Entradas populares

lunes, 5 de mayo de 2025

Camino al populismo

Hay que ser conscientes de hacia dónde caminamos y las consecuencias de llegar al 2027 en las nefastas condiciones partidarias que hoy tenemos.

Le propongo un ejercicio fácil. Durante alguna reunión con amigos o familiares, anímelos a que identifiquen partidos políticos en el Congreso. Los más enterados presumiblemente nombren 5 o 6, a pesar de que hay 17. Antes de que se frustren, rételos a que señalen a lideres de esos partidos para las próximas elecciones del 2027. Le aseguro que, a los más, nombrarán a tres: Sandra Torres, Roberto Arzú y Carlos Pineda. Conclusión: nuevamente estamos muy mal, y además todos ellos -unos más que otras- son populistas de libro.

La propuesta preelectoral será que hay que emprender acciones contundentes contra la violencia, y promover el desarrollo económico, especialmente construyendo o mejoran infraestructura. La masa -Ortega y Gasset habló suficiente de ello- enloquecerá con los vibrantes discursos de esos candidatos -no creo que haya otros que sean conocidos suficientemente en el país- sin advertir que caeremos a los más profundo del pozo. Pero ya se sabe: ¡la miel atrae a las abejas! Con ellos, probablemente estaremos mejor en algunas cosas, pero habremos perdido libertad y democracia, y lo advertiremos cuando que sea tarde.

La situación actual, producto de una ingobernabilidad sin precedentes, provoca desasosiego, incertidumbre y una alta percepción de incapacidad política de quienes tienen las riendas del país. La sensación genera un espacio antagónico en el que se reclama autoridad -suelen referirse a autoritarismo- y decisiones políticas contundentes y radicales, que será lo que prime. Los populistas mencionados y conocidos, prometerán arreglar los problemas que agobian, y ofrecerán acciones para convencer al votante de ello. Callarán que una vez en el poder el camino al autoritarismo está trazado, y el bukelismo servirá como referencia. 

Esa nefasta prohibición de hacer campaña electoral solo tiempo antes de la elecciones, blinda el panorama electoral a los conocidos e impide que otros que puedan surgir y ser conocidos con antelación. La norma cierra la puerta durante los años previos a la elección a potenciales candidatos que deberían irse presentando al público, para que el votante tomara una decisión más informada.

Todo ellos necesitarán enormes cantidades de dinero que extraerán de los fondos públicos, pero muchos antes -necesario para llegar al poder- del narcotráfico, del crimen organizado o de multinacionales sudamericanas relacionadas con medicamentos, que ya financiaron anteriores campañas.  Asegurarán que es dinero “suyo”, de sus cuentas, pero el caso de la UNE de Álvaro Colom y Sandra Torres, expuesto en tribunales norteamericanos, deja claro cómo el narcotráfico donó 24 millones de dólares a la campaña de la UNE, y es una muestra de lo que se nos viene con cualquiera de los señalados y desde diferentes financistas.

Hay que ser conscientes de hacia dónde caminamos y las consecuencias de llegar al 2027 en las nefastas condiciones partidarias que hoy tenemos. Entre los incapaces y los mafiosos de la política, da la sensación de que nuevamente el voto en blanco puede crecer, aunque las condiciones antidemocráticas en las que está legislado sea un obstáculo para los ciudadanos que no quieren a ninguno de los candidatos, a pesar de ser mayoría como ocurrió en las pasada del 2023.

Seguramente, el TSE que salga electo en 2026, junto con otras instituciones, bloquee a alguno de los indicados, o a todos, lo que abrirá la puerta a que un outsider -como el que ahora tenemos o como fue Jimmy Morales- y resulte tan incapaz como el actual gobierno, o mucho más populista o ladrón que los tres citados.

No salimos del entuerto, porque la procrastinación impide modificar las normas que son ineficaces, y nos mantiene anestesiados en la idea de que con lo mismo conseguiremos otros resultados.

lunes, 28 de abril de 2025

Iglesia, fe y mujer

El propio Francisco mantuvo la tradición católica y se opuso al ordenamiento de mujeres como sacerdotes diciendo que es "un problema teológico".

La muerte del Papa Francisco me hace reflexionar sobre el papel de la mujer en la iglesia católica, y la necesidad de promover una sana discusión respecto al preponderante rol masculino, apaciblemente aceptado y poco cuestionado.  Contrariamente, la mayoría de las monarquías han sido capaces de superar la ley sálica y permiten que las mujeres primogénitas hereden el trono, algo que muchas iglesias -no sólo la católica- no han logrado.

