jueves, 31 de diciembre de 2009

Acuerdos de Paz

Llegamos a un aniversario más de la firma de los acuerdos de paz. Es posible que se vuelvan a levantar voces en torno al no cumplimiento de los mismos, especialmente contra el Ejército, que a fin de cuentas es la piñata más cómoda para apalear con ese discurso. Sin embargo, hay que dejar claro que ha sido la única institución que ha cumplido cabalmente la mayoría de los compromisos, con excepción de la cesión del Decam al Ministerio de Gobernación, más por ineficiencia, incapacidad o falta de voluntad de este último que por otra cosa. Algunos, llegado este punto, se rasgarán las vestiduras, pero repasen el correspondiente acuerdo para ver que no queda mucho por hacer. Lo que no se cumplió obedece a que se hizo una consulta popular y el resultado que se perseguía, modificar algunos artículos constitucionales, no se logró. Por tanto, no es posible nombrar un ministro de la Defensa Civil o cambiar las misiones constitucionales, entre otras cosas.
Hay, sin embargo, otros aspectos de interés que es preciso resaltar. Uno es el reconocimiento a la institución por cumplir y hasta firmar públicamente la finalización de algunos de esos compromisos, como fue la reducción de efectivos en un 33 por ciento. Otro, haber adaptado su presupuesto, no ya al 0.66 por ciento del PIB, sino a la mitad, lo que no permite, como estaba previsto, llevar a cabo la modernización. Muchos querrán encontrar esa cifra en los acuerdos, pero es posible que nunca lo hagan. Es producto de un cálculo minucioso, tomando las cantidades que figuran en uno de los anexos donde, por cierto, hay otras condiciones del pacto. La tasa del 0.66 por ciento se fija con la premisa de que el crecimiento económico será sostenido y mínimo del 6 por ciento anual, lo que significa que en 2009 el presupuesto del Ejército debería no haber sido menor de Q2.149.9 millones, y para 2010 estaría en torno a los Q2.277.9 millones. Parece un buen momento para aclarar ciertos puntos que voces interesadas nunca terminan ni de explicar ni, como he comprobado en ocasiones, de entender, aunque los manejan con soltura a su capricho y discrecionalidad.
La realidad es que un sector significativo de la sociedad vive de hacer críticas continuas a ciertas instituciones, y de esa forma generan donaciones y fondos que sustentan inútiles estudios y propuestas reiterativas mientras la crítica prosiga. Otra parte sigue con la cantaleta ideológica y, en los estertores de sus agónicos postulados, cocean como pueden a los que saben no se defenderán porque apolítico y no deliberante es su papel. Y, finalmente, algunos más prefieren un país sin militares porque es la forma de que la anarquía termine por implantarse y así puedan reinar en sus respectivos feudos. ¿Para qué si no la reducción del 50 por ciento en 2004?
Quieren ser líderes sin capacidad de liderazgo y no les gusta la competencia de un grupo de personas uniformadas: “la envidia es aquella pasión que ve con maligna ojeriza la superioridad de quienes realmente merecen toda la superioridad que ostentan” (A. Smith). ¡Claro que hay elementos innobles en la institución!, ¿y dónde no?, pero eso no le resta el valor como colectivo ni el ejemplo que han dado. Encerremos la demagogia en el baúl y expresemos las cosas como son. No es necesario que la historia cuente lo que fue cuando ya nada tiene arreglo. Si no están conformes, miren el porqué de sus diferencias y verán odio visceral, forma de vivir o, sencillamente, incapacidad de generar más discursos que los confrontativos. La verdad, guste o no, solo es una.

sábado, 26 de diciembre de 2009

!Vos, Santa!

Querido Santa.
Mi mamita no quiere que conecte la compu. Como ya cumplí un añito más me di un colazo por el café internet. ¡Ná que ver!, ni agua me sirven, pero entro al facebook y al mail. ¿Sabés que estamos en crisis?. He leído que cerca de donde eres, echan puntan y no lo pasan tan mal. Aquí tenemos un buen clima pero, ¡puchica!, nos quedamos helados con malas épocas como esta.
El Gobierno, bueno vos de eso no sabés porque vivís solo con los ciervos, pero para que te hagás una idea son los que nos friegan como quieren y dicen que es por nuestro bien, quiere subir los impuestos -¡qué de a huevo!- y mi papi alega que de donde telas va a sacar más para que la gemela se lo gaste como quiera. Creo que se refiere a aquellas torres de NY city, pero yo le digo: ¡papi si Bin Laden las destruyó hace años!, y mi papi murmura, se masca y entre dientes dice algo así como: ¡falta hace uno tropical!. No tengo ni idea de lo que piensa, ya sabés como son los mayores.
Mira vos, quiero una cicle grandota y si la encuentras con remos, mejor. Tal como van las cosas voy a tener que hacer mi tanate y salir volando y saber si hasta nadando. Me urge un juego de cartas y una ruleta con fichas. En el descanso del cole, voy a montar un mi casino. Quiero ayudar a papi. Lo haré en el recreo y junto a la tiendita de los jueves, así me irá mejor. ¿Tú crees que la miss me dirá algo?. ¡Aguas Santa!, no se te puede olvidar, para mi bici, el chaleco y el casco pero porfis con la placa grabada. Ya sabés, negro con letras blancas y tu hacete uno para poder circular con tu trineo. La verdad que no sirve para nada porque siguen tronandose a gente desde las motos, pero mejor no tener clavos. También un Lego fiscal, pá que algunos se distraigan construyendo su castillo de tasas, deudas y pagos, así no friegan. Ah, ¡cómo no!, una piñata-Taracena para cachimbiarla. He visto en la TV que le arrojan agua, le chipotean la cara, le empujan y le quiebran las lentes. ¡Debe ser bien chilera la cosa!. Si te querés rayar, traéme un juego moderno de esos de “dice que su familia progresa”, pero no chafa sino bien caquero. Hay que agarrarle la onda y ser un poco mañoso pero cuando controlás, ganás un pistarrajal. Las instrucciones son difíciles de conseguir. Uno que sale en la tele dice que no las da. ¡Ah!, y un walkie talkie, que suben los celus.
Esto de ser niño me preocupa porque asegura don Antonio -el papito de Luis- que cuando seamos mayores tenemos que pagar no sé cuantos miles de pesos por las deudas que contrae el Gobierno. Ala madre, Santa, ¿será posible que todavía no he ganado un len y ya debo un montón de pisto?. No entiendo mucho de política pero dejaré de cantinearme a Claudita porque entonces deberé el doble, ¡digo yo!.
Mira vos Santa, creo que el mejor regalo de todos es que me llevés a dar una vuelta por donde tu vivís. Allí todo blanquito, silencioso, bien mango, cool, sin nadie que te joda. Algún rebuzno de reno impertinente pero poco más. Aquí, entre el humo de las camionetas, los mareros y los rebuznos, también impertinentes, aunque no de renos, la vida es muy particular.
Te quiero.
Pablete

lunes, 14 de diciembre de 2009

Linchamientos

Con frecuencia, asistimos a un linchamiento en cualquier parte del país. Recientemente, se produjeron algunos en los que, además, de prender fuego a alguna auto patrulla de la PNC se invadieron instalaciones policiales. Ese tipo de “crimen popular” no ha sido ni perseguido ni castigado con la necesaria contundencia y proyecta una imagen pobre del país y más preocupante del Gobierno.
Habría que comenzar preguntándose quién tiene la capacidad de convocar en el área rural a un grupo numeroso de personas donde los medios de comunicación no son los mejores ni el transporte público tampoco. Me da que la respuesta quedaría reducida al líder político-social o al religioso. ¿Se me olvida alguien?. Por tanto, habría que investigar a esos “nuevos Lynch’s locales” para poder llegar al meollo del asunto y depurar responsabilidades. Otra cuestión sobre la que reflexionar es que esos actos, al igual que los azotes públicos y otros castigos denigrantes que atentan contra los derechos del individuo, nada tienen de maya y mucho de salvajismo. De una vez por todas hay que debatir seriamente sobre los límites del derecho consuetudinario. Quienes lo practican o lo permiten, a veces en presencia o con participación de menores, deberían también ser indagados, cuando no enjuiciados. Hay que dejarse de sandeces y posicionarse frente a ese tipo de comportamientos delictivos. ¿Cuánto de aquello trae estas consecuencias?.
No creo que sea producto, como muchos sostienen, de los años de conflicto. De ser así veríamos lo mismo o parecido en Colombia, en El Salvador, en Bosnia o en cualquier otra parte del mundo. Sin embargo, los casos más recientes que me vienen a la memoria son los del oeste americano de los siglos XVIII y XIX, cuando grupos de asaltantes, de cuatreros y de asesinos campaban a sus anchas e imponían la ley del más fuerte. ¿Será que esa es la situación del país y no queremos reconocerlo?.
Se observan pocas denuncias públicas y menos reacción política local que condenen esa conducta criminal que implica a todos, colectivo indígena incluido. Esa clase de comportamiento debe ser manifiesta y contundentemente censurada y no escudarse en lo mal que realmente estamos y en cómo no funciona ni la seguridad ni la justica, que también es una gran verdad. “Orgullosos” de mantener uno de los mayores índices de muertes violentas e incapaces de reducirlos a pesar de “planes” inexistentes y promesas incumplidas, pareciera que también debemos estar “contentos” de ocupar el primer lugar en bárbaras ejecuciones populares.
No hablamos solamente de castigar a un infractor, que ni puede defenderse ni cuenta con la oportunidad de declarar su inocencia, sino de todo un rito de destrucción del ser humano, de la violación sistemática del mismo y del desprecio de valores fundamentales. Se le golpea, se le arrastra hasta que la carne queda al descubierto, se le corta en trozos y/o se le prende fuego sin mayor piedad. ¿Qué delito puede tener un castigo similar?. ¿Qué justicia es esa?. ¿Por qué el Gobierno no hace presencia inmediata e impide que eso ocurra?. Parece que la incapacidad o el interés ocupan un importante papel en la gestión de esas situaciones de crisis. ¿Quiénes ganan al final con todo ello?.
Si antes dábamos pena, ahora damos vergüenza. Seguimos sin querer saber quiénes son ni enfrentar el tema con la inflexibilidad que merece. ¿Por qué no suprimir la ayuda de cohesión social en lugares donde eso ocurra?. Mientras eso ocurre, el Gobierno dilapida dinero en celebrar el día de la transparencia. ¿Se puede tener el norte más perdido?.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La Corte

En reciente sentencia, la Corte de Constitucionalidad (CC) sembró más inseguridad jurídica en el país de la ya existente. Por tres votos contra dos, dio la razón a la Comisión Nacional de Energía Eléctrica frente al amparo de la Empresa Eléctrica (EEGSA). Dictaminó que el ente gubernamental puede fijar el VAD, es decir la parte proporcional de la tarifa que va a parar a la distribuidora. Eso es mucho más que un tecnicismo jurídico y su trascendencia la pagaremos todos en el mediano plazo. El reclamo internacional apunta a más de Q5.000 millones. Si usted es inversor ya sabe que se expone a que ese ente, insisto del Gobierno, regule los beneficios de su inversión al capricho del momento y no podrá acudir a ninguna instancia judicial para exponer o pelear su caso puesto que ya se dictó sentencia definitiva. Sus inversiones quedarán condicionadas a la relación que mantenga con el poder.
Cuando se llevó a cabo la privatización, se publicó una ley que “aseguraba”, precisamente, que ni las distribuidoras ni el órgano central pudieran amañar los procesos en su beneficio. Se certificaba con ello que el precio final debería fijarse por alguien con capacidad técnica que no perteneciera ni al Gobierno ni obedeciera a los intereses de las empresas. Por ello, la Comisión Pericial, conformada por expertos en la materia, debería ser la única con esa capacidad (véase Chile). Sin embargo, la particular interpretación, mínimamente ganada, de la CC fija nuevas y preocupantes reglas de juego para los negocios en general, ya que la distribución afecta a todo el colectivo empresarial y de ahí la trascendencia del evento. Ahora, cualquier Gobierno puede agarrar, por donde yo me sé, a quienes pensaban que eso era un problema de la EEGSA. ¿Cuánto pagará su empresa por la próxima factura eléctrica?, la respuesta es que el Gobierno de turno lo decidirá. ¡Agárrese a las consecuencias!.
Por otra parte, eso de que todas las disputas puedan llegar a la CC parece un mecanismo perverso. En otros lugares del mundo, esos que denominamos civilizados, a donde viajamos y nos maravillamos de lo que ocurre, la CC se limita a resolver interpretaciones de la Constitución. Es decir, termina siendo un tribunal de interpretación política, más que penal, administrativo o civil. El hecho de utilizar la CC como “Súper Corte Suprema de Justicia” la deja en evidencia y debería atraer la atención del ciudadano en la elección y en el actuar de sus integrantes. ¿Cómo es posible que algún magistrado cuyo hijo trabaja en una importante Dirección de Gobierno pueda resolver imparcialmente asuntos donde el Gobierno es parte?, o ¿cuántos son catedráticos asalariados de universidad pública o suplentes con despacho abierto?. Si se incursiona en el Derecho, la excusa o la recusación son instrumentos que intentan prevenir la actuación tendenciosa e incluso delictiva de magistrados que son juez y parte en ciertos asuntos.
Tras el empacho de la pasada elección de magistrados pareciera que hay un conformismo con la actual situación y, sin embargo, el peligro sigue latente. Mientras exista una CC conformada políticamente, como ahora, y pueda conocer de todos los asuntos, de nada nos sirve que fiscalicemos la selección de jueces o tribunales de menor nivel. Si a ello le añadimos que hay intereses de algunos magistrados que pueden incidir en el principio de independencia judicial, la suerte está echada.
Los inversionistas sí terminan por valorar todos esos puntos. ¿Será por eso la reciente escasa oferta -3 de 16 posibles- (una es del propio Estado), en la licitación de anillos de transporte eléctrico?.

