En estas fechas, solemos utilizar la expresión “Feliz Año” para desear lo mejor en el periodo que comienza cada primero de enero. De forma más coloquial que reflexiva, la empleamos con amigos, vecinos y hasta desconocidos, sin reparar siempre en el significado. Visto lo que nos ha pasado este año (y otros), mejor es que releguemos tal felicitación al menos hasta el mes de marzo, con objeto de ver primero si se ajusta a lo que de verdad nos espera.
Hace un año no teníamos el actual gobierno, ni suponíamos que a estas alturas estaría compitiendo por ser el más nefasto de historia democrática. Contábamos con más ilusión de la que nos queda doce meses después, tras darnos cuenta de la mala e interesada gestión política y de la falta de planes en casi todo. Los nuevos ricos inescrupulosos era menos ya que faltaban por otorgar contratos cuestionados, favorecer a los amigos del poder, asignar dinero a ONG,s de familiares o cuates y cosas similares. Por lo menos teníamos casi Q83 millones más, antes de que algún listillo decidiera perderlos en fondos fantasmas, aunque parece que no era la primera vez. Antes, otro alguien “invirtió” de igual delictiva forma.
Hace un año, existía la esperanza para que cerca de cinco mil niños pudieran formar parte de un hogar y tuvieran una familia. Hoy, la ley de adopciones ha dejado a más de cuatro mil novecientos noventa huérfanos y olvidados de por vida. Eso sí, el gasto por no hacer nada ha sido el mismo o más que el que antes se utilizaba en mantener una estructura que no gustaba a quienes viven de lo público. Además, por la calle circulaban más de ocho mil personas y ciento sesenta pilotos y ayudantes de bus que ponían colorido y ruido al paisaje. Hoy no están porque han sido asesinados por la ola imparable de violencia, producto de una desidia gubernamental nunca vista.
Un año ha, el asesino confeso Portillo era buscado y se esperaba su extradición de México. Vivíamos con la expectativa de que pudiera pagar sus fechorías por la sumatoria de delitos que se denunciaban y que el MP parece que nunca tomó nota de ellos. Aunque hoy están libres, en la cárcel permanecían algunos condenados por abusos cometidos durante su gestión. Curiosamente pertenecían a la administración del FRG, quien ahora pacta con el gobierno de turno. Los narcos se dejaban ver con igual descaro y desfachatez, pero los conflictos entre ellos eran menos patentes.
En las arcas públicas se podía contabilizar unos miles de millones que ya no están y que fueron repartidos con la mano izquierda de quien maneja esa ficción llamada fondo de cohesión social. Además: las carreteras tenían menos baches, la sanidad estaba mal, el aeropuerto en construcción, los jueces eran igual de lentos o ineficientes (o ambos), Rigoberta Menchú se dejaba ver más, algunos obispos se interesaban por lo que les incumbía y también por lo que no les importaba, los impuestos eran menores, no había tanta familia en la esfera de puestos públicos y…., uf, un montón más de cosas.
Algo si permanece y no ha cambiado, hay que reconocerlo: la ineficiencia policial y las malas mañas de muchos congresistas.
¿Es lógico felicitar el año con ese panorama?. Dejemos de usar tal expresión y por lo menos veamos cómo se inicia el 2009, de lo contrario seguiremos con ese optimismo enfermizo que nos caracteriza, aun con la certeza de que todo seguirá igual de mal, o peor. No digamos más, hasta marzo.
Este es un blog personal donde se editan las columnas de opinion (y otras) que semanalmente publico en el diario PRENSA LIBRE de Guatemala. La idea es generar un espacio de debate y opinión con los lectores, de forma que la libertad de expresión sea en doble sentido.
viernes, 26 de diciembre de 2008
martes, 23 de diciembre de 2008
! Ho, ho, ho !
Querido Santa, sorry por escribirte tarde pero como seguro que tienes facebook y wi-fi en el trineo, te envío esta carta por INTERNET. Espero llegue a tiempo y no sea una pacaya.
Soy un güiro de Guatemala. Este año me he portado super cool. No me he capeado del cole, he sacado full cienes y me he graduado de kínder con honores. La Navidad está cerca así que quiero pedirte algunos regalitos y como eres tan buena onda y de ahuevo, me los traes, plis:
1. Un ROBOCOP grandote con rayo láser, porque la seguridad está na’ que ver. Mi papá todo el día está brincón y dice: ¡por la gran put..!, ¿no iban con inteligencia a arreglar la seguridad?.
2. También quiero un set de Barbie gobernante. Creo que las venden por Argentina. Consígueme uno. ¡Ah!, pero con complementos tipo nip tuck que mejoren la imagen o a falta de pan: peluca, maquillaje y otros. Sin parientes, porfa. No novios, no hermanas.
3. Para mi primito Rafa que es un buen ruco, necesito un juego de mesa de esos virgos que se llaman “operando”. Hay que distraerlo con algo, así no abre la bocota y de paso puede repartir huesos.
4. ¡No es que se me haya ido la onda!. Quiero como158 disfraces del “chapulín colorao”. Me gustaría repartirlos a los chaqueteros de mi país. Mi vecino Juancho dice malas palabras porque extravían mucho pisto, son mañosos y hacen clavos, pero yo creo que son como los Padrinos Mágicos. ¡Ellos sí que saben!: viajan al extranjero, hacen magia, trucos y desparecen cualquier cosa.
5. Me traes, porfa, un BINGO gigante y bien chilero para los magistrados de la CSJ o un monigote de cartón o de PVC. Llevan los jodios como veintitantas veces queriendo elegir al presi y no se ponen de acuerdo. Santa, ¿qué tendrá ese cargo que todos lo quieren?.
6. Si tienes chance, me urge un bolígrafo sin tinta, de esos chafas que se borra lo que escribe. Es para enviárselo al mero mero, al que firma los acuerdos y las leyes. Mi mamá dice que lo que nos sobran son normas y que a puro huevo quiere que paguemos más. Mi mami se pondrá contenta.
7. Un martillo de juez. Pero que no sea chiquito ni gacho. No es para golpear la mesa y poner orden, no. Lo quiero hermosote para cachiporrear al juez y que de una vez haga algo con todos esos malotes que se las llevan y siempre van pintados y feos, aunque algunos visten bien caqueros.
8. ¡Ah!, una pelota teledirigida. Es para la selección de fut. Porfa, Santa, pon interés en esto porque llevamos bien fregados muchos años.
9. Un cubetazo de chelas con poporopos, para mi papá. Mientras se las bebe no se queja de lo mal que va todo. ¡Debe ir bien mal, porque siempre habla de lo mismo!. Los poporopos me los como yo.
10. Una varita mágica de esas que hacen las chusas de convertir en rana o sapo a los pura lata y mal cayentes. Prometo ser muy picky al emplearla, pero no te aseguro que me pele un poquito.
Ala, Santa, me voy que mi hermanita llega y es muy shute. Ten cuidado cuando vengas porque los de EMETRA te ponen cepo en el trineo y ahí te lo dejan. También hay muchos mala onda que te puede asaltar o quitar un tu reno. Entrénalos para que puyen con los cuernos a todos esos pisaos.
Gracias Santa por ser tan nice. TQM. Pablete.
Soy un güiro de Guatemala. Este año me he portado super cool. No me he capeado del cole, he sacado full cienes y me he graduado de kínder con honores. La Navidad está cerca así que quiero pedirte algunos regalitos y como eres tan buena onda y de ahuevo, me los traes, plis:
1. Un ROBOCOP grandote con rayo láser, porque la seguridad está na’ que ver. Mi papá todo el día está brincón y dice: ¡por la gran put..!, ¿no iban con inteligencia a arreglar la seguridad?.
2. También quiero un set de Barbie gobernante. Creo que las venden por Argentina. Consígueme uno. ¡Ah!, pero con complementos tipo nip tuck que mejoren la imagen o a falta de pan: peluca, maquillaje y otros. Sin parientes, porfa. No novios, no hermanas.
3. Para mi primito Rafa que es un buen ruco, necesito un juego de mesa de esos virgos que se llaman “operando”. Hay que distraerlo con algo, así no abre la bocota y de paso puede repartir huesos.
4. ¡No es que se me haya ido la onda!. Quiero como158 disfraces del “chapulín colorao”. Me gustaría repartirlos a los chaqueteros de mi país. Mi vecino Juancho dice malas palabras porque extravían mucho pisto, son mañosos y hacen clavos, pero yo creo que son como los Padrinos Mágicos. ¡Ellos sí que saben!: viajan al extranjero, hacen magia, trucos y desparecen cualquier cosa.
5. Me traes, porfa, un BINGO gigante y bien chilero para los magistrados de la CSJ o un monigote de cartón o de PVC. Llevan los jodios como veintitantas veces queriendo elegir al presi y no se ponen de acuerdo. Santa, ¿qué tendrá ese cargo que todos lo quieren?.
6. Si tienes chance, me urge un bolígrafo sin tinta, de esos chafas que se borra lo que escribe. Es para enviárselo al mero mero, al que firma los acuerdos y las leyes. Mi mamá dice que lo que nos sobran son normas y que a puro huevo quiere que paguemos más. Mi mami se pondrá contenta.
7. Un martillo de juez. Pero que no sea chiquito ni gacho. No es para golpear la mesa y poner orden, no. Lo quiero hermosote para cachiporrear al juez y que de una vez haga algo con todos esos malotes que se las llevan y siempre van pintados y feos, aunque algunos visten bien caqueros.
8. ¡Ah!, una pelota teledirigida. Es para la selección de fut. Porfa, Santa, pon interés en esto porque llevamos bien fregados muchos años.
9. Un cubetazo de chelas con poporopos, para mi papá. Mientras se las bebe no se queja de lo mal que va todo. ¡Debe ir bien mal, porque siempre habla de lo mismo!. Los poporopos me los como yo.
10. Una varita mágica de esas que hacen las chusas de convertir en rana o sapo a los pura lata y mal cayentes. Prometo ser muy picky al emplearla, pero no te aseguro que me pele un poquito.
Ala, Santa, me voy que mi hermanita llega y es muy shute. Ten cuidado cuando vengas porque los de EMETRA te ponen cepo en el trineo y ahí te lo dejan. También hay muchos mala onda que te puede asaltar o quitar un tu reno. Entrénalos para que puyen con los cuernos a todos esos pisaos.
Gracias Santa por ser tan nice. TQM. Pablete.
domingo, 14 de diciembre de 2008
Limosneros
Es frecuente observar como miembros del gobierno efectúan declaraciones en relación con la solicitud de ayuda económica o viajan a otros países para conseguirla y emprender ciertos proyectos de esos que denominan sociales. Esa forma políticamente correcta de mendigar, nunca produjo resultados provechosos y en cambio, nos desnuda como pedigüeños e incapaces de administrarnos eficazmente. A quienes así piensan o hablan, yo le preguntaría, a modo de ejemplos, por qué no financian esos proyectos con el equivalente que se güevearon en el Congreso y continuaría inquiriendo si los responsables están ya en prisión. O, qué fue lo que hicieron con aquellos 100 millones de dólares del IPM que “invirtieron” -y perdieron claro-, algo que reponemos todos los años quienes nunca cobraremos de esa institución. ¿Están ya sentenciados los culpables?. Eso sería un cuestionario propio del que presta, asiste o dona.
Para limosnear cuando la justicia es ineficiente, se es incapaz de ejecutar el presupuesto, se “ahorra” en determinadas dependencia y se roba o mal invierte en otras, sumando lo que se despilfarra a través de los fideicomisos, contratación de ONG,s o derrochan ciertos “programas sociales”, hay que tener un alto nivel de desvergüenza y un discurso cínico que la acompañe y complemente.
La ayuda internacional normalmente no sirve para nada, excepto para hacer más ricos a los corruptos, más irresponsables a los gobiernos y tener escusas para no emprender jamás el cambio de fondo necesario. Siempre hay alguna nación de ingenuos progresistas que termina pagando los despilfarros de este o de aquel, las malas políticas de tal o cual y la malversación de los de siempre. Un consejo a la “comunidad internacional”: dejen de dar y verán como fuerzan a que hagan sus deberes. Mientras provean seguirán como hasta ahora, porque siempre habrá algún cretino que pagará los abusos.
No sé qué pensarán los ciudadanos de esos países que con el cuento de los pobres, los ancianitos, las mujeres desvalidas y las pajas sobre el indigenismo, terminan ablandando su corazón y apoyan transferencias para mejorar este otro lado del mundo. Lo que no saben es que los recursos que envían se los quedan, en su mayor parte, los gestores de ciertas ONG,s y los políticos del momento que hacen un uso particular e interesado de ellos. A los niños, viejitos, ancianas e indígenas, solo les queda una su laminita, una su librita de frijol o una gorrita de la ONG o del partido político, además de una fotografía que luego publican a todo color (con tres mil dólares de nuestros impuestos), en una página de prensa para rentabilizar la operación. Pura lavada de cara, pero de la cara dura de los que manejan esos asuntos.
Quienes estén dispuestos a ser críticos con el tema, aconsejo leer En Defensa del Capitalismo Global, de Johan Norberg, o ver su reportaje en you tube. Por cierto que es sueco y no se lo hace. Menos caridad y mejor establecer condiciones apropiadas para que haya inversión, que es lo que genera riqueza.
Sería bueno que el pedigüeño que designen, se dé una lecturilla del libro e investigue como se manejaron los fondos de ciertas ONG,s ya que con el pisto que despilfarraron tienen resuelto cualquier problemilla del momento. Mientras tanto, metan en la cárcel al que distrajo “los ahorros” del Congreso y a otros que les impiden contar con efectivo de inmediato. Remedio casero, pero mucho más ético y, sobre todo, más ejemplarizante. Aprendamos de una vez a hacer las cosas con seriedad y dejemos de mendigar, que damos pena, ¡coño!.
Para limosnear cuando la justicia es ineficiente, se es incapaz de ejecutar el presupuesto, se “ahorra” en determinadas dependencia y se roba o mal invierte en otras, sumando lo que se despilfarra a través de los fideicomisos, contratación de ONG,s o derrochan ciertos “programas sociales”, hay que tener un alto nivel de desvergüenza y un discurso cínico que la acompañe y complemente.
La ayuda internacional normalmente no sirve para nada, excepto para hacer más ricos a los corruptos, más irresponsables a los gobiernos y tener escusas para no emprender jamás el cambio de fondo necesario. Siempre hay alguna nación de ingenuos progresistas que termina pagando los despilfarros de este o de aquel, las malas políticas de tal o cual y la malversación de los de siempre. Un consejo a la “comunidad internacional”: dejen de dar y verán como fuerzan a que hagan sus deberes. Mientras provean seguirán como hasta ahora, porque siempre habrá algún cretino que pagará los abusos.
No sé qué pensarán los ciudadanos de esos países que con el cuento de los pobres, los ancianitos, las mujeres desvalidas y las pajas sobre el indigenismo, terminan ablandando su corazón y apoyan transferencias para mejorar este otro lado del mundo. Lo que no saben es que los recursos que envían se los quedan, en su mayor parte, los gestores de ciertas ONG,s y los políticos del momento que hacen un uso particular e interesado de ellos. A los niños, viejitos, ancianas e indígenas, solo les queda una su laminita, una su librita de frijol o una gorrita de la ONG o del partido político, además de una fotografía que luego publican a todo color (con tres mil dólares de nuestros impuestos), en una página de prensa para rentabilizar la operación. Pura lavada de cara, pero de la cara dura de los que manejan esos asuntos.
Quienes estén dispuestos a ser críticos con el tema, aconsejo leer En Defensa del Capitalismo Global, de Johan Norberg, o ver su reportaje en you tube. Por cierto que es sueco y no se lo hace. Menos caridad y mejor establecer condiciones apropiadas para que haya inversión, que es lo que genera riqueza.
Sería bueno que el pedigüeño que designen, se dé una lecturilla del libro e investigue como se manejaron los fondos de ciertas ONG,s ya que con el pisto que despilfarraron tienen resuelto cualquier problemilla del momento. Mientras tanto, metan en la cárcel al que distrajo “los ahorros” del Congreso y a otros que les impiden contar con efectivo de inmediato. Remedio casero, pero mucho más ético y, sobre todo, más ejemplarizante. Aprendamos de una vez a hacer las cosas con seriedad y dejemos de mendigar, que damos pena, ¡coño!.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Una "N"
Al poco de llegar la UNE al poder, rápidamente nos dimos cuenta que la ”esperanza” de la sigla era puro bluf y que la expectativa no tenía sustancia alguna. Solo han faltado pocos meses más para ver que la “unidad” se ha desintegrado y también era algo vacío de contenido. Ahora queda esperar a ver si lo de “nacional” persiste o se desmorona. De la UNE, únicamente ha quedado la “N”.
La salida del diputado Baldizón y otros que lo apoyan, era algo cantado desde el principio, aunque ellos se encargaban de desmentirlo y proyectar una fingida unión que no pasaba el menor chequeo crítico.
La pasada Semana Santa, se preparó toda una campaña para someter al díscolo diputado a ese ficticio tribunal de honor y, a raíz de aquella movida, se desveló el asunto del desvío millonario de los “ahorros” del Congreso, quedando en evidencia e imputado el diputado Meyer. Ahora, un tiempito después, la historia se repite con distintos protagonistas. Sale malherido el diputado Taracena y al de siempre le quieren hacer lo de siempre: otro ficticio tribunal del honor. Veremos que sale ahora.
El sistema se desnuda de nuevo y emerge la influencia y el poder de doña Sandra y de su entorno. Sin embargo, todo no va a ser miel sobre hojuelas. De momento, el costo político será alto, muy alto. Tanto que es posible que la mayoría insuficiente de antes, se torne ahora incapaz. El diputado Baldizón puede contar con el apoyo de sus leales y de otros grupos que ya tuvieron su cisma y llevan algún tiempo acercándose al petenero. Por su parte la bancada de la “N” (lo que queda de la UNE) tendrá que pactar con el FRG, fuerza que toma un protagonismo importante y que es la ganadora de toda esta bulla, al menos en el corto plazo, o bien buscar cantidades extraordinarias de recursos económicos para ver si puede convencer a esos otros que se dejarán querer a cambio de sabe el diablo que negociación. No creo que la GANA se aglutine y sobresalga, ni que el PP haga más que esa parca y poco fructífera oposición que está haciendo.
Por otra parte, asistiremos a un patético espectáculo y presenciaremos una sangrienta batalla entre una y otro para ver quién termina influyendo más en el entorno político y saca mayor tajada de toda esta morbosa, desagradable y, sobre todo, populista situación. La próxima presidencia parece que lo requiere, aunque es posible que los dos se destrocen en el ruedo o en el circo, depende de cómo se platee el enfrentamiento. De momento uno ya tuvo que salir del país y ahora veremos una mayor fiscalización y crítica de los fondos de “confusión social” que maneja quien todos sabemos.
Para los que vemos los toros y el Congreso desde la barrera, este jaleo con tufo maquiavélico nos produce una doble sensación inexplicable. Por un lado, aplaudimos la refriega con la esperanza de que ambos salgan de la escena política. De otro, lamentaremos la situación cotidiana que sin duda se tornará mucho más compleja e incrementará el costo de los arreglos a los que nos tienen acostumbrados. Descubierta la fregadera, el precio de todo será más alto, especialmente el de los pactos, negociaciones y aprobaciones de esas componendas que solo ellos saben armar. Todavía quedan tres años para que este padecimiento se acabe y nadie asegura que después de la tempestad venga la calma, si no que puede llegar cualquiera de los que ahora alborota. Esto del poder bazofia, no tiene límites ni solución.
La salida del diputado Baldizón y otros que lo apoyan, era algo cantado desde el principio, aunque ellos se encargaban de desmentirlo y proyectar una fingida unión que no pasaba el menor chequeo crítico.
La pasada Semana Santa, se preparó toda una campaña para someter al díscolo diputado a ese ficticio tribunal de honor y, a raíz de aquella movida, se desveló el asunto del desvío millonario de los “ahorros” del Congreso, quedando en evidencia e imputado el diputado Meyer. Ahora, un tiempito después, la historia se repite con distintos protagonistas. Sale malherido el diputado Taracena y al de siempre le quieren hacer lo de siempre: otro ficticio tribunal del honor. Veremos que sale ahora.
El sistema se desnuda de nuevo y emerge la influencia y el poder de doña Sandra y de su entorno. Sin embargo, todo no va a ser miel sobre hojuelas. De momento, el costo político será alto, muy alto. Tanto que es posible que la mayoría insuficiente de antes, se torne ahora incapaz. El diputado Baldizón puede contar con el apoyo de sus leales y de otros grupos que ya tuvieron su cisma y llevan algún tiempo acercándose al petenero. Por su parte la bancada de la “N” (lo que queda de la UNE) tendrá que pactar con el FRG, fuerza que toma un protagonismo importante y que es la ganadora de toda esta bulla, al menos en el corto plazo, o bien buscar cantidades extraordinarias de recursos económicos para ver si puede convencer a esos otros que se dejarán querer a cambio de sabe el diablo que negociación. No creo que la GANA se aglutine y sobresalga, ni que el PP haga más que esa parca y poco fructífera oposición que está haciendo.
Por otra parte, asistiremos a un patético espectáculo y presenciaremos una sangrienta batalla entre una y otro para ver quién termina influyendo más en el entorno político y saca mayor tajada de toda esta morbosa, desagradable y, sobre todo, populista situación. La próxima presidencia parece que lo requiere, aunque es posible que los dos se destrocen en el ruedo o en el circo, depende de cómo se platee el enfrentamiento. De momento uno ya tuvo que salir del país y ahora veremos una mayor fiscalización y crítica de los fondos de “confusión social” que maneja quien todos sabemos.