En mi escasa inmersión bíblica no encuentro razón alguna para que una mujer no pueda oficiar una misa, profesar votos sacerdotales -ya contraen otros iguales- o escalar en la pirámide del liderazgo espiritual, sobre todo en una institución que predica la igualdad, propugna la paz, el amor y el respeto al prójimo. El propio Francisco mantuvo la tradición católica y se opuso al ordenamiento de mujeres como sacerdotes diciendo que es "un problema teológico", pero ¿cómo aceptar que la Iglesia enseñe mediante sus acciones que está bien excluir a las mujeres? En un mundo de igualdad de derechos y obligaciones, ¿cómo explicar racionalmente que hay roles -hombre y mujer- diferentes desde el punto de vista espiritual?

La condición celestial de Dios -y de Cristo- es asexuada, por lo que parece lógico y racional que sea indiferentemente representado por un varón o por una mujer, tal y como Mateo (22-30) parece indicar: “en la resurrección no se toma ni mujer ni marido”. Si la santidad puede alcanzarse, independientemente del sexo ¿por qué no puede ejercerse la autoridad o el rango?

No quiero que esta reflexión suene a provocación ni mucho menos anticlerical, sino a la voluntad de querer entender con la razón algo sustentado en la fe, y que se ha hecho poco esfuerzo por sacarlo de ese cofre, quizá por la dificultad que conlleva habla de igualdad y no promoverla. 

Está claro que es difícil explicar la biblia sin el contexto del papel preponderante masculino en una sociedad milenaria. A pesar de eso, hay espacios muy importantes reservados a las mujeres en ella, y la propia madre de Jesús es el mejor ejemplo, lo que no anula la preocupación que se expone.

Las mujeres católicas han sido tradicionalmente direccionadas a conventos u órdenes contemplativas, de oración, hospitalarias y de beneficencia, acorde, por otra parte, con su papel en siglos pasado. A la fecha, el vector transversal es el de igualdad de derechos y obligaciones de todos los seres humanos, pero pareciera que el debate en el ámbito religioso no ha sido superado en casi ninguna religión y no se ve la firme voluntad de abordarlo. No se trata de promover un falso feminismo ni otro tipo de agenda, sino de explicar racionalmente la exclusión en el siglo XXI de la mujer como sacerdote, obispo o cardenal, con idénticos deberes y privilegios que su pares hombres.

El conservadurismo no consiste en impedir que las cosas cambien, sino que evolucionen a la velocidad posible en el contexto de la sociedad en la que ocurren los hechos. Hablar seriamente de este tema no debería asustar ni provocar la descalificación de quien lo propone, sino abrir la mente a la necesidad de entender algo simple, particularmente en una era en la que el ser humano ha sido capaz de dar pasos de gigante en otras áreas.

En lo personal me quedo con la expectativa del debate serio, apegado a razones y fuera de credos que impiden el análisis. Entiendo que el candado dogmático soluciona muchos problemas, pero quizá ha llegado el momento de enfrentar la situación de otra manera y dejar de exclamar aquello de “con la iglesia hemos topado”.

lunes, 21 de abril de 2025

Todo pasa y todo queda

El punto es que nuestros hijos crecen, sin que haya cambiado nada, y nosotros envejecemos, sin que tampoco hayamos hecho mucho para que cambie ciertas cosas.

El tiempo es el destructor infalible de la vida. Este paréntesis de la Semana Santa, como otros institucionalizados a lo largo del año – y si faltan se inventan-, permite respirar de una coyuntura atosigante y escandalosa que apenas permite sobrevivir dificultosamente a diario. 

La Semana Mayor trajo diferentes relevos ministeriales, también la del jefe de la SAAS -el pagador de parte del baby shower presidencial- y del director del sistema penitenciario. Mejor hacer las cosas cuando menos ruido hacen, porque que llueva sobre mojado parece no ser lo mejor para los tiempos que corren. Ah, y también se nombró al nuevo Superintendente de la SAT.

En los pasados días -casi igual que en los navideños- ciertos malandros aseguran portarse bien, y hacen “visible su piedad” dejándose ver cargando pasos o haciendo penitencias publicitariamente presentables. Son los mismos desgraciados que antes y después de estos paréntesis, roban todo lo que pueden o lideran cárteles de narcotráfico y corruptela.  El “pueblo”, por su parte, mucho menos sofisticado y con más bajo poder adquisitivo -aunque más alegre- se rompe la cara como distracción por Chivarreto, algo que este año decidieron emular en cierta iglesia evangélica en Quetzaltenango, a pocos kilómetros del lugar. Al menos los chivatereños lo hace a puño limpio, dando la cara y con reglas, lo que los dignifica más que a los chivos del Monte Sinaí, y no digamos a los políticos de turno.