lunes, 30 de noviembre de 2009

David y Pulgarcito

El “pulgarcito centroamericano” (El Salvador), lleva años dándonos lecciones de lo que es mejorar la competitividad y la calidad de vida, a pesar de ser un país de posconflicto, escusa que otros arguyen. Sus ciudadanos, su clase política y empresarial han sido capaces de empujar en la misma dirección y situarlo como el tercer país de la región en prácticamente todos los indicadores institucionales.
El pasado domingo, el “David” de la zona (Honduras) demostró que a pesar de la oposición, incluso grosera, de la mayoría de los países, del intervencionismo descarado de los “hijos de Fidel” y de ciertas presiones mediáticas, se puede salir adelante y dar al mundo una auténtica lección de política, de ciudadana, de educación y de espíritu de superación.
Los grandes, los lideres, no son precisamente los que se pliegan a los designios de otros, mucho menos si están manifiestamente equivocados. Ahí está USA que apostó por reconocer el resultado de las elecciones hondureñas, pero también Panamá y, a última hora, lo que no desmerece, Costa Rica, entre otros. El presidente Arias supo rentabilizar la negociación amañada que impulsó la OEA pero también rendirse a las evidencias y la racionalidad del caso al cambiar sustancialmente de postura.
Guatemala, políticamente hablando, tardó oficialmente en dejar claro lo que se evidenció tras el cierre de fronteras: siempre apostó por el delincuente Zelaya. Ahora, sin liderazgo -algo nada nuevo- deberá acomodarse a la nueva posición internacional que sin duda ira progresivamente reconociendo al nuevo gobierno hondureño. En los pequeños detalles está la diferencia, aunque aquí y en otros lugares, no se supo utilizar. Era un buen momento para que la cordura hubiese imperado pero, como otros muchos, se desaprovechó, porque había que quedar bien con los que pagan y dirigen voluntades desde la más desesperada agonía ideológica. Seguimos siendo rebasados por casi todos y cuando se quiera ejercer o reclamar el liderazgo histórico, seremos los últimos de la fila y habrá que esperar el turno, aunque siempre queda la escusa de los 500 años de opresión o la del conflicto armado. ¿Dará asilo Fidel o Chávez a Zelaya?. ¿Por qué no se va a vivir el ex hondureño a esos paraísos socialistas, a ver cuánto le permiten hablar y qué calidad de vida le espera?.
Honduras ha tenido la determinación de frenar la avalancha populista que galopaba desbocada. La democracia, lejos de haber sido violada como muchos pretenden, dejo ver mecanismos de protección que parecían dormimos o eran ignorados. Un poder legislativo eficiente o un poder judicial independiente, pueden servir de contrapeso a un ejecutivo con vocación absolutista. Se acabó el presidencialismo de corte dictatorial y la historia tendrá que reconocer este punto de no retorno. Antes se luchó contra dictadores y ahora hay que enfrentar a los usurpadores y a los delincuentes políticos cuyos fines son idénticos: perpetuarse en el poder y oprimir hasta sangrar. ¡Atención a los contumaces!.
Los modernos golpes “democráticos” y el afán revanchista, tienen remedio y el ejemplo hondureño es un referente. El cambio siempre ha sido protagonizado por elites y liderado por quienes han sido capaces de arriesgar lo necesario. Los pasivos, los cobardes, los acomodados y otros conformistas, nunca han protagonizado nada, menos grandes revoluciones o cambios sustanciales, salvo empleando la fuerza, el engaño o la coacción.
La región contaba con un Pulgarcito ejemplar y ahora con un histórico David. Por aquí, lamentablemente, seguimos pensando en el grandote de Goliat o en el asistencialismo gubernamental. Esa es la diferencia con los grandes, no otras.

martes, 24 de noviembre de 2009

Reforma (?) fiscal

Continúa el cuento de la “reforma” fiscal, siempre orientada a que pague más quien ya lo hace o más tiene. Ese ha sido, por años, el discurso de quienes desean beneficiarse de los demás y distribuir la riqueza que otros generan, a su antojo por supuesto, sin trasparencia ni fiscalización.
Naciones Unidas ha tenido “la capacidad” (o la audacia) de definir quién es pobre, en función de fijar una cantidad de dólares al día. Sin embargo, no ha podido determinar “quien es rico”. Esa reflexión la ha dejado en manos de los promotores de gravar la riqueza del exitoso. Si usted triunfa porque arriesga capital, es creativo, tiene ideas que impactan o sencillamente la suerte le sonríe, esos hijos…, de lo ajeno, rápidamente le hipotecarán su esfuerzo.
Se deja a criterio del Gobierno de turno los límites y de esa forma puede ir jodiendo a diversas capas sociales, en función de la presión política que desee hacer. Pero, ¿hay otra forma de actuar?, ¡claro que sí!. Por ejemplo, que paguen las carreteras quienes las utilizan y estén exentos de esa carga quienes no. De esta forma pagaría peaje solo si usted circula por esas vías. Aplique este criterio a la mayoría de los servicios y obtendrá respuesta. Ejemplo, la escuela pública.
El Gobierno se queja de una disminución en la recaudación, pero no dice lo mal que ejecuta el presupuesto ni que menos de la mitad de los contribuyentes posibles pagan sus impuestos. Desconoce, por ejemplo, que alrededor de un 60% es economía informal. ¿Cuántas facturas le emiten en el interior del país?. ¿Cuántas facturas consigue usted en mercados de cualquier ciudad?. ¿Qué justificante de compra le expiden cuando adquiere, en los cientos de semáforos, tarjetas prepago para celulares?. ¿Por qué no se fiscalizan los millonarios negocios de la Terminal?. ¿Por qué no se suprimen los enormes gastos en propaganda del Gobierno, en viáticos al exterior y en obras a los Diputados?. ¿Cómo se gastan los miles de millones de cohesión social?.
Se podría seguir con una larga lista de interrogantes y cuantificarlos de forma que el dinero que afanosamente buscan no está, en primera instancia, en más cargas impositivas, más bien en ser eficientes con lo que tienen y, sobre todo, en aclarar los anteriores interrogantes. El programa electoral del actual Gobierno se orientaba precisamente en promover la incorporación de todos los que no pagan por múltiples razones. No obstante, ha sido preferible no enfrentar esa batalla y mucho más cómodo señalar a los empresarios, a los ricos o a los poderosos (a todos los que ONU no define), antes que incorporar responsablemente a los que están fuera del sistema y no participan del esfuerzo común que reclaman.
Mientras no se aborde el problema tal cual es y se establezcan unos lineamientos claros donde el que más consuma o más uso haga de los servicios sea el que más pague, pero también, el que menos tiene asuma su responsabilidad, no avanzaremos mucho. Me parece muy bien becar los estudios universitarios de alumnos sin recursos, pero ¿por qué cuando esos mismos alumnos son profesionales exitosos y triunfan no devuelven el dinero que otros le prestaron para así proseguir con la ayuda?. El cuento de la redistribución está monopolizado por los que no pagan o por los que siempre se benefician o viven del sistema (JA y su sindicato es un buen ejemplo). ¿Quién termina pagando la subvención al transporte urbano sino los habitantes del interior?.Es momento de buscar otras alternativas mas transparentes, eficientes y justas y dejarse de cuentos chinos que sigan manipulando la realidad.

martes, 17 de noviembre de 2009

Zorros y gallinas

América Latina sigue convulsa por la actitud de ciertos Presidentes que modifican, o lo pretenden, las respectivas constituciones con el fin último de perpetuarse en el poder. Comenzó la fiebre con el desequilibrado de Chávez y, cual castillo de fichas de dominó, siguieron otros. El intento más reciente ha sido la burda maniobra del presidente Ortega quien apoyándose en una sentencia apañada por medio de una integración particular y anómala de la Sala Constitucional, pretende cambiar la de su país con la misma vil intención y sin ninguna legalidad.
Por años, se ha luchado en todo el mundo y muy particularmente en la región, contra dictaduras militares. A la fecha, todavía hay procedimientos abiertos por delitos cometidos en aquellos momentos: torturas, desapariciones, asesinatos y otros más. Sin embargo asumimos, aceptamos y hasta votamos, cuando no condecoramos y saludamos efusivamente, a Presidentes que son o terminan siendo igual de delincuentes que aquellos otros que pretendemos juzgar.
Tuvimos a uno confeso de dos asesinatos, y lo sabíamos antes de elegirlo. En Venezuela, hay un golpista juzgado y condenado que pretendió tomar el poder por la fuerza de las armas. Ahora, anacrónicamente, está al frente del país. Nicaragua es presidida por un violador que por veinte años cometió delito contra su propia hijastra, algo que mueve la conciencia de cualquier ser humano, salvo él, su esposa y algunos enfermos más. En Honduras, al margen de situaciones posteriores, el señor Zelaya decidió ignorar varias sentencias judiciales y del tribunal electoral, poniéndose voluntariamente al margen de la ley y, finalmente, en Cuba, manda un asesino que desde hace más de 50 años mata, diariamente, poco a poco a todo un pueblo cuando no lo condena a muerte directamente o lo pone en prisión. Son criminales confesos, ni siquiera presuntos, porque todo ellos han sido juzgados y condenados o han confesado o visibilizado su crimen. ¿Para qué tanta lucha contra dictadores si ahora votamos y ponemos al frente de gobiernos a otros idénticos?, o es que hay diferencia entre una tortura militar y una violación civil. O, entre un crimen cometido por un pelotón y un disparo de pistola en una calle mexicana. ¿Acaso no nos sentimos cómplices al elegirlos o mantenerlos en el poder con nuestro voto?. ¿Qué se siente al estrecharle la mano a uno de esos individuos o entregarle un galardón?. Pareciera que se han perdido valores fundamentales y la delincuencia se ha apoderado de cierta política. ¿Qué podemos esperar de esa clase de gestores?.
Todos esos regímenes apoyan la violencia callejera (recuerden el jueves negro o los disturbios actuales en Nicaragua, Honduras y Venezuela), únicamente proveen de trabajo público a los afiliados al partido y empobrecen y envilecen la situación nacional cada minuto. Nos estamos jugando la democracia frente a algo que ni siquiera es una alternativa de vida. Cada día perdemos más libertad, se recortan más derechos y la presión política cae sobre el ciudadano honrado que, por apatía e inacción, cuando no por colaboracionismo -espero que inconsciente- termina siendo asfixiado por el poder omnímodo del gobernante. Cuanto usted aspira a no importa que trabajo, tiene que llevar decenas de certificados y contar con múltiples cualificaciones y recomendaciones. Nuestras constituciones no piden prácticamente nada a quien desea ser Presidente. Cualquier loco -o criminal- puede llegar a estar al frente de un país y no se puede echar, por muy inútil que sea, antes de que termine el periodo. Es el viejo proverbio del zorro cuidando a las gallinas. ¡Qué peligro!. ¿No es para pensárselo dos veces?.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El informe

