lunes, 29 de julio de 2013

Fiestas y festines


El alcohol no es la respuesta, pero si bebes suficiente quizás olvides la pregunta
Me llama poderosamente la atención -y lo rechazo de entrada- la cantidad de botellas de bebidas alcohólicas que se consumen en la celebración de cualquier evento. Comienzo a creer que la magnificencia del mismo -y la consecuente impresión que pretende generar- estriba en la exhibición de bebidas alcohólicas presentes sobre y debajo de la mesa (como reserva). La visible devoción al dios Baco pareciera ser la carta de presentación de todos esos festejos. En esas condiciones es natural que los jóvenes que celebran su graduación, quince años o similar -mayormente menores de edad- creen haber alcanzado -por vestir tacuche o traje largo- un grado suficiente de responsabilidad. Van de mesa en mesa ingiriendo cualquier cantidad de bebidas espirituosas y es muy normal -quien no lo ve es porque no se preocupa- que antes de la medianoche los baños del hotel o del lugar de celebración -por no hablar de otros oscuros rincones- estén repletos de adolescente con ojos vidriosos, estómago vuelto e incapaces de articular dos frases encadenadas y coherentes. La bebida les hace mella. Literalmente están borrachos. Creo haber asistido a suficientes eventos sociales para contar con la muestra necesaria que me permita sustentar lo que pienso. No soy mojigato, por lo que tampoco hay nada de prejuicioso en cuando manifiesto al respecto.
Padres, familiares, amigos e invitados -felices todos ellos- ignoran o consienten el bochornoso espectáculo, mientras departen y chupan a ver si alcanzan similar grado de abstracción al de sus “adultos” hijos. En el caso femenino, falta anunciar por los altavoces del lugar que ir en esas condiciones y con zapatos de tacones es deporte de alto riesgo. Sin querer -queriendo- se promueve el alcoholismo y la irresponsabilidad en su ingestión. Me gustaría ver -cuando me toque lo propondré- un colectivo de padres que organice la fiesta con música, comida, baile, atracciones y únicamente refrescos sobre la mesa. Una fiesta “más aburrida”, pero consecuente con la educación y la responsabilidad que exigimos a nuestros hijos, quienes en poco tiempo dispondrán de carro de esos que cada viernes/sábado puede matar a alguien o estrellarse y dejar una vida sesgada en el asfalto, no siempre la propia. Para que el alcohol no falte, repartan tres/cuatro vales por adulto, pero no lo pongan disponible para menores. Vayan a buscarlo a una barra común en lugar de dejarlo sobre las mesas para que los celebrantes lo ingieran a su antojo y mucho menos promuevan o celebren su ingestión. No se puede ser hipócrita en los postulados que como sociedad decimos defender y quejarnos cuando les venden alcohol en otros lugares. Hay que fomentar la libertad con responsabilidad, pero no mostrar que todo vale mientras lo hagamos a escondidas. Caeremos en esa doble moral en la que, como en USA, se puede manejar una Suburban a los 16, emplear un armar o un misil en combate a los 18, pero es imposible tomar alcohol hasta los 21 años, ¡vaya a ser que “pase algo”!
Ser padres implica algo mas que pagar una fiesta donde lucir bonitos vestidos y hacer gala de refinados gustos. Es preciso igualmente observar reglas de comportamiento, exigirlas y hacerles ver a nuestros hijos -menores de edad- que apenas han alcanzado un pequeño hito en la vida y que no son más hombres (ni más mujeres) porque terminen a gatas durante una fiesta que irresponsablemente pagamos e inconsecuentemente promovemos. No es en todas, pero sí en demasiadas.

viernes, 26 de julio de 2013

Tumbadores y tumbas



Luchas de narcos en el Occidente del país. Bandas “desarticuladas” a quienes miembros de la PNC robaron dinero, miles de dólares. Luego se vengaron e hicieron una matanza ¿Será que el narco apoya a un gobierno y por eso las bandas contrarias son diezmadas rápidamente? En el próximo, harán lo mismo con los que ahora “ayudan”. La política está topada hasta lo indecible. “Dignidad”…, ¿de quién?
De pronto, ¡oh sorpresa!, se descubre un contenedor de droga, pero nunca a los dueños. Más tarde, ¡oh más sorpresa! en quince días se desarticula una banda, pero huye el cabecilla. Favores que pagan los narcotraficantes como impuestos exigido por alguien en el poder, sin que realmente se sepa si esto es producto de una eficiente acción o más bien resultado de una transacción con la oposición mafiosa.
En el país se sabe todo, pero también todo se consiente. No hay almuerzo gratis y lo saben tanto unos como otros, así que a transar. Total si se roba en el Congreso, se prostituye la política, la judicatura no funciona, la policía tumba dinero a los narcos y la ciudadanía está pasiva, ¡qué más da! ¡A vivir que son dos días y únicamente hay cuatro años para amansar fortuna y acumular para pagar la próxima campaña! 

