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lunes, 30 de junio de 2025

El gasto alegre del dinero publico

Tenemos políticos y funcionarios excepcionalmente hábiles para el derroche, pero nefastos para la inversión sensata

La semana pasada se reveló que un exministro de Defensa Nacional recibe una pensión de jubilación de aproximadamente Q26,000 al mes. "Un vacío legal", han dicho, que permitió esta irregularidad. Son situaciones dentro de las leyes que, en ocasiones no son advertidas por quienes las elaboran y deberían ser responsables, pero que benefician a algunos a costa de los demás. 

Concurrente en el tiempo, y justificado para cubrir el déficit actual, el Instituto de Previsión Militar ha solicitado Q265 millones anuales durante veinte años. Agregue a lo anterior el seguro de vida que el Organismo Judicial proporciona a 169 magistrados, y déjeme recordarle que algunos alcaldes superan los Q80,000 al mes, complementados por sueldos, gastos de representación y dietas por reuniones que apenas duran unos minutos, justificando así estos pagos. Sume los 16 o 19 salarios que muchos empleados públicos reciben, junto con una decena de bonos con nombres curiosos como el "del pescado", y verá que los recursos nunca parecen ser suficientes. Finalmente contabilice el aumento de sueldo promovido por un sinfín de sindicatos, y el de los diputados, además de diferentes indemnizaciones a funcionarios. 

Reflexione sobre quién sufragará esos gastos, ya que el Estado no genera riqueza propia, y recuerde que todo esto lo costeamos los contribuyentes, dinero que podríamos dedicar a nuestros propios intereses, pero que nos quitan para el deleite de esos oportunistas financiados no por el Estado, sino por los impuestos que pagamos.

Del otro lado, en el presupuesto nacional, solo se ha ejecutado un 36% a mediados de junio, con áreas como comunicaciones, cultura, medio ambiente y agricultura por debajo del 25%. Ese gasto, que debería transformarse en inversión pública para mejorar la sociedad, no se realiza, mientras que el dispendio excesivo y dañino se alcanza y supera sin problemas. Tenemos políticos y funcionarios excepcionalmente hábiles para el derroche, pero nefastos para la inversión sensata. Y, aun así, algunos alegan que "somos el país que menos porcentaje del PIB gasta". ¿Para qué gastar más si la mayoría del dinero público se destina a despilfarros?

El actual presidente, y el partido que lo llevó al poder, mencionaron, cuando eran oposición, que un 40% del presupuesto se perdía en corrupción. Parece que ahora es menos porque no son capaces de acometer las necesarias obras de infraestructura e inversión. Según algunos analistas, alrededor del 20% del presupuesto actual cubre estos excesos que de vez en cuando son visibles en la prensa: pactos colectivos, seguros de vida, gastos médicos, aumentos salariales, dietas, fondos rotativos, viajes, gasolina, teléfonos, y el apoyo a amigos, amantes, festejos y lujos, y un largo etcétera.

España, frecuentemente citada como ejemplo cuando se quiere criticar la herencia de la Conquista, es en este caso un excelente ejemplo de esa falta de responsabilidad financiera. Se beneficio al hermano del presidente y a su esposa, e incluso hubo quienes, de sus más cercanos colaboradores, destinaron recursos en prostitutas. Algo no muy diferente de lo que ocurre aquí, donde allegados a líderes políticos se benefician descaradamente con dinero público.

El problema no es lo que está sucediendo, que muchos entienden al menos superficialmente, sino cómo aún hay quienes lo justifican. Son los votantes corruptos quienes elevan a dirigentes que les reflejan, mientras intentan extraer el mayor beneficio personal sin ser señalados, y quedan ocultos bajo la impunidad.

El Ministerio de Medio Ambiente nos pide clasificar la basura, esfuerzo ciudadano que se promueve, aunque hay que reconocer que, en términos de política, la "basura" ya se recicla periódicamente.


lunes, 23 de junio de 2025

El cascabel, el gato y el terrorismo

El terrorismo yihadista no busca solo la destrucción del Estado hebreo, sino la islamización del mundo, y permitirles avanzar augura un futuro sombrío.

Una cuestión fundamental por abordar en una democracia liberal, especialmente en un sistema internacional basado en valores, es definir qué debe permitir y qué no. Esa es, sin duda, la pregunta esencial para aquellos que buscan profundizar en la convivencia pacífica, tanto a nivel doméstico como internacional. En una democracia, permitir libertades no implica que estas puedan sobrepasar las normas fundamentales y básicas de convivencia que sustentan el sistema; no es un valor absoluto. 