Casi al mismo tiempo en que el Presidente Colom declaró que le habían aconsejado que disminuyendo la brecha social se reduciría la violencia, el PNUD presentó un estudio en disconforme dirección, algo evidente y señalado en muchas ocasiones. El Organismo Internacional resalta como principal punto que “la seguridad ciudadana es esencial para el desarrollo humano”. Más claro si es posible: o se apuesta por la seguridad como primer y prioritario deber de gobierno o no hay desarrollo que valga, lo que confronta sustancial y directamente la aseveración presidencial, la política gubernamental, la pantomima de Cohesión Social y los discursos de ciertos grupos de presión que no han terminado de entenderlo todavía. ¿O será que sí?.
Pero no queda ahí, también señala que “el problema de la seguridad sí tiene soluciones conocidas”. Aquella inteligencia prometida, que nunca encontraron en esta Administración, se traduce sencillamente en la búsqueda de lo ya experimentado, conocido y evaluado. Deben tomar nota de como implementarlo y dejar de lado la manifiesta ineficiencia tras casi dos años de gestión. Si de verdad hubiera interés, solo hay que preguntar y dejarse asesorar en vez de que la soberbia o la incapacidad de ciertas autoridades terminen por enlutecer a más ciudadanos. En otro punto remarca: “las soluciones más eficaces respetan y refuerzan el Estado de Derecho”, lo que cierra el círculo que muchos han venido comentando: sin seguridad y sin Estado de Derecho, lo demás no funciona. No tendría que venir el PNUD a decir estas obviedades, pero como siempre hacemos caso a los “enviados especiales”, parece oportuno seguir la misma dinámica.
Para los que opinan que hay que incrementar los impuestos porque el dinero no llega y tenemos la más baja recaudación de América Latina, el análisis agrega: “el dinero no lo es todo”. ¿Qué decir ahora?. Resulta que hay otras formas de potenciar y promover medidas para alcanzar mayor seguridad. Por tanto, déjense de falacias y tonterías. Si la inseguridad no se arregla no hay explicación, al menos dentro de una mínima y congruente lógica que no sea política, claro.
Queda igualmente desvirtuado, tanto en el informe como en el Índice de Desarrollo Humano 2009, el argumento que suelen sustentar gobernantes, “comunidad internacional” y algún que otro columnista que no investiga, respecto a la brecha entre ricos y pobres (índice de Gini), como generador de violencia, Dicho registro en Guatemala es de 53,7, pero mayor es el de Panamá, Brasil, Colombia y cercano el de Chile (52) o Costa Rica (47,2). Es decir, países con similar desigualdad son mucho más seguros, lo que viene a demostrar que la brecha no es generadora de delincuencia. Dejen de sustentar interesadas teorías en falsedades o si lo desean, podemos acercarnos y parecernos a Niger, Sierra Leona, Etiopia o Burundi, con mucha “mayor igualdad”.
Ahora que continúa la pugna por conseguir más recursos para asignarle destino desconocido o despilfarrarlos en eso que “gestiona” doña Sandra, es hora de promover verdaderas políticas que nos lleven al desarrollo o seguir con el manoseo de la demagogia y del rentismo político. Las patrañas discusivas siguen haciendo de las suyas, no sé si intencionalmente, por pura ignorancia o porque esto de los pactos políticos cada vez resulta más caro y entre el listado de obras, el porcentaje y la intromisión de la hermana y el de algunos gobernadores, alcaldes y otros intermediarios, las comisiones subieron demasiado. ¿Sabe cuánto debe cada niño antes de nacer?. ¡Eso sí que genera pobreza y falta de desarrollo!, pero gubernamentalmente planificado.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Uno y otros

He esperado, intencionadamente, la evolución de la crisis que se desató cuando la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua declaró "inaplicable" un artículo de la Constitución que prohíbe la reelección presidencial.
Sin embargo, no he visto una significativa reacción de articulistas, de analistas ni de políticos en relación con el manoseo jurídico del tema, el infantilismo de la sentencia y la obviedad en el paso por la entrepierna del marco legal nicaragüense. Muchos fueron capaces de entrarle, aún con pocos argumentos, al tema hondureño, valorando las decisiones de aquella Suprema Corte y del Congreso contra el delincuente Zelaya, pero pocos han tenido la valentía de analizar este manipuleo, al igual que tampoco lo hicieron con aquel otro que impidió al alcalde de Caracas tomar el puesto para el que fue democráticamente electo.
Se constata el doble rasero de ciertos actores del acontecer político que evidencia algo fácil de intuir: hay mucho lacayo de quienes manejan el entorno que apuesta por el golpismo, la dictadura y el toqueteo de las instituciones en tanto en cuanto respondan a los intereses de sus amigotes, venezolanos y cubanos para mas señas.
Asistimos, impertérritos y pasivos, al empoderamiento de todo un grupo de descerebrados con alma de dictador que quieren perpetuarse en el poder con el cuento chino de que el pueblo los votó, sin anotar que muchos de ellos lo fueron por escasos votos de diferencia y que, además, hay otros poderes que los balancean y les impiden hacer las mamarrachadas que pretenden en nombre del pueblo y con la anuencia de aquel. Ya demostró Cuba hace muchos años que la única razón de una revolución de ese tipo es perpetuar un linaje de criminales y abusadores para que los serviles del régimen puedan tener vida de lujo mientras el resto, ese pueblo que aclaman continuamente, no tenga libertad, padezca racionamiento o esté sometido al capricho de sus opresores, cuando no en prisión.
Venezuela comenzó la andadura por la misma senda hace más de una década. La represión, el incremento de la violencia, la devaluación de la moneda, la nacionalización de empresas, el despotismo gubernamental, el silencio forzado de medios de comunicación no afines y otra serie de atropellos, están a la orden del día y en aumento. Algunos incautos creyeron al inicio que “la cosa iba con otros”, hasta que se han visto copados por una dictadura que los oprime y amenaza continuamente. Bolivia y Ecuador, siguieron la estela. Honduras se rebeló y se echó encima la poderosa maquinaria propagandística de los comandantes y de la desprestigiada OEA, amplificada por algunos “intelectuales” que esos regímenes becan con estudios, viajes, reconocimientos o pagan en metálico. Ahora, sin solucionar nada de lo anterior, el Presidente de Nicaragua se suma al avasallamiento y a la estupidez político-jurídica y busca, como sus colegas, la perpetuación en el poder, saltándose los preceptos constitucionales y las normas vigentes, al amparo de resoluciones judiciales emanadas de órganos sumisos o amañados y con el silencio cómplice de los que gustan de esos sistemas en tanto en cuanto les otorgan donaciones para sus ONG,s, viajes para sus personas u otro tipo de prebendas. ¡Quien dijo que Roma no paga a traidores?. El tren del populismo, cargado de dictadores, se acerca a velocidad preocupante arrollando la democracia liberal y sus principios. Hay que resolver el dilema antes de que sea tarde o haga otra parada. ¿Nos pondremos en alerta o nos quejaremos cuando todo pase?. ¡Manos a la obra!. Podemos dar la talla, aunque sea por una vez.

lunes, 26 de octubre de 2009

AMOR...y...

Siglos lleva la humanidad esforzándose por comprender el amor. Unos, pretendieron asociarlo con el prójimo, con cercana visión religiosa donde el amor, a fin de cuentas, se traduce en servicio a los demás, al otro. Los más ascetas, se recrearon en la contemplación divina o, de vez en cuando, en la del ser amado. Vivieron por y para él, sin que lo vieran o lo palparan, aunque quienes entraron en trance o se acercaron al mismo, confesaron que era posible sentirlo y percibirlo. Sensación, a mi parecer, resignada y siempre reservada a un grupo reducido y selecto, pero lejos del resto de los mortales.
Otros, tratando el tema en prosa o en poesía, no fueron capaces de definirlo o lo hicieron de manera difusa y etérea, marcando una época donde la melancolía, la depresión, el drama y hasta el suicido fue la tónica dominante y supuso el fin de muchos. Todo un permanente sufrimiento por la persona amada que no siempre era visible ni real. Don Quijote puede ser el representante de toda esa época, mezclando un sin número de factores, sana locura por su amada Dulcinea, incluida.
Psicólogos, psiquiatras y otros estudiosos del comportamiento humano, llevaron a cabo un ímprobo esfuerzo por clasificar el amor, distinguiendo entre el eros, la philia y la compasión, sustentado en el rumbo de la conducta que parecía asociarse al tiempo de permanencia de la relación y a la evolución en la forma, aunque no necesariamente se producía siempre por el orden indicado ni correspondía a la edad cronológica de la pareja. Los más, se quedaron en clasificaciones sencillas: amor filial, de pareja, de amigos o las extendieron a las relaciones homosexuales o bisexuales.
Grupos más simplistas -o menos complicados- decidieron que el amor estaba asociado a la edad y catalogaron el amor juvenil, el amor maduro e incluso el amor en la vejez, relacionado con una especie de pasión irreflexiva a medida que la edad era menor o de tendencia a la ternura conforme pasaban los años; Diferenciaron amor y sexo, y forjaron una tercera opción que los unía y resultaba perfecta, naciendo aquello de “hacer el amor”; O lo tomaron como algo contrapuesto a otros terribles conceptos: “haz el amor y no la guerra”. Los mas materialista, crearon el día del amor reduciendo lo afectivo a un simplismo preocupante. Como ven todo un abanico de opciones, clasificaciones y posibilidades.
Algunos más, no nos complicamos la vida cavilando sobre todo lo anterior. Es más, ni nos importa. El amor es un sentimiento que cuando se ha querido explicar racionalmente ha terminado por desvirtuarse o por destruirse. No podemos entender ciertas cosas, pero peor es querer descifrarlas. Sencillamente se siente y toda especulación en torno al mismo pareciera inútil e innecesaria. Intentar explicar el frío o el calor, es un esfuerzo colosal, pero mucho más fácil que hacerlo con otras sensaciones donde es posible que el amor ocupe la cúspide.
Te amo, porque te amo y si se busca una razón del porqué se puede entrar en un terreno donde falten las palabras y se empleen términos imprecisos. No se ama o se deja de amar a capricho, el amor no es siempre manejable. Me apunto a la sugerencia pascaliana: “El corazón tiene razones que la razón desconoce” o a la agustina: “La medida del amor, es el amor sin medida”. Y, si así se despacharon el filosofo y el santo, ¿quiénes somos nosotros para buscar muchas más aclaraciones o poner límites?. “Sencillamente”, te amo, punto. ¿Acaso debo renunciar a ello o tengo que explicarlo más?. Mejor dejarlo ahí.

lunes, 19 de octubre de 2009

La puntita

Una vez elegidos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y de las salas apelaciones, con una especie de sentimiento de satisfacción por parte de casi todos, aunque no total, parece que lo que queda ahora, como muchos han evidenciado, es fiscalizar la actuación de los mismos en orden a constatar que sus decisiones se ajustan a Derecho y no son “capricho del azar” o producto de la presión o del típico amañamiento. Hay una especie de “sensación de triunfo” por haber logrado sacar a corruptos y cuestionados de las listas y también de que fueran designados por el Congreso como titulares de la plaza. De alguna forma ¡todos contentos!.
Sin embargo, y lamentablemente, la última palabra en este país no la tienen ni unos ni otros de los designados. La decisión final, por interés político, la tiene la Corte de Constitucionalidad (CC), constituida en Súper Tribunal Superior de Justicia que acapara las misiones propias de cualquier CC y las de la CSJ, sin haber dejado espacio para que esta última sea realmente el eslabón final de una secuencial cadena y la única alta magistratura en decidir asuntos judiciales, salvo aquellos que realmente se refieran a interpretación de la Constitución.
Es decir, la punta del iceberg está en la CC pero, ¿quiénes designan a los magistrados de esa Corte?. Curiosamente el Congreso, el Colegio de abogados, la USAC, el Ejecutivo y el Organismo Judicial. ¡Ráscate lo que yo me sé!. Resulta que todos ellos son precisamente los que han sido señalados por actuación “ligera”, cuanto no dudosa, ahora que no encuentro palabras que no ofendan. El Congreso ya demostró que si no se le presiona hubiera nombrado a cuestionados; el Presidente declaró que la UNE (y también su cuñada, aunque eso lo dijo otro) llevaba dos años trabajando en el proceso; El Colegio de abogados está dirigido, al igual que el Tribunal de honor del mismo, por una planilla promovida por el “rey del tenis”, según él mismo declaró en TV; La USAC….., uhfff, para que seguir. Creímos haber solucionado lo oscuro y lo oculto del problema y, finalmente, todas las resoluciones que tomen los elegidos llegarán en última instancia a los decisores supremos que pueden terminar por responder a criterios políticos, porque políticamente han sido designados y no por méritos de otra clase. ¿Qué hemos arreglado pues?. Esto no ha sido mas que una cosmética, un alegrón de burro, un lifting veraniego, pero el problema sigue ahí, es más, posiblemente perdamos la visión global si seguimos enfocados en lo puntual que se ha “resuelto”.
Por ello, los interesados se han conformado y no han hecho alboroto. A fin de cuentas influyen, y seguirán haciéndolo, en el “Super Tribunal” porque ellos son quienes nombraron, y nombrarán, dentro de año y pico a los nuevos integrantes. ¿Por qué no cambiar también el procedimiento para la próxima elección?. Alguno de los actuales magistrados cuenta con impedimentos similares a los que se les señalaron a esos otros que no dejaron elegir ahora.
Hay que poner el ojo no solamente en las decisiones de los nuevos magistrados, más bien en las que emita la CC y evidenciar los malos manejos que se puedan producir. No podemos conformarnos con haber reparado las bisagras si la puerta tiene la cerradura en mal estado. Ahí, en la CC, convergen realmente los intereses políticos y parece que el teléfono suena más de lo debido o es el lugar donde alguno redacta su ponencia en función de otros intereses más allá de los puramente legales. ¡Alguien tiene un ejemplo!. ¡Yo, si!.