Para los que vemos los toros y el Congreso desde la barrera, este jaleo con tufo maquiavélico nos produce una doble sensación inexplicable. Por un lado, aplaudimos la refriega con la esperanza de que ambos salgan de la escena política. De otro, lamentaremos la situación cotidiana que sin duda se tornará mucho más compleja e incrementará el costo de los arreglos a los que nos tienen acostumbrados. Descubierta la fregadera, el precio de todo será más alto, especialmente el de los pactos, negociaciones y aprobaciones de esas componendas que solo ellos saben armar. Todavía quedan tres años para que este padecimiento se acabe y nadie asegura que después de la tempestad venga la calma, si no que puede llegar cualquiera de los que ahora alborota. Esto del poder bazofia, no tiene límites ni solución.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Darse color
En la misma prensa que el Ministro de Gobernación solicitaba más fondos para proporcionar seguridad y se daba a conocer que ya son cerca de ciento treinta los conductores o ayudantes de bus que han sido asesinados en lo que va de año, se informaba que la novia del vocero presidencial y el sindicalista magisterial JA. cuentan con seguridad pública para prevenirlos de los males que azotan al país.
Mientras la mayoría de ciudadanos estamos desvalidos antes el incremento de la criminalidad, los efectivos policiales son repartidos para custodiar una serie de organismos y personajes a los que, también ahora, hay que añadir a la prometida y al sindicalista, por supuesto que a costa de nuestros bolsillos y mayor detrimento de nuestra seguridad. Lo que debería ruborizar -a la gente con principios- a ellos les pela y descaradamente lo reconocen y publican.
En cualquier país medianamente serio, el vocero habría estado en la calle al día siguiente, por descarado, aprovechado, mal ciudadano y otra serie de imputaciones, alguna incluso delictiva, al permitir que su enamorada cuente con protección policial. El sindicalista hubiese tenido que seguir el mismo camino, especialmente ahora que hay condena firme para que sea despedido. A esos dos, hay que sumar quienes han permitido dicha situación o la han justificado.
Ninguno de ellos, ni quienes que lo aprueban, enrojecen de vergüenza, como rojo es el color del bus y de la sangre de quienes mueren violentamente en las calles del país cada hora. De la indignación se pasa a la cólera al pensar que mientras muchos pilotos son masacrados, otros ciudadanos son violentados en sus derechos, hay secuestrados por doquier y cualquier inimaginable situación de inseguridad atropella nuestros más elementales derechos, esos pillos y otros muchos más que hay ocultos, se aprovechan impúdicamente de la situación. Claro que la novia y el maestro se sienten inseguros, pero no más que los trece millones de ciudadanos que integran este país. No entiendo con qué argumentos y bajo qué principios éticos se puede sostener una posición como esa. ¿Cuál es la razón de que la chica y el profesor condenado cuenten con una seguridad que todos pagamos y que se nos niegan?. Seguro que habrá alguna explicación majadera que termine por justificar lo injustificable y aprobar comportamientos que se salen de la más elemental norma de conducta. La pronta y contundente respuesta del gobernante debería ser el cese del burócrata que permite que con dinero público se presten servicio personales a sus allegados o a sindicalistas. ¿Acaso no tenemos el mismo derecho el resto de ciudadanos?. ¿Esto de la socialdemocracia no divulga igualdad y justicia para todos?. ¿Por qué tienen privilegios ellos. A qué se debe?. ¿Dónde la preocupación por los más desvalidos?. ¿Por qué no van a explicarle a los miles de afectados donde está la policía mientras sus familiares son asesinados?.
Es difícil encontrar una palabra que pueda describir la sensación tan indignante que se siente cuando la gestión chulesca, descarada, prepotente, cínica, irreverente, vulgar, insolente, petulante e irrespetuosa, comienza a ser la tónica del político. Cada vez que se escarba se encuentra más porquería, más comportamientos deleznables que inciden en el descredito de quienes gobiernan y nos desnuda la situación que muchos venimos describiendo desde hace meses. Esto huele a podrido que apesta y los responsable siguen sin hacer nada. Vergüenza, vergüenza…, mucha vergüenza, aunque ellos no tengan la más mínima. Otra pareja más al club de los cínicos y aprovechados.
Mientras la mayoría de ciudadanos estamos desvalidos antes el incremento de la criminalidad, los efectivos policiales son repartidos para custodiar una serie de organismos y personajes a los que, también ahora, hay que añadir a la prometida y al sindicalista, por supuesto que a costa de nuestros bolsillos y mayor detrimento de nuestra seguridad. Lo que debería ruborizar -a la gente con principios- a ellos les pela y descaradamente lo reconocen y publican.
En cualquier país medianamente serio, el vocero habría estado en la calle al día siguiente, por descarado, aprovechado, mal ciudadano y otra serie de imputaciones, alguna incluso delictiva, al permitir que su enamorada cuente con protección policial. El sindicalista hubiese tenido que seguir el mismo camino, especialmente ahora que hay condena firme para que sea despedido. A esos dos, hay que sumar quienes han permitido dicha situación o la han justificado.
Ninguno de ellos, ni quienes que lo aprueban, enrojecen de vergüenza, como rojo es el color del bus y de la sangre de quienes mueren violentamente en las calles del país cada hora. De la indignación se pasa a la cólera al pensar que mientras muchos pilotos son masacrados, otros ciudadanos son violentados en sus derechos, hay secuestrados por doquier y cualquier inimaginable situación de inseguridad atropella nuestros más elementales derechos, esos pillos y otros muchos más que hay ocultos, se aprovechan impúdicamente de la situación. Claro que la novia y el maestro se sienten inseguros, pero no más que los trece millones de ciudadanos que integran este país. No entiendo con qué argumentos y bajo qué principios éticos se puede sostener una posición como esa. ¿Cuál es la razón de que la chica y el profesor condenado cuenten con una seguridad que todos pagamos y que se nos niegan?. Seguro que habrá alguna explicación majadera que termine por justificar lo injustificable y aprobar comportamientos que se salen de la más elemental norma de conducta. La pronta y contundente respuesta del gobernante debería ser el cese del burócrata que permite que con dinero público se presten servicio personales a sus allegados o a sindicalistas. ¿Acaso no tenemos el mismo derecho el resto de ciudadanos?. ¿Esto de la socialdemocracia no divulga igualdad y justicia para todos?. ¿Por qué tienen privilegios ellos. A qué se debe?. ¿Dónde la preocupación por los más desvalidos?. ¿Por qué no van a explicarle a los miles de afectados donde está la policía mientras sus familiares son asesinados?.
Es difícil encontrar una palabra que pueda describir la sensación tan indignante que se siente cuando la gestión chulesca, descarada, prepotente, cínica, irreverente, vulgar, insolente, petulante e irrespetuosa, comienza a ser la tónica del político. Cada vez que se escarba se encuentra más porquería, más comportamientos deleznables que inciden en el descredito de quienes gobiernan y nos desnuda la situación que muchos venimos describiendo desde hace meses. Esto huele a podrido que apesta y los responsable siguen sin hacer nada. Vergüenza, vergüenza…, mucha vergüenza, aunque ellos no tengan la más mínima. Otra pareja más al club de los cínicos y aprovechados.
domingo, 23 de noviembre de 2008
El circo
Los honorables diputados del Congreso nos tenían acostumbrados a espectáculos de segunda categoría. Nunca antes se habían esmerado tanto para ofrecernos una gala de primera, un espectáculo de regio abolengo. La discusión, de urgencia nacional, sobre la aprobación del presupuesto 2009, fue un buen motivo para ello.
Lo más destacable es que, diariamente, permanecieron en el hemiciclo por un tiempo superior al que suelen estar durante toda una semana, eso sí, no es seguro que fuese trabajando, pero al menos ahí estuvieron, presentes, visibles. La estadía se prolongó en alguna jornada hasta cerca de la medianoche y algunos, temiendo que se acercara la hora en que entra en vigor la famosa y deleznable “ley seca”, consumieron algo más que agua, fuese por cansancio, euforia del momento o práctica cotidiana.
Otros, como el Sr. Taracena, se le ha visto en fotografías y videos haciendo gestos propios de un poseído y poniendo cara de hechizado, mientras maltrataba (mala práctica que ejercita con frecuencia) llamando “shuca y vieja loca” a una diputada que dirigía su arenga a otros compañeros, también honorables, que no tenían ninguna intención de escuchar, ni a ella, ni a nadie. Lejos están los tiempos en que se nos iba a una lujosa suite de hotel para ponerse en forma con relajantes masajes y húmedas saunas y realzar su condición femenina, melena y uñas incluidas. Mientras, algunos más se enfrascaban en disputas y hasta uno de ellos intentó brincar atléticamente por encima de su mesa para supuestamente agredir a quien tenía la palabra en ese momento, si bien fue atajado por otros camaradas para que desistiera de tan pugilístico propósito. Lo majestuoso es que lo hizo sin pértiga ni ayuda, él solito. Así las cosas, el primer día casi de madrugada, excitados y descompuestos, pero conscientes de su enorme responsabilidad, se declararon en sesión permanente. ¡Toma ya!.
Los hechos encajan perfectamente con el lanzamiento de una nueva temporada de espectáculo circense. Hubo de todo, enanos (mentales), animalitos (bastantes), el forzudo agresor, la mujer maravilla, su compañera la barbuda, la leona esteparia, el encantador de serpientes, alguna culebra y, sobre todo, payasos, muchos payasos, todo un entramado de color y sonido bajo la carpa. ¡Un espectáculo como debe ser: genuino y realmente autóctono!.
Sugiero -como es circo nacional y la ley lo permite- que emprenda una extensa gira por los principales departamentos del país o mejor por todos, para que los ciudadanos puedan observar en vivo y en directo este sobresaliente show, propio de órdenes primarios, de colectivos salvajes, de sociedades en evolución.
Esa forma de hacer las cosas, nos pone en nuestro sitio. Nos recuerda con precisión a dónde vamos y qué podemos esperar en el futuro. Con semejantes artistas y saltimbanquis, es posible que los años que quedan de esta calamitosa administración, pasen por representaciones variadas y hasta puro circo romano. Sería bueno que en algún momento se animaran y emprendieran una larga tournée por el extranjero, sin cobrar gratificaciones por supuesto, y entre actuación y actuación olvidaran volver y nos dejaran sosegados por un tiempo. Otra opción sería vender los derechos de autor y difundir por el mundo el debate completo, en esos programas de mundo insólito, de animal planet o en el show de Laura, seguro que nos los compran y con ello incrementamos el presupuesto. Unas buenas fotografías en el National Geographic, sección especies en extinción, también daría sus frutos. No quieren dinero, pues ahí tienen de donde sacar.
Vaya “clase política” o políticos sin clase. ¡La leche!.
Lo más destacable es que, diariamente, permanecieron en el hemiciclo por un tiempo superior al que suelen estar durante toda una semana, eso sí, no es seguro que fuese trabajando, pero al menos ahí estuvieron, presentes, visibles. La estadía se prolongó en alguna jornada hasta cerca de la medianoche y algunos, temiendo que se acercara la hora en que entra en vigor la famosa y deleznable “ley seca”, consumieron algo más que agua, fuese por cansancio, euforia del momento o práctica cotidiana.
Otros, como el Sr. Taracena, se le ha visto en fotografías y videos haciendo gestos propios de un poseído y poniendo cara de hechizado, mientras maltrataba (mala práctica que ejercita con frecuencia) llamando “shuca y vieja loca” a una diputada que dirigía su arenga a otros compañeros, también honorables, que no tenían ninguna intención de escuchar, ni a ella, ni a nadie. Lejos están los tiempos en que se nos iba a una lujosa suite de hotel para ponerse en forma con relajantes masajes y húmedas saunas y realzar su condición femenina, melena y uñas incluidas. Mientras, algunos más se enfrascaban en disputas y hasta uno de ellos intentó brincar atléticamente por encima de su mesa para supuestamente agredir a quien tenía la palabra en ese momento, si bien fue atajado por otros camaradas para que desistiera de tan pugilístico propósito. Lo majestuoso es que lo hizo sin pértiga ni ayuda, él solito. Así las cosas, el primer día casi de madrugada, excitados y descompuestos, pero conscientes de su enorme responsabilidad, se declararon en sesión permanente. ¡Toma ya!.
Los hechos encajan perfectamente con el lanzamiento de una nueva temporada de espectáculo circense. Hubo de todo, enanos (mentales), animalitos (bastantes), el forzudo agresor, la mujer maravilla, su compañera la barbuda, la leona esteparia, el encantador de serpientes, alguna culebra y, sobre todo, payasos, muchos payasos, todo un entramado de color y sonido bajo la carpa. ¡Un espectáculo como debe ser: genuino y realmente autóctono!.
Sugiero -como es circo nacional y la ley lo permite- que emprenda una extensa gira por los principales departamentos del país o mejor por todos, para que los ciudadanos puedan observar en vivo y en directo este sobresaliente show, propio de órdenes primarios, de colectivos salvajes, de sociedades en evolución.
Esa forma de hacer las cosas, nos pone en nuestro sitio. Nos recuerda con precisión a dónde vamos y qué podemos esperar en el futuro. Con semejantes artistas y saltimbanquis, es posible que los años que quedan de esta calamitosa administración, pasen por representaciones variadas y hasta puro circo romano. Sería bueno que en algún momento se animaran y emprendieran una larga tournée por el extranjero, sin cobrar gratificaciones por supuesto, y entre actuación y actuación olvidaran volver y nos dejaran sosegados por un tiempo. Otra opción sería vender los derechos de autor y difundir por el mundo el debate completo, en esos programas de mundo insólito, de animal planet o en el show de Laura, seguro que nos los compran y con ello incrementamos el presupuesto. Unas buenas fotografías en el National Geographic, sección especies en extinción, también daría sus frutos. No quieren dinero, pues ahí tienen de donde sacar.
Vaya “clase política” o políticos sin clase. ¡La leche!.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Guau, guau
Tanto el presidente como su esposa han utilizado la misma frase: “cuando los perros ladran es porque avanzamos”. La segunda, incluso se la ha adjudicado a D. Quijote, indicio suficiente para saber que nunca debió de leerlo, al menos con atención, porque Cervantes no la incluye en su obra. Riesgo de copiar.
Se encolerizan y arremeten contra quienes discrepan y critican actitudes despóticas y falta de transparencia en el manejo, control y ejecución del gasto que hace doña Sandra, tal cual María Antonieta a quienes llamaron Madame Deficit. Ambos suelen perder la paciencia y las formas cuando se les plantea, frontal y directamente, que lo están haciendo mal e incurriendo en determinadas irregularidades o situándose al borde de las mismas. No están dispuestos a aceptar críticas ni a ofrecer explicaciones del porqué se sacan fondos de ciertos ministerios y se trasladan, discrecionalmente, a fondos que ella maneja con una desenvoltura propia de reinados ya superados. Algo emocionalmente compresible pero racionalmente intolerable.
Con el conmovedor argumento de ayudar a los pobres, reparten el dinero de nuestros impuestos como le viene en gana y les satisface su ego e intereses. Una versión chapinizada del kirchnerismo argentino que tan nefasto resultados está dando por el sur; ¡como si no hubiera de donde copiar!.
Creen que pueden tirar el dinero que no es suyo como les parezca más oportuno. No están dispuestos a sujetarse a controles, algo que ya le han hecho ver columnistas, reporteros, diputados, funcionarios y otros. Lo que hacen no satisface a muchísimos y menos genera el estado de derecho y desarrollo que propugnan, amén de la gestión económica transparente requerida. Estiman que haciendo un vil uso de la propaganda y dilapidando millones que podrían utilizarse en otras cosas, convencerán a miles de habitantes de lo buenos que son y de cómo se preocupan por los más desfavorecidos. Pura falacia, aunque una mentira repetida muchas veces, ya se sabe que ocurre con ella.
Pareciera que no importa lo que hagan y que hay obligación de rendirles pleitesía y darles la razón porque son los que mandan. No atienden a razones, a explicaciones ni a argumentos, ni están dispuestos a moderar la voracidad con la que recaudan y gastan. Ponen énfasis en echarle la culpa al empresariado que no quiere pagar más y a los que nos oponemos a un estado más grande, sin ver que el punto de la cuestión es que no hay transparencia en como gastan y gestionan, ni planes que lo sustente.
Van camino a convertirse en pareja real al mejor estilo absolutista y han acostumbrado a su entorno a callar y cumplir, peor para los que se han dejado pisar, pero se equivocan si piensan que así actuarán todos. Pueden hacerse con el silencio cómplice, pero solo de algunos súbditos, el resto de ciudadanos no estamos dispuestos a que continúen con sus despilfarros. A un año de gobierno no hay un solo resultado positivo de la gestión y si muchas cosas negativas, cuestionadas y veremos si en un futuro no delictivas. Las carreteras están hechas un desastre, la seguridad una frustración de la que no salimos y la justicia mejor cambiarle el nombre.
Aunque hayan esperado durante ocho años la llegada del momento, no es necesario premiar a financistas y ventajistas. La transparencia y la eficiencia son condiciones básicas para gobernar. Ustedes dos no se han dado cuenta de esto y lo más curioso de todo es que de los dos, únicamente elegimos a uno.
Se encolerizan y arremeten contra quienes discrepan y critican actitudes despóticas y falta de transparencia en el manejo, control y ejecución del gasto que hace doña Sandra, tal cual María Antonieta a quienes llamaron Madame Deficit. Ambos suelen perder la paciencia y las formas cuando se les plantea, frontal y directamente, que lo están haciendo mal e incurriendo en determinadas irregularidades o situándose al borde de las mismas. No están dispuestos a aceptar críticas ni a ofrecer explicaciones del porqué se sacan fondos de ciertos ministerios y se trasladan, discrecionalmente, a fondos que ella maneja con una desenvoltura propia de reinados ya superados. Algo emocionalmente compresible pero racionalmente intolerable.
Con el conmovedor argumento de ayudar a los pobres, reparten el dinero de nuestros impuestos como le viene en gana y les satisface su ego e intereses. Una versión chapinizada del kirchnerismo argentino que tan nefasto resultados está dando por el sur; ¡como si no hubiera de donde copiar!.
Creen que pueden tirar el dinero que no es suyo como les parezca más oportuno. No están dispuestos a sujetarse a controles, algo que ya le han hecho ver columnistas, reporteros, diputados, funcionarios y otros. Lo que hacen no satisface a muchísimos y menos genera el estado de derecho y desarrollo que propugnan, amén de la gestión económica transparente requerida. Estiman que haciendo un vil uso de la propaganda y dilapidando millones que podrían utilizarse en otras cosas, convencerán a miles de habitantes de lo buenos que son y de cómo se preocupan por los más desfavorecidos. Pura falacia, aunque una mentira repetida muchas veces, ya se sabe que ocurre con ella.
Pareciera que no importa lo que hagan y que hay obligación de rendirles pleitesía y darles la razón porque son los que mandan. No atienden a razones, a explicaciones ni a argumentos, ni están dispuestos a moderar la voracidad con la que recaudan y gastan. Ponen énfasis en echarle la culpa al empresariado que no quiere pagar más y a los que nos oponemos a un estado más grande, sin ver que el punto de la cuestión es que no hay transparencia en como gastan y gestionan, ni planes que lo sustente.
Van camino a convertirse en pareja real al mejor estilo absolutista y han acostumbrado a su entorno a callar y cumplir, peor para los que se han dejado pisar, pero se equivocan si piensan que así actuarán todos. Pueden hacerse con el silencio cómplice, pero solo de algunos súbditos, el resto de ciudadanos no estamos dispuestos a que continúen con sus despilfarros. A un año de gobierno no hay un solo resultado positivo de la gestión y si muchas cosas negativas, cuestionadas y veremos si en un futuro no delictivas. Las carreteras están hechas un desastre, la seguridad una frustración de la que no salimos y la justicia mejor cambiarle el nombre.
Aunque hayan esperado durante ocho años la llegada del momento, no es necesario premiar a financistas y ventajistas. La transparencia y la eficiencia son condiciones básicas para gobernar. Ustedes dos no se han dado cuenta de esto y lo más curioso de todo es que de los dos, únicamente elegimos a uno.
martes, 11 de noviembre de 2008
¿Es posible?
Varios analistas han manifestado su opinión con relación al descrédito que sufre la PNC y la necesidad de cambiar el modelo. Algunos han apostado por una Guardia Nacional, o similar. Otros, por seguir con lo mismo y mejorar tal o cual cosa y, finalmente, un tercer grupo apoya que sea el Ejército quien se haga cargo de la situación y preste la seguridad.
Hay, sin embargo, dos pilares que no pueden ni dejarse de vista ni separarse. Me refiero al modelo que se desea adoptar y al marco legal que lo sustente. Dicho de otra forma, no se puede crear un modelo si el marco legal le es adverso, puesto que faltaría la consistencia necesaria para poder implementarlo y, creo, que esa es la esencia del problema que se plantea.
La Constitución de la República contempla a la Policía una única vez, en el artículo 259, para decir que las municipalidades pueden conformar su cuerpo de policía. Ello evidencia que la PNC es, por lo menos, aconstitucional —si no inconstitucional—. Es decir, no se contempla en la Carta Magna y, por tanto, carece del soporte legal suficiente para poder conformarla. Y, es así, porque la propia Constitución asigna la seguridad interior y exterior al Ejército, dejando claro el espíritu legislador que sea ese órgano, y no otro, quien la ofrezca. Por tanto, cualquier modelo que se quiera organizar fuera de ese esquema legal-organizativo, estará al margen de la suprema norma y, por ello, no habrá consonancia ni convergencia entre lo que se desea hacer y la legalidad que lo sostiene. Con el actual marco jurídico, únicamente cabría organizar una fuerza —llámese como se quiera— que dependa del Ejército, institución a fin de cuentas encargada constitucionalmente de la seguridad.
Imaginemos que mañana alguien decide poner un amparo de inconstitucional en relación con el ejercicio de funciones que hace la PNC y argumenta que la Policía no está contemplada y que, por tanto, no puede ni debe arrogarse cometidos que no le son propios. ¿Qué ocurría?, ¿cuál sería el veredicto de la CC?. Lo ignoro, pero seguro provocaría grietas, discusiones y generaría cientos de opiniones, cuando no de declaración de actos ilegales, como detenciones, arrestos, custodias, etcétera. Así están las cosas y, además, somos el único país de toda América Latina, si no del mundo, que presenta tal peculiaridad.
Se requiere, si se desea construir otro modelo distinto al posible, una reforma constitucional que cambie las misiones del Ejército y, de alguna forma, introduzca la PNC en el interior del supremo marco legal. De lo contrario, podemos seguir elucubrando hasta el infinito sobre el tema, sin encontrar una solución adecuada, porque asintónico es el cuadro que estamos describiendo y que parece que nadie quiere abordar a fondo, prefiriendo quedarse en la superficie.