lunes, 22 de julio de 2013

Terrorismo judicial

La irresponsabilidad por los daños forma parte de la esencia del terrorismo (Habermas)
La retractación del colaborador eficaz Paz Mejía aclarando que “conoció” a los hermanos Valdés Paiz por medio de fotografías y que el fiscal Rubén Herrera  (MP) y el abogado Luis Miranda -mandatario de la CICIG- fueron quienes le presionaron o hicieron ofrecimientos para que declarará en sentido acusatorio, evidencia una infausta forma de actuar que amerita condena. El MP/CICIG se opusieron repetidamente a que dicho testigo -gravemente enfermo- declarara y modificara la falsa acusación que hiciera en su momento pero que ahora contradice y puntualiza. No hay que descalificar al MP/CICIG, ellos mismos hacen méritos suficientes para tal fin.
Ese caso judicial no es el único sustentado en “testigos” cuestionados que dejan mucho que desear. El caso Pavón está contaminado por declaraciones que no soportan un mínimo análisis objetivo. Sujetos como Bendfelt Porras, condenado a 20 años de prisión -supuestamente inconmutables- por el asesinato de tres policías; Flores  Esquivel acusado de desviar la investigación de las torturas y violación por unos policías de una mujer o Linares Pérez “exiliado político” sin trabajo conocido más allá del apoyo que le provee la Comisión, son algunas de las perlas que presenta el organismo internacional y sobre los que sostiene sus acusaciones. El primero de ellos subió a su Facebook (antes de cerrarlo) las fotografías de la excursión que realizó por diversas ciudades europeas cuando fue llevado a declarar en causas que se siguen en el exterior.
Se utiliza la presión, la intimidación, la compra descarada, el pago de favores y otras figuras delictivas para contar con testimonios amañados que permitan armar aquellos casos que interesan a CIGIG/MP. No se trata de buscar la verdad o la justicia, como la lógica indica que debiera ser el trabajo de esos organismos, sino de contar con resultados -aunque sean falsos- para justificar su exigua actuación. Un método muy particular, pero sobre todo kafkiano, manipulador e ilegal. Frente a la incapacidad de sustentar casos con pruebas recabadas, documentos reales y testimonios verdaderos, se inventan o acuden a desesperados mentirosos que venden su futuro por promesas insostenibles. Eso puede recibir muchas denominaciones pero terrorismo judicial es la que más se aproxima.
El país está paralizado por jueces cobardes incapaces de enfrentar mentiras de CICIG, por abogados sumisos que le hacen el juego y por investigadores que esperan más prebendas en el futuro, obviando que son partícipes de ese nefasto e indebido proceder. El sistema judicial no funcionaba bien, pero ahora funciona mucho peor porque está cooptado por un grupo de funcionarios mercenarios que pretenden obtener resultados positivos para contentar a quienes les pagan o elogian falsa o interesadamente: ONU, países donantes y grupitos de la sociedad civil. Evaden casos en los que debería personarse -al corresponderse con la misión que les trajo acá- y pierden o manipulan otros que son incapaces de resolver, incluso fabricando retorcidas e interesadas “versiones oficiales” o “verdades interinas”. Para ello, mantienen en prisión contra toda lógica, plazo, leyes, normas y procedimientos, a las personas que consideran y por el tiempo que estiman, aunque este supere plazos legales fijados por juez. Son encubridores, cuando no autores, de la incorporación de mentiras y falsedades a muchas de las causas que litigan, aunque predican la bondad de una labor que no deja de ser delictiva y generadora de miedo o terror generalizado que es precisamente el efecto del terrorismo, judicial en este caso ¿Donde están los “defensores de la justicia”? Cuando les interesa gritan permanentemente. Ahora son mudos cómplices.