lunes, 12 de octubre de 2009

Justi-CICIG-a

¡Valiente embrollo en el que andamos metidos!. De la nueva normativa para seleccionar magistrados, lo más importante es que se aplicaron”criterios de representación de minorías”, lo que impidió, como antaño, las aplanadoras pactadas en planillas amañadas. Eso no evitó el calor de costumbre en el seno de la Comisión de Postulación (CP). En pleno proceso, la Decana de la Universidad Mariano Gálvez abandonó la misma alegando amenazas y nadie ocupó su puesto ni se preocuparon por sustituirla, salvo antes de la última votación, donde se quiso enviar a un representante. ¿Qué intereses hubo al final que no se reconocieron en el ínterin?; ¿Cometió delito de abandono de funciones?.
Muchos cuestionan a la CP por no haber realizado una buena selección. Sin embargo, la honorabilidad y la ética, eran puntuadas sobre la base de tres o cuatro certificados: antecedentes policiales, ausencia de denuncias, etc., es decir, algo que cualquiera puede obtener en blanco, a pesar de estar manchado de negro. ¿Era esa la forma o la fórmula?, posiblemente no, pero fue sobre la que se hizo. Presiones tampoco faltaron. El “Nadal chapín”, que sabía cómo influir y lo había perfeccionado anteriormente, parece que es el gran derrotado en este proceso al no incluir a ninguno de sus patrocinados.
Los “grupos de la sociedad civil” también hay que presentarlos de frente y con sus intereses. El 80% de las denuncias no sirvieron para nada. Eran anónimas o estaban firmadas por quienes no representaban legalmente a los movimientos que incluían sus logos, alguno de los cuales, como la Asociación de Abogados Mayas, llegó a presentarse en determinado momento a decir que el suyo había sido utilizado, en esa ocasión, sin su consentimiento. ¿Qué fundamento real tenían ciertas denuncias?, ¡hay que verlas!. Algunas consistieron en acusar a la magistrada de tener hasta cuatro amantes (tesis doctoral para psicólogos, pero no tema para la CP) o de haber cambiado de carro.
Por su parte, la CICIG nunca presentó en la CP alegato alguno ni prueba fundamental, de las que luego tuvo conocimiento el Congreso ni estuvo en las vistas públicas, algo que hubiese sido más útil y efectivo, aunque menos mediático, y decidió reservar la información “por si no lo hacía bien”. Sin memorial acusador, ahora extemporáneo, es imposible que aquellos evaluadores determinaran la idoneidad de algunos/as.
En la votación final, a última hora de la noche del domingo y en las primeras del lunes, hubo personas que con su presencia trataron de presionar a alguno de los miembros de la Comisión, concretamente de entre los Decanos. Sus demás colegas alentaban al jurista observado en sus posaderas para que no se dejara influir. Mientras, un grupito telefoneaba descaradamente a ver por quien debían votar y, finalmente, fue el que eligió a los seis señalados. El Presidente, como postre, declaró que la UNE llevaba dos años de negociaciones y trabajo para este proceso de nombramiento de jueces. ¿Lo quieren más claro?. R.I.P., para los corruptos manipuladores.
Ahora los magistrados deben comenzar a ajustar sus decisiones realmente a Derecho y no a intereses que les comprometen. Los tribunales no pueden ser mesas de negociación, sino aplicadores fieles de normas generales donde la razón está al margen de la presión o el amiguismo.
A todo esto, hay un importante porcentaje olvidado de personas de bien que han iniciado una revolución de fondo en el país. ¡Un aplauso a los que ejercieron el liderazgo esperado a pesar de las críticas!.

lunes, 5 de octubre de 2009

El cuarto poder

ESTE ARTICULO ES INEDITO. NO SE HA PUBLICADO PORQUE LA COLUMNA, ESE DIA, APARECIO EN BLANCO BAJO EL TITULO DE !INJUSTICIA!, COMO CONDENA SOLIDARIA A QUIENES HAN MANIPULADO EL PROCESO DE SELECCIÓN DE MAGISTRADOS.
!!!MI DESPRECIO A TODOS ELLOS!!!


Montañas de comentarios ha traído la selección de los magistrados a la Corte Suprema de Justicia. Inicialmente se comenzó por criticar, fiscalizar y hasta presionar a la Comisión de Postulación. Muchos de los integrantes, lejos de hacer su trabajo, se dedicaron a hablar continuamente por teléfono para solicitar instrucciones a quienes, desde afuera, realmente dirigían y opinaban en aquellas discusiones por boca de algunos de los representantes pagados o manejados por intereses difusos. Al final, lograron conformar una lista de 26, muchos de los cuales no llegaron ni a 60 puntos, lo que evidencia el corto CV y la escasa calidad de los candidatos. ¡Habría que meditar sobre ello!.
También hay que criticar el desmedido protagonismo de los denominados “grupos de la sociedad civil”. Sin representar a nadie, más que a ellos mismos, y con un manejo mediático sin precedentes, apretaron hasta la saciedad. Enviaron propuestas, fotocopias de prensa como denuncias y sugerencias avaladas por firmar ilegibles, cuando no anónimos. A ellos no había quien los cuestionara ni fiscalizara. Querían quitar a los “malos”, pero no dejaban de imponer a los suyos, a los “buenos y honestos”. ¡Quién sabe dónde pusieron el rasero de medir!. A fin de cuentas, tenían que justificar millones de donaciones internacionales que los sustentan y les dicen en qué dirección actuar. Con todo ese alboroto, ¿qué abogado defenderá ahora a algún sospechoso de narco o qué juez dictara una sentencia que, dentro de unos años, digan que es “incorrecta” o amañada?. Hemos pasado de la presión de los grupos ocultos a la de los “juzgadores sociales”. ¿En qué mejoramos, pues?.
A esos de “la buena voluntad”, hay que sumarle la CICIG que también incidió lo suyo. Sin embargo, no puede ser admisible, que un juez de la categoría de Castresana, haga una denuncia pública ex temporánea y sin aportar pruebas. ¿Por qué no presentó los alegatos documentados en la Comisión?. Creo que se precipitó, y pudo ser por la presión de los mismos grupillos que compadrean en el ámbito internacional, y ya sabe que quienes pagan, exigen.
Finalmente, el triangulo se completa con el Congreso. Haciendo caso omiso de cualquier sugerencia, ya tenían pactado quienes serían los magistrados. ¡Acaso no son ellos los que mandan!. ¿Quién se cree todavía eso de que son “los representantes del pueblo”?. Los diputados solo se representan a ellos mismos y a quienes les pusieron ahí, los demás, les importamos un carajo. No es criticable el pacto, sino más bien como lo hicieron y con la elegancia que se pasaron cualquier consideración por la entrepierna.
En todo esto, nadie reparó, y por eso todo ha quedado igual que estaba, en quien manda en este país. Algunos ingenuos periodistas todavía fueron a pedir la opinión del Presidente en relación con la elección. ¿Creen, mis estimados, que es el Presidente quien decide?. Deben buscar a la sombra y con faldas quien, discretamente, mueve los hilos de este país y los convierte en sólidos amarres. El “grupito justiciero” ya había decidido quienes serían nombrados, que deberán hacer y, por supuesto, a quien deben obedecer en el futuro.
Seguimos mirando de reojo en lugar de enfocarnos en cómo están realmente las cosas. ¿A quién le interesar una justicia ad hoc?, pues a quien la tenga que maneja interesadamente. Está pendiente la elección presidencial, el caso Rosemberg y muchas otras cosas propias y de amigos que hay que resolver. Dejen de mirar la decoración y presten atención al poder en la sombra, de lo contrario, seguiremos sorprendiéndonos cada vez que ocurran cosas como estas.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Esposas

El famoso dicho: “detrás un gran hombre hay una gran mujer”, no aclara cuál el papel de la fémina, el nivel de relación en la pareja ni despeja otros muchos enigmas. Hay pícaros y agudas feministas que piensan que detrás de un hombre de éxito lo que hay realmente es una mujer sorprendida.
En Honduras, doña Xiomara Castro, que nadie sabe donde estaba cuando en pijama y de madrugada sacaron a su marido de la cama, se presenta como una esposa angustiada y afligida, aunque hacía muchos años, hasta donde tengo información, que no convivía con el delincuente-presidente. Parece, sin embargo, que aprovechar el momento que le brinda el saltimbanqui de su consorte y la publicidad gratuita que recibe, merece todo el esfuerzo por presentarse como una dama aturdida que aguarda la llegada del “esposo” desterrado y ahora refugiado. De paso, se promueve la muy pícara.
En Nicaragua, más de lo mismo. Doña Rosario Murillo esculpa a su esposo, el comandante Daniel Ortega, de las violaciones sistemáticas que hizo de su hija cuando era una niña, como aquel de la URNG (¿lo recuerdan?), y no lo encarcela que es donde debería estar esa calaña de depravados. No entiendo como una madre (o un padre) puede excusar a nadie de esa atrocidad, pero haciendo un enorme esfuerzo, lo que puedo imaginar es al precio que lo hace. Por eso, es vox populi que quien manda realmente en Nicaragua y desea llegar al poder, es la tal patrona. No hay almuerzo gratis, ni guerrilla que guarde castidad. Nada nuevo, María Antonieta, apodada “madame déficit”, ya dejo claro hace años de lo que era capaz.
Por eso, los dictadorzuelos de verdad, los autoritarios finos y despiadados, son célibes. Vean a Fidel Castro, solitario de siempre aunque, como Lugo (asceta también), regando hijos por doquier, pero sin mujer que desde la sombra le mueva la silla o le haga cortarse la barba y cambiarse la sudada camisa verde olivo. O Hugo Chávez, quien aparece ataviado de rojo pasión (o sangre), porque tampoco tiene una mujer detrás que le asesore en su imagen. Ninguno de los dos está dispuesto a que una damisela le dispute el poder o le haga plegarse a ciertos deseos femeninos. ¿Son o no listos los “tíos”?, ¡eh!.
Sigamos. ¿Quién sabe cómo se llama la pareja de don Evo Morales?. ¡Ven!, ni idea, porque es de la misma mara. Lleva esos suéteres anticuados y ese corte de pelo a lo garçon que no le favorece y nadie le dice lo fachoso que se ve. Le falta, como a los otros, su media naranja (y un poco de buen gusto) y, también como los otros, tiene hijos esparcidos y es aprendiz de tirano. El “Che”, fue otro del club. Sin dama fija y matando por el mundo, aunque ahora venda muchas camisetas.
A estas alturas del cuento estarán pensando cuál es la situación por aquí. Lo dejo a su descabellada y calenturienta imaginación. Con los ingredientes disponibles tienen suficiente para elaborar su propia teoría. Pero como no quiero ser ingrato, ahí van unas pistas más: ¿quién dilapida más dinero que nadie en este gobierno?; ¿quién dicen que manda, de verdad?; ¿quién ha colocado a su mami, a su hermana, a su hermano y a otros de la “familia”?; ¿quién quita y pone ministros y otros cargos?; ¿quién quiere ser presidente?. El puzle no es tan difícil. Vean lo que ocurre en Honduras y Nicaragua y se aproximarán a la solución.
Más que una columna de opinión, me ha salido un sodoku, pero ¡ánimo, usted es capaz de resolverlo!. Envíenme su solución.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Canchinflines

