputados para sacar adelante difíciles votaciones futuras, e intenta hacer lo que todos los gobiernos: dar presupuesto en obras para que alcaldes y diputados lo manejen a través de COCODES y municipalidades, y reciban su tajada, sin haber ejecutado -en muchos casos y a la fecha- nada del presupuesto ordinario asignado. En Salud se han producido dos dimisiones que no obedecen -al menos ambas- a cuestiones de salud de sus protagonistas, sino a cuestiones que seguramente se conocerán en su momento. Educación sigue lidiando con el pacto magisterial sin contar a la población como van las cosas, y el silencio es la comunicación más asertiva que han encontrado. En Comunicaciones, después de la destitución de la exministra -todavía poco explicada- un nuevo ministro afronta una serie de dificultades advertidas hace rato por las condiciones invernales imperantes en el país. Desarrollo Social, lo mejor que ha encontrado es repetir programas que venían siendo criticados desde hace 15 años, como son las transferencias condicionadas, desconociendo -aunque no lo dicen- que la millonada gastada en esos programas no ha sacada a nadie de la pobreza, sino que contrariamente ahora hay más pobres. Eso sí, pretenden dilapidar tal cantidad que si llegan a cumplir con las previsiones de su programa de campaña nos iremos fácilmente a unos Q3,000 millones/años, sin sumar las subvenciones a la electricidad que también han aumentado.

Me da la sensación de que frente a esa caída de 24 puntos de popularidad presidencial -de enero a mayo de este año- lo único que se le ha ocurrido al pensante del grupo -no creo que haya muchos- es regalar dinero y crear una masa social dependiente de cierta cantidad mensual, algo no muy diferente a lo que hiciera la UNE de Sandra Torres, y se continuara después. Eso sí, argumentando que todo es diferente, que es justamente lo mismo que dijeron los otros.

Cuando no se está preparado para gobernar ocurre lo que estamos viendo: improvisación y muchos técnicos y consultores internacionales al frente de instituciones, pero poca capacidad de ejecutar los planes que ellos proponían a otros para salir adelante. Pura teoría de despacho que no saben trasladar a la práctica ni siquiera quienes la elaboran. 

Cada vez estoy más convencido de que este gobierno no es más que una gran concurrencia de buenas voluntades, y seguramente de buena gente, pero poco más. Un bluf político más.

lunes, 10 de junio de 2024

¿Para qué Q14,500 millones más?

Por la distribución propuesta pareciera ser que el gobierno pretende conseguir los votos que no tienen en el Congreso para anotar siquiera una victoria política

El término “reajuste presupuestario”, empleado por el gobierno, no deja de ser un particular mensaje de marketing político para ocultar lo que realmente se pretende, y que figura en los comunicados oficiales: ampliarlo en Q14,5 millardos. El debate podría tener justificación si se conociera con precisión a dónde irá a parar tal cantidad de dinero, se hubiera ejecutado eficientemente la inversión del presente presupuesto y, sobre todo, explicasen aquello que retumbó durante la campaña electoral:  “hay entre Q20/30.000 millones que se dilapidaban en corrupción”, y que representa el doble de lo que solicitan.
Por la distribución propuesta pareciera ser que el gobierno pretende conseguir los votos que no tienen en el Congreso para anotar siquiera una victoria política y aprobar leyes como la de competencia o modificarlas para cesar a la Fiscal General. De esa cuenta diputados oficialistas y el propio ministro de finanzas habrían negociado con otros diputados ese qui pro quo habitual en todos los gobiernos, pero sin hacerlo con cash, sino en transferencias de dinero a ciertas municipalidades y a los CODEDES que por años llevan ejecutando miles de millones sin resultados ni transparencia, y son la caja chica del poder departamental y local. Justamente en ese debate hay que anclar la destitución de la ministra de comunicaciones, y habrá que analizar los pagos que actualmente hace el ministerio. 
En la primera semana del presente mes de junio -según SICOIN- el gasto en funcionamiento del presupuesto era de aproximadamente un 38.2%, lo que encaja con el mes número cinco -mayo- que acaba de concluir. Sin embargo, las inversiones siguen una dinámica opuesta. A esa fecha, hay instituciones más diligentes, como la presidencia que ha gastado el 48.2% y comunicaciones o educación en torno al 20%, pero también otras como gobernación, deportes, defensa nacional, finanzas públicas, trabajo, economía o ambiente y recursos naturales que oscilan entre 0.9% y 7.3%, evidenciando la falta de voluntad o incapacidad para ejecutar el monto asignado. 
En lo que se refiere a la ejecución media de inversión en los CODEDES se sitúa en 4.3%.  El de Escuintla es el que más ha ejecutado (22%), seguido de Guatemala (16.5%), Baja Verapaz (13.7%) , El Progreso (10%), Sacatepéquez (9.1%), Chiquimula (8.8%) y Petén (8.2%). El resto, aunque parezca increíble, está por debajo del 3.8% , y en 12 departamentos entre 0 % y 1% ¿Necesitan realmente más dinero si han sido incapaces de ejecutar el asignado? ¿Es necesario inyectar extraordinariamente más de Q500 millones en San Marcos, Huehuetenango y Quiché que no llegan al 1% de ejecución a la fecha? Con esos datos, no tiene ningún sentido hablar de una ampliación, salvo la lectura del pacto por los votos con algunos diputados, y quizá considerar que la estrategia gubernamental sea realmente esperar que no lo gasten y el dinero retorne al fondo común, así pueden contar con liquidez en otras instancias. 
La falta de acción es incompatible con el ejercicio del poder y parece ser que, además de imprudencia, hay una incapacidad para invertir lo asignado en el presupuesto, lo que multiplica la reticencia a la hora de conceder una ampliación presupuestaria cuyo destino es desconocido y, desde luego, no sería ejecutado -o lo sería mal hecho- por entidades como los COCODES y las municipalidades que tradicionalmente no han sido eficientes ni mucho menos transparentes, además de otras muchas instituciones que contarían con un extra financiamiento sin haber sido capaces de operar el monto actualmente aprobado.
No, esta ampliación presupuestaria no tiene sentido, salvo que se dibujen escenarios amañados, y eso no era lo esperado ni prometido.