Somos un país sin Policía Nacional Civil, teórica y jurídicamente hablando y, encima, nos esforzamos en querer hablar y discutir del mejor modelo, cuando somos incapaces de entrarle a las necesarias reformas que se requieren, sin las cuales nada de todo esto verá nunca la luz, algo que se olvida dentro y fuera del país, y nos sitúa en un punto de partida distinto y con un modelo diferente al del resto del mundo. Seguir queriendo construir castillos en el aire es prorrogar un estado de cosas que no soporta más repellos ni remiendos. O le entramos con ganas al fondo, o seguimos debatiendo por muchos años más imposibles. Locura, a fin de cuentas, es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes (Einstein).
Hay, sin embargo, dos pilares que no pueden ni dejarse de vista ni separarse. Me refiero al modelo que se desea adoptar y al marco legal que lo sustente. Dicho de otra forma, no se puede crear un modelo si el marco legal le es adverso, puesto que faltaría la consistencia necesaria para poder implementarlo y, creo, que esa es la esencia del problema que se plantea.
La Constitución de la República contempla a la Policía una única vez, en el artículo 259, para decir que las municipalidades pueden conformar su cuerpo de policía. Ello evidencia que la PNC es, por lo menos, aconstitucional —si no inconstitucional—. Es decir, no se contempla en la Carta Magna y, por tanto, carece del soporte legal suficiente para poder conformarla. Y, es así, porque la propia Constitución asigna la seguridad interior y exterior al Ejército, dejando claro el espíritu legislador que sea ese órgano, y no otro, quien la ofrezca. Por tanto, cualquier modelo que se quiera organizar fuera de ese esquema legal-organizativo, estará al margen de la suprema norma y, por ello, no habrá consonancia ni convergencia entre lo que se desea hacer y la legalidad que lo sostiene. Con el actual marco jurídico, únicamente cabría organizar una fuerza —llámese como se quiera— que dependa del Ejército, institución a fin de cuentas encargada constitucionalmente de la seguridad.
Imaginemos que mañana alguien decide poner un amparo de inconstitucional en relación con el ejercicio de funciones que hace la PNC y argumenta que la Policía no está contemplada y que, por tanto, no puede ni debe arrogarse cometidos que no le son propios. ¿Qué ocurría?, ¿cuál sería el veredicto de la CC?. Lo ignoro, pero seguro provocaría grietas, discusiones y generaría cientos de opiniones, cuando no de declaración de actos ilegales, como detenciones, arrestos, custodias, etcétera. Así están las cosas y, además, somos el único país de toda América Latina, si no del mundo, que presenta tal peculiaridad.
Se requiere, si se desea construir otro modelo distinto al posible, una reforma constitucional que cambie las misiones del Ejército y, de alguna forma, introduzca la PNC en el interior del supremo marco legal. De lo contrario, podemos seguir elucubrando hasta el infinito sobre el tema, sin encontrar una solución adecuada, porque asintónico es el cuadro que estamos describiendo y que parece que nadie quiere abordar a fondo, prefiriendo quedarse en la superficie.
Somos un país sin Policía Nacional Civil, teórica y jurídicamente hablando y, encima, nos esforzamos en querer hablar y discutir del mejor modelo, cuando somos incapaces de entrarle a las necesarias reformas que se requieren, sin las cuales nada de todo esto verá nunca la luz, algo que se olvida dentro y fuera del país, y nos sitúa en un punto de partida distinto y con un modelo diferente al del resto del mundo. Seguir queriendo construir castillos en el aire es prorrogar un estado de cosas que no soporta más repellos ni remiendos. O le entramos con ganas al fondo, o seguimos debatiendo por muchos años más imposibles. Locura, a fin de cuentas, es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes (Einstein).
viernes, 31 de octubre de 2008
Competencia
Nuevamente el “representante” magisterial Acevedo ha vuelto a salir a la palestra. Pareciera que el silencio que guardaba era producto de algún pacto o bien de que no quería le cuestionasen como iba la causa de despido que inició la anterior administración y que parece que por la lentitud de la justicia o por la inoperancia de la misma no termina de resolverse o ejecutarse.
El colectivo de maestros que laboraba en PRONADE le ha hecho frente a los intereses sindicales del señor Acevedo y eso no le ha gustado nada. Pareciera que, tal y como manifestó, él debe ser el único interlocutor con el ministerio y el gobierno, sin saberse muy bien quien le ha investido de la calidad de único representante ni en qué condiciones.
El PRONADE, que el gobierno de la UNE y el sindicalismo desbarataron, resulta que fue considerado “la principal estrategia que se ha llevado a cabo para avanzar en la meta de tasa neta de escolaridad”, cita que copio textualmente de la página doce del informe: La infancia y los objetivos del milenio, de Naciones Unidas, lo que pone sobre la mesa la cortedad de mente y visión de sus detractores y la negación de la competencia y la calidad frente a la acomodación y los intereses personales por encima de los derechos de las personas.
Así las cosas, el absolutismo de la sindicación monopólica magisterial, personificada en ese “representante” procesado y a punto de ser destituido tras sentencia condenatoria de un juzgado de Trabajo, en febrero de este año, luego de determinar que se había ausentado de sus labores durante varios meses, sin dejar de cobrar su salario, alegando que se dedicaba a labores sindicales, pareciera que no se ha terminado, ni mucho menos que la causa por la que fue condenado siga su curso.
El individuo en cuestión, por cierto con abogado directamente conectado con las dos más eficientes administradoras de este gobierno, pareciera que es inmune al sistema judicial, algo que no deja de preocupar a la ciudadanía que ve como los condenados en tribunales que son amigos de los amigos políticos, no tienen nada que temer del sistema, lo que fomenta la impunidad y la falta de credibilidad del mismo.
Pero, como los enanos crecen en todas partes, el colectivo de maestros del PRONADE se han enfrentado al todopoderoso sindicalista y no están dispuestos, como parecer ser que le exigen, a que se sometan a la representación de aquel so pena de no ser contratados con las condiciones y garantías que les fueron promeditas al inicio de este gobierno.
El liderazgo, señor Acevedo, no es algo que se impone, sino que se gana. Quizá, ya llegó la hora de que se retire y deje a otros que construyan el país de manera diferente o que simplemente lo construyan. Como ya no dispondrá del tiempo libre que se tomaba para representación sindical, puede dedicarse a trabajar en lo que parece fue su vocación inicial o mejor a otra cosa y dejar avanzar la educación por vías útiles y eficientes. Sería bueno alejarse del poder y la política y no querer imponer sus criterios que solo sirven a sectores de su círculo de influencia. La educación, la buena educación, no es responsabilidad suya, sino de los padres de familia a los que usted parece querer sustituir o anular. Fíjese la de cosas que puede hacer en el futuro.
El colectivo de maestros que laboraba en PRONADE le ha hecho frente a los intereses sindicales del señor Acevedo y eso no le ha gustado nada. Pareciera que, tal y como manifestó, él debe ser el único interlocutor con el ministerio y el gobierno, sin saberse muy bien quien le ha investido de la calidad de único representante ni en qué condiciones.
El PRONADE, que el gobierno de la UNE y el sindicalismo desbarataron, resulta que fue considerado “la principal estrategia que se ha llevado a cabo para avanzar en la meta de tasa neta de escolaridad”, cita que copio textualmente de la página doce del informe: La infancia y los objetivos del milenio, de Naciones Unidas, lo que pone sobre la mesa la cortedad de mente y visión de sus detractores y la negación de la competencia y la calidad frente a la acomodación y los intereses personales por encima de los derechos de las personas.
Así las cosas, el absolutismo de la sindicación monopólica magisterial, personificada en ese “representante” procesado y a punto de ser destituido tras sentencia condenatoria de un juzgado de Trabajo, en febrero de este año, luego de determinar que se había ausentado de sus labores durante varios meses, sin dejar de cobrar su salario, alegando que se dedicaba a labores sindicales, pareciera que no se ha terminado, ni mucho menos que la causa por la que fue condenado siga su curso.
El individuo en cuestión, por cierto con abogado directamente conectado con las dos más eficientes administradoras de este gobierno, pareciera que es inmune al sistema judicial, algo que no deja de preocupar a la ciudadanía que ve como los condenados en tribunales que son amigos de los amigos políticos, no tienen nada que temer del sistema, lo que fomenta la impunidad y la falta de credibilidad del mismo.
Pero, como los enanos crecen en todas partes, el colectivo de maestros del PRONADE se han enfrentado al todopoderoso sindicalista y no están dispuestos, como parecer ser que le exigen, a que se sometan a la representación de aquel so pena de no ser contratados con las condiciones y garantías que les fueron promeditas al inicio de este gobierno.
El liderazgo, señor Acevedo, no es algo que se impone, sino que se gana. Quizá, ya llegó la hora de que se retire y deje a otros que construyan el país de manera diferente o que simplemente lo construyan. Como ya no dispondrá del tiempo libre que se tomaba para representación sindical, puede dedicarse a trabajar en lo que parece fue su vocación inicial o mejor a otra cosa y dejar avanzar la educación por vías útiles y eficientes. Sería bueno alejarse del poder y la política y no querer imponer sus criterios que solo sirven a sectores de su círculo de influencia. La educación, la buena educación, no es responsabilidad suya, sino de los padres de familia a los que usted parece querer sustituir o anular. Fíjese la de cosas que puede hacer en el futuro.
lunes, 27 de octubre de 2008
Politiquería
En demasiados países, el político electo (y a veces su familia y amigos) cree que puede hacer lo que le venga en gana, como se le ocurra y sin importarle los efectos secundarios. Piensa que tiene el poder absoluto sin darse cuenta que únicamente es gestor de un contrato cuyos términos precisos, establecidos en la constitución, no puede sobrepasar. Esa norma es el límite de su poder y, a diferencia del derecho privado, el político no puede hacer nada que no le esté permitido, mientras el resto de individuos pueden hacer todo lo no prohibido. No terminan de enterarse que son los ciudadanos quienes les pagamos y los que realmente tenemos la fuerza y la facultad de decidir lo que creemos mejor con nuestras sugerencias, votos, opiniones y otros mecanismos. Cuando actúan anómalamente merecen ser criticados y hasta deberíamos poder despedirlos, aunque ellos se encargan de blindarse con leyes como la del antejuicio, la de difamación o la de desacato.
Se han cambiado los papeles. Durante el proceso electoral se hacen llamar Angelito, Manolito, Guayito -o su equivalente en otros idiomas- y ya en el poder se olvidan del diminutivo y pretenden que les rindamos pleitesía, les dejemos libre el paso por la ciudad, les paguemos pasajes en primera clase o en avión privado o les cerremos calles para que puedan moverse fácilmente. No se enteran que son empleados nuestros, servidores públicos y no sujetos de autoritarismo o poder absoluto. Hay que dejar clara la diferencia entre ciudadano con derechos y súbdito con deberes. El primero exige, pide cuentas y el segundo hace lo que el gobernante le permite. Es precisamente este cambio de rol lo que entorpece la relación y el entendimiento y cuando se les critica, algunos se ofenden, se indignan, en vez de venir inmediatamente a pedir disculpas por no escuchar, haber actuado mal, torpemente o con mala fe o rendir cuentas (accountability), que parece un término más correcto y político.
Los peores, que también los hay, se roban el dinero que pagamos por medio de impuestos. Se van de viaje por el mundo sin explicar para qué y cuál es el beneficio. Se recetan jugosos viáticos y cuando se demuestra que no debieron haberlos cobrado, tardan meses en devolverlos o nunca lo hacen. Realizan, con dinero público, inversiones oscuras, manipuladas, con rentas que revierten en ellos o en el partido y con pingues beneficios que invierten en propiedades, autos o similares y, si usted lo cuenta o cuestiona, ellos, sus empleados, se indignan, ¿qué le parece?.
Muchos políticos electos, se han convertido en señores feudales cuando no en príncipes con derecho de pernada. Creen que están por encima del bien y del mal, tienen fuero propio, se blindan, apañan y amañan pactos de protección mutua y se colectivizan. Viajan en carros blindados, con seguridad que el resto pagamos y de la que carecemos. Manejan fondos a su criterio y capricho, sin dar explicaciones y si se solicitan, se refugian en el secreto de Estado o despliegan cualquier otra burla, dilación o artificio jurídico. Otros más, simplemente, se roban descaradamente el dinero.
Después de más 500 años de conquista, 187 de independencia y 12 de paz, hay que dejar de pedir autorización para hablar y acostumbrarse a decir las cosas directamente, en la cara y con la necesaria contundencia. Seguimos pidiendo permiso a quienes elegimos y consintiendo sus desmanes. No más miedo, no más intimidación, no más autorización para opinar. Seamos libres de verdad, porque de usted es el poder y la responsabilidad del cambio.
Se han cambiado los papeles. Durante el proceso electoral se hacen llamar Angelito, Manolito, Guayito -o su equivalente en otros idiomas- y ya en el poder se olvidan del diminutivo y pretenden que les rindamos pleitesía, les dejemos libre el paso por la ciudad, les paguemos pasajes en primera clase o en avión privado o les cerremos calles para que puedan moverse fácilmente. No se enteran que son empleados nuestros, servidores públicos y no sujetos de autoritarismo o poder absoluto. Hay que dejar clara la diferencia entre ciudadano con derechos y súbdito con deberes. El primero exige, pide cuentas y el segundo hace lo que el gobernante le permite. Es precisamente este cambio de rol lo que entorpece la relación y el entendimiento y cuando se les critica, algunos se ofenden, se indignan, en vez de venir inmediatamente a pedir disculpas por no escuchar, haber actuado mal, torpemente o con mala fe o rendir cuentas (accountability), que parece un término más correcto y político.
Los peores, que también los hay, se roban el dinero que pagamos por medio de impuestos. Se van de viaje por el mundo sin explicar para qué y cuál es el beneficio. Se recetan jugosos viáticos y cuando se demuestra que no debieron haberlos cobrado, tardan meses en devolverlos o nunca lo hacen. Realizan, con dinero público, inversiones oscuras, manipuladas, con rentas que revierten en ellos o en el partido y con pingues beneficios que invierten en propiedades, autos o similares y, si usted lo cuenta o cuestiona, ellos, sus empleados, se indignan, ¿qué le parece?.
Muchos políticos electos, se han convertido en señores feudales cuando no en príncipes con derecho de pernada. Creen que están por encima del bien y del mal, tienen fuero propio, se blindan, apañan y amañan pactos de protección mutua y se colectivizan. Viajan en carros blindados, con seguridad que el resto pagamos y de la que carecemos. Manejan fondos a su criterio y capricho, sin dar explicaciones y si se solicitan, se refugian en el secreto de Estado o despliegan cualquier otra burla, dilación o artificio jurídico. Otros más, simplemente, se roban descaradamente el dinero.
Después de más 500 años de conquista, 187 de independencia y 12 de paz, hay que dejar de pedir autorización para hablar y acostumbrarse a decir las cosas directamente, en la cara y con la necesaria contundencia. Seguimos pidiendo permiso a quienes elegimos y consintiendo sus desmanes. No más miedo, no más intimidación, no más autorización para opinar. Seamos libres de verdad, porque de usted es el poder y la responsabilidad del cambio.
lunes, 20 de octubre de 2008
¿(In)justicia?
La llegada del ex presidente prófugo ha evidenciado enormes deficiencias en el sistema político y judicial. Una de ellas, es la negación de información pública. No se puede hacer una extradición sin autorización y conocimiento de la estructura política, es decir de la Cancillería y del Ejecutivo. El silencio en el procedimiento, la forma y otros detalles, todos públicos, sigue siendo, como otros asuntos, tema vedado a los ciudadanos. Negar que se sabía que llegaba, que se tenían detalles y se había autorizado u otras cuestiones es, simplemente, ocultar información y eso está reñido con la transparencia. Todo se sabía o se había pactado y todo se ocultó.
El sistema de justicia ha crujido. Después de cuestionarse la desaparición, durante el gobierno del FRG, de más de doce mil millones de quetzales y otros supuestos delitos, el MP (Florido) únicamente tuvo tiempo, ganas o interés de avanzar en la causa sobre el peculado, delito pobremente penado y del que será muy difícil acusar al ex mandatario por razones técnicas. El huido se presentó como un héroe, con su acostumbrado discurso trasnochado y populista. Tras quince minutos desde que aterrizó, toda la plana mayor del FRG (general incluido) se presentó en el juzgado y parece ser que también una mujer, alta autoridad de la PNC, permanecía discreta y silenciosamente en uno de los despachos del mismo edificio. Ante toda esa cohorte expectante, el juez impuso una fianza mínima sin tener en cuenta que estuvo fugado por años, confesó la autoría de crímenes en el pasado y el monto de la cantidad desaparecida era muy elevado, entre otros extremos. Si el juez hubiese leído a Adam Smith tendría más referentes: “El quebrantador de las leyes de justicia debería sentir, él mismo el mal que ha hecho a los demás [….], deberá ser abrumado por el miedo al sufrimiento propio”.
Con este panorama, es difícil que el país se proyecte como promotor del Estado de Derecho. Las percepciones son importantísimas y la que ahora vaga por la mente de los ciudadanos es que cuanto más criminal, corrupto y miserable se sea mejor, porque parece que el sistema lo protege. Sin embargo no tengas una reyerta o un accidente de tráfico porque te vas al bote, sin compasión. ¿Justicia?.
Mientras, abstraídos y ensimismados, los miembros de la CSJ son incapaces de elegir a su presidente distrayéndose con lo urgente y olvidando lo importante. Si habla con algunos jueces le dirán que ciertos auxiliares venden o pierden interesadamente las notificaciones judiciales; otros que reciben visitas de personas armadas y les dicen lo que tienen que firmar; un tercer grupo se deja llevar por la dinámica de los acontecimientos y no se mueve, so pena de que lo frieguen, despidan o trasladen y, mientras, las personas honradas no sabe a quién acudir porque el sistema es un fracaso anunciado o interesado. El resultado es que se fomenta la corrupción, los linchamientos y la toma de justicia por mano propia. La impunidad campea y se vuelve norma, desplazando valores morales y comportamiento ético. El Estado de Derecho, que no de legalidad, es fundamental para el desarrollo, la atracción de inversiones y la vida cotidiana. Cuando no se sabe a quién acudir porque no se tiene confianza en el sistema, la ley de la selva aflora y cada cual a lo suyo. Si se comenzará por arreglar la justicia y la seguridad se podría construir cualquier proyecto. Poniendo más atención en otras cosas que en esas, estamos perdiendo el tiempo.
El sistema de justicia ha crujido. Después de cuestionarse la desaparición, durante el gobierno del FRG, de más de doce mil millones de quetzales y otros supuestos delitos, el MP (Florido) únicamente tuvo tiempo, ganas o interés de avanzar en la causa sobre el peculado, delito pobremente penado y del que será muy difícil acusar al ex mandatario por razones técnicas. El huido se presentó como un héroe, con su acostumbrado discurso trasnochado y populista. Tras quince minutos desde que aterrizó, toda la plana mayor del FRG (general incluido) se presentó en el juzgado y parece ser que también una mujer, alta autoridad de la PNC, permanecía discreta y silenciosamente en uno de los despachos del mismo edificio. Ante toda esa cohorte expectante, el juez impuso una fianza mínima sin tener en cuenta que estuvo fugado por años, confesó la autoría de crímenes en el pasado y el monto de la cantidad desaparecida era muy elevado, entre otros extremos. Si el juez hubiese leído a Adam Smith tendría más referentes: “El quebrantador de las leyes de justicia debería sentir, él mismo el mal que ha hecho a los demás [….], deberá ser abrumado por el miedo al sufrimiento propio”.
Con este panorama, es difícil que el país se proyecte como promotor del Estado de Derecho. Las percepciones son importantísimas y la que ahora vaga por la mente de los ciudadanos es que cuanto más criminal, corrupto y miserable se sea mejor, porque parece que el sistema lo protege. Sin embargo no tengas una reyerta o un accidente de tráfico porque te vas al bote, sin compasión. ¿Justicia?.
Mientras, abstraídos y ensimismados, los miembros de la CSJ son incapaces de elegir a su presidente distrayéndose con lo urgente y olvidando lo importante. Si habla con algunos jueces le dirán que ciertos auxiliares venden o pierden interesadamente las notificaciones judiciales; otros que reciben visitas de personas armadas y les dicen lo que tienen que firmar; un tercer grupo se deja llevar por la dinámica de los acontecimientos y no se mueve, so pena de que lo frieguen, despidan o trasladen y, mientras, las personas honradas no sabe a quién acudir porque el sistema es un fracaso anunciado o interesado. El resultado es que se fomenta la corrupción, los linchamientos y la toma de justicia por mano propia. La impunidad campea y se vuelve norma, desplazando valores morales y comportamiento ético. El Estado de Derecho, que no de legalidad, es fundamental para el desarrollo, la atracción de inversiones y la vida cotidiana. Cuando no se sabe a quién acudir porque no se tiene confianza en el sistema, la ley de la selva aflora y cada cual a lo suyo. Si se comenzará por arreglar la justicia y la seguridad se podría construir cualquier proyecto. Poniendo más atención en otras cosas que en esas, estamos perdiendo el tiempo.
lunes, 13 de octubre de 2008
Del 190 al 192
Cuando el pasado año se anunció la candidatura del Dr. Espada, muchas voces se alzaron en contra de la misma. El argumento principal se sustentaba en cómo un doctor que llevaba tanto tiempo ausente del país y no contaba con experiencia política, podía resultar una buena opción. Poco o nada se ha dicho de la labor del vice en estos meses que ya apuntan al año.
Los cometidos del vicepresidente están detallados en el artículo 191 de la constitución política. Por si fuera poco, durante la campaña electoral manifestó que coordinaría ciertos programas sociales, especialmente los temas de sanidad, toda vez que contaba con una vasta experiencia. Sin embargo, a la fecha, además de viajar mucho y tener probada una facilidad de palabra que le hace arrepentirse o aclarar sus manifestaciones inmediatamente después, no hay resultados positivos de su gestión.