Meses tardaron en liberar a quien supuestamente agredió a la esposa de un nombrado funcionario público. Cuando “el asalto” ocurrió, muchos, y entre ellos un montón de eminentes feministas, se levantaron disparados de sus asientos para señalar la persecución y el maltrato de que son objeto las mujeres, lo que les sirvió para captar atención -y fondos- y exhibirse profusamente en los medios.
Brindaron ruedas de prensa acentuando el ataque y se apiñaron en torno a una causa que elaboraron, juzgaron y condenaron rápidamente y al unísono. ¡Hasta embajadores/as se apuntaron al evento!. El tal funcionario brindó entrevistas difundidas en radio, prensa y TV, donde se proyectó lacerado, gemebundo y compungido. Días más tarde, presentaban una elaborada teoría que perseguía, condenada y terminaba por encerrar al malvado hombre que meses después quedó en libertad porque parece que la cosa no fue como todos -y todas- dieron por hecho, antes, por supuesto, de que la versión cambiara sustancialmente. ¡Y lo dijo la CICIG!, a la que quisieron separar de las pesquisas.
Para toda esa parafernalia, se gastaron fondos públicos, se privó de libertad a una persona y se “resolvió” el caso, antes de investigarlo. La declaración expedita de la agredida y la presión de todos esos -y esas- miembros de la “mafia de los de la buena voluntad” sirvió para que el aparato mediático y corporativo, con contribución de algunos/as articulistas, se pusiera en marcha y elaborara la correspondiente teoría, independientemente de que fuera la correcta. ¿Acaso eso era importante?.
Ocurre así a diario. Un grupo de “damas y caballeros”, únicos integrantes de sus propias ONG,s, dan declaraciones en los medios y crean opinión pública en nombre de una sociedad civil que para nada representan. Sobreviven en un mundo donde parece que casi todo vale, incluidos sus mezquinos intereses. ¿Cuántas historias interesadas, como esta, se habrán fabricado y conducido a la hoguera a otras tantas personas?. Posiblemente más de las debidas.
Sin embargo, no he leído una sola nota de disculpa, admisión de error ni cambio de postura inicial. La soberbia -o el olvido, que estoy benévolo- es también compañera de viaje de ellos -y ellas-, insignes militantes de ONG,s, que únicamente conciben el fin último para el que existen. Ni siquiera se retractó aquel burócrata que teóricamente vela por nuestros derechos y que, cuando se equivoca, debería salir a la palestra y gimotear nuevamente, pero esta vez sonrojado.
Todo forma parte del poder difuso, mitad oenegista y mitad oficial, cargado de ponzoña que termina por invadir nuestra vida, generar opinión interesada y endilgarla como si fuera nuestra. Revelémonoslo contra esos fabricantes de conjeturas antes que nos incluyan en algún prefabricado caso y acabemos señalados, en prisión o en algún otro sitio peor.
¿Quién pedirá perdón ahora?: ¡nadie, por supuesto!. Ni siquiera la noticia ha tenido trascendencia en prensa, al menos equiparable a la que tuvo el escándalo. Somos una sociedad hipócrita, porque mojigato es nuestro comportamiento o al menos el de algunos -y algunas- que creen pueden seguir diciendo sandeces, comprometiendo a muchos y echándoles la culpa “a los de siempre”. Si los contamos (intente hacerlo), no son más de treinta pero presionan y se manifiestan continuamente, vetan a quienes no les gustan, imponen sus particulares intereses y promueven arbitrariamente lo que luego venden como opinión mayoritaria. Lo peor de todo: quienes apuntalan esos argumentos interesados y amañados porque son incapaces de alzar su propia voz. ¿Cobardes o conformistas?. Da igual, promueven idéntico efecto y permiten que todo esto ocurra impunemente.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Parole, parole,.....

Pretende el gobernante, al decretar el Estado de Calamidad, enfrentar lo que sutil e interesadamente se ha denominado “desnutrición crónica”. La situación extraordinaria puede servir para dar menos explicaciones de dudosas adquisiciones y utilizar ayuda internacional arbitrariamente, además de poner silencio en algunas bocas, pero no pan.
Comenzaron pregonando transparencia, pero el cristal se opacó. Por el contrario, cada vez abogan más por quitar los candados del presupuesto, transferir fondos no importa de qué Ministerio al sancocho de Cohesión Social o generar más deuda y la “hambruna” les sirve para ese propósito que sigue siendo disponer de la mayor cantidad de dinero posible sin tener que dar cuenta a nadie ni siquiera entre ellos.
Recoge la prensa dos afirmaciones del Presidente un tanto baladíes y preocupantes. En la primera, dice que esto de la desnutrición crónica es un problema estructural. Para justificarlo no se remonta, como es costumbre, a la Colonia pero poco le falta. Sin embargo, no explica por qué no acometió un plan desde que llego al gobierno o, si es que lo hubo, cual es la razón del estrepitoso fracaso año y medio más tarde y después de “solo” diez años para planearlo. En la segunda, afirma que no se va a detener en tecnicismos y que “una sola vida tiene un valor incalculable”. Tampoco aclara si se refiere a la vida del que pasa hambre o no, porque desde hace años tenemos más de 17 muertos diarios y hasta la fecha la medida más inteligente ha consistido en orar, lanzar bendiciones y nombrar a ineficientes, cuando no delincuentes, funcionarios policiales. Todo eso es pura demagogia discusiva que no conduce a ninguna parte si bien evidencia los nulos planes del Gobierno salvo que no sea, insisto, manejar caprichosamente la mayor cantidad de fondos públicos.
Si la prioridad fueran los muertos ya se deberían haber tomado algunas medidas coherentes en el ámbito de la seguridad para reducir esas cifras que dice ignorar o no recordar porque le pasan gráficos y estadísticas de grandes números. Le informo, para que no lo olvide, que siguen creciendo los homicidios y ninguno de sus ministros y jefes de policía ha servido para frenar, ni para mantener congelada, la altísima cifra que nos sitúa como un país no solo violento, sino políticamente desastroso y carente de voluntad, por mucho que le quiera endilgar la culpa a otros.
Ustedes adolecen de cualquier política pública, salvo la fiscal y recaudatoria, por eso surgen todos los días problemas en cualquiera de las áreas de gobierno: salud, medioambiente, seguridad, defensa, educación, agricultura y otras. La prensa despacha constantemente preocupantes noticias y el Congreso evidencia, con sus interpelaciones, la falta de conocimiento, ideas, planes y gestión de los titulares de las respectivas carteras. El último, el de salud, salió literalmente corriendo: mal ministro pero buen fondista. Hay una razón: todos obedecen a la “voz de su amo” que usted, mejor que nadie, sabe quién es. Pero como la dirección no es lo que aparenta, los ministros se dedican a pasar sin pena ni gloria y no tienen los bemoles de dar un puñetazo en la mesa y denunciar lo que ocurre, prefiriendo permanecer impertérritos en el puesto sin enfrentar a quien de verdad manda. La ex ministra de educación lo ha dejado claro para quienes han querido entender.
Es lamentable oír que le conmueven los muertos y que uno solo merecería toda la atención. Desde que hizo esa declaración ya han superado los 100. ¿Qué independencia estamos celebrando, y de quién?.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Iluminados

En pocos años, la actual crisis hondureña será motivo de tesis sociológicas y políticas que evidenciarán el verdadero alcance de todo este sumatorio de acontecimientos que se vienen produciendo desde hace unos meses y que todavía dará mucho que hablar.
La teoría que ahora predomina, y es difundida por quienes se autodenominan demócratas pero que usan la palabra como la ropa interior, es que no hay que respetar los resultados electorales que salgan del proceso que ocurrirá en pocos meses. La razón es no validar las elecciones que surjan de un gobierno que denominan de facto. Don Álvaro coquetea con la idea de apoyar esa iniciativa, o al menos así lo ha recogido la prensa, ahora que es bueno afinar para que no demanden, persigan y amedrenten con todo el aparato del estado, tal y como lo hacen con Marta Yolanda. Por si fuera poco, los mismos “demócratas” abogan, y apoyaron en su momento al igual que el Presidente, el bloqueo económico a Honduras, para joder a nacionales y hondureños y no vengan a dar lecciones a quienes más saben de todo eso. Así empobrecen todo mucho más y les da cuerda para seguir.
Con ese derroche intelectual solo queda pensar que la sequia ha generado un proceso de diarrea mental difícil de contener en quienes apoyan esas y otras similares medidas. De seguir profundizando, es posible que terminemos por desconocer la democracia chilena, la española o incluso la guatemalteca. ¿Acaso se nos olvida que la constitución del 85 es implementada por un gobierno de facto?. También se presenta un panorama oscuro para Cuba porque: ¿cómo aceptar el resultado electoral que salga de un régimen criminal y corrupto como ese?. Y, si seguimos en la misma majadera línea de reflexión, lo mejor es que ignoremos todas las democracias del mundo porque la mayoría provienen de regímenes de facto de verdad y no como el de Honduras que, por cierto, no reúne esas características.
De la misma manera quieren bloquear la ayuda internacional, los préstamos y el comercio con el país centroamericano que es exactamente lo que vienen criticando que hacen los norteamericanos con Cuba desde hace años. ¿En qué quedamos partida de incoherentes?. Por un lado, se intenta condecorar, sin éxito por cierto, al barbudo y por el otro, se cierra la frontera con el vecino, porque es un gobierno de facto. ¡Genial chaval!, que diría Sabina.
Se les ha visto el plumero a todos -y todas- los que son invitados y becados anualmente a la isla a ver las maravillas de la revolución o a estudiar maestrías y doctorados irrelevantes por venir de donde vienen. Están comprados y les faltan los huevos que les sobra a los hondureños, para tomar partida con coherencia y responsabilidad en su futuro. Prefieren seguir viviendo del fisco, propio o ajeno, y de las ayudas que les otorgan esos dictadorzuelos, sus representantes y otros disfrazados de “comunidad internacional con altos índices de democracia” que quieren experimentar aquí lo que en sus respectivos países es inviable y generaría tal reacción que probablemente no durasen las propuestas y sus autores más de un día.
De seguir el ritmo de disparates avanzando como va, es posible que tengamos que organizar un movimiento, o mejor una su ONG, para desconocer a todas la democracias que vinieron de dictaduras con su general al frente y, de esa forma, terminamos por hacer un mundo uniforme y socialista, al mejor estilo del chavismo que avanza, desconoce alcaldes, expropia, intervine prensa, vocifera y desprecia a medio mundo que estúpidamente sonríe mientras le soplan el cuello y ocurre lo inevitable.

lunes, 31 de agosto de 2009

Tócate los.......