Avioncitos



Evo Morales “obligado” a aterrizar en Austria. Agraviado, enfatiza la “provocación contra Bolivia y toda Latinoamérica”. De poco sirve el derecho internacional, salvo que deja en evidencia a ciertos políticos abusones y privilegiados. El avión del estado plurinacional de Bolivia -únicamente utilizado por don Evo, ¡faltaría más!- cuesta más de 40 millones de dólares (M$), más mantenimiento y combustible. El presupuesto (2013) del organismo judicial es de 19,8 M$; para transparencia y lucha contra la corrupción: 3,7M$; relaciones exteriores: 41,6M$; el de culturas (con “s”): 10,1M$; minería y metalurgia. 23,23M$ y trabajo, empleo y previsión social: 14,6M$, entre otros. El magnate sindicalista-socialista latinoamericano propaga el discurso en favor de los pobres y el abuso del imperio contra los hermanos indígenas, mientras viaja en avioncito privado con lujo millonario pareciéndose a quienes critica ¡Claro! que los indigentes a los que se refieren son otros, algo que no matiza en sus ininteligibles diatribas ¿Cuánta ayuda internacional recibirá Bolivia para mitiga la pobreza “del pueblo”?

lunes, 15 de julio de 2013

Perdones, moratorias y deudas

No me gusta nada que haga postrarse a un hombre (El rey Arturo)
Chocarrera, por su efecto contraproducente, es la campaña municipal pinulera sobre el 50% “de rebaja” en las multas de tránsito, ¡sólo hasta final de julio! Eso de “rebajas” suena a remate de paca, donde puedes comprar con descuento aquello que en temporada estuvo más caro. Sugiero a la administración de Santa Catarina Pinula repensar lo que propone y promueve con este tipo de promociones. El mensaje que envía la Muni es muy simple: no paguen multas a tiempo, no es preciso que cumplan con sus deberes. Si amanece de buen talante, el funcionario correspondiente perdonará lo que le parezca, pero si actúa correctamente y hace efectivo el importe en un plazo razonable, terminará pagando más que el moroso que retrasa su deber, porque el burócrata decide -en un embate de ascetismo- rebajar la cantidad de la infracción, por el tiempo que considera y en el porcentaje que estima oportuno. Fraude se llama eso, además de una clara política pública a favor de la corrupción y contra el cumplimiento de las reglas. Unido a lo anterior el Presidente propone una moratoria a la minería metálica. El mensaje es idéntico: no cumplan las normas vigentes, porque el político de turno -que cree saber más que quien lo colocó ahí- hará lo que le venga en gana, pasándose por el arco del triunfo la legislación vigente.
No es de extrañar que muy pocos pagaran el impuesto de circulación (antes de reducirlo) y que otros tantos hagan igual con las multas de tránsito, por no hablar de otras normas incumplidas. Cuando la ley vigente no es exigida por quien debe hacerla acatar y la adapta o reinterpreta a su capricho o conveniencia, el ciudadano capta enseguida como debe de actuar: presionar o hacer caso omiso a ella. A partir de ahí, el criterio de cada quien es válido y evidentemente impera en sus decisiones. Respecto de la inversión empresarial ocurre exactamente lo mismo. Cuando se cumple la normativa vigente y se pretende explorar y explotar un determinado yacimiento, pero se es interrumpido por criterios de gobierno producto de la necesidad de incrementar la popularidad, quedar bien con la iglesia o quitarse de en medio a grupos de presión, el aprendizaje también es rápido: compre al político o pague a los lideres que promueven esas manifestaciones. No es preciso cumplir con la ley, lo importante es evitarla por cualquier medio. De nuevo la corrupción monopoliza el primer lugar de la lista de opciones.
Este país es corrupto porque esa perversidad está incrustada en el alma de demasiados ciudadanos que, por cierto, son los que eligen a los políticos para esos puestos de dirección. La idea no es rodearse de un conjunto de preceptos generales sino promover prebendas sectoriales que sirvan para joder al vecino o, en el más piadoso de los casos, producir un beneficio personal sin preocuparse mucho de lo que le sucede al de enfrente. La lucha no es únicamente política, también las cámaras empresariales caen en ella, de ahí que unas no quiera endeudarse más y otras apoyen los bonos para hacer frente al pago de eternas y costosas facturas impagadas del ministerio de Comunicaciones. Eso aquí y en Katmandú, se llama apostar por legislación mercantilista, alejar el Estado de Derecho y obviar conceptos y principios básicos universales por los que apuestan las sociedad en desarrollo ¡Claro, estamos como estamos!, cada día, a fin de cuentas, nos humillamos un poquito mas.

Permitido desastre nacional


- El usuario: apretado, maltratado, abusado, violado, tocado, insultado, vilipendiado, incomodado, permanentemente jodido…..
- El conductor: abusivo, prepotente, insolente, caradura, maleducado, no preparado…..
- El brocha: cómplice, sobreviviente, permisivo, aprendiz de abusador……
- El propietario: aprovechado, descarado, mercantilista, sin conciencia, escaso de valores, de moral, rentista….