La coordinación de los ministros del gobierno la hace ella mejor que él y, como compensación, le hacen creer que viajando por el mundo participa en la formulación de la política exterior, otra de sus misiones, aunque como norteamericano el primer país que visitó fue Cuba, lo que podría haber entrado en conflicto con su ciudadanía y las restricciones que USA tiene para con la isla. Torpe el consejero, poco avizor o con muy mala leche.
Señor Espada, usted es un hombre de un historial profesional sobresaliente, muy brillante. Nunca le creí un político y sigo sin tener fe en ello, sin embargo, su carácter, su experiencia, su dedicación y valores más que demostrados, hicieron pensar a muchos que sería el bastión contra el que se estrellaría la avaricia y ambición de cualquier gobierno, cuando no la inoperancia y la desfachatez. En contra de esas esperanzas y de sus promesas, la salud, por ejemplo, presenta los mismos males sintomáticos que antes o incluso estamos peor. Usted ha permitido las tres (que no una) prórrogas al suministro de medicamentos que tanto criticó en la campaña y en la misma dirección interesada, la concesión de la provisión de servicios médicos especializados, eso por no poner sobre la mesa la aparición de medicamentos caducados contra el VIH y algunos millones sin auditar. Pareciera, don Rafael, que se ha acomodado y olvidado sus promesas, pero sobre todo la claridad y la dignidad con las que las hacía, me recuerda lo que al respecto decía Adam Smith: “Para los que se han acostumbrado a la posesión o incluso la esperanza de la admiración pública, todos los demás placeres se debilitan y decaen”.
No es necesario, señor vicepresidente, esperar más tiempo para tenerlo más claro, sobre todo después de la clavada de Portillo y otras peores que sin duda le esperan. Si usted sigue de grumete en ese barco que hace aguas, será igual de responsable que el resto por manipulación, populismo y falacia, cuando no de otras cosas más graves, recuerde que todo termina, hasta el mandato político. La renuncia no es de cobardes, todo lo contrario, hay que tenerlos muy bien puestos para mandar a paseo a quienes no cumplen o abusan, más si están cerca de uno y lo halagan o babosean, hay precedente histórico de ello. Mire usted, el historial de vida tarda años en hacerse pero se pierde en muy poco tiempo, como el honor y, especialmente a cierta edad, más vale honra sin barcos que a la inversa. Octubre es mes de revolución y el artículo 192 le da salida. Usted verá que hace.
Los cometidos del vicepresidente están detallados en el artículo 191 de la constitución política. Por si fuera poco, durante la campaña electoral manifestó que coordinaría ciertos programas sociales, especialmente los temas de sanidad, toda vez que contaba con una vasta experiencia. Sin embargo, a la fecha, además de viajar mucho y tener probada una facilidad de palabra que le hace arrepentirse o aclarar sus manifestaciones inmediatamente después, no hay resultados positivos de su gestión.
La coordinación de los ministros del gobierno la hace ella mejor que él y, como compensación, le hacen creer que viajando por el mundo participa en la formulación de la política exterior, otra de sus misiones, aunque como norteamericano el primer país que visitó fue Cuba, lo que podría haber entrado en conflicto con su ciudadanía y las restricciones que USA tiene para con la isla. Torpe el consejero, poco avizor o con muy mala leche.
Señor Espada, usted es un hombre de un historial profesional sobresaliente, muy brillante. Nunca le creí un político y sigo sin tener fe en ello, sin embargo, su carácter, su experiencia, su dedicación y valores más que demostrados, hicieron pensar a muchos que sería el bastión contra el que se estrellaría la avaricia y ambición de cualquier gobierno, cuando no la inoperancia y la desfachatez. En contra de esas esperanzas y de sus promesas, la salud, por ejemplo, presenta los mismos males sintomáticos que antes o incluso estamos peor. Usted ha permitido las tres (que no una) prórrogas al suministro de medicamentos que tanto criticó en la campaña y en la misma dirección interesada, la concesión de la provisión de servicios médicos especializados, eso por no poner sobre la mesa la aparición de medicamentos caducados contra el VIH y algunos millones sin auditar. Pareciera, don Rafael, que se ha acomodado y olvidado sus promesas, pero sobre todo la claridad y la dignidad con las que las hacía, me recuerda lo que al respecto decía Adam Smith: “Para los que se han acostumbrado a la posesión o incluso la esperanza de la admiración pública, todos los demás placeres se debilitan y decaen”.
No es necesario, señor vicepresidente, esperar más tiempo para tenerlo más claro, sobre todo después de la clavada de Portillo y otras peores que sin duda le esperan. Si usted sigue de grumete en ese barco que hace aguas, será igual de responsable que el resto por manipulación, populismo y falacia, cuando no de otras cosas más graves, recuerde que todo termina, hasta el mandato político. La renuncia no es de cobardes, todo lo contrario, hay que tenerlos muy bien puestos para mandar a paseo a quienes no cumplen o abusan, más si están cerca de uno y lo halagan o babosean, hay precedente histórico de ello. Mire usted, el historial de vida tarda años en hacerse pero se pierde en muy poco tiempo, como el honor y, especialmente a cierta edad, más vale honra sin barcos que a la inversa. Octubre es mes de revolución y el artículo 192 le da salida. Usted verá que hace.
lunes, 6 de octubre de 2008
Policía
El modelo policial que tenemos en el país, producto de los Acuerdos de Paz, es un fracaso absoluto. Ni ha servido, ni sirve para casi nada, mucho menos para cumplir eficientemente su misión de proporcionar seguridad. Seguir insistiendo en mejorarlo, profesionalizarlo, modernizarlo o cualquier otro “arlo” (que no sea botarlo o cambiarlo), es una pérdida de tiempo y una agónica prolongación del mismo. Sin embargo, tanto si continúa ese modelo como si se busca implementar uno nuevo, hay un factor que no debe olvidarse: detrás de cada policía hay un ser humano, un individuo, una persona. Pareciera que parte del fracaso es precisamente haber desconocido esa realidad.
Si el policía tiene que patrullar por la noche, haga frio o calor, nadie le paga un café o un vaso de agua. Si quiere descansar después de salir de trabajar, lo más que encuentra es un dormitorio colectivo con algo parecido a un colchón, baños sin higiene, sin agua caliente, sin jabón, mucho menos papel higiénico o toallas. Eso sin entrar a considerar si funcionan los retretes o hay forma de lavarse y secarse las manos. No hay posibilidad de descansar por carencia de condiciones mínimas de comodidad. ¿Las sábanas?, un lujo fuera de todo alcance. Además, si sale de patrulla o está de retén o cualquier actividad que le lleve más tiempo que el normal de servicio, tampoco siempre se le abona la comida, aunque las circunstancias sean extraordinarias, por lo que debe de sacar de su sueldo aquello que necesita consumir. Por no entrar en cómo se pagan los uniformes o las balas que se pierden.
El destino lo determina el jefe, a su criterio y capricho. Hay que supeditarse a los gustos y exigencias de aquel, por muy extravagantes que parezcan. Policías que reciben un sobresueldo por estar, por ejemplo, asignados a ciertas embajadas, deben compartir ese plus con algunos jefes, de lo contrario, son sacados sin contemplaciones. O se cumple con el todopoderoso jefe o se es trasladado inmediatamente. Lo que se está haciendo es anular a la persona en beneficio del sometimiento al jefe y a la organización y olvidándose del ciudadano y de uno mismo. Al frente del sistema, distintos reyezuelos que hacen y deshacen a su antojo y generan como modelo de carrera la idea de llegar a poder mandar, para hacer exactamente lo mismo que hicieron con uno y recuperar las “inversiones”.
El ser humano es lo importante, el individuo es el que realmente genera creatividad y competencia. En países desarrollados, el policía patrulla en un vehículo solo y con una cámara de TV y cada cual asume su responsabilidad profesional. La persona sustituye a la patrulla, al colectivo. Hay que promover el desarrollo y el ejercicio de la responsabilidad individual y dejar la colectivización y el corporativismo de un lado, sobre todo cuando de eficacia se trata. Seguir con un modelo donde la persona no vale más que para obedecer, no cuenta con comodidades básicas, está sometido a sus jefes y alejado de su familia, vive en cuarteles de forma colectiva y muchas más cosas, es promover guetos y generar un modelo disfuncional que termina por producir externalidades negativas como las que muchos han sufrido. Ahí está el reto para los funcionarios honestos y para quienes de verdad aman su trabajo, que también los hay. ¿Qué parte de los tres mil millones que quiere de más el gobierno se destinarán para esto?. ¿Está el ser humano contemplado en las nuevas estrategias de “modernización” policial?.
Si el policía tiene que patrullar por la noche, haga frio o calor, nadie le paga un café o un vaso de agua. Si quiere descansar después de salir de trabajar, lo más que encuentra es un dormitorio colectivo con algo parecido a un colchón, baños sin higiene, sin agua caliente, sin jabón, mucho menos papel higiénico o toallas. Eso sin entrar a considerar si funcionan los retretes o hay forma de lavarse y secarse las manos. No hay posibilidad de descansar por carencia de condiciones mínimas de comodidad. ¿Las sábanas?, un lujo fuera de todo alcance. Además, si sale de patrulla o está de retén o cualquier actividad que le lleve más tiempo que el normal de servicio, tampoco siempre se le abona la comida, aunque las circunstancias sean extraordinarias, por lo que debe de sacar de su sueldo aquello que necesita consumir. Por no entrar en cómo se pagan los uniformes o las balas que se pierden.
El destino lo determina el jefe, a su criterio y capricho. Hay que supeditarse a los gustos y exigencias de aquel, por muy extravagantes que parezcan. Policías que reciben un sobresueldo por estar, por ejemplo, asignados a ciertas embajadas, deben compartir ese plus con algunos jefes, de lo contrario, son sacados sin contemplaciones. O se cumple con el todopoderoso jefe o se es trasladado inmediatamente. Lo que se está haciendo es anular a la persona en beneficio del sometimiento al jefe y a la organización y olvidándose del ciudadano y de uno mismo. Al frente del sistema, distintos reyezuelos que hacen y deshacen a su antojo y generan como modelo de carrera la idea de llegar a poder mandar, para hacer exactamente lo mismo que hicieron con uno y recuperar las “inversiones”.
El ser humano es lo importante, el individuo es el que realmente genera creatividad y competencia. En países desarrollados, el policía patrulla en un vehículo solo y con una cámara de TV y cada cual asume su responsabilidad profesional. La persona sustituye a la patrulla, al colectivo. Hay que promover el desarrollo y el ejercicio de la responsabilidad individual y dejar la colectivización y el corporativismo de un lado, sobre todo cuando de eficacia se trata. Seguir con un modelo donde la persona no vale más que para obedecer, no cuenta con comodidades básicas, está sometido a sus jefes y alejado de su familia, vive en cuarteles de forma colectiva y muchas más cosas, es promover guetos y generar un modelo disfuncional que termina por producir externalidades negativas como las que muchos han sufrido. Ahí está el reto para los funcionarios honestos y para quienes de verdad aman su trabajo, que también los hay. ¿Qué parte de los tres mil millones que quiere de más el gobierno se destinarán para esto?. ¿Está el ser humano contemplado en las nuevas estrategias de “modernización” policial?.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Defensa y recursos
Recientemente el presidente hizo algunas declaraciones en relación con el aumento de efectivos del Ejército para enfrentar la situación de inseguridad existente y tener un control efectivo del territorio nacional, algo que pregonó durante su campaña electoral, quejándose de que otros, al replegar a las fuerzas militares, habían dejado espacios vacíos para que operaran grupos delincuenciales. Como si de un plan estratégico se tratara, se limitó a quitar fuerzas de un sitio y ponerlas en otro.
La voluntad política no está en los discursos, sino en el presupuesto que los sustentan. El presupuesto de defensa 2009 contempla 54 millones menos que el actual. ¿Dónde se refleja la capacidad de incrementar efectivos y mejorar las cosas?. En el preámbulo, se proclama con firmeza la voluntad de contar con un Ejército disuasivo, de alta movilidad y despliegue rápido, cuando la asignación real para inversión es únicamente de 1 millón. ¿Se pueden conseguir los fines indicados con esa patética y miserable cantidad?. ¿Cómo se consigue disuasión sin medios y tecnología?.
El concepto defensa y seguridad interna, a la sazón el más importante de la Institución, sino el único, tiene una reducción de 121 millones (-13%), lo que dificultará más el cumplimiento de la misión. De los ocho subprogramas, los únicos que descienden son los denominados: Independencia, Soberanía e Integridad del Territorio (-26%) y Misiones Militares en el Exterior (-11%), los demás se incrementan, pero se refieren a asistencia social, educación, regulación de espacios acuáticos y construcción y cartografía. Seguiremos con un Ejército que no puede cumplir las misiones que le encomienda la Constitución. ¿Quién está ahora impidiendo su labor?, ¿quién asegurando aquellos corredores?, ¿de qué se quejaba el comandante general del ejército cuando era candidato?, ¿no está haciendo lo mismo?.
Finalmente, se asignan algo más de 92 millones para alimentación. Si dividimos el monto entre los días del año y el número de efectivos (excluidos los que apoyan a Gobernación), veremos que para los tres tiempos de comida, cada soldado dispone de la cantidad de 16 Q. ¿Me pueden decir quién come con esa cantidad tres veces al día?. ¿Qué esperan de la gestión del comandante que tenga que dar de comer a la tropa: milagros, soborno, robo o malversación de fondos?. ¿Por qué para los comedores populares no se recetan la misma cantidad?. ¿Sabe usted cuánto tiene cada preso para comer al día?. Este presupuesto es una descarada burla y pone de manifiesto la falacia del discurso político en relación con el incremento de la seguridad, no digamos de la defensa. Luego habrá que negociar partidas extraordinarias o echarle la culpa a los que no quieren más impuestos.
El botón de la guinda lo agregan algunas transferencias al IPM que se corresponden, en parte, con la cantidad que se guevearon ciertos funcionarios de la época portillista. ¿A qué se espera para avanzar con los procesos penales contra aquel atajo de ladrones?. Las mismas mentiras, idénticas elucubraciones y nula resolutividad y preocupación por la seguridad, la defensa y por un colectivo, el militar, que es apaleado cada vez que muchos abren la boca. Luego se acude a ellos rápidamente para que salven de los espías instala-micrófonos, de los problemas en las cárceles, de los incendios en la selva, repartan fertilizante, sean socorristas, ayuden a damnificados, patrullen en las calles, organicen unidades de boinas verdes…..., o porque los solicitan, por seguridad, ciertas comunidades. ¿Acaso no es la seguridad la mejor política social?. ¡Cuánta hipocresía!.
La voluntad política no está en los discursos, sino en el presupuesto que los sustentan. El presupuesto de defensa 2009 contempla 54 millones menos que el actual. ¿Dónde se refleja la capacidad de incrementar efectivos y mejorar las cosas?. En el preámbulo, se proclama con firmeza la voluntad de contar con un Ejército disuasivo, de alta movilidad y despliegue rápido, cuando la asignación real para inversión es únicamente de 1 millón. ¿Se pueden conseguir los fines indicados con esa patética y miserable cantidad?. ¿Cómo se consigue disuasión sin medios y tecnología?.
El concepto defensa y seguridad interna, a la sazón el más importante de la Institución, sino el único, tiene una reducción de 121 millones (-13%), lo que dificultará más el cumplimiento de la misión. De los ocho subprogramas, los únicos que descienden son los denominados: Independencia, Soberanía e Integridad del Territorio (-26%) y Misiones Militares en el Exterior (-11%), los demás se incrementan, pero se refieren a asistencia social, educación, regulación de espacios acuáticos y construcción y cartografía. Seguiremos con un Ejército que no puede cumplir las misiones que le encomienda la Constitución. ¿Quién está ahora impidiendo su labor?, ¿quién asegurando aquellos corredores?, ¿de qué se quejaba el comandante general del ejército cuando era candidato?, ¿no está haciendo lo mismo?.
Finalmente, se asignan algo más de 92 millones para alimentación. Si dividimos el monto entre los días del año y el número de efectivos (excluidos los que apoyan a Gobernación), veremos que para los tres tiempos de comida, cada soldado dispone de la cantidad de 16 Q. ¿Me pueden decir quién come con esa cantidad tres veces al día?. ¿Qué esperan de la gestión del comandante que tenga que dar de comer a la tropa: milagros, soborno, robo o malversación de fondos?. ¿Por qué para los comedores populares no se recetan la misma cantidad?. ¿Sabe usted cuánto tiene cada preso para comer al día?. Este presupuesto es una descarada burla y pone de manifiesto la falacia del discurso político en relación con el incremento de la seguridad, no digamos de la defensa. Luego habrá que negociar partidas extraordinarias o echarle la culpa a los que no quieren más impuestos.
El botón de la guinda lo agregan algunas transferencias al IPM que se corresponden, en parte, con la cantidad que se guevearon ciertos funcionarios de la época portillista. ¿A qué se espera para avanzar con los procesos penales contra aquel atajo de ladrones?. Las mismas mentiras, idénticas elucubraciones y nula resolutividad y preocupación por la seguridad, la defensa y por un colectivo, el militar, que es apaleado cada vez que muchos abren la boca. Luego se acude a ellos rápidamente para que salven de los espías instala-micrófonos, de los problemas en las cárceles, de los incendios en la selva, repartan fertilizante, sean socorristas, ayuden a damnificados, patrullen en las calles, organicen unidades de boinas verdes…..., o porque los solicitan, por seguridad, ciertas comunidades. ¿Acaso no es la seguridad la mejor política social?. ¡Cuánta hipocresía!.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Pikabu
A estas alturas sigue dando que hablar la historieta-ficción sobre el descubrimiento de aparatos de espionaje en la Casa Presidencial y otros lugares frecuentados por el presidente y su esposa.
Por ahora, las explicaciones están, como suele ser habitual, incompletas, difusas o manipuladas. Me imagino a un Quintanilla, que por ocho años cuidó al presidente, guardando toda la información que tiene. Con quién hablaba don Álvaro y doña Sandra, con quienes se reunían a comer, quienes financiaron su campaña, en qué condiciones lo hicieron y un larguísimo etcétera. No sé si será por eso que el presidente no le retiró su confianza hasta que la fiscalía emitió la orden de busca y captura.
Ocho años es demasiado tiempo para conocer a cualquiera y, cómo no, sus debilidades. Por ahora tenemos un prófugo que sabe demasiado y es posible que hasta tenga pruebas.
¿Qué pasará?. Muchos escenarios se pueden dar. El primero es que don Charlie no aparezca más. Dios no lo quiera. El segundo es que esté pactando su silencio. Es decir, no le intervienen sus empresas, le dejan vivir más o menos tranquilo y él deberá callar de por vida so pena que le caiga el peso de la ley, u otro peso. El tercero y mucho menos probable es que se conozcan interioridades del presidente, el vicepresidente, su esposa y otros actores involucrados en todo este circo político. Charlie necesita más que nunca a sus ángeles, pero sobre todo al de la guarda. Dice el MP que para buscarlo ha movilizado a treinta fiscales. ¿Por qué no harán lo mismo cuando roban, asesinan o secuestran a alguien?. Para esos casos “vulgares” no hay disponibilidad de investigadores. ¡Justicia igual para todos!.
¿Quiénes fueron los que descubrieron los burdos aparatos de espionaje?. Algunos creerán que fue la CIA o el FBI. Pocos pensarán que pudieron ser hijos de la revolución bolivariana, lo que es normal que así sea ya que ellos no tiene nada que ver con todo esto, verdad?. ¿Será que Charlie ha hecho como en las películas y ya guardó en una caja de seguridad copia de todo el material comprometedor?. Al fin de cuentas tiene mucha información del mandatario y su entorno y puede crear una crisis. Vamos, que con un adecuado chantaje manipula al gobierno salvo, eso sí, que el gobierno no tenga nada que ocultar y todo esté claro, cosa posible sobre todo ahora que se crea el viceministerio de la transparencia, aunque seguimos sin saber si los aparatos funcionaban (no hay grabaciones), si hubo denuncia del presidente o el MP actuó de oficio, quién ha visto los “sofisticados aparatos” o si se ha hablado con los “técnicos” del hallazgo. Solo se conoce, como siempre, la “versión oficial” que dudo mucho sea la buena.
Desde que aquella película de las Estrellas de la Línea reflejara sin querer la situación política nacional y ganara un premio, la realidad ha superado a la ficción. Contamos con excelentes guiones de sofisticados robos de dinero al estilo Ocean Eleven, donde los ladrones son muchos, un Superagente 86 y una Agente 99, el primero luchando contra el KAOS y la segunda por el CONTROL, una serie E.R. donde el protagonista va como loco de un sitio para otro y nadie entiende el motivo ni el fin y un Guategate con implicaciones nada claras de actores habituales. Todo ficción, al más puro estilo de Huite, donde se podría poner un letrero como aquel de Hollywood, total comienzan por la misma letra.
Por ahora, las explicaciones están, como suele ser habitual, incompletas, difusas o manipuladas. Me imagino a un Quintanilla, que por ocho años cuidó al presidente, guardando toda la información que tiene. Con quién hablaba don Álvaro y doña Sandra, con quienes se reunían a comer, quienes financiaron su campaña, en qué condiciones lo hicieron y un larguísimo etcétera. No sé si será por eso que el presidente no le retiró su confianza hasta que la fiscalía emitió la orden de busca y captura.
Ocho años es demasiado tiempo para conocer a cualquiera y, cómo no, sus debilidades. Por ahora tenemos un prófugo que sabe demasiado y es posible que hasta tenga pruebas.
¿Qué pasará?. Muchos escenarios se pueden dar. El primero es que don Charlie no aparezca más. Dios no lo quiera. El segundo es que esté pactando su silencio. Es decir, no le intervienen sus empresas, le dejan vivir más o menos tranquilo y él deberá callar de por vida so pena que le caiga el peso de la ley, u otro peso. El tercero y mucho menos probable es que se conozcan interioridades del presidente, el vicepresidente, su esposa y otros actores involucrados en todo este circo político. Charlie necesita más que nunca a sus ángeles, pero sobre todo al de la guarda. Dice el MP que para buscarlo ha movilizado a treinta fiscales. ¿Por qué no harán lo mismo cuando roban, asesinan o secuestran a alguien?. Para esos casos “vulgares” no hay disponibilidad de investigadores. ¡Justicia igual para todos!.