El Presidente anunció a bombo y platillo, ¡como los grandes!, otro despilfarro de Q3 millones destinado a la compra de instrumentos musicales. No basta con el gasto desatinado en tenis, juguetes y barbies con el logo de cohesión social, ahora compran trombones, marimbas y alguna que otra guitarra. La música siempre aplacó a las fieras.
Probaron con los comedores solidarios y, además de ser una competencia desleal con todos los que tenían cantinas en la zona y tuvieron que cerrarlas, no han solucionado nada. El hambre les ha aparecido a esos planificadores en otros lugares del país. Para distracción del pueblo, ponen a los chicos a tocar la flauta y a promover eso que bastamente denominan “cultura”. ¡Qué bonito!.
Mientras eso ocurre, promueven una reforma fiscal, ahora retirada y en “profundo estudio” y el Congreso aprueba, a petición del Ejecutivo, préstamos millonarios porque no les alcanza el dinero para hacer un buen derroche. El que tienen lo despilfarran en los “programas inteligentes” que ejecuta cohesión social, por cierto, como el cáncer, cada vez más extendida y menos eficiente en la función de gobierno.
A los improvisados grupos musicales se unen los “niños cantores”, quienes corean que la carga fiscal es la menor de América y por eso estamos tan mal. Podrían añadir al estribillo que el día que paguemos más en lugar de gastarse aquellos millones serán capaces de dilapidar el doble. Subamos impuestos y tendremos trompetas, violines y, por aparte, más muñequitas lloronas y meonas y muchas más cositas insignificantes con el logo del gobierno o de cohesión social que serán graciablemente entregadas cuando a la dama le convenga aparecer y promover esa gansada de programa para salir de la pobreza. El otro día, al visitar una localidad, dijo que no había hambruna, sino “desnutrición crónica”. ¡Sutil, verdad!.
Todo es un plan para quedarse con más recursos y emplearlos en boberías improductivas que solo parchean y crean fantasiosas expectativas en gente que babea por unas migajitas creyéndolos todopoderosos. Se disfrazan con vestidos típicos o según la costumbre del lugar visitado y hacen entrega del lote correspondiente el día y hora que les conviene. El show mediático siempre ha sido el arma de los populistas, de los dictadores, o de ambos.
¡Ea pues!, todos contentos con el tamborcito, hasta que se rompa el palito, con la flautita que seguro se le tapona algún agujerillo o con la guitarra que terminará sin cuerdas. Para entonces ya no estarán en el gobierno o habrán inventado otros programas de esos que nos sacan de la miseria y del subdesarrollo, mientras sueñan con pasar a la historia como insignes dignatarios, sin darse cuenta que hay lugares apropiados para las payasadas, pero deben pintarse la cara, emplear la inteligencia y sobre todo tener arte, mucho arte, algo que no está al alcance de cualquiera.
Por su parte, los “cuatro fantásticos” (PDH, USAC y representares de ambas iglesias), siguen promoviendo inútiles alianzas. Al igual que hicieran con la seguridad, ahora hacen con el hambre. Ya no saben cómo promover sus espurios intereses y hacerse notar, aunque su eficiencia deja mucho que desear. ¿Dónde está, ¡chicos listos!, el acuerdo nacional de seguridad que nos vendieron meses atrás?. Mejor dejen de tocarnos los cachinflines para que otros puedan tocar la marimba. Si no saben hacerlo, y esta demostrado que no, ahorren unos y callen los otros, no se aventuren, especialmente en tiempo de crisis. El circo ruso, ese que vetaron en el interior del país, busca personal y muchos califican.

lunes, 24 de agosto de 2009

Tesis y privados

Miles de estudiantes universitarios, con sus estudios felizmente concluidos, se encuentran atrancados, algunos por años, en un proceso que no termina de evolucionar por culpa del inmovilismo, la falta de ideas y la incapacidad de cambio de quienes pueden promoverlo.
Muchas universidades del país -la mayoría- exigen a sus graduados, antes de otorgarles el correspondiente título de licenciatura, realizar un privado y/o elaborar la necesaria tesis. El examen privado, termina siendo una interacción con dos o tres profesores que interrogan al alumno sobre todo lo que debió de ver en su carrera. La tesis, por su parte, consiste en la elaboración de un trabajo original siguiendo unos determinados parámetros. Ambos, no son requerimientos para obtener el grado de licenciatura en Estados Unidos y en la mayoría de universidades europeas. Aquí, por el contrario, seguimos anclados en el más tradicional paradigma del escolasticismo, lo que nos hace, entre otras cosas, menos competitivos y más vulnerables.
Habría que preguntar por qué un alumno que supera cinco años de carrera, alrededor de 60 diferentes cursos, cientos de horas presenciales, de estudio y de prácticas, exámenes por decenas e interactúa con más de una cincuentena de profesores, se atora y no pasa los privados o no es capaz de escribir una monografía fin de carrera. La única explicación no está en la incapacidad del graduando, sino en la falta de bondad del sistema. ¿Qué hace que un alumno no pueda finalizar todo el proceso?. ¿No será que no aprendió lo que debía?. ¿Por qué no se quedó en primer o segundo año y llegó hasta el final del programa?. Las respuestas no apuntan hacia el estudiante, más bien destapan un sistema permisivo, poco adecuado al proceso de aprendizaje moderno, incapaz de evolucionar, acomodado a parámetros tradicionales o caducos, desconfiado de lo que hace y que frustra a profesionales que terminan anclados al fracaso porque no superan el privado o escriben la tesis. ¿Los habían preparado para ello?.
En otros lugares del mundo -y en una Universidad del país- que solemos tomar como referencia de éxito, esta práctica arcaica no existe o tiende a desaparecer. El estudiante que supera el programa de estudios y llega exitosamente al final, sencillamente es graduado y pasa inmediatamente a forma parte del cuadro de profesionales, compitiendo con el resto de compañeros de profesión. Aquí, quienes cierran deben dedicar un año, dos o media vida a cumplir con los complejos requisitos que, aunque pudieron servir en el pasado, hoy no tienen sentido. También, y no nos engañemos, termina por servir para regular la competencia y promueven colectivos o grupos de presión.
Algunos frustrados profesionales que tuvieron que dedicar años de su vida para aprender algo, aunque sea a recitar de memoria un artículo de no importa qué código, muestran sus “capacidades” delante de los novatos examinandos para que ellos lo reciten en ese preciso instante, sin darse cuenta de lo que a él le costó o desean que escriban la tesis que el mismo nunca fue capaz de hacer.
Pero lo peor es que la capacidad logística y operativa de las Universidades no puede con la demanda. Por cada privado o tesis se requieren dos o tres profesores que entiendan del tema y sean capaces de abordarlo con garantías pero ¿qué Universidad cuanta con el doble o el triple de profesores que de estudiantes para hacer esto en tiempo y con garantía?. La respuesta: ninguna. La conclusión: así les va a algunos miles. La esperanza: que se renueve el sistema de una vez y todo esto evolucione.

lunes, 17 de agosto de 2009

¡Democracia!

Muchos de los acontecimientos que acaecen en el presente siglo nos están desbordando y, a falta de palabras para describirlos, acudimos a viejas definiciones y a estereotipos ya superados.
Hablamos de guerras, pero hace más de 50 años que no se declara formalmente ninguna; de víctimas civiles, cuando los conflictos ya no enfrentan solamente a ejércitos; de golpes de Estados, pero lo que ocurre es otra cosa que en nada se parece a antiguas asonadas y, cómo no, de democracia, para designar no importa qué modelo de gestión política. A ese superficial concepto de democracia, solo hay que añadirle algún calificativo para que el resultado responda a los intereses del promotor. La democracia de partido único, como la cubana, es la guinda de esa genialidad político-arquitectónica. En tiempos postmodernos, donde el relativismo valida cualquier cosa, se permite esa generalización conceptual que nos sitúa inmediatamente fuera de la lógica y de la razón.
Damos por sentado que ciertos vocablos significan lo mismo para todos los receptores o emisores de un mensaje y, sin embargo, ¡qué distinta es la realidad!. De tanto hablar de democracia, hemos envilecido el término. La forma y la influencia mediática se han posicionado sobre el fondo y la sustancia. La emotividad descrita por Sartori, frente a la racionalidad, nos aproxima a la masa orteguiana y cumplimos aquel postulado que propuso el mismo Ortega: “la mayor parte de los hombres, no tienen opinión…”.
Es preferible (y necesario) hablar del modelo de Estado, del fondo más que de la forma, de la esencia y del horizonte a alcanzar, más que de lo superficial y anecdótico, cuando no intrascendente.
Hay pilares básicos para construir un Estado sólido y duradero. El Estado de Derecho, con leyes generales, iguales para todos y sobre todo que se cumplen, es uno de los primordiales. No hay que confundirlo con el Estado de legalidad que llena la vida de normas, muchas destinadas a favorecer a ciertos colectivos. Buscar el equilibro no consiste en sustituir la discriminación negativa por la positiva, como algunos hacen, sino más bien en suprimirla. La justicia pronta y la actuación honesta y profesional de jueces probos y capaces, donde nada hay que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad, fortalece al primero.
No se trata de aceptar el imperio de las mayorías, concepto etéreo y manoseado que ha justificado barbaries. Es esencial el respeto a los derechos individuales por sobre todo. La libertad, entendida como la posibilidad de poder elegir sin coacción, es fundamental para un esquema duradero: libertad, para el ejercicio de los derechos con responsabilidad.
La consolidación de partidos políticos fuertes y representativos y no oficinas comerciales por cuatro años y la alternancia en el poder son importantes pilares, tanto que vemos como los hacen desaparecer de muchas constituciones, permitiendo la perpetuidad del político absolutista. La pluralidad política, las elecciones periódicas, la descentralización en la gestión pública, la transparencia en el manejo de fondos públicos, el ejercicio honrado de la política, el rechazo al transfuguismo que traiciona los intereses de quien elige a sus representantes, la revocación del mandato presidencial, que permite despedir al gobernante cuando no cumple con su cometido, la división de poderes y comprender la diferencia entre el derecho público y el privado, son aspectos trascendentales.
Si lo que construimos sobre esos principios le queremos llamar democracia, me puedo sumar a la idea, aunque habría que pensar en hablar de República. Caso contrario, hay que acudir, para mayor aclaración, nuevamente a Ortega: “Una estupidez, no puede dominar, sino es con otra.

lunes, 10 de agosto de 2009

Obstinados

¡Se llama contumacia, a la persistencia en el error!, gritaba un viejo profesor ante la insistencia de algunos alumnos tercos que utilizaban, una y otra vez, el mismo equivocado argumento. Continuar con el actual modelo policial es exactamente eso: contumacia.
Los Acuerdos de Paz generaron una importante desinstitucionalizacion de la inteligencia y de la seguridad y hoy sufrimos las consecuencias de aquellos improvisados y atrevidos experimentos. Casi de un día para otro, se sustituyeron instituciones por organizaciones disfuncionales, sin otro fin que destruir el modelo existente por inservible (argumento válido), pero no contemplaron el necesario cambio progresivo y no resentido como alternativa. Prefirieron la rapidez y crearon entes nuevos de los que algunos inexpertos principiantes se convirtieron en destacados asesores. Diseñaron programas de estudios, editaron con sus ONG,s manuales para impartir clases en la Academia de Policía, promovieron inútiles estudios de largo plazo y sus audaces consejos fueron machaconamente transmitidos por los medios de comunicación, lo que les permitió cobrar grandes sumas de dinero.
Hoy, solo los insensatos defienden el modelo torpe, corrupto e ineficiente de una PNC viciada desde su origen, porque fue creada precipitadamente y a imagen y semejanza de quienes viven de todo este entramado de la ayuda internacional y de los apoyos externos. Sin embargo, nadie se quiere hacer cargo del desaguisado que organizaron. Ahí están los folletos que publicaron, las hemerotecas y las páginas webs que todavía contienen “grandes ideas” para conformar una policía “moderna y democrática”.
Promovieron un Cuerpo donde la corrupción es la meta y la delincuencia la forma de ir escalando puestos, arrasando con lo que se presente. Para muestra, un botón de dos operaciones antidroga. La primera al registrar una bodega y la más cercana al incautar un camión. En ambas, se perdió droga en cantidades que no se puede precisar. También en las dos, no trascendió quién era el propietario de la bodega o el dueño del camión, entre otros personajes anónimos. En una y otra ocasión se destituyeron mandos y, a bombo y platillo, que es la forma en que el gobierno anuncia sus torpezas, se cambiaron comisarios, y otros “importantes cargos”. Esta última vez el presidente dijo que había dado la orden de destituir al director de la PNC, sin reparar que fue él quien autorizó y permitió su designación a pesar de las advertencias del pasado dudoso de aquel. Siempre la culpa es de otros y aquí nadie asume la necedad perpetuada de prorrogar un inútil modelo y de no contar con una política pública de seguridad.
En democracia nadie es culpable de los miles de asesinados cada año ni de las decenas de miles de delitos que se cometen. La democracia ha sido el mejor instrumento que pueden emplear los políticos inútiles, y otros vividores, para envolver toda esa miseria que proyectan a los demás y que ellos terminan por ignorar cuando no permitir.
Más de doce años después de la firma de la denominada paz, contamos con índices desmedidos de inseguridad y con un modelo policial absolutamente inoperante. No obstante, el objetivo de gobernantes y de algunas organizaciones de la sociedad civil no es arreglar el problema, más bien vivir de él mientras se pueda y echar la culpa a los demás, al fin de cuentas es lo que saben hacer y han venido perfeccionando toda su vida. Son contumaces y, además, un tanto improductivos e incapaces, pero como los muertos los ponen otros, no hay prisa. ¡Para mañana, cambio de comisarios y a discutir como arreglamos ese inservible modelo, pero con inteligencia, muchá, con inteligencia, como siempre lo hacemos!, dirá alguno.