Le endilgan a un líder comunista español la frase: “la democracia es el sistema que más autoridad requiere”, y a eso podemos añadir que la paz mundial depende de tomar decisiones acerca de hasta dónde permitir que ciertos extremismos adquieran poder. Líderes como Reagan, Bush, Trump y, en cierta medida, Kennedy, enfrentaron decisiones sobre hasta qué punto consentir que regímenes comunistas, extremistas o teocráticos ocuparan un espacio que amenazaban el orden internacional y, por ende, la paz mundial. Episodios históricos como el engaño de Hitler, mediante falsas promesas de paz y tratados de no agresión, resuenan aún en la conciencia de algunos líderes mundiales, aunque lamentablemente no en la de todos.

El ejemplo actual es el caso de Irán, una teocracia gobernada por los ayatolás, que utiliza el terrorismo yihadista como herramienta. Además, financia y apoya, junto con otros países de la región, a grupos como Hamás, Hezbolá, los hutíes en Yemen, y determinadas acciones del estado islámico. Internamente, excluye social y políticamente a las mujeres y persigue a los disidentes. Desde los ochenta, Irán se proyecta como una dictadura teocrática en la región.

A pesar de eso, se ha establecido un equilibrio inestable con este régimen, similar al que existe con Corea del Norte, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, todo tiene un límite. Cuando un Estado declara la destrucción de otro como un objetivo prioritario o impide la verificación internacional del cumplimiento del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, deja de ser un país tolerado internacionalmente, y se convierte en una amenaza para la convivencia mundial. ¡Y no hay mucho más que discutir!

El problema radica en la pusilanimidad de ciertos líderes, especialmente en Europa y América Latina, que, acomodados en la plataforma de lo políticamente correcto, no critican o consienten con su silencio hechos que pueden tener graves repercusiones futuras. Pareciera que lecciones históricas, como el inicio de la Segunda Guerra Mundial, no han sido completamente asimiladas. Más inquietante aún, algunos incluso apoyan regímenes autoritarios terroristas, incluyendo ciertas líderes femeninas. ¡Inaudito!

El problema no se reduce exclusivamente a Israel. Es un desafío mundial que debe ser abordado de raíz. El terrorismo yihadista no busca solo la destrucción del Estado hebreo, sino la islamización del mundo, y permitirles avanzar augura un futuro sombrío. Aceptémoslo, aunque quien haya actuado sea un presidente de EE. UU. que no goza de popularidad, y reconozcamos que tuvo la valentía de enfrentar el problema del terrorismo iraní. Salvar la libertad tiene un costo que deberíamos asumir quienes decimos defender esos principios. Otros, optarán por la hipocresía y las medias tintas, pero la historia recordará su debilidad y cobardía.

La igualdad y los derechos pasan por cumplir con iguales responsabilidades y no sustraerse de estas para invocar aquellos. Los demócratas del mundo deben de ver la actuación de los USA como la asunción de una responsabilidad que termina beneficiando a todos, incluso a sus detractores. Desafortunadamente se oirán gritos y reclamos de quienes no se ofenden por el silencio del terror, porque vivimos en un mundo moderno de relativismo, falta de criterio e irresponsabilidad.


lunes, 16 de junio de 2025

Héroes sin capa

Todos somos imperfectos en nuestra perfección, y muchas veces aquel que vemos distinto, no es porque lo sea, sino porque nuestra visión es limitada

Invitado al Service Camp 2025, liderado por un grupo de chicas entusiastas y con un gran sentido de apoyo a la comunidad, compartí algunas horas en la Fundación Margarita Tejada. No lo habría hecho sin ellas.

Pasar tiempo -aunque sea poco- con personas que tienen síndrome de Down, representa muchas cosas. Posiblemente la más importante sea comprender que no es una enfermedad, sino una condición genética. No es banal la afirmación, porque a la humanidad le ha tomado siglos entenderlo. De un “castigo divino”, reflejado en la novela “Extrañas” de Guillermo Arriaga, a una suerte de “enfermedad”, se llegó finalmente a comprender realmente la situación, ¡y eso es muy importante! Un amigo me dijo, cuando casi de madrugada veíamos -al salir a correr- a unos chicos durmiendo entre cartones en la calle: “Dios pudo habernos puesto ahí”. En ese momento tomé conciencia de la diversidad de seres que poblamos el mundo, y asumí humildemente que hay que respetar las diferencias, tener la mente abierta y el corazón compasivo. Todos somos imperfectos en nuestra perfección, y muchas veces aquel que vemos distinto, no es porque lo sea, sino porque nuestra visión es limitada y no está adaptada a nuevas y más amplias formas de ver las cosas. No se trata, como algunos equívocamente piensan, que hay que tenerles compasión, ¡para nada!, sino que la diversidad está conformada por quienes aprenden a una velocidad diferente a la de otros, se comunican de manera distinta a lo tradicional o sus emociones están más presentes en determinados momentos.