- Las unidades: descompuestas, destruidas, sin mantenimiento, desastrosas, inadecuadas, sin inversión, peligrosas….
- El servicio: miserable, basura, imprevisible, inadecuado, "¿qué servicio?"….

- Las subvenciones: destinadas a enriquecer ilícitamente a muchos que viven del engaño permanente. Sin incidencia en los vehículos.
- La conclusión: tenemos bazofia a precio millonario. Lo que nos merecemos por permitir los oligopolios, las subvenciones millonarias y la corrupción.
- Y…. la culpa: exclusivamente nuestra. De los ciudadanos cobardes y permisivos que aceptan permanentemente que los roben.

lunes, 8 de julio de 2013

Trust. Honor. Respect

La autoridad es una cuestión de inteligencia, honradez, humanidad, valor y severidad 

(Sun Tzu)

El espionaje o escuchas indiscriminadas por parte de servicios de inteligencia norteamericanos ha pasado de lo trágico a lo cómico, o quizá sigue en ese fina línea kafkiana. Los WikiLeaks primero y ahora la espantada de Snowden, evidencian ciertas carencias o disputas internas en la administración Obama. El ex analista de inteligencia -ahora huido- posiblemente se enfrentó con un dilema o, sin saberlo, lo puso sobre el tapete. De una parte, el acuerdo de confidencialidad que contraen quienes laboran en esas instituciones, esto es, la aceptación del silencio de lo que conocen y el castigo que los códigos penales imponen. Pero, de otro, la posible convicción de que el gobierno estaba cometiendo un delito al interceptar indiscriminadamente conversaciones que no tenían ni cobertura jurídica ni eran objeto de investigación delictiva. Me refiero, tal y como se ha explicado en medios de comunicación, a escuchas en embajadas y delegaciones de la Unión Europea y de otros países, con el propósito de contar con información privilegiada para tomar mejores decisiones o negociar con aquellos. De ser así, el señor Snowden podría haber sido cómplice de un delito al no denunciar al autor: el gobierno de los Estados Unidos.
Tanto WikiLeaks como Snowden, evidencian -aun siendo casos diferentes- que la potencia norteña que suele dar lecciones de ética, democracia, derechos humanos y buen hacer, es más chuca -o hipócrita- que otras, algo mas que probado históricamente. La guerra con España en Cuba y otros episodios prefabricados, sirvieron para emprenderla contra sus enemigos, camaradas, aliados o contrarios, porque queda más claro aquello de que en política no hay amigos sino intereses. Si antes, hablar con un diplomático norteamericano en una “relación de confianza” quedó desnudado por WikiLeaks como una mentira ya que se trataba de una consideración unidireccional puesto que ellos no actuaban igual, ahora resulta que el espionaje, las escuchas  y la invasión de la privacidad, es algo consentido y promovido por los USA, claro que para los demás ya que es impensable hacerlo en territorio propio porque la ciudadanía los llevaría a tribunales por violación de su privacidad, o no los votaría. Doble rasero vergonzoso, perjudicial, éticamente reprobable, humillante y delictivo.
Entiendo y apruebo conseguir información de delincuentes con autorización judicial, previa verificación de hechos, pero no de una forma indiscriminada como parece ser que Snowden indica. Sin salir del escándalo WiliLeaks caen en este otro mucho más grave y preocupante. Habrá que guardar silencio cuando se pasee por New York o no utilizar el teléfono en Ohio. Todo lo que tenga (o no) cable en el país del norte será objeto de duda. Nuevamente se han paseado por las libertades civiles, los derechos individuales y la dignidad del ser humano. Que un gobierno tenga esa potestad debe alertarnos sobre la labor de aquellos y su capacidad de violentar a los ciudadanos. No es miedo a los secretos que pueda revelar el ex analista sino a la perdida de confianza que ello supone de un sistema que clava a millones de personas que pensaban que mandar una carita feliz por el Whatsapp al amor de su vida, era algo privado y sujeto a una relación de confianza. Puñetera mentira que debe abrir los ojos y reconsiderar hacia donde avanza esta sociedad política que cree estar por encima de todos y de todo y que sus actuaciones son privilegiadas e impunes ¡Qué pena de USA!, o de su gobierno.

viernes, 5 de julio de 2013

Serr-ano


Golpistas novatos que acuden a la justicia que ellos mismos intentaron desmantelar, negaron y quisieron suprimir. Cobardes huidos que tergiversan y retuercen la historia o se permiten dar lecciones de decencia a quienes pretendieron humillar, destruir o cooptar ¿Quién -y por qué- veinte años después le reconoce derechos? Pareciera que los caraduras son eternos, se envalentonan con los años y creen poder seguir engañando perpetuamente ¿Habrá mano de mona en todo esto?