lunes, 3 de agosto de 2009

Hemiplejia moral

El descubrimiento de que ciertas armas empleadas por las FARC para atacar, destruir y matar en Colombia proceden de Venezuela, país al que le fueron vendidas por Suecia, ha suscitado una gran polémica. Sin embargo, la trascendencia y el análisis se quedaron cortos, no en relación con la conducta de Chávez, algo que obedece a los habituales impulsos de un maníaco totalitario, sino al doble rasero del gobierno y de la política exterior sueca y de otros países.
Se exhiben como países prósperos, con alto índice de desarrollo humano y otros abrumadores datos, pero disimulan, y esto es lo relevante, su industria armamentista y los pingües beneficios que por ello reciben. Apaciguan su conciencia, de existir, a base de donaciones, ayudas internacionales y usando la teatralidad en torno al pacifismo. En esta parte ignorante del mundo, propagan el discurso de los derechos humanos, la lucha contra la violencia y otros similares, como angelical e ingenua tarjeta de presentación. Sin embargo, más al Sur, venden armas a gobiernos tan inescrupulosos como ellos que luego las utilizan para asesinar a ciudadanos que nada tienen que ver con el sucio negocio del conflicto.
Pero, junto a esos nórdicos, hay otros que también se “hacen los suecos”, aunque sean holandeses. Ambos países están entre los diez primeros exportadores de armas e inundan a los latinoamericanos de ayudas económicas y consejos para el desarrollo, sin darse cuenta que el mejor de todos es dejar que cada cual despierte por sí mismo y la ayuda más eficaz la de no vender armas a dictadores para que las usen o las deriven a otros asesinos. Interesante observar como ambas embajadas son hiperactivas, al menos en Guatemala, donde realizan constantemente declaraciones públicas y observan un inusual protagonismo, cuando no injerencia, alguna hasta prepotente, grosera y de mal gusto.
Nos quieren educar a “ser más civilizados”, desarmarnos y promover el diálogo y la paz, siguiendo al pie de la letra aquella cita bíblica de que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, agregando la hipocresía, también bíblica, del fariseo. Compran voluntades, escritores, analistas, ONG,s y promueven fundaciones para mostrar los buenos, honestos, pacíficos y “lideres en cultura democrática” que son sus desarrollados pueblos. Una vez al año, hasta otorgan premios nobel de la paz, con el ánimo de erigirse en referente de altruismo y bondad.
No terminamos de ver, de entender ni mucho menos de aprender casi nada. Seguimos pendientes de las migajas y nos abruman las declaraciones de “importantes embajadores” que saben mucho y se permite dar lecciones de moral, mientras sus gobiernos sostienen parte de la violencia por el mundo y callan conciencias con limosna, producto del fomento de la barbarie. A fin de cuentas siempre tenemos a los afamados gringos para echarles la culpa y acordarnos de los malvados y viles que son, olvidando anónimos protagonistas.
Esos vikingos, y otros centroeuropeos, se quitaron los cuernos del casco y los pusieron sobre nuestras cabezas, sin que nos hayamos dado cuenta de la jugada. Lo peor de todo, es que les rendimos pleitesía, los tenemos como modelo y aguantamos la presión diplomática de sus “acertados” consejos, aunque no nos acompañen a ver si la bala que mata diariamente a muchos latinoamericanos es made in Suecia o made in Países Bajos. Mientras, algunas organizaciones nacionales, de esas que dicen luchan por la paz y la justicia, siguen financiadas por la cooperación de esos países para promover la despistolización, la lucha contra la violencia y la búsqueda de la paz. ¿Denunciaran esto o seguirán viviendo del cuento?.

lunes, 27 de julio de 2009

El Sombreron

Sigue con su insistente peregrinar y con querer retornar al país que lo sacó por corrupto, abusivo, prepotente y delincuente, mientras sus amigos no cesan de fustigar. Primero, fue el comandante Chávez al enviar un avión a sobrevolar el espacio aéreo hondureño en una temerosa pantomima de acrobacia circense, por cierto, sin don Mel quien se quedó escondido en tierra nicaragüense. Ahora, es el comandante Ortega el que incita a manifestantes para provocar incidentes en la frontera. Ambos, únicamente quieren alguno que otro muerto (o mejor si son muchos) y violencia extrema para justificar un casus belli que les permita desatar el odio violento que acumulan e invocar el empleo de la fuerza y nuevamente promover una reacción internacional que esta vez se justificaría apelando a cualquiera de todos esos tratados y convenios que nunca sirven para nada, salvo para invocarlos y manipularlos en situaciones como esta. No cejan en su cometido expansionista y para esos déspotas el fin justifica siempre los medios, tal y como lo han demostrado en el ejercicio político en sus respectivos países.
Si analizamos los hechos, veremos que, habiendo sacado a Mel del país o habiéndolo dejado detenido, la situación a la fecha sería, institucionalmente hablando, la misma. Se le habría sustituido en el poder, tal como ha ocurrido, el presidente sería el mismo que ahora hay y el resto de cosas continuarían igual. Por tanto, para los que justifican el regreso como la necesidad de “volver a la institucionalidad”, el razonamiento no tiene sentido, ya ha ocurrido y gracias a ella las cosas están bien. La única diferencia que existiría es que estaría recluido en una prisión o con alguna medida sustitutiva. De no haber actuado como se hizo, la consecuencia previsible es que narraríamos revueltas, hablaríamos de muertos y veríamos a diario manifestaciones violentas. Eso es lo que hay que poner finalmente en la balanza y no el tema institucional que, como queda aclarado, no sería absolutamente distinto. En resumen: irregularmente sacado del país, pero constitucional y legalmente relevado del poder.
La “comunidad internacional”, que convierte a un delincuente en mártir y a unos dictadores en defensores de la democracia, debe saber que el proceso es irreversible. Reponer al ex presidente en el poder no solo generaría un estado de calamidad mayor, sino que traería consecuencias imprevisibles. El diálogo y la negociación son los únicos vectores posibles y cualquier solución debe desechar la vuelta al poder de Zeleya.
Es por ello que algunos países comienzan a desbancarse de esas propuestas, lo que seguramente, generará un importante efecto dominó en el futuro próximo. Insulza criticó el protagonismo chavista en este asunto, mientra Costa Rica y Estados Unidos también han cuestionado la bufonada del intento de entrar por la frontera con Nicaragua.
Al igual que en la leyenda del Sombrerón, parece aplicable aquella frase de: "estoy al mal tan hecho que desde aquí mi amor perdí, que el mal me parece bien y el bien es mal para mí”, algo que sin duda piensa o recita don Mel desde el exilio en tierra sandinista. Y, como eso de las leyendas dicen que termina por parecerse a la realidad más de lo debido, de la misma forma puede aplicarse la aparición permanente, al recordar a su “amada Honduras”, de las (o los) cuatro mulas: Chávez, Correa, Castro y Ortega, aunque en este caso la leyenda se quedó corta porque si afinamos la vista podemos ver algunas mas. Como ven toda una premonición de aquel Sombrerón de leyenda chapina que hoy termina por transformarse en realidad y superar la ficción.

lunes, 20 de julio de 2009

Jardin de infancia

Son como niños y actúan según la neurosis pueril del momento. Empujan, golpean, amenazan, dicen mentirijillas, lanzan agua unos a otros o se llaman por el apodo. Lo lamentable es que cobran como adultos, tienen un montón de asesores, gran responsabilidad y, encima, hacen leyes que los demás tenemos que cumplir.
A los de prepa, cuando hacen escándalo, los llevan a la dirección y llaman a sus papas, en un afán por educarlos y corregir esas salidas tempranas e inapropiadas de tono. A esos “honorables”, en su adultez, no hay manera, salvo despedir a muchos de ellos por, ridículos, choleros, vulgares y aprovechados, cuando no deshonestos.
Ese cuchubal de la zona 1 tiene todo tipo de socios. Están los sordos y mudos. Una suerte de colectivo que apenas sabe leer y escribir, mucho menos hablar, pero que alguien les compró la plaza y el voto y devengan mensualmente el salario de tres años de uno de esos pobres que “salvan” todos los días. Incluye también a los “operadores políticos”, quienes destacan por ser siempre los mismos, aunque se postulan por partidos diferentes en cada legislatura, lo que refleja su catadura moral. El grupo de los cara duras no pueden faltar. Se quedan irregularmente con dinero de viáticos y no los devuelven o les cuesta un montón. Hacen de los viajes su agosto o cambian de partido más que de calzones, traicionando al electorado. No faltan aquellos cuyos nombres salen siempre a la palestra cada vez que se habla de carteles de droga, mafias o crimen organizado. Afortunadamente, el listado se completa con algunos pocos de personas honradas, capaces y creíbles.
Se hacen llamar los “padres de la patria”, por la que, desde ahora, inauguro el club de hijos de madre-patria soltera. Quieren “dignificar” el Congreso, pero se comportan frecuentemente de forma indigna. De cuando en cuando, organizan un show cuyos protagonistas son los mismos payasos de siempre y van agregando a unos u otras nuevos, según sea el acto circense o la pendejada en cuestión.
Desde las gradas, un grupo de embajadores tuvo el privilegio de ver el estreno de la última obra. Abochornados, abandonaron el lugar exclamando, más o menos y traducido al chapín: ¡cuando dejarán de hacer el idiota y de verdad harán algo por este país!. Sin haber reparado que cada día asesinan a un montón de personas, lo que agrava todavía más el comportamiento que tuvieron. Sin embargo, mis amigos, y no se ofendan, ustedes tienen parte de culpa por darles ayuda, dinero y apoyo, lo que les permite seguir viviendo del cuento, del presupuesto y del escándalo. ¡Déjenlos hacerse mayores solitos y salir del kínder político en el que se encuentran!.
Se excusarán sin ningún tipo de vergüenza y continuarán preparando su próximo espectáculo o vagando por el hemiciclo perfeccionando esa carrera inútil y descabellada y sin hacer nada fructífero por este país al que dicen amar o llenaran su boca con elogíos a la bella nación que conformamos, mientras pactan y jinetean cualquier proyecto en función de sus mezquinos intereses.
A mí, personalmente, el espectáculo me dio vergüenza, pero mucha más repugnancia. A los honestos, entre quienes señalo a doña Nineth, les invito a que se vayan o a que los echen. Si eso es mucho pedir, al menos que los evidencien por descerebrados o que promuevan la elección directa. El país cada vez está peor y con el rumbo que llevamos vamos irremediablemente al fondo y, a esos, les importa un bledo. No aman a su patria y tampoco son buenos funcionarios público. ¡Ignórenlos y no los voten mas!.

lunes, 13 de julio de 2009

¿Mensos o caras?