Y así, casi sin darnos cuenta, regresamos a la vorágine cotidiana, al tráfico imposible que evidencia una nefasta administración municipal, además de la incapacidad de implementar aquellos megaproyectos anunciados, a bombo y platillo, a finales del 2023 e inicio del 2024, en los que íbamos a tener diferentes opciones de transporte en la ciudad ¡Bueno, quienes se creyeron las promesas de los políticos de turno!

El tiempo después de la Semana Santa es recio, como casi todo por estas latitudes. El Congreso entrará en receso en unas semanas -aunque parezca que siempre lo está-, y las lluvias harán su presencia provocando las catástrofes de todos los años, sin que nos hayamos preparado para ello ¡Vamos, lo normal, lo de siempre! Echaremos la culpa al “niño o a la niña”, con esa amplitud de miras que permite la moderna ideología de género, y justificaremos cada inutilidad con razonamientos suficientemente escuchados en época pretéritas. Y así enfilaremos hacia la conmemoración de la Independencia y la Revolución. En el medio, diferentes efemérides -previstas o no- atraerán y distraerán la atención de lo importante sobre lo urgente ¡Y a por el pavo o la pierna, según prefiera! Luego, tras otros paréntesis, criticaremos la ineficacia de las comisiones de postulación, algo conocido, pero que no hacemos absolutamente nada por cambiar. 

El punto es que nuestros hijos crecen, sin que haya cambiado nada, y nosotros envejecemos, sin que tampoco hayamos hecho mucho para que cambien ciertas cosas. Una suerte de conformismo y ridícula normalización que busca celebrar hitos que justifiquen la inacción más que acciones que promuevan el cambio real. Ellos crecen, y nosotros nos consumimos, en un espacio delimitado por la falta de acción, y la ausencia de responsabilidad por asumir los tiempos que nos tocaron.

En lugar de vivir la vida, repetimos episodios conocidos de una serie limitada, en la que cambiamos a los protagonistas, aunque nunca modificamos el guion. Me pregunto si no advertimos la realidad o esperamos que de tanto repetirla se desgaste lo predecible y ocurra algo diferente, y me da que la ceguera sobre lo primero hace posible el segundo escenario.

¡Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar…!, dijo el poeta.

lunes, 14 de abril de 2025

Don Amable Sánchez

Con espíritu andantesco, aunque sin caballo, encamina diariamente a la hora en punto el itinerario al comedor, lugar, en el que tiempo atrás, no juntábamos a yantar

Hace tiempo que quiero escribir sobre don Amable Sánchez. Me atrevo a decir que algunos años, lo que dice muy poco bueno de mí, pero por honestidad debo de confesarlo antes de continuar. Desconozco la razón, pero pensé que este martes era oportuno, quizá porque recordé aquello de que “la ingratitud es hija de la soberbia”.

Salmantino de nacimiento, anduvo de zagal por esas tierras castellanoleonesas frías y serias. Creció en el entorno histórico-cultural del pensamiento renacentista del siglo XVI que dio origen a la Escuela de Salamanca, y se curtió como un buen hombre, y un hombre bueno, en ese juego de palabras en las que cuando el adjetivo precede al sustantivo, suele ser una constatación y cuando se emplea después, la frase tiende a ser objetiva. 

Amable Sánchez Torres tiene una vasta formación académica, y colabora en la Universidad Francisco Marroquín como revisor de estilo y editor de textos. Confieso que ganó mi alma hace tiempo, desde aquel día que le brotó una lagrima -realmente fueron varias- en sus ojos mientras hablaba emocionado sobre don Quijote de la Mancha ¡Y es que alguien que se emociona a tal extremo, con literatura de la libertad, es un roba almas por definición! 

En esta su suerte de ínsula chapina practica muchos de los grandes consejos que le dieran a Sancho Panza para el gobierno de la suya: guía su vida por el camino de la virtud, es temeroso de Dios, se enorgullece de su origen, es compasivo, piadoso y clemente, come pozo y cena más poco, y lo que más le “delata” es caminar despacio y hablar con reposo.

Amable -no podían haberle llamado de otra forma- es un hombre de gestos y formas afables y sencillas. Con espíritu andantesco, aunque sin caballo, encamina diariamente, a la hora en punto, el itinerario al comedor, lugar, en el que tiempo atrás, no juntábamos a yantar. Un espacio abierto con árboles y zopilotes al que concurríamos un cuarteto de sanos chiflados que éramos capaces de hacer bromas de casi todo, como suelen hacer los niños, aunque también los locos, porque "más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena”. Un rato en el que se compartía sabiduría de unos, buen humor socarrón de otros y casi siempre genialidades de la mayoría. Y es que "el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". 