¿Quiénes fueron los que descubrieron los burdos aparatos de espionaje?. Algunos creerán que fue la CIA o el FBI. Pocos pensarán que pudieron ser hijos de la revolución bolivariana, lo que es normal que así sea ya que ellos no tiene nada que ver con todo esto, verdad?. ¿Será que Charlie ha hecho como en las películas y ya guardó en una caja de seguridad copia de todo el material comprometedor?. Al fin de cuentas tiene mucha información del mandatario y su entorno y puede crear una crisis. Vamos, que con un adecuado chantaje manipula al gobierno salvo, eso sí, que el gobierno no tenga nada que ocultar y todo esté claro, cosa posible sobre todo ahora que se crea el viceministerio de la transparencia, aunque seguimos sin saber si los aparatos funcionaban (no hay grabaciones), si hubo denuncia del presidente o el MP actuó de oficio, quién ha visto los “sofisticados aparatos” o si se ha hablado con los “técnicos” del hallazgo. Solo se conoce, como siempre, la “versión oficial” que dudo mucho sea la buena.
Desde que aquella película de las Estrellas de la Línea reflejara sin querer la situación política nacional y ganara un premio, la realidad ha superado a la ficción. Contamos con excelentes guiones de sofisticados robos de dinero al estilo Ocean Eleven, donde los ladrones son muchos, un Superagente 86 y una Agente 99, el primero luchando contra el KAOS y la segunda por el CONTROL, una serie E.R. donde el protagonista va como loco de un sitio para otro y nadie entiende el motivo ni el fin y un Guategate con implicaciones nada claras de actores habituales. Todo ficción, al más puro estilo de Huite, donde se podría poner un letrero como aquel de Hollywood, total comienzan por la misma letra.
martes, 16 de septiembre de 2008
De luto nacional
Tan preocupante, escandalosa, indignante y grotesca
es la situación política nacional
que no merece la pena decir nada.
Hoy solo silencio, hoy solo reflexión.
Meditemos sobre lo que como ciudadanos honrados
que no merece la pena decir nada.
Hoy solo silencio, hoy solo reflexión.
Meditemos sobre lo que como ciudadanos honrados
deberíamos de hacer.
--------------------------------------------
"Primero vinieron a buscar a los comunistas
y no dije nada porque yo no era comunista.
y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos
y no dije nada porque yo no era judío.
y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas
y no dije nada porque yo no era sindicalista.
y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos
y no dije nada porque yo era protestante.
y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces,
ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemöller
ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemöller
domingo, 7 de septiembre de 2008
¿Comprende usted ahora, señor?
Grave, realmente grave es lo que ha pasado en la Casa Presidencial. El presidente y parte de su equipo vigilados, intervenidas sus conversaciones y violada su privacidad. Una brutal vulneración de derechos esenciales y la sacudida más profunda a los cimientos de una democracia que no termina de asentarse. ¿Por qué si era un flagrante delito no se aplicó inmediata y contundentemente la ley?.Otro prófugo producto de la lentitud o del interés.
Me imagino el sentimiento de impotencia del gobierno ya que es similar al que notamos el resto de los ciudadanos diariamente cuando policías corruptos, juzgadores sin escrúpulos, congresistas deshonestos, ciertos políticos indignos y otros que también escuchan y graban, violan nuestros derechos. La diferencia es que al Bond guatemalteco lo nombró el presidente y debe responderse asimismo porqué lo hizo, mientras los demás sufrimos los embates de decisiones ajenas, de externalidades de otros.
El propio presidente retaba hace poco a los columnistas a fiscalizar su trabajo y me adhiero a ese desafío. Si su gabinete de prensa le hace un resumen de las veces que comentaristas y reporteros le han advertido sobre quien tenía a sus espaldas es posible que tenga suficiente literatura para su próximo viaje. En octubre pasado, esta prensa recogía sus declaraciones: “Sólo Barquín y Quintanilla podrían ocupar un cargo; sobre el resto del equipo de transición aún no hemos tomado decisión”, ¿de dónde le venía la confianza y seguridad en ese entonces?. Este año, en abril, algunos diputados le echaron en cara, y la prensa le advirtió, del enorme poder que estaba tomando: De acuerdo con diputados, Quintanilla está asumiendo funciones que, por ley, le competen al Ministerio de Gobernación. Hoy, el funcionario se entrevistará en Brasil con el director de Inteligencia del Ministerio de Seguridad, lo cual no está relacionado con la protección al gobernante Álvaro Colom, a lo que hizo caso omiso. Al cumplirse los seis primeros meses de gobierno, algunos analistas opinaron: Como hombres fuertes alrededor del presidente, pero con personalidades un tanto oscuras, citan a Carlos Quintanilla y a la familia Alejos, que manejan asuntos tan importantes como la seguridad, el Congreso y obra pública,…., pero algo debió pesar más que la razón y tampoco se produjeron cambios. Recién en agosto, relevos en el Ejército originaron algunas nuevas teorías reflejadas en medios escritos: Otras razones de los despidos son las reconocidas por Colom: “Incomodidad” del ministro de Defensa, Marco Tulio García, con parte del equipo que le fue impuesto en enero,….. En estos “incómodos” nombramientos fue decisiva la influencia de Carlos Quintanilla, secretario de Asuntos Administrativos y de Seguridad y asesor de Colom en materia de seguridad desde hace años. Cientos de advertencias y análisis auguraban la crisis, pero la contumacia presidencial la obvio.
Señor presidente, recuerde y anote que muchísimos de los que escribimos deseamos un país tan bueno, próspero y digno como al que usted dice aspirar y lo que hacemos es evidenciar las irregularidades y presentarlas tal cual pensamos que son y no siempre como su entorno próximo las muestra. Es muy triste, penoso y lamentable lo sucedido, pero debe servir para aprender y no para cerrarse más. Sobre otros personajes y asuntos se le está proporcionando suficiente información pública pero pareciera que vamos en la misma dirección. Deploro profundamente y condeno lo que ha pasado, pero creo que ahora comprende usted mejor como nos sentimos ante su pasividad e inoperancia en algunos temas. Ya sabemos quien se ha ido pero, ¿quién se queda ahora, de verdad, a cargo?. ¡Esperemos que no sea peor.!
Me imagino el sentimiento de impotencia del gobierno ya que es similar al que notamos el resto de los ciudadanos diariamente cuando policías corruptos, juzgadores sin escrúpulos, congresistas deshonestos, ciertos políticos indignos y otros que también escuchan y graban, violan nuestros derechos. La diferencia es que al Bond guatemalteco lo nombró el presidente y debe responderse asimismo porqué lo hizo, mientras los demás sufrimos los embates de decisiones ajenas, de externalidades de otros.
El propio presidente retaba hace poco a los columnistas a fiscalizar su trabajo y me adhiero a ese desafío. Si su gabinete de prensa le hace un resumen de las veces que comentaristas y reporteros le han advertido sobre quien tenía a sus espaldas es posible que tenga suficiente literatura para su próximo viaje. En octubre pasado, esta prensa recogía sus declaraciones: “Sólo Barquín y Quintanilla podrían ocupar un cargo; sobre el resto del equipo de transición aún no hemos tomado decisión”, ¿de dónde le venía la confianza y seguridad en ese entonces?. Este año, en abril, algunos diputados le echaron en cara, y la prensa le advirtió, del enorme poder que estaba tomando: De acuerdo con diputados, Quintanilla está asumiendo funciones que, por ley, le competen al Ministerio de Gobernación. Hoy, el funcionario se entrevistará en Brasil con el director de Inteligencia del Ministerio de Seguridad, lo cual no está relacionado con la protección al gobernante Álvaro Colom, a lo que hizo caso omiso. Al cumplirse los seis primeros meses de gobierno, algunos analistas opinaron: Como hombres fuertes alrededor del presidente, pero con personalidades un tanto oscuras, citan a Carlos Quintanilla y a la familia Alejos, que manejan asuntos tan importantes como la seguridad, el Congreso y obra pública,…., pero algo debió pesar más que la razón y tampoco se produjeron cambios. Recién en agosto, relevos en el Ejército originaron algunas nuevas teorías reflejadas en medios escritos: Otras razones de los despidos son las reconocidas por Colom: “Incomodidad” del ministro de Defensa, Marco Tulio García, con parte del equipo que le fue impuesto en enero,….. En estos “incómodos” nombramientos fue decisiva la influencia de Carlos Quintanilla, secretario de Asuntos Administrativos y de Seguridad y asesor de Colom en materia de seguridad desde hace años. Cientos de advertencias y análisis auguraban la crisis, pero la contumacia presidencial la obvio.
Señor presidente, recuerde y anote que muchísimos de los que escribimos deseamos un país tan bueno, próspero y digno como al que usted dice aspirar y lo que hacemos es evidenciar las irregularidades y presentarlas tal cual pensamos que son y no siempre como su entorno próximo las muestra. Es muy triste, penoso y lamentable lo sucedido, pero debe servir para aprender y no para cerrarse más. Sobre otros personajes y asuntos se le está proporcionando suficiente información pública pero pareciera que vamos en la misma dirección. Deploro profundamente y condeno lo que ha pasado, pero creo que ahora comprende usted mejor como nos sentimos ante su pasividad e inoperancia en algunos temas. Ya sabemos quien se ha ido pero, ¿quién se queda ahora, de verdad, a cargo?. ¡Esperemos que no sea peor.!
lunes, 1 de septiembre de 2008
?Y la seguridad, qué?
La pasada campaña electoral giró fundamentalmente sobre el tema de la seguridad. Uno la ofrecía con “mano dura” y el otro, le contestaba que él la conseguiría “con inteligencia”. Como suele ocurrir con las promesas electoreras, a estas alturas del año ni la una, ni la otra.
Muchas administraciones han olvidado cual es su principal deber. La seguridad y la justica claman en el desierto, antes el autismo gubernamental. La policía es un desastre sin solución que de vez en cuando se le mete al carro o en su casa a extorsionarle o robarle. El sistema judicial sirve para casi todo, menos para propiciar justicia. No hay voluntad de arreglar prisiones y, a pesar de que ya van tres directores este año, el fondo de corruptela y desidia es el de costumbre ya que todos apuestan a un equilibrio inestable sin soluciones de largo plazo. Mejor no ser detenido si no quiere que cualquier deshonesto de la cadena de custodia le saque pisto a perpetuidad. El gasto de gobierno es cada vez más ineficiente. En los presupuestos de este año el sistema penitenciario tiene menos asignación que el pasado y el ejército y la policía apenas cuentan con recursos para cubrir gastos corrientes. Sin embargo, los magos del Congreso hacen desaparecer más de ochenta millones y otras dependencias del Estado devuelven, por falta de ejecución, más de cuatrocientos. En esas lamentables condiciones de gestión, se atiende una solicitud de ampliación de presupuesto y doña Sandra aprovecha y pide mil cien millones más para su programa de Cohesión Social, sin contar las ingentes cantidades que el sistema goebbeliano de la UNE dilapida en propaganda inútil, sectaria y absurda, pero cara, muy cara.
Se pueden contar más muertes violentas en un día que en muchos países europeos en un año. La mayoría de los casos que se denuncian en el MP quedan impunes y ese ridículo porcentaje que dicen llega a los juzgados termina por diluirse en dimes y diretes de amparos y otras artimañas judiciales. Nos quejamos, pero aquí nada ha cambiado, salvo la versión del presidente que al inicio decía que habría resultados en los primeros meses y ahora pide paciencia. Señor, los más de 3500 muertos violentos que llevamos en lo que va de año (chóferes de bus incluidos), le prometen paciencia eterna, pero los vivos le reclamamos resultados más inmediatos o el reconocimiento de su desinterés o ineficacia.
El modelo de la PNC no es el adecuado. Hay que decir claramente que es producto de lo estipulado en los Acuerdos de Paz y que muchos oenegistas y otros expertos han estado asesorando, por años, a los distintos gobiernos para conformar esa organización, si bien ahora se esconden entre ridículas elucubraciones y no afrontan la responsabilidad que tienen en el fracaso. Los éxitos en la captura de Manolito y de alguna banda de secuestradores, son pétalos de una flor marchita y excepciones que no hacen la regla.
Vivimos en un absoluto desamparo y no se percibe solución a corto plazo porque no hay ni voluntad ni bemoles ni cojones, para arreglar el problema. Prometieron seguridad, se les eligió para ello y, sin embargo, se dedican a otras cosas políticamente más productivas. ¿Para qué le vale a la viejita su estufa con tambo incluido si luego no puede comprar el gas o la asesina el marero de turno?. La foto, sin embargo, presenta a la pareja presidencial bien sonrientes. ¿De qué?, me pregunto.
Mi confianza en el ministro de gobernación.
Muchas administraciones han olvidado cual es su principal deber. La seguridad y la justica claman en el desierto, antes el autismo gubernamental. La policía es un desastre sin solución que de vez en cuando se le mete al carro o en su casa a extorsionarle o robarle. El sistema judicial sirve para casi todo, menos para propiciar justicia. No hay voluntad de arreglar prisiones y, a pesar de que ya van tres directores este año, el fondo de corruptela y desidia es el de costumbre ya que todos apuestan a un equilibrio inestable sin soluciones de largo plazo. Mejor no ser detenido si no quiere que cualquier deshonesto de la cadena de custodia le saque pisto a perpetuidad. El gasto de gobierno es cada vez más ineficiente. En los presupuestos de este año el sistema penitenciario tiene menos asignación que el pasado y el ejército y la policía apenas cuentan con recursos para cubrir gastos corrientes. Sin embargo, los magos del Congreso hacen desaparecer más de ochenta millones y otras dependencias del Estado devuelven, por falta de ejecución, más de cuatrocientos. En esas lamentables condiciones de gestión, se atiende una solicitud de ampliación de presupuesto y doña Sandra aprovecha y pide mil cien millones más para su programa de Cohesión Social, sin contar las ingentes cantidades que el sistema goebbeliano de la UNE dilapida en propaganda inútil, sectaria y absurda, pero cara, muy cara.
Se pueden contar más muertes violentas en un día que en muchos países europeos en un año. La mayoría de los casos que se denuncian en el MP quedan impunes y ese ridículo porcentaje que dicen llega a los juzgados termina por diluirse en dimes y diretes de amparos y otras artimañas judiciales. Nos quejamos, pero aquí nada ha cambiado, salvo la versión del presidente que al inicio decía que habría resultados en los primeros meses y ahora pide paciencia. Señor, los más de 3500 muertos violentos que llevamos en lo que va de año (chóferes de bus incluidos), le prometen paciencia eterna, pero los vivos le reclamamos resultados más inmediatos o el reconocimiento de su desinterés o ineficacia.
El modelo de la PNC no es el adecuado. Hay que decir claramente que es producto de lo estipulado en los Acuerdos de Paz y que muchos oenegistas y otros expertos han estado asesorando, por años, a los distintos gobiernos para conformar esa organización, si bien ahora se esconden entre ridículas elucubraciones y no afrontan la responsabilidad que tienen en el fracaso. Los éxitos en la captura de Manolito y de alguna banda de secuestradores, son pétalos de una flor marchita y excepciones que no hacen la regla.
Vivimos en un absoluto desamparo y no se percibe solución a corto plazo porque no hay ni voluntad ni bemoles ni cojones, para arreglar el problema. Prometieron seguridad, se les eligió para ello y, sin embargo, se dedican a otras cosas políticamente más productivas. ¿Para qué le vale a la viejita su estufa con tambo incluido si luego no puede comprar el gas o la asesina el marero de turno?. La foto, sin embargo, presenta a la pareja presidencial bien sonrientes. ¿De qué?, me pregunto.
Mi confianza en el ministro de gobernación.
lunes, 25 de agosto de 2008
Maldita Corrupción
Es imposible desayunar un día sin que tengamos que bajar la vista vergonzosamente y reflexionar sobre la corrupción. El tema ha pasado de ser criminalmente perseguible, a preocupantemente sanitario. Duele el estómago, el hígado se hincha, el espíritu se encoleriza y la dignidad provoca una suerte de léxico que termina por aflorar entre dientes y se acuerda de todos los malditos corruptos, y de sus madres.
Algunos funcionarios públicos son una auténtica vergüenza para el país, para la política y para el colectivo humano. Roban y despilfarran con desvergüenza y con la cara dura propia del pícaro medieval, pero sin la gracia de aquel. Nada les importa, se mofan, se burlan y nos tratan de bobos. Dos ex presidentes del Congreso cuestionados que ponen cara de circunstancia como si con ellos no fuera el tema del desvío de fondos públicos. ¿Se conducirán con ese grado de aparente estupidez en sus empresas privadas y sus finanzas particulares?. ¿Dejarán que otros las manejen como lo han permitido con esos fondos?. Dos ex presidentes de la república huidos con cientos de millones sustraídos. Uno se los peló cash y otro a través de transferencias de dependencias estatales y ministros allegados. Los menos, purgan sus crímenes en cárceles donde todo se compra o se vende. El MP parece apartar la vista de ciertas causas, cuando no las pierde, extravía o sencillamente no avanza en la investigación. Los diputados se asombran de lo que ocurre y rasgan sus levitas: ¿a qué se dedicarán si no se enteran de lo que pasa en su lugar de trabajo?. ¿O sí?. Por último, el presidente de turno, hace como el mico: no ve, no oye, no habla y seguimos sin saber qué pasó con el pisto desviado a su sobrina política -exitosa empresaria juvenil-, los alcaldes de su partido que distrajeron fondos municipales, los que se recetan altas comisiones, los ministros que usan trucos para el reparto de fertilizante, los que prorrogan interesadamente los contratos de provisión de medicinas, los fideicomisos, los funcionarios de ciertas secretarías que promueven el nepotismo, el cheque de Q500 mil que cobro la UNE pero que no lo cobró, el dispendio en gastos sociales, las ONG,s que malversan, los inspectores de trabajo que sobornan, los funcionarios de migración y aduanas que cobran indebidamente, personeros del IGSS que se auto recetan pensiones fantasmas y así sucesivamente. No nos engañemos. ¿Cuántos financistas y amigos quedan todavía por contentar?.
Corrupción en la política, en las escuelas que certifican a hijos de sindicalistas, en la universidad que expide títulos y paraliza la investigación, en los juzgados donde las causas se pierden o los que tienen que notificar cobran por no hacerlo, en el policía que te hace el alto y se despacha algunos quetzalitos, en aquellos a quienes “se les olvida” entregar la factura del consumo realizado, en los que acreditan miles de quetzales de combustible en un solo día o en los que copian tarjetas de crédito. Corrupción maldita en los que ocupan puestos públicos y pretenden robar los días que llegan a trabajar, en los que venden prebendas, en quienes predican un discurso y aplican otro diferente, en aquellos que dicen amar a su país pero realmente le importa un bledo, en quienes ponen su mano en el corazón para cantar el himno nacional y están pensando como joder al prójimo, en los que paralizan la ciudad con reclamos “pacíficos y sociales”. Maldita la corrupción que nos hunde, nos humilla, nos envuelve y nos coloca en la cola del progreso.
Algunos funcionarios públicos son una auténtica vergüenza para el país, para la política y para el colectivo humano. Roban y despilfarran con desvergüenza y con la cara dura propia del pícaro medieval, pero sin la gracia de aquel. Nada les importa, se mofan, se burlan y nos tratan de bobos. Dos ex presidentes del Congreso cuestionados que ponen cara de circunstancia como si con ellos no fuera el tema del desvío de fondos públicos. ¿Se conducirán con ese grado de aparente estupidez en sus empresas privadas y sus finanzas particulares?. ¿Dejarán que otros las manejen como lo han permitido con esos fondos?. Dos ex presidentes de la república huidos con cientos de millones sustraídos. Uno se los peló cash y otro a través de transferencias de dependencias estatales y ministros allegados. Los menos, purgan sus crímenes en cárceles donde todo se compra o se vende. El MP parece apartar la vista de ciertas causas, cuando no las pierde, extravía o sencillamente no avanza en la investigación. Los diputados se asombran de lo que ocurre y rasgan sus levitas: ¿a qué se dedicarán si no se enteran de lo que pasa en su lugar de trabajo?. ¿O sí?. Por último, el presidente de turno, hace como el mico: no ve, no oye, no habla y seguimos sin saber qué pasó con el pisto desviado a su sobrina política -exitosa empresaria juvenil-, los alcaldes de su partido que distrajeron fondos municipales, los que se recetan altas comisiones, los ministros que usan trucos para el reparto de fertilizante, los que prorrogan interesadamente los contratos de provisión de medicinas, los fideicomisos, los funcionarios de ciertas secretarías que promueven el nepotismo, el cheque de Q500 mil que cobro la UNE pero que no lo cobró, el dispendio en gastos sociales, las ONG,s que malversan, los inspectores de trabajo que sobornan, los funcionarios de migración y aduanas que cobran indebidamente, personeros del IGSS que se auto recetan pensiones fantasmas y así sucesivamente. No nos engañemos. ¿Cuántos financistas y amigos quedan todavía por contentar?.
Corrupción en la política, en las escuelas que certifican a hijos de sindicalistas, en la universidad que expide títulos y paraliza la investigación, en los juzgados donde las causas se pierden o los que tienen que notificar cobran por no hacerlo, en el policía que te hace el alto y se despacha algunos quetzalitos, en aquellos a quienes “se les olvida” entregar la factura del consumo realizado, en los que acreditan miles de quetzales de combustible en un solo día o en los que copian tarjetas de crédito. Corrupción maldita en los que ocupan puestos públicos y pretenden robar los días que llegan a trabajar, en los que venden prebendas, en quienes predican un discurso y aplican otro diferente, en aquellos que dicen amar a su país pero realmente le importa un bledo, en quienes ponen su mano en el corazón para cantar el himno nacional y están pensando como joder al prójimo, en los que paralizan la ciudad con reclamos “pacíficos y sociales”. Maldita la corrupción que nos hunde, nos humilla, nos envuelve y nos coloca en la cola del progreso.
lunes, 18 de agosto de 2008
Nacionalizar y nacionalismo
Inquietante es la disputa aparecida en diversos medios entre la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) y la Empresa Eléctrica de Guatemala (EEGSA). Según la primera, le corresponde fijar las tarifas de distribución, remitiéndose la segunda al debido proceso que determina la correspondiente Ley General de Electricidad que en su artículo 75 contempla, caso de discrepancias, el nombramiento de una Comisión Pericial (CP).