El titular de prensa: “Cohesión Social no es politiquería, es un concepto de gobierno”, presenta y promueve un nuevo modelo político digno de estudio concienzudo: el desgobierno. Se trata, no de hacer las cosas bien o mal o, incluso de no hacerlas, más bien, el objetivo del desgobierno es no hacer nada y, lo poco que hacen, hacerlo desastrosa o marcadamente peor que los otros. Es una pugna permanente por la inutilidad más manifiesta y por la ineptitud más absoluta.
A modo de ejemplo dos de los más impactantes y preocupantes problemas que nos asolan: la seguridad y las finanzas, aunque se podrían recorrer cualquiera de las políticas sectoriales para encontrar muestras ilustrativas suficientes, ejemplo la arriba enunciada. Comenzando por la segunda, decir que algo no es culpa de ellos, hay que ser honesto. La crisis económica no la crearon, aunque hubieran podido hacerlo de haber tenido la oportunidad. Con su propaganda goebbelsiana, nos narran en radio los malos momentos que vivimos para, inmediatamente después, recordarnos que es hora de aprobar mas deuda que les permita alcanzar los logros que prometieron. Exactamente lo contrario de lo que la experiencia nos dice que están haciendo y la razón aconseja. ¿Acaso el desgobierno tiene lógica o razón?. Quieren endeudarnos más de lo que estamos, pero ocultan como dilapidan millones en propaganda basura, por qué permitieron una deuda flotante en FONAPAZ y Comunicaciones cercana a los Q2500 millones sin que exista denuncia pública del hecho, cual es la razón de que no esté preso el responsable de la perdida de ochenta y pico millones cuando era diputado de la UNE y presidio el Congreso y a quienes la dama, según su elevado saber y conocimiento, les regala, antojadizamente, millones todos los meses, por no entrar en el mal manejo de contratas con ONG,s u otros “logros” similares. Este brillante panorama es decorado por los financistas que aprovechan cualquier oportunidad para llevarse millones en contratos del Estado y proveer servicios bajo el mercantilismo más bajo, descarado y miserable. ¿Mensos o caras?.
El segundo ejemplo es la seguridad. En 18 meses han nombrado con “escasa inteligencia“, a cuatro ministros de gobernación y a tres directores de policía, por ahora. El resultado más visible es el incremento de la violencia y de la criminalidad. Son los antiministros. En lugar de reducir los índices, los aumentan. Uno la deuda, otro el de villanos, siguiendo esa lógica mentecata del desgobierno. Detuvieron al Smile al que achacaban todos los males posibles, hicieron aquella inútil hoja de ruta que pactaron con otros que también querían protagonismo, sin que a la fecha haya servido para nada útil y permanentemente imploran para que la CICIG les haga el trabajo que los desgobernantes no tienen capacidad ni talento para hacer. Cual transformer, se ponen chumpas típicas según al pueblito al que van a contarles a muchos de nuestros compatriotas, lo simpáticos y buenos que son y lo diablos que somos quienes los criticamos. ¡Mas que mensos, son caras!.
Por eso no quieren proyectos como Pro Reforma ya que se implementaría, entre otras cosas, la revocación del mandato presidencial y, posiblemente, a estas alturas alguien estaría pensando hacerlo. Este desgobierno solo muestra la auténtica intención de lo que quieren hacer, algo así como aquella entrevista a Chávez en la que prometía no perpetuarse en el poder, y miren ahora
Eso sí, no son cletos del todo y, entre normas, comisiones, viajes, apaños de amigos, conectes con financistas, compra de voluntades y otras genialidades, nos dejan morir cada día o despilfarran nuestro dinero. Nada de mensos, definitivamente son caras y caras muy duras.

lunes, 6 de julio de 2009

Club de Chiflados

Los sucesos de Honduras han hecho correr mucha tinta, alguna de interesada procedencia. Se habló, y se continúa hablando en menor medida, de un golpe de estado y de la ruptura del orden institucional. Empleamos palabras viejas para describir nuevos acontecimientos donde el uso interesado de los términos carga la emotividad, remonta a experiencias superadas y restringe la capacidad de interpretar los acontecimientos.
El presidente Zelaya decidió que, en contra del dictamen del TSE, de la Corte Suprema de Justica, del Fiscal General y de la mayoría de los ciudadanos, podía convocar a una Asamblea Constituyente, disfrazada de consulta o encuesta popular, para modificar la constitución en su beneficio. Hizo como sus vecinos del Sur y, con el apoyo de aquellos que imprimieron las boletas, sobrevolaron el espacio aéreo y enviaron asesores y agita masas, incumplió y dilató el tiempo hasta el límite. Irrumpió en una base militar y se llevó las urnas, el Congreso lo improbó por medio de una comisión de investigación, el jefe de las Fuerzas Armadas se negó a cumplir una orden ilegal y medio mundo le advirtió que cuanto hacía estaba fuera de la ley. ¡Todo le resbaló!. Su soberbia y algunos revolucionarios consejos, le hicieron creerse virrey.
Si se hubiera permitido “la encuesta”, es posible que con la manipulación existente y la ilegalidad manifiesta se habría terminado por justificar la Asamblea Constituyente y mucho más probable que el Presidente desconociera al resto de poderes y asumiera como única autoridad, que es lo que sus cofrades aconsejadores hicieron en esos otros países del ALBA.
Las Fuerzas Armadas, institución del Estado, cumplieron con la orden judicial de sacar al mandatario antes de que se llegara a un proceso irreversible, cediendo el poder inmediatamente, tal y como la constitución lo determina. ¿Fue un mal menor sacarlo del país para evitar violencia extrema?, eso es algo que nunca se sabrá y por lo que tendrá que responder judicialmente su comandante.
La presión mediática de los dictadores del ALBA se notó rápidamente. En poco tiempo se convocó una reunión de aquellos, otra de la OEA y una extraordinaria de la Asamblea General de la ONU, todas con un tufo a izquierda rancia y manipuladora que se siente rabiosa y perdedora viendo como el péndulo de la revolución bolivariana se torna hacia el otro extremo tras las elecciones en El Salvador, la derrota de la pareja presidencial argentina y el triunfo de la nueva visión panameña. La OEA, precipitadamente, dictó una resolución que no deja salida a la negociación, única vía para el arreglo de la crisis. ¿Quiénes apoyarán la reelección de Insulza?.Todo esto es el despropósito de una especie de dictadura cosmopolita que bajo la quimera de “comunidad internacional” representa exclusivamente a los jefes de algunos Estados donde la democracia está matando a la República y el populismo erigiéndose como absoluto soberano.
La solución, como siempre, está en manos de individuos responsables y capaces de tomar decisiones difíciles en momentos trascendentales, sin amedrentarse por golpistas que desaprueban los golpes, dictadores que defienden la democracia ni antimilitaristas que se hacen llamar comandantes y constantemente amenazan con el uso de la fuerza. Nadie debe estar por encima de la ley y cuando eso ocurre, hay que aplicar la ley y actuar sin miedo y contundentemente. Si algo ha quedado claro es que la ola despótica que se aproximaba se puede parar. ¡Oyeron todos!: se puede parar.
Esto debe ser un mensaje para quienes, estén donde estén, creían poder caminar por encima de las aguas.

lunes, 29 de junio de 2009

La ola

Vemos como llega desde lejos, con tiempo. Sin embargo, descuidamos la atención y termina por mojarnos los pies y, si nos dejamos, hasta nos jala a lo más profundo y oscuro del abismo. Cada vez se repite con más fuerza y frecuencia y terminará por salpicarnos, o arrastrarnos al fondo. No podemos cerrar los ojos ante lo que ocurre en Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países ni permitir que se pisotee y ataque permanentemente la libertad. Algunos socios, como Mel en Honduras, han intentado dar pasos torcidos en esa dirección, creyendo estar por encima de la ley y, a su capricho y antojo, modificar la constitución para continuar en el poder, propósito y fin último de todos esos tiranos y sus representantes.
Aquí, en casa, las cosas no van mejor. La pareja presidencial desdeña las críticas, menosprecia las opiniones de otros y hasta se permiten la grosería de insultar a quienes no comparten sus arbitrariedades ni los despilfarros que generan programas inútiles, por muy sociales que los quieran presentar. La jauría que los circunda aprovecha la situación para hacerse con la mayor cantidad de dinero y contratos posibles y así multiplica sustancialmente las inversiones de la campaña. Se nos avecina, y solo es cuestión de tiempo, una mojada como la hondureña, pero sin los errores burdos de aquella porque aprenden y se sofistican con el tiempo. Promoverán una consulta popular donde se mezclen peras con manzanas y terminaremos por aprobar un montón de cosas y, entre ellas, la perpetuación de la yunta y su inútil y torpe filosofía socialdemócrata.
Por aparte, los “intelectuales” afines machacan a través de medios y columnas de opinión el “no cambio”. Prefieren el status quo que les permite seguir cobrando de onegés internacionales que se prestan a este tipo de burlas. Cuando un representativo grupo de ciudadanos decide apoyar Pro Reforma, visceralmente se retuercen porque defienden su forma de vida. De cambiar las normas, dejarán de seguir viviendo de la sopa boba como han venido haciendo toda su vida. Critican, calumnian y derraman bilis, pero son incapaces de generar una alternativa de cambio. Su falta de honestidad les impide reconocer, al menos, el esfuerzo económico, intelectual y de difusión que han hecho aquellos, algo que ellos, “los demócratas” del diálogo y el consenso, no han sido capaces ni de promover ni de impulsar. Únicamente están por esos regímenes absolutistas, donde ellos dirijan o sean amigos de los dirigentes. Necesitan contar con un sistema autoritario con cuotas y privilegios que les permita seguir, como al dirigente magisterial, viviendo del aire. No están dispuestos a trabajar y no saben hacer otra cosa, por muy simpáticos y bufones que parezcan.
Se apoderaron del discurso de los derechos humanos y de los pobres, pero son quienes más lo vulneran; rechazan el militarismo y todos se denominan “comandantes”, paradojas de los regímenes políticos de izquierda en América Latina. Mientras, la ciudadanía aprende a surfear en ese agitado y artificial oleaje que provoca el extremismo de esos iluminados. A fin de cuentas luchan por su supervivencia dentro del único sistema que les permite vivir: el de las subvenciones, la ayuda internacional, las limosnas y el reparto de lo que no producen. No quieren cambiar, no sabrían vivir en un mundo de competencia, porque las concesiones ocultas y el mercantilismo es lo suyo. Necesitan cuotas para todo, porcentajes fijos de presupuesto, representación de género y muchas más patrañas, producto de la mediocridad de quienes no sabe competir ni tiene voluntad ni coraje para ello. Actúan cada vez con más descaro, como en Honduras. ¿Quiénes son los golpistas?.

lunes, 22 de junio de 2009

Fuleros

Este es el gobierno más patrañero de cuantos hemos tenido. Embaucaban antes de llegar al poder. Decían contar con planes, estrategias y políticas sectoriales, sin que a la fecha se haya visto alguno salvo el despilfarro descontrolado y enfermizo, además de no fiscalizable, de los programas de la señora.
Hablaron de un inexistente plan de seguridad para reducir el número de víctimas que, por asombrosa metamorfosis, se transmutó en una hoja de ruta que no apoyan ni quienes la propusieron y como la hoja de parra que tapaba las vergüenzas de Adán y Eva, esta viene a ocultar la incapacidad, la falta de ideas y la voluntad en materia de seguridad. Como remate, piden seis meses más para tener una “nación segura”, sin sensibilidad ni respeto a los cerca de nueve mil ciudadanos asesinados en lo que llevan de gestión pública. Con la prórroga, habrá 3 mil nuevos cadáveres. ¡Vaya plan magistral!.
Oímos también, no ha mucho, sobre la capacidad y planes para prevenir el virus AH1N1. Declararon estado de calamidad y propagandearon tener todo bajo control. Hoy, cuestionamos si tenemos medicinas para enfrentarlo, adelantan las vacaciones escolares porque no saben hacer otra cosa, desconocemos el número de afectados y resulta ser culpa de los ricos que viajan. El plan es: ¡quédese en casa y no salga!. ¡Inteligente política pública!.
Se les llenó la boca de predicar transparencia y vemos corrupción por doquier. Los proveedores de medicamentos son los de siempre y esperemos al mes de agosto para ver si, como declaró el vice, licitan en esta ocasión o ponen otra escusa para seguir igual. Tampoco las comunicaciones han mejorado y se eluden los concursos públicos. Roban fusiles al Ejército y aquí no pasa nada y el ministerio de educación es un fiasco dominado por un sentenciado que mantiene el control por medios oscuros. Del agro y los fertilizante, ¡para qué hablar!. Regulan para beneficiar a los financistas que amenazan e insultan a honestas periodistas que los denuncian. ¡Toma desfachatez, atrevimiento y cara dura!.
Nos torearon con el tema de las escuchas telefónicas y acuñaron la teoría de la desestabilización. Al final resultó ser una maniobra, orquestada por el entorno próximo, de la que no hemos vuelto a saber. La última, sin explicaciones y después de un año de silencio, es que nos meten de cabeza en Petrocaribe. Fácil adivinar la razón: el dinero del que presumiblemente dispondrán para dilapidar con la quimera de la cohesión social. Mientras, el Presidente, como dijera algún presentador de TV, tiene cara ‘especial’. El Vice sigue igual: impávido.
Cada cuatro meses cambian de ministros, de directores, de jefes de guarnición militar, de comisarios y posiblemente también de ropa interior, por el olor a pútrido. Recolocan a la vieja guardia de la izquierda más violenta y pusilánime del conflicto armado. Aquella que no se atrevió a batallar y vivió en el extranjero con becas y ayuda internacional, aunque alentó a otros para que dieran su vida por una causa que ellos no creían y mucho menos practicaban. Ocupan puestos de poder y contratan a sus amigos, hijos, esposa, cuñadas y parientes y, tal cueva de Alí Baba, depredan lo poco que nos queda.
La mentira es una forma de eludir la realidad y, por tanto, la responsabilidad. En palabras de un poeta inglés, "el que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera". Comenzaron y ahora es una cada vez que abren la boca. Si a Pinocho le crecía la nariz, ¿qué le crecerá a estos?.