Durante la visita compartí labores de cocina. Advirtieron rápidamente que no era tan bueno como pensaba, y que cortar pollo o pimientos era algo que podía mejorar. Estuve preparando brochetas con una tutora y seis alumnos. Cada uno tenía una función que desarrollaba a la perfección, con dedicación, y algo que les falta a demasiados: sentido del humor. Cada trozo de pimientos o zanahoria era objeto de comentarios por el tamaño, el color o haber obviado las instrucciones de la tutora. Yo intentaba formar parte del grupo con comentarios que eran muy bien aceptados por mis colegas, aprendices de chefs, mientras observaba al único chico del grupo, quien preparaba el aderezo cortando ajo y exprimiendo limones, para luego combinarlos magistralmente. Otra de nuestras compañeras del día se afanaba en dejar limpias como patenas bandejas y tablas, además de cortantes cuchillos. Finalmente, en un episodio irrepetible, pinchamos en cada palillo lo cortado, formando coloridas brochetas en función de las ocurrencias y los cambios que hacíamos: pimiento rojo, verde, amarillo, zanahoria y pollo, y repetir el proceso hasta coronarlo con un tomate Cherry, y ponerle punto final. El alma, que todo lo advierte, te hace notar inmediatamente que hay personas extraordinarias en la vida ordinaria, y experimentas una sensación indescriptible. 

Recordé aquello de “no sólo de pan vive el hombre”, y me sentí empequeñecido ante tanto joven y tutor que diariamente prenden una luz invisible en la Fundación. Una comunidad en la que algunos aprenden materias escolares, otros perfeccionan oficios que les darán independencia, y muchos más, diariamente, comparten jornadas con “sus niños”, porque tienen una vocación que supera cualquier retribución. 

Yo que lo viví, me siento feliz por la experiencia de haberlos conocido. Si hay humidad, allí la vi; si Dios está presente, estuvo en aquella ocasión; si la risa es el alimento del alma, ese día me sacié. Y desde entonces pienso a menudo en esos héroes desconocidos, mientras perdemos demasiado tiempo barnizando nuestro ego, limpiando nuestra imagen o justificando nuestra incapacidad.

Gracias, chicos por haberme aceptado. Seguro las brochetas quedaron deliciosas.¡

Me llamáis para otra!


lunes, 9 de junio de 2025

Viaje presidencial a Asia

De hecho, ha habido una respuesta con advertencias diplomáticas, sugiriendo a Guatemala para que reconozca la "tendencia general" y tome la "decisión correcta"

La política exterior de Guatemala parece haber trazado una dirección firme y contundente hacia dos países en Asia: Taiwán y Japón, de interés geoestratégico para los Estados Unidos, y la reciente visita del presidente guatemalteco a ambos refuerza esta conexión. A nivel logístico y de uso eficiente de recursos, visitar ambos países en una sola gira representa un importante ahorro, debido a su proximidad geográfica, pero también transmite un mensaje significativo en el ámbito de las relaciones internacionales, y de la geopolítica.

En un momento en el que las relaciones con China no son óptimas, Guatemala ha decidido firmemente reforzar sus lazos diplomáticos y económicos con Taiwán y Japón. Recordemos que hace un año, Guatemala enfrentó problemas comerciales cuando contenedores de café y macadamia fueron retenidos arbitrariamente en puertos chinos. Aquel incidente, nunca explicado suficientemente, fue una represalia por la asistencia del canciller guatemalteco a la toma de posesión presidencial en Taiwán. La reciente visita del presidente Arévalo podría interpretarse como una postura aún más desafiante hacia China que seguramente reaccionará en alguna dirección.

De hecho, ha habido una respuesta con advertencias diplomáticas, sugiriendo a Guatemala para que reconozca la "tendencia general" y tome la "decisión correcta", indirectas para que cambie su alianza hacia China continental y rompa relaciones diplomáticas con Taiwán. No obstante, el gobierno guatemalteco ha demostrado valor y compromiso al abrir canales de cooperación en sectores que generan suspicacias y hasta fricción, además de fomentar la cooperación y la inversión y el desarrollo tecnológico con las islas.

Otro elemento crucial -y concurrente con la situación que se comenta- es el papel que desempeñan los ingenieros militares estadounidenses en la planificación y construcción de la ampliación de los puertos nacionales guatemaltecos. Esto forma parte de una estrategia para impedir que China amplíe más su influencia mediante la construcción de una red de puertos a lo largo de América Latina, además del control de infraestructura crítica. La reciente cancelación del contrato con Huawei, por parte del seguro social (IGSS), es otro movimiento en el tablero de ajedrez que refleja la resistencia a la influencia de la dictadura china.

Estados Unidos parece estar reaccionando, aunque quizás tarde, al apoyar a Guatemala después de que otros países de la región -y todos los centroamericanos- optaran por al acercamiento chino continental. A menudo, esos acuerdos incluyen préstamos generosos y construcciones “gratuitas”, como estadios de fútbol o bibliotecas públicas, pero pueden implicar compromisos significativos a largo plazo, como se ha visto en ciertos países europeos y asiáticos, como Montenegro y Sri Lanka.