Al llegar el asunto a ese punto, se conformó una CP integrada por tres expertos. Uno, nombrado por cada una de las partes y, otro, de común acuerdo. Los peritos emitieron su informe y todos hubiésemos pensado que sería el final del conflicto, sin embargo, la CNEE, consideró que el informe no era vinculante, sino informativo y decidió ignorarlo, fijando sus propias tarifas. El artículo en cuestión dice textualmente que la CP, “…, se pronunciará sobre las discrepancias…”, debiendo echar mano del diccionario de la lengua española, tal y como indica el marco legal vigente, para saber que se entiende por pronunciar, y que no es otra cosa que determinar o resolver. Es decir, la CP resuelve con su propuesta y da por terminado el conflicto entre las partes. Creo que encaja perfectamente en el espíritu de la ley de huir de un monopolio decisor de la CNEE y proponer un arbitraje regulado por expertos que equilibre el proceso. No obstante, la CNEE desconoció esa interpretación y el informe. ¿Para qué entonces contempla la ley una CP si la CNEE concentra finalmente el poder?. No tiene sentido el proceso sino es con el elemento vinculante arbitral de la CP (equilibrio de poderes).
Con los precios fijados para los próximos cinco años, por cierto menores que los usados en los cinco pasados a pesar de una importante inflación acumulada, la EEGSA está técnicamente en quiebra por lo que se le puede dificultar cumplir, en el mediano plazo, con sus compromisos, a pesar de que por ahora todo está sujeto a decisión judicial. ¿Por qué la CNNE ignora el informe pericial que ella misma apoya y en el que participa?. ¿Cuál es la razón de fijar unos precios muy por debajo de aquellos con los que se operaba y menores que los que emplean otras distribuidoras?. ¿Es una decisión técnica o una maniobra política?.
La intervención y nacionalización está contemplada en la ley citada. Se puede llegar por muchas vías y las primeras piedras parecen haberse anclado al terreno, exaltación nacionalista incluida. El escenario más peligroso es la vuelta a un Estado-propietario con los males que la historia nos enseña. La incertidumbre que genera el problema es un malísimo mensaje para todos, especialmente para aquellos que tienen que invertir y ven que los criterios cambian caprichosamente o tienen que debatirse en tribunales, sobre todo cuando vemos que una jueza admite un amparo el día 30 de julio y lo revoca el 31. Con el amparo vigente, la CNEE envía a publicar el decreto que fija las tarifas. ¿Acaso sabía que al día siguiente la jueza iba a revocar su decisión o se arriesgó a ello a pesar de predicar que son escrupulosos con la observancia de la ley?. El Congreso, incapaz de resolver sus asuntos relacionados con la corruptela, echa más leña al fuego y declara su apoyo a la CNEE. ¡Pura hipocresía!. ¿Quién gana con todo esto?, quizás algún financista de la UNE al que se le debe pisto y está relacionado con la energía eléctrica. Se admiten apuestas y se aceptan nombres.
Al llegar el asunto a ese punto, se conformó una CP integrada por tres expertos. Uno, nombrado por cada una de las partes y, otro, de común acuerdo. Los peritos emitieron su informe y todos hubiésemos pensado que sería el final del conflicto, sin embargo, la CNEE, consideró que el informe no era vinculante, sino informativo y decidió ignorarlo, fijando sus propias tarifas. El artículo en cuestión dice textualmente que la CP, “…, se pronunciará sobre las discrepancias…”, debiendo echar mano del diccionario de la lengua española, tal y como indica el marco legal vigente, para saber que se entiende por pronunciar, y que no es otra cosa que determinar o resolver. Es decir, la CP resuelve con su propuesta y da por terminado el conflicto entre las partes. Creo que encaja perfectamente en el espíritu de la ley de huir de un monopolio decisor de la CNEE y proponer un arbitraje regulado por expertos que equilibre el proceso. No obstante, la CNEE desconoció esa interpretación y el informe. ¿Para qué entonces contempla la ley una CP si la CNEE concentra finalmente el poder?. No tiene sentido el proceso sino es con el elemento vinculante arbitral de la CP (equilibrio de poderes).
Con los precios fijados para los próximos cinco años, por cierto menores que los usados en los cinco pasados a pesar de una importante inflación acumulada, la EEGSA está técnicamente en quiebra por lo que se le puede dificultar cumplir, en el mediano plazo, con sus compromisos, a pesar de que por ahora todo está sujeto a decisión judicial. ¿Por qué la CNNE ignora el informe pericial que ella misma apoya y en el que participa?. ¿Cuál es la razón de fijar unos precios muy por debajo de aquellos con los que se operaba y menores que los que emplean otras distribuidoras?. ¿Es una decisión técnica o una maniobra política?.
La intervención y nacionalización está contemplada en la ley citada. Se puede llegar por muchas vías y las primeras piedras parecen haberse anclado al terreno, exaltación nacionalista incluida. El escenario más peligroso es la vuelta a un Estado-propietario con los males que la historia nos enseña. La incertidumbre que genera el problema es un malísimo mensaje para todos, especialmente para aquellos que tienen que invertir y ven que los criterios cambian caprichosamente o tienen que debatirse en tribunales, sobre todo cuando vemos que una jueza admite un amparo el día 30 de julio y lo revoca el 31. Con el amparo vigente, la CNEE envía a publicar el decreto que fija las tarifas. ¿Acaso sabía que al día siguiente la jueza iba a revocar su decisión o se arriesgó a ello a pesar de predicar que son escrupulosos con la observancia de la ley?. El Congreso, incapaz de resolver sus asuntos relacionados con la corruptela, echa más leña al fuego y declara su apoyo a la CNEE. ¡Pura hipocresía!. ¿Quién gana con todo esto?, quizás algún financista de la UNE al que se le debe pisto y está relacionado con la energía eléctrica. Se admiten apuestas y se aceptan nombres.
lunes, 11 de agosto de 2008
La Comitiva
Me acabo de cruzar con una comitiva. Se veía venir desde lejos. Dos motoristas la encabezaban manoseando el aire como posesos, indicándonos que nos apartáramos como si sobráramos de donde estábamos. Detrás, un carro de policía. Luego, uno de guaruras. En medio, don importante, seguido de más guaruras y más policías. Las sirenas prendidas en tonos azul y rojo, ¡qué colorido!.
Les pela que estemos esperando en el semáforo o que vayamos a cruzar la calle, solo quieren que nos quitemos de en medio porque don importante lleva prisa. Quizá ni sabe a dónde va, pero va con prisa. Si usted es detenido o le hacen perder su tiempo, no importa, lo realmente trascendental es que don importante llegue en hora. ¿Por qué no saldrá, como usted y yo, un poquito más temprano?.
Durante las elecciones todos se llaman Guayo, Alvarito, Rafa, Meme, ¡put.!, y ahora son incapaces de hacer una filita de nada. Se acostumbran rápido a que tienen el paso libre. No recuerdo donde votamos eso, en qué ley está reflejado o por qué se permite. Desconozco una propuesta electoral que diga que a los importantes hay que dejarles pasar por encima nuestra, con chulería, sin pedir permiso y, además, que nos pueden intimidar con fusiles asomando por las ventanas de esos carro-guaruras que llevan delante y detrás.
Dicen que es por seguridad. En este país todo es por seguridad: el polarizado de los carros, la ley seca, las sirenas, cuando llegamos tarde, siempre la seguridad es la escusa. Eso es una carajada, ningún político corre peligro. A los ministros no se los echan porque nadie los conoce ya que los cambian cada mes. Quién carajo identifica a un ministro si cuando ya tienes todo planificado van y lo cesan. Al vice, na que ver. El siempre está en el extranjero, de viaje, y todo sabemos que en el extranjero no matan a nadie, así que tranqui. Y si fuera el presi, menos todavía. Torció el rumbo hace tiempo y nadie sabe adónde va, está perdido: ¿cómo lo van a localizar?. ¿Quiénes son entonces esos don importantes que de vez en cuando nos joden el turno en la cola del semáforo?. Tampoco son diputados porque esos prefieren pasar de puntillas, inadvertidos, como si no hubiesen roto un plato en su vida, sobre todo ahora con el escándalo del pisto-distraído y del doctor diputado, como su coetáneo de la Corte Suprema. ¡Joder llegar a esa edad con esos argumentos!. ¡Mi deber constitucional!, dice uno. ¡Yo no fui el del pisto!, arguye el otro. Todo hecho un asco y el culpable evadido.
¿Por qué no dedican esos guaruras y autopatrullas para detener a la gentuza que hunde miserablemente el país?. ¿Por qué no utilizan todo ese lujo de fuerza para darnos seguridad?. ¿Por qué coño no esperan su jodido turno en la fila y de paso se enteran de lo que cuesta moverse por la ciudad?.
Dicen que quieren arreglar las cosas, pero para ello hay que conocer las causas. Hay que estar su tiempito detrás de un busero fumao que va deteniéndose donde le da la gana y conduciendo como quiere. Ellos, los importantes, no se enteran de lo que pasa. Así nos va, se creen que todo marcha bien, que son buenos y eficientes, que van por el camino correcto y que los demás somos unos pendejillos sin importancia.
Ea musha, pon la sirena, meta la pata y retira a toda esa tribu de adelante. !Apártense, que voy!, dice don importante, mientras toma café y lee, sin prisas, esta columna.
Les pela que estemos esperando en el semáforo o que vayamos a cruzar la calle, solo quieren que nos quitemos de en medio porque don importante lleva prisa. Quizá ni sabe a dónde va, pero va con prisa. Si usted es detenido o le hacen perder su tiempo, no importa, lo realmente trascendental es que don importante llegue en hora. ¿Por qué no saldrá, como usted y yo, un poquito más temprano?.
Durante las elecciones todos se llaman Guayo, Alvarito, Rafa, Meme, ¡put.!, y ahora son incapaces de hacer una filita de nada. Se acostumbran rápido a que tienen el paso libre. No recuerdo donde votamos eso, en qué ley está reflejado o por qué se permite. Desconozco una propuesta electoral que diga que a los importantes hay que dejarles pasar por encima nuestra, con chulería, sin pedir permiso y, además, que nos pueden intimidar con fusiles asomando por las ventanas de esos carro-guaruras que llevan delante y detrás.
Dicen que es por seguridad. En este país todo es por seguridad: el polarizado de los carros, la ley seca, las sirenas, cuando llegamos tarde, siempre la seguridad es la escusa. Eso es una carajada, ningún político corre peligro. A los ministros no se los echan porque nadie los conoce ya que los cambian cada mes. Quién carajo identifica a un ministro si cuando ya tienes todo planificado van y lo cesan. Al vice, na que ver. El siempre está en el extranjero, de viaje, y todo sabemos que en el extranjero no matan a nadie, así que tranqui. Y si fuera el presi, menos todavía. Torció el rumbo hace tiempo y nadie sabe adónde va, está perdido: ¿cómo lo van a localizar?. ¿Quiénes son entonces esos don importantes que de vez en cuando nos joden el turno en la cola del semáforo?. Tampoco son diputados porque esos prefieren pasar de puntillas, inadvertidos, como si no hubiesen roto un plato en su vida, sobre todo ahora con el escándalo del pisto-distraído y del doctor diputado, como su coetáneo de la Corte Suprema. ¡Joder llegar a esa edad con esos argumentos!. ¡Mi deber constitucional!, dice uno. ¡Yo no fui el del pisto!, arguye el otro. Todo hecho un asco y el culpable evadido.
¿Por qué no dedican esos guaruras y autopatrullas para detener a la gentuza que hunde miserablemente el país?. ¿Por qué no utilizan todo ese lujo de fuerza para darnos seguridad?. ¿Por qué coño no esperan su jodido turno en la fila y de paso se enteran de lo que cuesta moverse por la ciudad?.
Dicen que quieren arreglar las cosas, pero para ello hay que conocer las causas. Hay que estar su tiempito detrás de un busero fumao que va deteniéndose donde le da la gana y conduciendo como quiere. Ellos, los importantes, no se enteran de lo que pasa. Así nos va, se creen que todo marcha bien, que son buenos y eficientes, que van por el camino correcto y que los demás somos unos pendejillos sin importancia.
Ea musha, pon la sirena, meta la pata y retira a toda esa tribu de adelante. !Apártense, que voy!, dice don importante, mientras toma café y lee, sin prisas, esta columna.
lunes, 4 de agosto de 2008
!Si yo fuera mujer!
Ignoro la razón por la que algunas mujeres no se desprenden del determinante “de” seguido del apellido del marido. Encontramos a Leonor de, a María de, a Carmen de, como si de propiedades se tratase. Tan fuerte es la sensación de pertenencia que nos fijamos más en el “dueño” que en la persona que presenta.
Si yo fuera mujer, me molestaría enormemente ser de nadie, como un objeto. Reclamaría ser yo misma y que me distinguieran por lo que soy o, a lo sumo, que mi esposo fuese igual de mío que yo de él: Luis de, Mario de…. Me dirán que el uso del apellido de casada es un derecho pero, hasta donde yo entiendo, los derechos son agregados que amplían mis oportunidades y no me las anulan ni reducen. Al usar el famoso “de” quedo como poseída por alguien. Además, sencillamente no me gusta y me resisto. ¿Acaso no puedo?.
Si yo fuera mujer, me opondría a que mis hijos tengan que apellidarse primero como su padre y luego como su madre. ¿Cuál es la razón para que la ley determine ese orden?. ¿No sería mejor que lo acordasen los padres?. Así, el apellido femenino no se perdería y, de forma complementaria, serviría para que algunos de mala familia se pudieran camuflar, aunque a los García García les diese igual un método que otro.
Si yo fuera mujer, me gustaría cortarle la mano a quien me la pretenda levantar con perversos propósitos. Sugiero que se las lave y mejor acaricie a sus hijos o vaya al baño a purgar sus frustraciones. Aconsejaría a mis hijas el estudio y la búsqueda de un empleo que les permitiesen ser independientes, para no tener que recoger calcetines de nadie ni mucho menos calzoncillos mojados de bolo nocturno. Si yo fuera mujer, no querría tener que depender de unos pocos de quetzales abandonados en la mesita por la noche o al amanecer, para tener que multiplicar, con ellos, los panes y los peces de las comidas de cada día. Dispondría de mi propio control de TV y estaría cambiando los canales como me diera la chingada gana: no más futbol, no más beisbol, no más chichudas.
Quiero, por encima de todo, vivir y disfrutar de la vida, de los árboles, del sol, de los zompopos y de mi entorno. Odio el sometimiento del macho que, después de marcharse de casa, pretende comprar eternamente mi vida con la amenaza del retiro de una miserable pensión sujeta al miedo de la violencia o al rapto de los hijos.
Si yo fuera mujer, tiraría una certera piedrecilla a esos ojos que te desnudan, te profanan, te inundan y, sobre todo, creen leer tu pensamiento y hacerlo concurrente con las sucias ideas de quien observa. Si yo fuera mujer, agradecería me pasasen la cuenta del restaurante y no me viesen la cara de pobre-dependiente del compañero de turno, como si mi tarjeta no tuviese fondos. En mi travesura, me pondría directa y violentamente detrás de cualquier hombre que va subido en un bus y me pegaría descaradamente a su espalda, hasta que se sonroje o le toque la nalga.
Si yo fuera mujer, proclamaría a los vientos mi esencia de mujer, de ser humano, de criatura perfecta, de dadora de vida, de hija complaciente, de madre sin igual, de espíritu libre, de infinita capacidad de comprensión, de belleza, de mente capaz, de resignación, de lucha, de voluntad, de honradez,…..
¡Si yo fuera mujer!.
Si yo fuera mujer, me molestaría enormemente ser de nadie, como un objeto. Reclamaría ser yo misma y que me distinguieran por lo que soy o, a lo sumo, que mi esposo fuese igual de mío que yo de él: Luis de, Mario de…. Me dirán que el uso del apellido de casada es un derecho pero, hasta donde yo entiendo, los derechos son agregados que amplían mis oportunidades y no me las anulan ni reducen. Al usar el famoso “de” quedo como poseída por alguien. Además, sencillamente no me gusta y me resisto. ¿Acaso no puedo?.
Si yo fuera mujer, me opondría a que mis hijos tengan que apellidarse primero como su padre y luego como su madre. ¿Cuál es la razón para que la ley determine ese orden?. ¿No sería mejor que lo acordasen los padres?. Así, el apellido femenino no se perdería y, de forma complementaria, serviría para que algunos de mala familia se pudieran camuflar, aunque a los García García les diese igual un método que otro.
Si yo fuera mujer, me gustaría cortarle la mano a quien me la pretenda levantar con perversos propósitos. Sugiero que se las lave y mejor acaricie a sus hijos o vaya al baño a purgar sus frustraciones. Aconsejaría a mis hijas el estudio y la búsqueda de un empleo que les permitiesen ser independientes, para no tener que recoger calcetines de nadie ni mucho menos calzoncillos mojados de bolo nocturno. Si yo fuera mujer, no querría tener que depender de unos pocos de quetzales abandonados en la mesita por la noche o al amanecer, para tener que multiplicar, con ellos, los panes y los peces de las comidas de cada día. Dispondría de mi propio control de TV y estaría cambiando los canales como me diera la chingada gana: no más futbol, no más beisbol, no más chichudas.
Quiero, por encima de todo, vivir y disfrutar de la vida, de los árboles, del sol, de los zompopos y de mi entorno. Odio el sometimiento del macho que, después de marcharse de casa, pretende comprar eternamente mi vida con la amenaza del retiro de una miserable pensión sujeta al miedo de la violencia o al rapto de los hijos.
Si yo fuera mujer, tiraría una certera piedrecilla a esos ojos que te desnudan, te profanan, te inundan y, sobre todo, creen leer tu pensamiento y hacerlo concurrente con las sucias ideas de quien observa. Si yo fuera mujer, agradecería me pasasen la cuenta del restaurante y no me viesen la cara de pobre-dependiente del compañero de turno, como si mi tarjeta no tuviese fondos. En mi travesura, me pondría directa y violentamente detrás de cualquier hombre que va subido en un bus y me pegaría descaradamente a su espalda, hasta que se sonroje o le toque la nalga.
Si yo fuera mujer, proclamaría a los vientos mi esencia de mujer, de ser humano, de criatura perfecta, de dadora de vida, de hija complaciente, de madre sin igual, de espíritu libre, de infinita capacidad de comprensión, de belleza, de mente capaz, de resignación, de lucha, de voluntad, de honradez,…..
¡Si yo fuera mujer!.
lunes, 28 de julio de 2008
Jodidos vamos
Unas declaraciones poco afortunadas del presidente en relación con el gobierno anterior obligan a recapacitar sobre el actual. Ciertos argumentos sobre si seis meses de gestión es poco tiempo para ofrecer resultados, se contrastan y contradicen con las actuaciones gubernamentales al cesar a dos ministros por ineficientes y cuestionarse a otros muchos cargos. Es decir, ellos si creen que ese es un plazo más que razonable para ver resultados, aunque interesadamente promuevan otras conclusiones.
La cortina de humo de Petrocaribe ha impedido que los medios de comunicación recojan con más detalle la debacle en la que está inmersa el gobierno de la UNE. No hay resultados positivos en ninguna de las áreas, se ha cambiado con más frecuencia de la deseable a personal de muy alto nivel y el afán de gasto crece desmesuradamente. Asistimos a un ajuste de poder donde todos quieren llevarse la mejor parte. El exabrupto presidencial obedece al descontento con las encuestas de percepción ciudadana y los pobrísimos resultados de su actuar político, lo que no es perdonable, sobre todo si consideramos que dispuso de ocho años y, consecuentemente, deberíamos estar viendo otros efectos si la planificación hubiese sido la adecuada y los compromisos no existieran. Esta administración está demasiado hipotecada. Con todos quiere estar bien, lo que le lleva a ese derroche de esfuerzos improductivos y a la afanosa búsqueda de dinero.
El gobernante se cree lo que termina presentándole su gabinete proselitista y deja de ver la realidad del panorama nacional. Con ingentes gastos en propaganda, pregonan que todo marcha bien y lo proclaman difundiendo la entrega de casas construidas en la anterior administración o la distribución de miserables canastas que son pan para hoy y hambre para mañana. Eso si, los fotógrafos, los aduladores y la divulgación del evento no faltan.
Presiento que el presidente es un capitán solitario en un barco a la deriva donde la tripulación lucha por salvarse y llevarse el botín en los mejores salvavidas. Algo así como una versión trágica de los Piratas del Caribe. Todavía tendrá que soportar la ruptura de su partido, la traición de muchos que aparentemente le apoyan y otras cuestiones de mayor calado que impactarán negativamente en la gobernanza del país. En resumen, está como el tango: más solo que nunca.Tras seis meses de gobierno, seguimos perdidos y sin dirección adecuada por la deriva que imprimen los intereses de muchos sectores. El vice viajero ha dejado de pregonar aquello de yo me haré cargo de “lo social” y tanto la educación como la sanidad, siguen hipotecadas por grupos mafiosos de distintos cuello. Los crímenes siguen creciendo y ya llevamos dos estados de prevención. El bajo porcentaje de ejecución del gasto público denota una falta de estrategia y, sin embargo, se pide más dinero. La infraestructura del país no avanza, salvo los baches que cada vez son más. Para agosto comenzará el show en el Congreso donde se desatará una lucha por el poder. El narcotráfico y las maras, campan a sus anchas. Las lluvias generan deslaves y sepultan a personas, como si nada hubiésemos aprendido del Mitch y del Stan. Ciertamente, la crisis internacional y la muerte de la Mocosita, no son culpa del gobierno. Sin embargo, esto es la crónica de una muerte anunciada, al mejor estilo del colombiano. ¡Loa a los optimistas!