Es fácil percibir su bonhomía y honradez en el carácter y en el comportamiento. Frecuente es verlo con su andar pausado, y últimamente con una gorra cuasigringa, muy alejada del esperado baciyelmo que hubiésemos imaginado en su cabeza. Alguien a quien querrías escuchar mucho más tiempo del que los breves encuentros por doquier nos ofrecen, y siempre te deja algo sobre lo que reflexionar una vez se aleja. 

Nunca supe muy bien si es un Don Quijote disfrazado de Sancho o a la inversa, y aunque el semblante apunta más a lo primero que a lo segundo, su espíritu aporta una visión pragmática que contrasta con las fantasías de su amo. Una suerte de conflicto entre la realidad y la percepción.

Decía Pascal que “el corazón tiene razones que la razón desconoce”, y creo que eso es lo que me lleva hoy a hacer una loa de alguien a quien admiro, al que me alegro de saludar y con quien cruzo algunas palabras pocas veces por semana. Él no lo sabe, pero caperuceo sin que lo advierta cuando vuesa merced se aleja.

¡Larga vida caballero andante! Que los molinos de viento no te perturben ni distraigan tu caminar.


lunes, 7 de abril de 2025

Pimpinellas tropicales

La vice hace lo que conoce muy bien: medrar en la politiquería, que es lo que se suele aprender, practicar y perfeccionar en la monopólica universidad estatal

Hay coroneles que no tienen quien les escriba -según relató García Márquez-, pero también presidentes que no quieren ser ayudados. Se tiene que ser muy torpe o implementar una estrategia extraña para embarcarse en una confrontación pública en redes entre el binomio presidencial.

Surgen decenas de preguntas después de ver el triste espectáculo que supuso el cruce de comunicados. Si la vice no había atendido la reducción de su salario, se le llama, recrimina y hace lo que más tarde publicó: disminuirle el monto de los gastos de representación, y asunto concluido, sin costo político. Sin embargo, prefirieron airear los trapitos al sol y quedó claro que el presidente no se enteró por un año de lo que cobraba la vice, a pesar de haber prometido el ajuste salarial en la administración pública. También queda nítido que hay una pugna personal entre el binomio, de lo contrario el tema se habría resuelto por la vía del diálogo y la discreción. Finalmente, evidencia que no comprende el impacto de un mayor desgaste de su imagen -de por si bastante mala- y que eso puede hundir su administración y la del partido que lo nominó.

La vice, por su parte, saca a relucir su visceralidad disimulada bajo una imagen dulce, al publicar un malísimo comunicado que la delata. Además, responde en medios de forma aireada, y dice que no es amiga del presi, lo que muestra, como una vez dije, que no está a la altura deseable de la política nacional -de por sí muy mala-, y mucho menos de una vicepresidencia. Hay que recordar que hizo algo similar al poner al presidente en apuros, cuando aquel no quiso cesar a la ministra de ambiente cuya hija utilizó el vehículo oficial. Ella, con un tuit de fin de semana, hizo pública su antagónica postura, y obligó al presidente a cambiar la decisión ya tomada de dejarla en su cargo.

La vice hace lo que conoce muy bien: medrar en la politiquería, que es lo que se suele aprender, practicar y perfeccionar en la monopólica universidad estatal, para así permanecer en cargos “académicos”, y salir victoriosos de tanta confabulación de palacio.

La situación, además, impacta al partido SEMILA, cuyos diputados se ven arrastrados por esa lucha descuartizadora de titanes tropicales. No solamente se divide la cúpula, sino que se atomiza el partido, producto de desavenencias pueriles entre personajes inmaduros. Los dos se subieron a una suerte de tiovivo, de noria, en el que se han mareado a la primera vuelta, aunque no pueden bajarse porque no se detendrá hasta que termine su ciclo de giros. Vomitaron parte de su bilis, y es posible que se repita el evento, salpicando a sus pares y a quienes les rodean.

Es triste y penoso que estas cuestiones nos presenten como país tercermundista, incapaz de arreglar pequeños conflictos entre compañeros de proyecto ¿Qué argumentarán los diputados, los alcaldes, los sindicatos y todos aquellos que pretenden justificar un aumento de sueldo? ¿Con qué vergüenza se empleará la fuerza pública en manifestaciones que exijan incrementos salariales?

Al final sale mucho más barato que el presidente pierda el tiempo inaugurando el paso por un kilómetro de autopista o celebre un baby shower, aunque utilice al fotógrafo de Q30,000/mes para ilustrar los eventos, que cuando se pone a “trabajar” y pimpinelea con la vice. Y es que la inacción mostrada hasta el momento cuesta menos que cuando aborda un tema, como este, que termina teniendo mayor costo.