La decisión del gobierno guatemalteco de fortalecer los lazos con Taiwán y Japón -apuesta valiente y arriesgada- parece haber sido una declaración de política exterior calculada. Será esencial observar cómo responde China en las semanas siguientes y cuál será el costo político-económico de esta movida. Aunque la relación con China se vea afectada, se espera que este paso fortalezca los lazos con Estados Unidos, esperando reciprocidad y apoyo de su parte, y que consolide el esquema de apoyo internacional que construye el gobierno de SEMILLA.

Finalmente, cabe preguntarse si este movimiento será un compromiso firme y sostenido o si se diluirá como en ocasiones anteriores, y la administración estadounidense tiene la oportunidad de mostrar su respuesta a corto plazo. Mientras tanto, es necesario reconocer la dirección decidida tomada por Guatemala, que presenta una de las posturas más claras en años recientes frente a China, rompiendo el silencio políticamente correcto hasta ahora observado o la diplomacia dual insuficientemente definida.


lunes, 2 de junio de 2025

El tablero del poder

No es solo una lucha por el poder, sino también por el acceso a recursos que son depredados en diversas áreas y de muy diferentes formas

Para comprender lo que ocurre en el país, es esencial analizarlo desde la perspectiva del poder. En el Congreso, hay una disputa entre dos grupos principales: los "tradicionales", representados por Allan Rodríguez y Felipe Alejos, quienes han operado en los últimos dos gobiernos, y los "emergentes", liderados por Luis Aguirre. En los próximos meses, durante el período de receso, se definirá quién se queda con el control, sin descartar la posibilidad de un pacto entre dos de ellos para excluir al tercero
El legislativo ha sido considerado un botín desde hace tiempo, ya que nombra magistrados y al Procurador de los Derechos Humanos (PDH), aprueba presupuestos y emite normas. En tiempos recios, el control del Congreso es vital, ya que puede imponerse al país una determinada agenda o bloquear al ejecutivo, especialmente en un periodo en el que se elegirán magistrados de la Corte Constitucional (CC) y se conformará el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para las próximas elecciones. Además, deben de convocar a las diferentes comisiones de postulación, o dejar de hacerlo, y entrampar cualquier proceso.
Sin embargo, este no es el único ámbito donde se mueven las fichas necesarias, ya que hay otros espacios que lo compensan o equilibran. La Corte Constitucional es esencial, y sin un tribunal ad hoc, no se pueden tomar decisiones arbitrarias, ya que cualquier andamiaje puede venirse abajo con una resolución inesperada.
Además, en el contexto de un proceso electoral, como el de 2027, es crucial tener un TSE que valide o excluya a los partidos y candidatos participantes. La situación es similar a una telaraña que debe estar perfectamente tejida para evitar que la presa pueda escaparse.
La lucha por el poder también ha afectado al ejecutivo. La fractura del partido SEMILLA es reconocida incluso por sus miembros, y parte del oficialismo ha decidido distanciarse del actuar del presidente, mostrando una cohesión inexistente donde cada uno busca sus propios intereses. 
No es solo una lucha por el poder, sino también por el acceso a recursos que son depredados en diversas áreas y de muy diferentes formas, en puertos, aeropuertos, comunicaciones y compras, entre otros. Tampoco se trata de una lucha por la democracia o siquiera por el predominio de una determinada ideología, sino la depredación de los recursos estatales al precio que sea, y desde cualquier parte. Y como no hay un servicio civil establecido, quien tome el poder dispone de fondos significativos que pueden terminar beneficiando a quienes colocan en puestos clave.
El escenario internacional también apuesta por esto, quizá desde una perspectiva diferente, pero se ve envuelto e implicado en el proceso. El lugar en la vida política mundana -no en la estratégica- que tuvo en los últimos años los USA ha pasado a manos de algunos embajadores de la UE que se hacen notar en el escenario nacional, y presionan para que las cosas sean de una determinada manera, en una suerte de neocolonialismo del siglo XXI.
Mientras todo esto se desarrolla tras bambalinas, millones de ciudadanos asisten a un espectáculo político del cual comprenden poco. Esta falta de claridad y entendimiento sobre los procesos políticos y la dinámica del poder deja a la población en un letargo nacional, ajena a las maniobras y acuerdos que se tejen entre sus representantes. Cuando eventualmente despierten de este letargo, se encontrarán con un sistema ya estructurado, que muy probablemente perpetuará la misma situación durante otros cuatro años. Así podrán repetir el debate que se produce desde hace tres décadas, sobre lo mal que está el país y cómo cambiarlo, aunque nunca pasa nada.