La justica da vergüenza no pena. El país se pierde por centímetros, culpa no de inescrupulosos sino de inútiles incapaces de comprender, analizar, contextualizar y decidir con objetividad o con honestidad y decencia. Destruyen lo que tocan, lo que miran, donde actúan. Sólo falta que ahora haya que restituirlo, indemnizarlo o recibirlo con honores. Esto hace perder la poca dignidad que nos queda. La miseria y el subdesarrollo permean la mente de muchos. El liderazgo, la capacidad de decisión ética, el buen hacer y un par de cosas colgantes, faltan o están muy alejados todavía del comportamiento de los funcionarios públicos ¡Claro que la guayaba tiene dueño! y ya sabemos quien es.

lunes, 1 de julio de 2013

Más frente, Presidente

Perfecto para televisión, es todo lo que un presidente tiene que ser estos días (Gore Vidal)

Desde que se anunciara el programa televisivo “De frente con el Presidente”, dos cosas me llamaron la atención. Una, el título. Un tanto castrense, pero no deja de ser apreciación personal y subjetiva. Otra, mucho más trascendente: el fondo. Un gobierno -cualquier gobierno- no tiene ningún derecho a utilizar dinero público para promocionar su imagen o promover las labores que ejecutan. No recuerdo que hubieran ofrecido durante la campaña que parte de nuestros impuestos -que dicen “no alcanzan”- se destinarían a ese menester. No es de recibo que un país que mendiga dinero de ayuda internacional, no le “alcanza” el presupuesto y tiene enormes deudas y carencias, dedique siquiera una ínfima cantidad de recursos a promocionar la labor de gobierno. Muchos calificativos cabrían, pero infame es el más apropiado que se me ocurre.
El dizque programa de TV no es más que pura fachada publicitaria. Se trata de promover, desde la visión gubernamental, aquellas actividades que realizan o presentar entrevistas de personas con favorable opinión y omisión de las que no gustan o generan anticuerpos. Así, la información exhibida no es mas que un insulto a la más elemental sagacidad humana. Nos saturan realmente, con imágenes o mensajes que quieren vender y para colmo de males, esas mentiras o verdades a medias, las pagamos nosotros mismos. Más pecaminoso aún es que hacen competencia desleal con los medios que libremente informan al ciudadano. Producen el programa -no importa el precio- no requieren de venta y te imponen el formato. Luego vendrán, como ya ocurre, la devolución de favores mediante privilegios impositivos o prórroga del tiempo de concesión de frecuencias a ciertos dueños de canales con señal abierta, lo que se traduce en un doble robo que nuevamente pagamos. Podemos intentar parecernos a países desarrollados o asumir la “mística del subdesarrollo” y actuar como tercermundistas o con visión populista (o ambas que también los hay): Venezuela, Cuba, Ecuador, Argentina y otros. No me imagino un programa de estas características en países del primer mundo, sencillamente porque los ciudadanos los evitarían y obligarían a que sus impuestos se trasladadasen a evitar muertes, mejorar la justicia, promover infraestructura o generar ayudas, especialmente conociendo la cantidad de personas que mueren de hambre cada año. Siempre es inadmisible el gasto de un centavo -por muy solo que esté- para financiar este tipo de actividades, pero mucho más cuando existen tantas carencias en el país.
El presidente y su equipo de asesores (naciones e internacionales) -que tienen medios de comunicación suficientes a su disposición- deberían de cuidar estos alegrones que no generan reacciones positivas en el ciudadano. La trasparencia, la gestión eficiente y la ética en el gasto público (objetivos para el año que nos ocupa según el gobierno), debería ser el norte, de lo contrario no pretendan convencernos de la necesidad de endeudarnos más. Si fuera donante internacional me preguntaría que sentido tiene financiar actividades en este país cuando se dilapida el dinero produciendo y emitiendo esa clase de programas. Se votó a un Presidente para que trabajara, gestionara, administrara, no para que presentara, entrevistara o promoviera una opinión “publica” desde lo público. Hay mucho que hacer, pero sin entender lo elemental, los principios esenciales del comportamiento político, las bases primarias del actuar prudente, ético y correcto, no saldremos de lo que ahora tenemos metido en la cabeza hasta el bulbo raquídeo: el subdesarrollo.