La cortina de humo de Petrocaribe ha impedido que los medios de comunicación recojan con más detalle la debacle en la que está inmersa el gobierno de la UNE. No hay resultados positivos en ninguna de las áreas, se ha cambiado con más frecuencia de la deseable a personal de muy alto nivel y el afán de gasto crece desmesuradamente. Asistimos a un ajuste de poder donde todos quieren llevarse la mejor parte. El exabrupto presidencial obedece al descontento con las encuestas de percepción ciudadana y los pobrísimos resultados de su actuar político, lo que no es perdonable, sobre todo si consideramos que dispuso de ocho años y, consecuentemente, deberíamos estar viendo otros efectos si la planificación hubiese sido la adecuada y los compromisos no existieran. Esta administración está demasiado hipotecada. Con todos quiere estar bien, lo que le lleva a ese derroche de esfuerzos improductivos y a la afanosa búsqueda de dinero.
El gobernante se cree lo que termina presentándole su gabinete proselitista y deja de ver la realidad del panorama nacional. Con ingentes gastos en propaganda, pregonan que todo marcha bien y lo proclaman difundiendo la entrega de casas construidas en la anterior administración o la distribución de miserables canastas que son pan para hoy y hambre para mañana. Eso si, los fotógrafos, los aduladores y la divulgación del evento no faltan.
Presiento que el presidente es un capitán solitario en un barco a la deriva donde la tripulación lucha por salvarse y llevarse el botín en los mejores salvavidas. Algo así como una versión trágica de los Piratas del Caribe. Todavía tendrá que soportar la ruptura de su partido, la traición de muchos que aparentemente le apoyan y otras cuestiones de mayor calado que impactarán negativamente en la gobernanza del país. En resumen, está como el tango: más solo que nunca.Tras seis meses de gobierno, seguimos perdidos y sin dirección adecuada por la deriva que imprimen los intereses de muchos sectores. El vice viajero ha dejado de pregonar aquello de yo me haré cargo de “lo social” y tanto la educación como la sanidad, siguen hipotecadas por grupos mafiosos de distintos cuello. Los crímenes siguen creciendo y ya llevamos dos estados de prevención. El bajo porcentaje de ejecución del gasto público denota una falta de estrategia y, sin embargo, se pide más dinero. La infraestructura del país no avanza, salvo los baches que cada vez son más. Para agosto comenzará el show en el Congreso donde se desatará una lucha por el poder. El narcotráfico y las maras, campan a sus anchas. Las lluvias generan deslaves y sepultan a personas, como si nada hubiésemos aprendido del Mitch y del Stan. Ciertamente, la crisis internacional y la muerte de la Mocosita, no son culpa del gobierno. Sin embargo, esto es la crónica de una muerte anunciada, al mejor estilo del colombiano. ¡Loa a los optimistas!
martes, 22 de julio de 2008
¿Crisis o cambio?
Se entienden por crisis la variación brusca de una determinada situación a otra, mejor o peor. La crisis representa un punto de inflexión en la estabilidad de un sistema establecido de cosas que termina solucionándose al volver al nivel en el que se produjo la alteración. El proceso que tiene por finalidad regresar al estado inicial, es lo que se ha venido en denominar control, gestión y conducción de crisis.
En los últimos meses, venimos oyendo hablar de crisis económica, de petróleo, de gobierno, de valores y de otras muchas más. Pareciera que los esfuerzos de técnicos, economistas o políticos, se conducen a ver la forma de superar la crisis en la dirección antes indicada, esto es: estabilizarse en torno a los niveles previos. Sin embargo, pudiera ser que no estemos ante una crisis, sino ante un cambio que no terminamos de entender y mucho menos de aceptar.
El petróleo sube bruscamente, producto de muchos factores, entre ellos, el resurgir de economías asiáticas dormidas. Ciertos alimentos se han encarecido, en parte, como consecuencia de la promoción de los biocombustibles. La globalización ha flexibilizado y acrecentado la capacidad de elegir de las personas y les abre un mundo nuevo y diversificado. Cada vez hay más ofertas educativas virtuales y, los cambios en las presenciales, ponen en jaque los tradicionales procedimientos y cuestionan, hasta la médula, la labor del Estado en direccionarse hacia la enseñanza pública como modelo universal. El fracaso de los sistemas tradicionales de salud y pensiones, especialmente en los países europeos, ha incrementado las cargas impositivas y buscado mano de obra que permita mantener, aunque sea en coma, el sistema. La gestión pública tiene retos y exigencias ciudadanas en torno a la transparencia, la ejecución presupuestaria eficiente, la disponibilidad de la información y la eficacia del servidor público, entre otras.
Lo que estamos viviendo no es, en modo alguno, una crisis. Asistimos a un cambio de métodos, procedimientos y formas de interactuar, comunicarnos y organizarnos e incluso de nuevos valores. Hace poco una gran multinacional reconocía que, por primera vez, se adquiere más música a través de la web que por la compra de los tradicionales CD. El paradigma del reproductor de música tradicional con la publicidad del cantante y la venta empaquetada de un producto del que únicamente interesaba una o dos canciones, se derrumba, en beneficio de otra forma más eficiente. No hay crisis en el sector, si no un cambio radical que obliga a hacer las cosas de una forma distinta y acorde con la nueva demanda. Lo mismo está ocurriendo en la gestión pública, la salud, la educación, la infraestructura, las relaciones interpersonales, la información, etc. Somos protagonistas de un cambio, no de una crisis. Es necesario cambiar paradigmas, visualizar otros horizontes, comprender a las nuevas generaciones y sus formas de interactuar, generar organizaciones más eficientes y emplear métodos, no siempre tradicionales.
Las nuevas demandas han generado el cambio y producido nuevas forma de relación. Luchar por “resolver la crisis” es querer anclarse en el pasado y volver la vista hacia atrás, en lugar de apuntar el potencial creativo, hacia adelante. Las crisis se resuelven, los cambios se enfrentan. El capital humano toma el liderazgo del nuevo proceso y encabeza el ranking de la oferta. O lo vemos y nos lanzamos a por ello, o nos quedamos anclados en el tiempo.
En los últimos meses, venimos oyendo hablar de crisis económica, de petróleo, de gobierno, de valores y de otras muchas más. Pareciera que los esfuerzos de técnicos, economistas o políticos, se conducen a ver la forma de superar la crisis en la dirección antes indicada, esto es: estabilizarse en torno a los niveles previos. Sin embargo, pudiera ser que no estemos ante una crisis, sino ante un cambio que no terminamos de entender y mucho menos de aceptar.
El petróleo sube bruscamente, producto de muchos factores, entre ellos, el resurgir de economías asiáticas dormidas. Ciertos alimentos se han encarecido, en parte, como consecuencia de la promoción de los biocombustibles. La globalización ha flexibilizado y acrecentado la capacidad de elegir de las personas y les abre un mundo nuevo y diversificado. Cada vez hay más ofertas educativas virtuales y, los cambios en las presenciales, ponen en jaque los tradicionales procedimientos y cuestionan, hasta la médula, la labor del Estado en direccionarse hacia la enseñanza pública como modelo universal. El fracaso de los sistemas tradicionales de salud y pensiones, especialmente en los países europeos, ha incrementado las cargas impositivas y buscado mano de obra que permita mantener, aunque sea en coma, el sistema. La gestión pública tiene retos y exigencias ciudadanas en torno a la transparencia, la ejecución presupuestaria eficiente, la disponibilidad de la información y la eficacia del servidor público, entre otras.
Lo que estamos viviendo no es, en modo alguno, una crisis. Asistimos a un cambio de métodos, procedimientos y formas de interactuar, comunicarnos y organizarnos e incluso de nuevos valores. Hace poco una gran multinacional reconocía que, por primera vez, se adquiere más música a través de la web que por la compra de los tradicionales CD. El paradigma del reproductor de música tradicional con la publicidad del cantante y la venta empaquetada de un producto del que únicamente interesaba una o dos canciones, se derrumba, en beneficio de otra forma más eficiente. No hay crisis en el sector, si no un cambio radical que obliga a hacer las cosas de una forma distinta y acorde con la nueva demanda. Lo mismo está ocurriendo en la gestión pública, la salud, la educación, la infraestructura, las relaciones interpersonales, la información, etc. Somos protagonistas de un cambio, no de una crisis. Es necesario cambiar paradigmas, visualizar otros horizontes, comprender a las nuevas generaciones y sus formas de interactuar, generar organizaciones más eficientes y emplear métodos, no siempre tradicionales.
Las nuevas demandas han generado el cambio y producido nuevas forma de relación. Luchar por “resolver la crisis” es querer anclarse en el pasado y volver la vista hacia atrás, en lugar de apuntar el potencial creativo, hacia adelante. Las crisis se resuelven, los cambios se enfrentan. El capital humano toma el liderazgo del nuevo proceso y encabeza el ranking de la oferta. O lo vemos y nos lanzamos a por ello, o nos quedamos anclados en el tiempo.
martes, 15 de julio de 2008
Recuperar la razón
Con frecuencia se habla de ingobernabilidad o de falta de gobernanza en ciertos países y, como no, en Guatemala. Para ello se echa mano del índice correspondiente del Banco Mundial que, a su vez, está construido sobre seis variables diferentes, dos de la cuales son el Estado de Derecho (rule of law) y el control de la corrupción.
Pues bien, si usted toma los datos disponibles (1996-2007) y los ordena, comprobará que todos los países de la región tienen las más bajas calificaciones en esas dos variables. Los gobiernos se han olvidado de construir un auténtico Estado de Derecho y del deber de luchar contra la corrupción. En otras palabras, se ha hecho caso omiso de que la sociedad moderna se organiza en torno a esa ficción jurídica que es el Estado para obtener seguridad y justicia.
¿Qué ha ocurrido?. Sencillamente, el gobernante se ha dedicado a otras cosas y olvidado su principal razón de ser (civil servant o public servant). Con un discurso basado más en la emotividad que en el razón (Sartori lo expone en alguna de sus obras), el mensaje político ha tomado cierta deriva y se ha conducido rumbo a la cohesión social, la educación, la salud, los pobres, los colectivos marginados, el transporte público y gratuito, el ambientalismo y otros mensajes que la ciudadanía percibe con el corazón pero que no siempre tienen eco en la razón. No es casualidad, es producto de ciertas tendencias filosóficas posmodernistas, donde la razón fue desplazada y otras cosas ocuparon su lugar (J.J. Sebreli lo cuenta muy bien en El Olvido de la Razón).
Sin embargo, la racionalidad matemática comprueba que el fallo es continuo y sistemático. El Estado no cumple con sus cometidos y no proporciona el necesario grado de seguridad y justicia que permita, posteriormente, que el resto de condiciones se den por añadidura. No hay desarrollo social y superación de la pobreza, sin justicia. No hay salud o no sirve para mucho, si asesinan a los jóvenes porque nadie combate el alto índice de criminalidad. No hay medioambiente, si la propiedad privada no se asegura y respeta, mucho menos si se es permisivo ante las ocupaciones ilegales o incluso se justifican con argumentos irracionales. De nada vale la educación si no puede ejercerse la profesión o los costos de la inseguridad y la falta de justicia son tan elevados que impiden obtener la rentabilidad necesaria. En conclusión, nada sirve si la seguridad y la justicia no son valores que priman en la sociedad y se respetan los derechos del individuo por encima de todo, especialmente de los intereses de grupos.
Por desgracia, los Estados siguen gastando fortunas en no hacer mucho porque olvidaron su primer deber: proporcionar seguridad y justicia. Seguir tirando el presupuesto en otros rubros, sin arreglar primero aquellos, es abrir agujeros en el suelo, para luego volver a llenarlos de tierra. No hay convicción racional de esto y sí mucho de populismo emotivo que termina exaltando a las masas orteguianas y limitando el horizonte de lo estratégico al final del día.
¿Olvido, necedad o interés?. Quizá un poco de todo, aunque prime alguno de los argumentos en ciertos momentos. Lo que está claro es que ya llevamos mucho tiempo sin hacer bien las cosas y no parece que apuntemos a nada mejor. La recuperación de la razón frente a otros patrones de conducta, además de la ética, por supuesto, marcan el camino más adecuado.
Pues bien, si usted toma los datos disponibles (1996-2007) y los ordena, comprobará que todos los países de la región tienen las más bajas calificaciones en esas dos variables. Los gobiernos se han olvidado de construir un auténtico Estado de Derecho y del deber de luchar contra la corrupción. En otras palabras, se ha hecho caso omiso de que la sociedad moderna se organiza en torno a esa ficción jurídica que es el Estado para obtener seguridad y justicia.
¿Qué ha ocurrido?. Sencillamente, el gobernante se ha dedicado a otras cosas y olvidado su principal razón de ser (civil servant o public servant). Con un discurso basado más en la emotividad que en el razón (Sartori lo expone en alguna de sus obras), el mensaje político ha tomado cierta deriva y se ha conducido rumbo a la cohesión social, la educación, la salud, los pobres, los colectivos marginados, el transporte público y gratuito, el ambientalismo y otros mensajes que la ciudadanía percibe con el corazón pero que no siempre tienen eco en la razón. No es casualidad, es producto de ciertas tendencias filosóficas posmodernistas, donde la razón fue desplazada y otras cosas ocuparon su lugar (J.J. Sebreli lo cuenta muy bien en El Olvido de la Razón).
Sin embargo, la racionalidad matemática comprueba que el fallo es continuo y sistemático. El Estado no cumple con sus cometidos y no proporciona el necesario grado de seguridad y justicia que permita, posteriormente, que el resto de condiciones se den por añadidura. No hay desarrollo social y superación de la pobreza, sin justicia. No hay salud o no sirve para mucho, si asesinan a los jóvenes porque nadie combate el alto índice de criminalidad. No hay medioambiente, si la propiedad privada no se asegura y respeta, mucho menos si se es permisivo ante las ocupaciones ilegales o incluso se justifican con argumentos irracionales. De nada vale la educación si no puede ejercerse la profesión o los costos de la inseguridad y la falta de justicia son tan elevados que impiden obtener la rentabilidad necesaria. En conclusión, nada sirve si la seguridad y la justicia no son valores que priman en la sociedad y se respetan los derechos del individuo por encima de todo, especialmente de los intereses de grupos.
Por desgracia, los Estados siguen gastando fortunas en no hacer mucho porque olvidaron su primer deber: proporcionar seguridad y justicia. Seguir tirando el presupuesto en otros rubros, sin arreglar primero aquellos, es abrir agujeros en el suelo, para luego volver a llenarlos de tierra. No hay convicción racional de esto y sí mucho de populismo emotivo que termina exaltando a las masas orteguianas y limitando el horizonte de lo estratégico al final del día.
¿Olvido, necedad o interés?. Quizá un poco de todo, aunque prime alguno de los argumentos en ciertos momentos. Lo que está claro es que ya llevamos mucho tiempo sin hacer bien las cosas y no parece que apuntemos a nada mejor. La recuperación de la razón frente a otros patrones de conducta, además de la ética, por supuesto, marcan el camino más adecuado.
martes, 8 de julio de 2008
El negocio de Petrocaribe
No tiene sentido la adhesión a esa ficción comercial de Petrocaribe, salvo que pensemos mal. El abastecimiento de combustible está asegurado por la empresa privada, por lo que no hay ninguna necesidad de buscar nuevos suministradores. El precio al que Chávez nos venderá el crudo es exactamente el mismo al que se cotiza en el mercado internacional, es más, seguro que las empresas hacen esfuerzos por negociar mejor porque las utilidades le van en ello. Tercero, los empresarios terminarán teniendo que comprar el Estado-empresario, con las manipulaciones que el proceso, sin duda, conllevará. Hay que preguntarse en qué infraestructura el Estado recibirá el combustible. Si la crea, generará un enorme gasto innecesario y si se sirve de la empresarial que ya existe, estaremos o favoreciendo a algunos amigos del régimen o pactando en condiciones ventajosas con otros. Finalmente, el empresario pagará al gobierno el precio del combustible en su totalidad y, el gobierno, trasladará la mitad a Venezuela y se quedará, literalmente, con la otra mitad, aunque de camino nos hipoteca al 1% por 25 años. Nuestros hijos seguirán pagando la deuda contraída, producto de tan insigne “oportunidad mercantil”.
Al final, este negocio de Petrocaribe, no es ni más ni menos que una forma de conseguir dinero y gastarlo sin dar explicaciones que tienen los gobiernos amigos de Chávez. El caso más patético, controversial y cuestionado es el que ya tiene operativo el gobierno de Ortega, quien maneja a su antojo cientos de miles de dólares de esa forma. Esa es la línea en la que nos conduciremos, aunque dirán que el destino del dinero es para “gastos sociales”, cuento que nos siguen vendiendo a pesar de haber prorrogado por un año las concesiones a los tradicionales proveedores de medicamentos de la sanidad pública, algo que el vice dijo iba a arreglar. Supongo que será el día que haga escala en el país y se quede algunos días a enterarse de lo que pasa. O, de concederles dinero a los Alcaldes de la GANA, como compra de sus favores, eso si no hay un reparto entre los intereses de los diputados que apoyen el proyecto.
Desde que el presidente Colom llegó al gobierno giró drásticamente en la política de austeridad que había anunciado estruendosamente durante la campaña electoral. Dijo que suprimiría burocracia y que recortaría gastos. Lo que ha hecho ha sido, exactamente, lo contrario. Crearía empleo, generaría seguridad con inteligencia y potenciaría las viviendas, a pesar de que seguimos peor que en aquel entonces. Su mayor esfuerzo ha sido dedicarse a que el Congreso le aprobará créditos extraordinarios y préstamos para satisfacer las ansias gastadoras en los temas sociales, algo que, además, no llega a la población del interior, a pesar de la propaganda intensiva. Insiste en que necesita mucho más dinero y ahí está la nueva solicitud en torno a los 3000 millones y la supuesta reforma fiscal que pretende. Con Petrocaribe, terminará por contar con cerca de 3500 millones más cada año, una deuda con la dictadura chavista y una muestra del alejamiento de la órbita USA.
Nos hipotecamos con un gobierno totalitario, algo en sí mismo cuestionable, y nos unimos a un proyecto realmente nefasto y preocupante para la democracia, pero sobre todo para la economía y el desarrollo. Dentro de 25 años estaremos pagando el precio del préstamo y, además, el precio político del acercamiento a esos regímenes. ¡Otra genialidad!.
Al final, este negocio de Petrocaribe, no es ni más ni menos que una forma de conseguir dinero y gastarlo sin dar explicaciones que tienen los gobiernos amigos de Chávez. El caso más patético, controversial y cuestionado es el que ya tiene operativo el gobierno de Ortega, quien maneja a su antojo cientos de miles de dólares de esa forma. Esa es la línea en la que nos conduciremos, aunque dirán que el destino del dinero es para “gastos sociales”, cuento que nos siguen vendiendo a pesar de haber prorrogado por un año las concesiones a los tradicionales proveedores de medicamentos de la sanidad pública, algo que el vice dijo iba a arreglar. Supongo que será el día que haga escala en el país y se quede algunos días a enterarse de lo que pasa. O, de concederles dinero a los Alcaldes de la GANA, como compra de sus favores, eso si no hay un reparto entre los intereses de los diputados que apoyen el proyecto.
Desde que el presidente Colom llegó al gobierno giró drásticamente en la política de austeridad que había anunciado estruendosamente durante la campaña electoral. Dijo que suprimiría burocracia y que recortaría gastos. Lo que ha hecho ha sido, exactamente, lo contrario. Crearía empleo, generaría seguridad con inteligencia y potenciaría las viviendas, a pesar de que seguimos peor que en aquel entonces. Su mayor esfuerzo ha sido dedicarse a que el Congreso le aprobará créditos extraordinarios y préstamos para satisfacer las ansias gastadoras en los temas sociales, algo que, además, no llega a la población del interior, a pesar de la propaganda intensiva. Insiste en que necesita mucho más dinero y ahí está la nueva solicitud en torno a los 3000 millones y la supuesta reforma fiscal que pretende. Con Petrocaribe, terminará por contar con cerca de 3500 millones más cada año, una deuda con la dictadura chavista y una muestra del alejamiento de la órbita USA.
Nos hipotecamos con un gobierno totalitario, algo en sí mismo cuestionable, y nos unimos a un proyecto realmente nefasto y preocupante para la democracia, pero sobre todo para la economía y el desarrollo. Dentro de 25 años estaremos pagando el precio del préstamo y, además, el precio político del acercamiento a esos regímenes. ¡Otra genialidad!.
martes, 1 de julio de 2008
Despierta
Una vez más nos escandalizamos por los sucesos acaecidos recientemente en el Congreso. Algo similar ocurrió cuando desbancaron el IPM o el CHN, inyectaron millones en ciertos bancos, algunos se llevaron el dinero en furgones y con nocturnidad, se alteró una ley en el Congreso, los diputados intentaron, en dos ocasiones, subirse el salario o se contabilizaban más votos que diputados había presentes en las sesiones, ciertos mareros sindicales se pasearon por el Estado de Derecho, el Ejecutivo pecó reiteradamente de nepotismo o permitió un “jueves negro”, el Organismo Judicial se cuestiona innumerables veces y el MP no se sabe si sirve para algo. Eso sin contar con dos ex presidentes huidos, un subdirector de policía buscado, un jefe de tránsito perdido, un vice y algún ministro que cumplieron o siguen en prisión y otros muchos prófugos o escondidos como ratas. Con qué facilidad extendemos nuestro recuerdo a la “opresión” de los 500 años de la conquista o al flagelo de los 36 años de conflicto interno y, sin embargo, la memoria se nos bloquea en el pasado inmediato.
Somos un país de quejumbrosos que no terminamos de ponernos los pantalones para enfrentar los problemas de un Estado patrimonialista. A la clase política no le interesa conectar con la ciudadanía, es más, le pela. Hay un club privado donde ingresan una serie de personajes que consideran que el Estado es suyo y pueden hacer lo que les venga en gana. Manejan fondos a su capricho y con descaro. Creen que eso de la política es “un proyecto familiar” y así lo declaraba “victoriosamente” no ha mucho un grupo de diputados y políticos que se dedicarán, a partir de ahora, a esa “altruista y noble empresa”, sin olvidar que en otros municipios ocurre lo mismo. Con el cuento de que luchan por los pobres y desvalidos, terminan amansando fortunas, desvalijando las arcas públicas y situando a sus inútiles amigos en puestos que deberían concederse por méritos. Mientras, nosotros, los ciudadanos, nos seguimos lamentando día tras día, sin, de una vez por todas, tener los bemoles de mandarlos a donde se merecen casi todos: al carajo o a su casa, para que de verdad trabajen.