Como una vez escuche decir a alguien: “Joven, ha perdido usted una excelente oportunidad para haber permanecido callado”.

lunes, 31 de marzo de 2025

Falta comunicación política

Se olvida aquel lema de “di lo que quieras antes de que otros digan lo que ellos desean”, y la reacción, cuando existe, solo explica o confronta lo dicho previamente por otros

El gobierno no va bien en casi nada, y la percepción de falta de gobernanza se traduce en realidades visibles y patentes cada día. No supieron manejar la crisis del seguro, y les tomaron el pulso. Ahora, cualquier grupo de delincuentes inescrupulosos -y los hay a montones- bloquea calles o carreteras y evidencia la falta de autoridad.

Y es que no saben comunicar. Decir algo es una forma de actuar, pero callar también lo es. La diferencia es que en la segunda se pierde la iniciativa y únicamente se responde a mensajes posicionados por otros. Se olvida aquel lema de “di lo que quieras antes de que otros digan lo que ellos desean”, y la reacción, cuando existe, solo explica, aclara o confronta lo dicho previamente por otros. El baby shower del nieto presidencial es un ejemplo, y las diarias crisis de los bloqueos algunos más. Se debió haber salido a explicar lo del seguro la tarde en que se publicó, y pedir calma para el día siguiente convocar mesas con los sectores afectados. Se habrían evitado dos días de colapsos, perdidas de horas de trabajo y centro de educación cerrados, para finalmente dar marcha atrás.

En el país vecino, sin embargo, Bukele es el amo de la comunicación. Se suele adelantar a casi todo, lo que le permite posicionar un primer mensaje, y quienes lo confronten deberán contradecirlo. Cuida su aspecto con afeitados diarios, pulido de cara y ropa acorde con su edad y físico, y a eso suma el peinado y las “estratégicas” gorras. Guste o -ese no es el punto- genera comunicación proactiva y asertiva, y coloca mensajes claves y estratégicos. Aquí se cierra el tráfico en al km. 44 para que el Presidente diga, por walkie talkie, “liberen el paso”, lo que genera criticas porque debió haberlo detenido previamente para la inauguración. Mejor hubiera sido que mientras el tráfico fluía explicara que funcionaba “así de bien”! gracias a su tardía gestión. Dos maneras de hacer lo mismo con costos muy diferentes.

El silencio también es una forma de decir algo, y el Presidente acude a él permanentemente. No lo ha visto en entrevistas en medios nacionales, ni sujeto a un cuestionamiento periodístico, y eso que ya llevamos más de un año, aunque la mayoría de los medios obvien “ese pequeño detalle” del silencio. Nadie parece haberle recordado aquello de que “el silencio otorga”, y plácidamente se acomoda en ese espacio de la imagen fotográfica de los Q30,000 para proyectar algunas actividades de su “apretada agenda”. Definitivamente no hay estrategia de comunicación ni de cuidar la imagen presidencial, y comienza a dar pena y lastima más que contemplarlo como un enorme defecto a superar.

Supongo que la falta de información al ciudadano, y el impacto que tiene en la en política, no será achacada a la persecución de los órganos de justicia ni muchos menos a los gobiernos anteriores, sino que responde a dos cosas no son necesariamente excluyentes. Una, a la falta de planes estratégicos de comunicación. Otra,  a que prefiere no ser cuestionado sobre asuntos de gobierno, porque no hay mucho que ofrecer positivamente, y es mejor callar que meter la pata hablando de presupuestos no ejecutados, acciones no realizadas, pagos de obras ordenados, gastos de la SAAS inexplicables, y “asuntos menores”, como qué hacen los ministerios de cultura, trabajo, agricultura, desarrollo social, etc. El de comunicaciones ya se sabe, y los demás apenas aportan una gota de agua en un océano de proyectos en el aire.

¡Lo que no puede ser, no puede ser. Y además es imposible!

lunes, 24 de marzo de 2025

Autoridad sin autoritarismo

El ejercicio de la fuerza hay que ejercerlo cuando los violentos impiden el derecho de aquellos que quieren vivir en paz

Hay un aforismo militar que dice: “la inacción es incompatible con el ejercicio del mando”, y otro que “orden más contraorden es igual a desorden”. Cuando se está al frente de una institución, porque ha sido designado para ello, y muy especialmente elegido en votación popular, hay que ejercer la autoridad que se le ha conferido, y asumir la responsabilidad que conlleva. Lo que no es de recibo es callarse, esconderse, desaparecer ni mucho menos quedar inactivo. Cuando eso ocurre, quien está al frente debe de ser inmediatamente cuestionado o incluso reemplazado.