lunes, 3 de junio de 2024

Dragones y demonios chinos

China, a diferencia de Rusia, ha decidido que frente a la imposibilidad de aplicar la teoría marítima del almirante Mahan, es posible consolidar el poder terrestre

El gigante chino ha decidido lazar fuego de dragón a la libertad nacional de establecer relaciones diplomática con aquellos países que estime oportuno. No soportan que Guatemala, antesala del NAFTA, sea fiel a Taiwán y reduzca el control de su espacio de influencia. La guerra geopolítica de los rusos, promotora de la guerrillas que sufrió el continente desde los setenta, se transforma en una guerra geoeconómica alimentada por el ansia de control chino sobre infraestructura estratégica, puertos, mineras y centrales eléctricas. 

China, a diferencia de Rusia, ha decidido que frente a la imposibilidad de aplicar la teoría marítima del almirante Mahan, es posible consolidar el poder terrestre desde el control económico-financiero de los países sometidos, pero Guatemala es una piedra en el zapato. De esa cuenta, la dictadura asiática decidió retener productos de exportación con ese poder de los regímenes autoritarios como es el arma de la falta de certeza jurídica y del respeto a los contratos.

Eso de “Un país dos sistemas” es una farsa evidenciada particularmente después de la evolución de Hong Kong. El gobierno popular no puede permitir, por la propia concepción del régimen, que haya a la par otro que muestre las bondades del capitalismo -como lo es Taiwán- frente a la miseria del comunismo. Xin Ping es el líder más duro desde el revolucionario Mao, y las circunstancias internacionales lo colocan en una situación en la que debe de enfrentar el momento histórico, caracterizado por la debilidad de la política exterior norteamericana de los dos últimos gobiernos demócratas, lo que también aprovecha Putin.

El comercio con China no es ese espacio de oportunidad que algunos ven, salvo, quizá, los pocos que consiguen exportar a aquel país. Normalmente es a la inversa: el mercado nacional se inunda de productos chinos de bajo precio fabricados por trabajadores a quienes no les aplican las normas internacionales de trabajo ni muchos menos los derechos humanos básicos, con lo que logran bajos precios, pero altamente contaminados.

Desde el punto de vista político, el oficialismo chino popular invierte cualquier cantidad de dinero en gobiernos que necesitan resultados inmediatos, y pagan desde el estado del ejército de Costa Rica, hasta la biblioteca en El Salvador, pudiendo así los gobernantes de turno mostrar logros a sus ciudadanos y conseguir apoyo político. El votante no advierte que hipoteca el futuro del país con préstamos, inversiones o apoyo económico y termina siendo prisionero de su visión de corto plazo.

Aunque es cierto que muchas democracias, en ciertos momentos, fracasan o no logran sus objetivos de medio plazo, pueden ser cambiadas con el tiempo, lo que permite su regeneración; eso no ocurre con las dictaduras. Que un país vaya mal con el modelo democrático que tiene -independientemente de las razones- no significa que saltando al modelo autoritario o haciendo amigos en él, sus problemas mejoren en el mediano plazo, más bien todo lo contrario.

Tenemos un escenario similar al de la Guerra Fría con esta Guerra Asiática suficientemente dibujada y con formas de actuar diferentes a la tradicionales, y quizá sea la razón por la que algunos no terminan de identificarla. China no es la solución porque es una férrea dictadura, la más antigua y tradicional del mundo, aunque disfrazada de modernismo, y es capaz de comprar voluntades de políticos que hipotecan el país y venden el futuro con efectos del presente. 

En el concierto internacional, sólo somos un peón más -ni siquiera el más importante- de la política interna de reunificación de China popular y su confrontación con los USA, con Taiwán de por medio, así que hay que dejarse de cuentos chinos.