Por si fuera poco, nos encanta mendigar migajitas de ese otro pastel que es la ayuda internacional. Sería bueno leer la historia de Bélgica, Holanda, Suecia, Noruega o Suiza, para ver en qué momento despegaron a base de esos incentivos. Invadidos por tribus bárbaras por siglos, conquistados por vikingos con cara de mala leche y cuernos en el casco, cuando no por rudos españoles de los Tercios de Flandes, salieron adelante por ellos mismos. Supongo que un día, al mirarse al espejo, decidieron llenar su espíritu y mente de dignidad, seriedad, espíritu constructivo, pro actividad, ética en el comportamiento, trabajo duro, capacidad de hacer frente a los delincuentes, sean o no políticos, fuerza y valor para decir las cosas por su nombre y en la cara, sin vueltas, rodeos, tapujos ni vergüenza. Desecharon la hipocresía como forma habitual de comportamiento. Decidieron construir el país por el que habían soñado mirando hacia el futuro y, supongo, que así seguirían reflexionando un rato más en su soledad de seres humanos. No se quejaron, solamente actuaron. Fueron libres y decididos.Aquí seguimos lo mismo, porque no despertamos. Por si fuera poco hay quienes creen que vamos en el rumbo correcto. Supongo que querrán decir que estaremos jodidos por otra centuria.
Somos un país de quejumbrosos que no terminamos de ponernos los pantalones para enfrentar los problemas de un Estado patrimonialista. A la clase política no le interesa conectar con la ciudadanía, es más, le pela. Hay un club privado donde ingresan una serie de personajes que consideran que el Estado es suyo y pueden hacer lo que les venga en gana. Manejan fondos a su capricho y con descaro. Creen que eso de la política es “un proyecto familiar” y así lo declaraba “victoriosamente” no ha mucho un grupo de diputados y políticos que se dedicarán, a partir de ahora, a esa “altruista y noble empresa”, sin olvidar que en otros municipios ocurre lo mismo. Con el cuento de que luchan por los pobres y desvalidos, terminan amansando fortunas, desvalijando las arcas públicas y situando a sus inútiles amigos en puestos que deberían concederse por méritos. Mientras, nosotros, los ciudadanos, nos seguimos lamentando día tras día, sin, de una vez por todas, tener los bemoles de mandarlos a donde se merecen casi todos: al carajo o a su casa, para que de verdad trabajen.
Por si fuera poco, nos encanta mendigar migajitas de ese otro pastel que es la ayuda internacional. Sería bueno leer la historia de Bélgica, Holanda, Suecia, Noruega o Suiza, para ver en qué momento despegaron a base de esos incentivos. Invadidos por tribus bárbaras por siglos, conquistados por vikingos con cara de mala leche y cuernos en el casco, cuando no por rudos españoles de los Tercios de Flandes, salieron adelante por ellos mismos. Supongo que un día, al mirarse al espejo, decidieron llenar su espíritu y mente de dignidad, seriedad, espíritu constructivo, pro actividad, ética en el comportamiento, trabajo duro, capacidad de hacer frente a los delincuentes, sean o no políticos, fuerza y valor para decir las cosas por su nombre y en la cara, sin vueltas, rodeos, tapujos ni vergüenza. Desecharon la hipocresía como forma habitual de comportamiento. Decidieron construir el país por el que habían soñado mirando hacia el futuro y, supongo, que así seguirían reflexionando un rato más en su soledad de seres humanos. No se quejaron, solamente actuaron. Fueron libres y decididos.Aquí seguimos lo mismo, porque no despertamos. Por si fuera poco hay quienes creen que vamos en el rumbo correcto. Supongo que querrán decir que estaremos jodidos por otra centuria.
martes, 24 de junio de 2008
¿De origen o nacionalizado?
Tras la aprobación por el Parlamento Europeo de la ley contra la migración ilegal, muchas voces se han oído en el mundo y, cómo no, en el escenario nacional.
Algunas de ellas, de personajes tan notorios como Hugo Chávez o Evo Morales que, más sutiles en su proceder, no expulsan a migrantes sino que desalojan a empresas completas y, por supuesto, a los trabajadores extranjeros que en ellas laboran. Ni seguridad jurídica, ni derecho de propiedad, ni de trabajo. Ante la razón de Estado, esos colectivos, nada que objetar.
En el ruedo nacional, no podía ser menos. Organizaciones pro derechos humanos, el propio procurador y hasta la iglesia católica, condenan la discriminación y la vulneración de que son objeto los supuestos destinatarios de ese decreto.
No voy a analizar la norma, no es el caso, pero sí quiero reflexionar sobre la situación nacional que nadie se cuestiona y es el reflejo interno del asunto, especialmente ahora que las autoridades encargadas de velar por esos derechos se preocupan de lo pasa afuera, sin haberse detenido, ni por un instante, en mirar hacia adentro. Fácil eso de ver la paja y obviar la viga.
Los ilegales, que es el fondo de la norma de la UE, no solo son expulsados de otros lugares, sino también de Guatemala, en virtud de la aplicación de la ley vigente (Decreto 95-98), por tanto parece muy aventurado criticar si antes no somos capaces de cambiar nuestra igual postura. Añadido al tema, la Constitución en el artículo 107, da preferencia, en igualdad de condiciones, a los trabajadores guatemaltecos sobre los extranjeros y no permite que los últimos ganen más salario que los nacionales, sin que nadie haya hecho nada por modificarlo. El 122 y 123, limitan las propiedades a extranjeros. Y el 146, aún más espinoso, permite que, a pesar de estar nacionalizado, el extranjero sea considerado perpetuamente un ciudadano de segunda clase, ya que aunque cumpla con sus deberes, sus derechos estén vulnerados en otros artículos que le impiden, al no ser de origen, el acceso a determinados cargos. En las constituciones española y francesa, la palabra extranjero aparece una vez en cada una de ellas y es para privilegiar. En la guatemalteca, hasta cinco, para limitar. No he visto ninguna crítica interna por parte de esos personajes o colectivos que ahora, estentóreamente, se escandalizan. Pareciera que los europeos o norteamericanos son unos salvajes y resulta que allí, al adquirir la nacionalidad, se está en igualdad de condiciones que el de nacimiento. Aquí, por el contrario, no se pasa de ser vecino de segunda. Incluso se habla de guatemaltecos y pocas o ninguna vez, se oye la palabra ciudadano. ¿Por qué no promueven que cambie la ley nacional?. ¿Cuál es la razón de tan hipócrita conducta?. ¿Realmente defienden lo que predican o se hacen oír según el interés del momento?.
Ver lo mal que lo hacen los demás y olvidarse que en casa estamos peor, parece una conducta interesada y siempre hipócrita. Hay que ser consecuente con lo que se pregona. Los derechos humanos no es un tema de cantidad, sino de calidad. Es más fácil lanzar una acusación contra los cuatrocientos millones de europeos o norteamericanos por su escasa sensibilidad, que presentarle la misma propuesta al vecino de escaño o al representante político.
Sean religiosos, abogados o activistas, ¡lastimosa e interesada su forma de proceder!.
Algunas de ellas, de personajes tan notorios como Hugo Chávez o Evo Morales que, más sutiles en su proceder, no expulsan a migrantes sino que desalojan a empresas completas y, por supuesto, a los trabajadores extranjeros que en ellas laboran. Ni seguridad jurídica, ni derecho de propiedad, ni de trabajo. Ante la razón de Estado, esos colectivos, nada que objetar.
En el ruedo nacional, no podía ser menos. Organizaciones pro derechos humanos, el propio procurador y hasta la iglesia católica, condenan la discriminación y la vulneración de que son objeto los supuestos destinatarios de ese decreto.
No voy a analizar la norma, no es el caso, pero sí quiero reflexionar sobre la situación nacional que nadie se cuestiona y es el reflejo interno del asunto, especialmente ahora que las autoridades encargadas de velar por esos derechos se preocupan de lo pasa afuera, sin haberse detenido, ni por un instante, en mirar hacia adentro. Fácil eso de ver la paja y obviar la viga.
Los ilegales, que es el fondo de la norma de la UE, no solo son expulsados de otros lugares, sino también de Guatemala, en virtud de la aplicación de la ley vigente (Decreto 95-98), por tanto parece muy aventurado criticar si antes no somos capaces de cambiar nuestra igual postura. Añadido al tema, la Constitución en el artículo 107, da preferencia, en igualdad de condiciones, a los trabajadores guatemaltecos sobre los extranjeros y no permite que los últimos ganen más salario que los nacionales, sin que nadie haya hecho nada por modificarlo. El 122 y 123, limitan las propiedades a extranjeros. Y el 146, aún más espinoso, permite que, a pesar de estar nacionalizado, el extranjero sea considerado perpetuamente un ciudadano de segunda clase, ya que aunque cumpla con sus deberes, sus derechos estén vulnerados en otros artículos que le impiden, al no ser de origen, el acceso a determinados cargos. En las constituciones española y francesa, la palabra extranjero aparece una vez en cada una de ellas y es para privilegiar. En la guatemalteca, hasta cinco, para limitar. No he visto ninguna crítica interna por parte de esos personajes o colectivos que ahora, estentóreamente, se escandalizan. Pareciera que los europeos o norteamericanos son unos salvajes y resulta que allí, al adquirir la nacionalidad, se está en igualdad de condiciones que el de nacimiento. Aquí, por el contrario, no se pasa de ser vecino de segunda. Incluso se habla de guatemaltecos y pocas o ninguna vez, se oye la palabra ciudadano. ¿Por qué no promueven que cambie la ley nacional?. ¿Cuál es la razón de tan hipócrita conducta?. ¿Realmente defienden lo que predican o se hacen oír según el interés del momento?.
Ver lo mal que lo hacen los demás y olvidarse que en casa estamos peor, parece una conducta interesada y siempre hipócrita. Hay que ser consecuente con lo que se pregona. Los derechos humanos no es un tema de cantidad, sino de calidad. Es más fácil lanzar una acusación contra los cuatrocientos millones de europeos o norteamericanos por su escasa sensibilidad, que presentarle la misma propuesta al vecino de escaño o al representante político.
Sean religiosos, abogados o activistas, ¡lastimosa e interesada su forma de proceder!.
martes, 17 de junio de 2008
Previsibilidad
Por segunda vez, en poco tiempo, el presidente de la República decidió dar marcha atrás en una decisión. En este caso, en relación con la reactivación de una ley de hace más de treinta años que obliga a cultivar determinados productos agrícolas cuando se dispone de cierta superficie en propiedad rural. En otra ocasión, al poco de aprobar un decreto gubernativo por el que su señora esposa podría ser designada para formar parte del gabinete socio ambiental, consideró, igualmente, que no era lo apropiado y lo modificó.
Esas señales indican varias cosas. La primera, es que hace parecer las decisiones de gobierno como insuficientemente meditadas y, por eso, luego de tomarse se derogan, desaprueban o desdicen. La segunda, que el elenco de asesores está muy disperso en su pensamiento ideológico y concepción estratégica o sus intereses no encuentran punto de convergencia ni de coordinación, lo que permite que el presidente cometa esos errores más de lo deseable.
Cualquier país, para desarrollarse y prosperar, requiere de ciertas condiciones básicas. Entre ellas, la seguridad es la primera, luego podríamos seguir por la justicia y la infraestructura y, posiblemente, alguno añadiría otras. En cualquier caso, hay una tan fundamental como las anteriores y esa es la previsibilidad. Se refiere esa característica a la actuación predecible de autoridades e instituciones, de forma que cualquier proyecto que se acometa pueda ser planificado en el mediano y largo plazo porque las condiciones generales sobre las que se basa la estructura de razonamiento de quien planifica, no cambian de forma abrupta ni sorpresiva. Sin ello, es presumible que muchos de los inversores potenciales terminen por preferir otros lugares donde la normalidad en la actuación del gobierno sea una característica y un plus agregado a la oferta que el país puede hacer como atractivo financiero, de inversiones o de desarrollo de proyectos.
No se puede generar ese clima de confianza si un día se decide una cosa y, al pronto, se da marcha atrás. Mucho menos, si la contumacia es la norma que preside este tipo de resoluciones políticas pendulares.
Un mandatario no puede darse el lujo de cambiar frecuentemente de opinión en temas, siempre sensibles, porque refleja mala asesoría o incapacidad de tomar decisiones meditadas, ponderadas y discutidas. Eso de ir resolviendo en tal o cual dirección para, al poco tiempo, mudar de sentido, se traduce en una mala percepción y proyecta una serie de sensaciones con impacto negativo. Es necesario que se tome un poco más de tiempo para que cuando acuerde avanzar en tal o cual dirección, no sea necesario, al poco tiempo, volver la vista hacia atrás o en otra dirección, con el consiguiente desgaste interno y externo que ello representa.
Puede que alguien, en su benevolencia, vea una virtud en esto de rectificar. Ya se sabe que rectificar es de sabios, sin embargo, generalmente, los sabios se toman mucho más tiempo para hacer las cosas y, por tanto, no es preciso que luego rectifiquen. ¿O conoce usted a alguno que lo haya hecho?.
PD. El Congreso, ni abordarlo. Sencillamente, da vergüenza. Ahora que están de “vacaciones”, ¿por qué no reflexionan, en su soledad, sobre el daño que todos, con sus acciones u omisiones, le hacen al país?.
Esas señales indican varias cosas. La primera, es que hace parecer las decisiones de gobierno como insuficientemente meditadas y, por eso, luego de tomarse se derogan, desaprueban o desdicen. La segunda, que el elenco de asesores está muy disperso en su pensamiento ideológico y concepción estratégica o sus intereses no encuentran punto de convergencia ni de coordinación, lo que permite que el presidente cometa esos errores más de lo deseable.
Cualquier país, para desarrollarse y prosperar, requiere de ciertas condiciones básicas. Entre ellas, la seguridad es la primera, luego podríamos seguir por la justicia y la infraestructura y, posiblemente, alguno añadiría otras. En cualquier caso, hay una tan fundamental como las anteriores y esa es la previsibilidad. Se refiere esa característica a la actuación predecible de autoridades e instituciones, de forma que cualquier proyecto que se acometa pueda ser planificado en el mediano y largo plazo porque las condiciones generales sobre las que se basa la estructura de razonamiento de quien planifica, no cambian de forma abrupta ni sorpresiva. Sin ello, es presumible que muchos de los inversores potenciales terminen por preferir otros lugares donde la normalidad en la actuación del gobierno sea una característica y un plus agregado a la oferta que el país puede hacer como atractivo financiero, de inversiones o de desarrollo de proyectos.
No se puede generar ese clima de confianza si un día se decide una cosa y, al pronto, se da marcha atrás. Mucho menos, si la contumacia es la norma que preside este tipo de resoluciones políticas pendulares.
Un mandatario no puede darse el lujo de cambiar frecuentemente de opinión en temas, siempre sensibles, porque refleja mala asesoría o incapacidad de tomar decisiones meditadas, ponderadas y discutidas. Eso de ir resolviendo en tal o cual dirección para, al poco tiempo, mudar de sentido, se traduce en una mala percepción y proyecta una serie de sensaciones con impacto negativo. Es necesario que se tome un poco más de tiempo para que cuando acuerde avanzar en tal o cual dirección, no sea necesario, al poco tiempo, volver la vista hacia atrás o en otra dirección, con el consiguiente desgaste interno y externo que ello representa.
Puede que alguien, en su benevolencia, vea una virtud en esto de rectificar. Ya se sabe que rectificar es de sabios, sin embargo, generalmente, los sabios se toman mucho más tiempo para hacer las cosas y, por tanto, no es preciso que luego rectifiquen. ¿O conoce usted a alguno que lo haya hecho?.
PD. El Congreso, ni abordarlo. Sencillamente, da vergüenza. Ahora que están de “vacaciones”, ¿por qué no reflexionan, en su soledad, sobre el daño que todos, con sus acciones u omisiones, le hacen al país?.
martes, 10 de junio de 2008
La IV Flota
El gobierno de los Estados Unidos activará próximamente la IV Flota, cuya área de actuación se centra, principalmente, en el Caribe.
En tiempo electoral donde se están cuestionando los gastos militares norteamericanos y como salir de la crisis de Irak (y Afganistán), así como ofreciéndose un supuesto cambio desde el lado demócrata, la activación de una nueva flota naval es un hecho muy significativo, quizás, uno de los más trascendentes, desde el fin de la segunda guerra mundial. La estrategia militar norteamericana pareciera haber influido en la decisión político-estratégica de enfrentar contundente una serie de amenazas patentes y otros riesgos y vulnerabilidades previsibles en la región, focalizados en un espacio geopolítico: el Caribe.
De un lado, está el rearme de Venezuela, cuyo presidente ha invertido sumas superiores a los 5 mil millones de dólares en compra de armamento muy diverso y propiciado una escalada regional. De otro, el consorcio del ALBA que pretende conformar un espacio totalitario cuya trascendencia no puede imaginarse sino multiplicando hasta el infinito la miseria, represión, falta de libertades y ausencia de garantías jurídicas que vive el pueblo de Cuba desde que Castro llegó al poder. El círculo se cierra con el apoyo venezolano y ecuatoriano a las FARC,s y algunos nexos con el grupo terrorista español ETA, generando un caldo de cultivo para la difusión del terrorismo de cualquier clase, potenciado, además, por vínculos iraníes a través de Nicaragua.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la ruta del narcotráfico más insidiosa para USA pasa por el Caribe. La ausencia de tecnología (y de voluntad política), impide a muchos países ribereños seguir vuelos provienen de Colombia o Venezuela, lo que acrecienta el problema en países como Guatemala o Belice, donde se suelen perder las trazas de cargamentos aéreos de droga o de armas. A ello, sumar que muchos de los países isleños están próximos a la órbita venezolana y algunos son usados, para blanqueo de dinero, almacenamiento temporal de droga, tráfico de personas u otros hechos no lícitos o relacionados con el narcoterrorismo.
La guinda del pastel la pone la actual situación cubana. Los USA no pueden permitirse que, una vez fallezca el dictador, un sin número de cubanos abandonen la isla y lleguen a las costas de Miami. No sería soportable otro “Mariel”.
En definitiva, la decisión político-estratégica de activar la IV Flota es un acierto desde la perspectiva de la seguridad, potenciada tras la no aprobación por Mexico del Plan Mérida. Las críticas que reciba por parte de movimientos interesados no pone sino al descubierto el interés de que se deje el Caribe como área de pirateo al servicio de dictaduras como la venezolana o la cubana y la incapacidad de los gobiernos ribereños de adoptar una política clara y contundente que conforme un espacio de seguridad regional. De otra forma, la tibieza gubernamental, algo a lo que nos tienen acostumbrados los políticos latinoamericanos, pareciera haber alentado la decisión norteamericana.
La iniciativa, lejos de ser una militarización o intervención en la zona, debe interpretarse y valorarse desde la voluntad de asumir la responsabilidad, exclusiva de los Estados, en materia de seguridad. Algunos, si hacen sus deberes.
En tiempo electoral donde se están cuestionando los gastos militares norteamericanos y como salir de la crisis de Irak (y Afganistán), así como ofreciéndose un supuesto cambio desde el lado demócrata, la activación de una nueva flota naval es un hecho muy significativo, quizás, uno de los más trascendentes, desde el fin de la segunda guerra mundial. La estrategia militar norteamericana pareciera haber influido en la decisión político-estratégica de enfrentar contundente una serie de amenazas patentes y otros riesgos y vulnerabilidades previsibles en la región, focalizados en un espacio geopolítico: el Caribe.
De un lado, está el rearme de Venezuela, cuyo presidente ha invertido sumas superiores a los 5 mil millones de dólares en compra de armamento muy diverso y propiciado una escalada regional. De otro, el consorcio del ALBA que pretende conformar un espacio totalitario cuya trascendencia no puede imaginarse sino multiplicando hasta el infinito la miseria, represión, falta de libertades y ausencia de garantías jurídicas que vive el pueblo de Cuba desde que Castro llegó al poder. El círculo se cierra con el apoyo venezolano y ecuatoriano a las FARC,s y algunos nexos con el grupo terrorista español ETA, generando un caldo de cultivo para la difusión del terrorismo de cualquier clase, potenciado, además, por vínculos iraníes a través de Nicaragua.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la ruta del narcotráfico más insidiosa para USA pasa por el Caribe. La ausencia de tecnología (y de voluntad política), impide a muchos países ribereños seguir vuelos provienen de Colombia o Venezuela, lo que acrecienta el problema en países como Guatemala o Belice, donde se suelen perder las trazas de cargamentos aéreos de droga o de armas. A ello, sumar que muchos de los países isleños están próximos a la órbita venezolana y algunos son usados, para blanqueo de dinero, almacenamiento temporal de droga, tráfico de personas u otros hechos no lícitos o relacionados con el narcoterrorismo.
La guinda del pastel la pone la actual situación cubana. Los USA no pueden permitirse que, una vez fallezca el dictador, un sin número de cubanos abandonen la isla y lleguen a las costas de Miami. No sería soportable otro “Mariel”.
En definitiva, la decisión político-estratégica de activar la IV Flota es un acierto desde la perspectiva de la seguridad, potenciada tras la no aprobación por Mexico del Plan Mérida. Las críticas que reciba por parte de movimientos interesados no pone sino al descubierto el interés de que se deje el Caribe como área de pirateo al servicio de dictaduras como la venezolana o la cubana y la incapacidad de los gobiernos ribereños de adoptar una política clara y contundente que conforme un espacio de seguridad regional. De otra forma, la tibieza gubernamental, algo a lo que nos tienen acostumbrados los políticos latinoamericanos, pareciera haber alentado la decisión norteamericana.
La iniciativa, lejos de ser una militarización o intervención en la zona, debe interpretarse y valorarse desde la voluntad de asumir la responsabilidad, exclusiva de los Estados, en materia de seguridad. Algunos, si hacen sus deberes.