Es exactamente lo que pasó con el intento de implementación del seguro obligatorio, cuando apenas 48 horas después de haberlo anunciado, fue suspendido precisamente porque hubo fuerzas externas que impidieron que siguiera el proyecto hacia adelante. No es de recibo que cuando se toma una decisión, que se supone meditada, pensada y analizada, e incluso una horas antes confirmada por el ministro de gobernación y el propio secretario de comunicación social de la presidencia, el presidente anuncie la suspensión. Tal actitud demuestra dos cosas: o se quiso imponer algo sin el suficiente análisis o no se ejerció la autoridad para hacerlo obedecer. Cualquiera de las dos opciones es nefasta, y evidencia un gobierno con muy poca capacidad de gestión pública.

Perdieron la iniciativa, pero algo mucho peor: la razón y la ética con la que se presentaron y por la que fueron elegidos. Es una pena que tal situación y forma de ser continue por los próximos tres años-, lo que abre la puerta a la necesidad imperiosa de un gobierno tecnócrata para 2028. No más políticos inútiles o ladrones, porque el resultado final es idéntico. Se requiere uno o dos periodos de tecnócratas capaces de poner en orden y en su sitio ciertas cosas, pero con autoridad, razones y datos, no con caprichos o alegrías juveniles de inexpertos.

Hay que sacar de la política -al menos por un tiempo- a los políticos partidistas, al menos hasta que la decencia aparezca nuevamente en la variable del poder. Este tipo de actitudes es un disparo en el pie y le resta oxigeno -del poco que le deuda- al presidente, a quienes dejan caer tanto las fuerzas opositoras como integrantes de su propio partido. Si el país tuviera la posibilidad de hacer una moción de censura o un impeachment, es evidente que las probabilidades de que el actual gobierno saliera son muchas.

El presidente no sabe o no cuenta con ese poder de convocatoria ciudadana que algunos reclaman. Las autoridades indígenas más representativas se han puesto en su contra y evidentemente no le quedan “amigos” más allá de aquellos que todavía defienden ideológicamente a un gobierno de izquierda y otros que prefieren seguir apostando por una forma de ser por temor a que pueda surgir otra peor, o a la censura de una mayoría visceral.

La democracia no puede sostenerse sin autoridad, no autoritarismo. El ejercicio de la fuerza hay que ejercerlo cuando los violentos impiden el derecho de aquellos que quieren vivir en paz. Algunos entienden ahora aquello criticado hace años del “derecho a la locomoción” por sobre el bloqueo abusivo. Cambiadas las tornas se ve “diferente” porque afecta a los críticos de antes, sin advertir que siguen sin apostar por principios, sino por intereses o pasiones.

Lo ocurrido es un enorme desgaste político que la oposición aprovecha y deja que el tiempo haga su efecto sin mojarse los pies. El problema es que cada vez más personas ven un gobierno en caída, y después de la Semana Santa -que ya está cerca- irán a por todas.

lunes, 17 de marzo de 2025

Justicia sin jueces

Uno de los desafíos de los sistemas democráticos -quizá el mayor- es implementar un sistema de justicia eficiente y efectivo, dentro del marco legal

Es pertinente preguntar por qué el gobierno de Bukele goza de tanto éxito y popularidad, especialmente cuando no se han registrado cambios económicos, sociales u otros de manera significativa que justifiquen esos altos índices de apoyo reflejados en las encuestas. Tal vez la respuesta se encuentre en la teoría subyacente de la pirámide de Maslow, que establece la seguridad como una condición esencial para que los seres humanos puedan progresar en sus aspiraciones.

La seguridad proporciona previsibilidad para realizar actividades como trabajar, pasear y relajarse sin temor por la vida. Es la razón fundamental que justifican la existencia del Estado, expuesto por muchos pensadores tradicionales, y recogido en las constituciones modernas. Por ejemplo, el artículo 1 de la Constitución de Guatemala establece: “El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia”.

Bukele, junto con otros líderes autoritarios, entendieron la situación y decidieron emprender acciones para detener y encarcelar a aquellos señalados de ser supuestos delincuentes. Esta estrategia creó un clima de represión percibido positivamente por la mayoría de los ciudadanos, quienes apreciaron que los actos delictivos ya no ocurrían.  Se cometieron errores significativos, como se ha denunciado públicamente, pero muchos ciudadanos prefieren una paz con ciertas injusticias -siempre que no los afecte directamente- a una justicia sin paz. A largo plazo, los errores de la represión ejercida por Bukele (al igual que las de Castro, Chávez/Maduro y Ortega/Murillo) se harán evidentes con el paso del tiempo. Sin embargo, a corto plazo, y desde el sentir de la mayoría, el problema parece resuelto.

Igual ocurre con el narcotráfico y el crimen organizado, y se puede ver particularmente en el vecino país de México. En las ciudades en las que viven familias de narcotraficantes, la mayoría de los habitantes viven tranquilos porque saben que esos grupos terminan de una vez con la delincuencia que les afecta su vida diaria, y son conscientes de que si no entran en colisión con ellos, no hay nada que temer ¡Simple pero eficaz!

Uno de los desafíos de los sistemas democráticos -quizá el mayor- es implementar un sistema de justicia eficiente y efectivo, dentro del marco legal. Sin embargo, factores como amparos, recursos y sistemas malos pueden hacer que el proceso sea prolongado, llegando a tardar la resolución años, lustros o incluso décadas. Esta demora puede llevar a algunas personas a pensar en tomar medidas por sí mismas, como la venganza o el linchamiento. El problema es fácil de entender y simple de aplicar. En algunos casos, sin embargo, los abogados pueden beneficiarse más con una causa abierta por tiempo que con un sistema que resuelva el problema en un día, como ocurre con el arbitraje, que comienza a imponerse en muchos países, incluso en materia penal. Dilatar los procesos puede llevar a situaciones de falta de justicia, que se pueden observar en la región y que son difíciles de negar. 

El punto es si el gremio de leguleyos, con enorme poder otorgado en la constitución, o que maneja una enorme cantidad de dinero en el Colegio, además de otras ventajas incompresibles, está dispuesto a enfrentar esta realidad. En todo caso, el pueblo soberano debería considerar este tipo de cuestiones para dejar de ser parcialmente liderado por grupos de poder que se repartieron el país allá por 1985, otorgándose ventajas de las que evitan hablar porque están fuera de la forma de operar de la democracias avanzadas desde hace muchísimos años. 

Al igual que en muchos otros aspectos, el problema ha sido identificado claramente. El país cuenta con suficientes diagnósticos, sin embargo, la implementación de la solución siempre se pospone.

lunes, 10 de marzo de 2025

Europa y Estados Unidos

Ya hay declaraciones de diferentes líderes europeos sobre la necesidad de enfrentar y modificar ese desequilibrio e irresponsabilidad en materia de seguridad

Paul Johnson, en su libro Tiempos Modernos, reflexiones en diferentes capítulos sobre el Estado de Bienestar. Cuando habla de su creación dice: “En 1913, el ingreso total del Estado (incluido el gobierno local) como porcentaje del PBN, se reducía al 9 por ciento en Estados Unidos. En Alemania, que desde los tiempos de Bismarck había comenzado a construir una formidable estructura de medidas de bienestar social, representaba el doble, es decir el 18 por ciento; y en Gran Bretaña, que había seguido el ejemplo de Alemania desde 1906, era el 13 por ciento”.

Después de la II Guerra Mundial, Europa Occidental comenzó a reconstruirse con ayuda del Plan Marshall. El gasto estatal en áreas sociales fue incrementándose y hoy alcanza endeudamientos nacionales cercanos al 90% del PIB en la zona euro, y superior al 100% en Francia, Bélgica, España, Grecia, Italia o Portugal. El porcentaje de impuestos que pagan sus ciudadanos -por rendimiento de trabajo e IVA-, están cercanos al 30/40%, los primeros, y entre el 15/27% los segundos, según el país.

Europa disfruta de un Estado de Bienestar aceptable que requiere del financiamiento de trabajadores que no nacen en sus países, de ahí la enorme migración que contribuye para permitir sistemas con pirámides de edades invertidas. Si antes un jubilado era sostenido por varios trabajadores, ahora lo habitual es que sean dos trabajadores quienes sostienen a cada pensionista, y va en aumento.

Trump y Vance han puesto sobre la mesa un viejo problema que habían ignorado tanto europeos como norteamericanos: el costo de la seguridad en el viejo continente. A pesar de un compromiso existente desde 2006 -renovado en 2014- por el que se comprometían a gastar mínimo el 2% del PIB en defensa, en 2014 únicamente dos países lo hacían, seis en 2022 y algunos más en la actualidad. Se acostumbraron a que fueran los EE.UU. quienes resolvieran los problemas, lo que ha terminado por enojar a la actual administración.

Ya hay declaraciones de diferentes líderes europeos sobre la necesidad de enfrentar y modificar ese desequilibrio e irresponsabilidad en materia de seguridad, construido sobre la base de una política del avestruz, en la que escondían la cabeza, miraban a este lado de Atlántico, y solicitaban dinero, armas y ayuda. Tampoco por aquí había sido muy cuestionado porque la mayor parte de créditos lo eran para comprar armas de fabricación norteamericana ¡Y felices los cuatro!

Lo que provocará una revolución moderna es cuando el liderazgo político europeo tenga que explicar a sus ciudadanos que para incrementar el gasto público en seguridad hay tres vías, y una está descartada de antemano: reducir los beneficios que ahora disfrutan -la desechada-, elevar los impuestos o endeudarse. 

Es evidente que por política, irresponsabilidad y comodidad, elegirán la de menor efecto inmediato, y lo transferirán a las generaciones venideras, a través de nuevo endeudamiento que hará superar el 100% del PIB a aquellos países que todavía no lo hayan hecho. Deudas que serán pagada en un par de décadas por generaciones todavía no nacidas y aquellos otros que ahora se incorporan a la fuerza laboral. En resumen, se desplazará el problema a los ciudadanos alevines y que vean como lo resuelven cuando los actuales políticos irresponsables y vividores dejen de existir.

A pesar de sus malas formas, Trump -como buena institutriz malencarada- ha hecho ver a estos niños maleducados que hay que dejar de presumir de la buena vida, asumir responsabilidades de adultos, y dejarse de lloriqueos pueriles. 

Europa enfrenta un reto que le debe hacer madurar ¿Habrá liderazgo y responsabilidad? Eso está por verse.

lunes, 3 de marzo de 2025

Yalta, Potsdam y Washington

El liderazgo mundial siempre ha mantenido reuniones tensas e intensas en momento álgidos aunque no se trasladase el resultado a la opinión pública de forma directa 

El mundo apenas conoce el fondo y las formas de aquellas reuniones previas al fin de la II Guerra Mundial, entre los representantes de Reino Unido, Rusia y EE.UU, en las que se repartieron el mundo. A lo sumo se publicaba una fotografía oficial y se emitía un comunicado conjunto que solía contener la informa precisa y puntual que deseaban trasladar a la opinión pública. No había democracia, tampoco exigencia ciudadana ni mucho menos redes sociales.

En Yalta, Stalin obtuvo el reconocimiento de los hechos consumados, y se rompieron una serie de compromisos internacionales. Las tres potencias se otorgaron el derecho de decidir el destino de los pueblos y aceptaron que no existía la posibilidad de salvar la integridad territorial de Polonia. En Potsdam, quedó patente que la mayoría de los acuerdos a los que se había llegado en Yalta no se cumplieron, y que las democracias occidentales bien poco podían hacer para obligar a Stalin a cumplir las promesas hechas. 

El liderazgo mundial siempre ha mantenido reuniones tensas e intensas en momento álgidos aunque no se trasladase el resultado a la opinión pública de forma directa. Pareciera que aquellas reuniones eran amigablemente, entre té y pastas, y que la “buena voluntad” de los asistentes o una cortesía explícita y reflejada en fotografías eran el tono de las discusiones internas. Hoy, contrariamente a aquellos tiempos, los medios de comunicación, y las redes sociales, transmiten en tiempo real los alegatos entre Zelensky, Vance y Trump, y hay indignación por lo que se muestra. 

El fondo de la discusión es mucho más extenso que lo que se pudo apreciar. Una Rusia decadente que necesita oxígeno para amortiguar a una Turquía con creciente dominio en la zona e influencia hasta Siria. China, en expansión, guarda un silencio interesado porque el desgaste internacional de las otras potencias le favorece. Estados Unidos desea recuperar un debilitado liderazgo mundial con demasiados frentes abiertos, y necesita cerrar conflictos y crear alianzas que amortigüen el papel de Irán en el financiamiento del terrorismo internacional, pero también la confrontación en Israel y la alianza con los turcos. La Unión Europea teme renunciar al confortable Estado de Bienestar del que disfruta, y deberá de readecuar sus cuentas para enfrentar escenarios complejos de inseguridad, entre ellos la migración descontrolada y la incidencia en un modelo social identitario que peligra con diluirse.

Las formas, sin embargo, más sencillas de analizar, quedan debiendo al ciudadano. No es aceptable una altanera y descontrolada discusión entre jefes de estado tratando un conflicto bélico que cuenta con gran cantidad de víctimas, pero tampoco porque genera una percepción que desdibuja el problema. Si Trump y Vance quisieron doblegar a Zelensky, la estrategia de humillación pública se revirtió; si el ucraniano sabía a lo que iba, ganó la batalla mediática.

Estamos asintiendo a un cambio de paradigma en las relaciones internacionales, producto de múltiples y complejos factores, y solemos quedarnos en la periferia del debate: en las formas. En ese espacio seguramente hay un costo importante para la política exterior norteamericana, porque la fuerza, el grito, la humillación, la imposición y las malas caras no terminan por dar la razón y convencer, aunque puedan vencer. 

Cuidar las formas públicas no deja de ser una herramienta necesaria en tiempos de abundante tecnología. Utilizar un mínimo de razón y explicar las consecuencias, es una mejor vía de acercamiento al ciudadano que la del histrionismo. La autoridad no se ejercer con despotismo, sino con la dureza de la ley y de la razón, que parece ser fue lo que se perdió en Washington. Otra reunión para la historia.