Muchos siguen sin ver ni aceptar que esta situación de impasse, confrontación o como le denominen, viene de 2016 cuando se modificó la ley del MP
La renuncia del ministro de Comunicaciones es trascendental y supone un punto de inflexión en el gobierno. Félix Alvarado es parte sustantiva de SEMILLA, financista de dicho partido y un importante activo político. Dejar el Ejecutivo y aducir “discrepancias con el Presidente” para acometer ciertos problemas, deja ver una grave crisis interna y puede ser punto de no retorno de la administración Arévalo.
Concurre con el caso de Ligia Hernández, que pende sobre SEMILLA, y posiblemente abre la puerta para la consolidación de otros liderazgos diferentes que permanecen en la sombra sin tapar el insignificante protagonismo presidencial. Personajes notables cercanos al partido se han manifestado repetidamente, contra la inacción presidencial y por haber “dejado sola” a Ligia.
El Presidente -en retrasada “conferencia de prensa” de un par de minutos- vino a repetir dos cosas insustancialidades, producto de un mal diagnóstico con sugerencias de peor remedio. La primera, que las fuerzas del orden no obedecerían órdenes ilegales del MP. La afirmación es comprometida y grave porque dicha institución solicita a los jueces las actuaciones que propone, y sería desobedecer la orden de un juez. La segunda, que “citará a la Fiscal General para que explique…”, algo que ya hizo en su momento y fue contestado de manera clara y contundente con la ley en la mano: el Presidente puede invitarla a Consejo de Ministros, pero no exigirle que explique casos en investigación. Desconozco quien redacta los comunicados del Presidente -seguramente nos sale carísimos-, pero requiere un jalón de orejas, un llamado de atención o un fulminante cambio de puesto.
Muchos siguen sin ver ni aceptar que esta situación de impasse, confrontación o como le denominen, viene de 2016 cuando se modificó la ley del MP -con aquiescencia de la CICIG- para proteger a Thelma Aldana. Se niega u obvia el origen de este entuerto, del que sencillamente no se puede salir, salvo modificando dicha ley, y seguramente en una nueva administración del MP, porque sería difícil aplicarla con carácter retroactivo. Lo mal hecho -entonces- provoca esta situación de crisis institucional que se vive, y pagamos errores de imposiciones autoritarias de modelos legales hechos a la medida con un propósito.
Muchos hablan de justicia y democracia, pero realmente lo que desean son “sus” jueces y “sus” gobernantes. Esa es la razón de aquella felicidad suprema en 2016, cuando se imposibilitó legalmente destituir a la Fiscal General, pero también el motivo actual de frustración. Si se permite el autoritarismo y la arbitrariedad, se abre una puerta para que llegue un autoritario que no coincide con sus pensamientos, lo que pareciera ser que no han entendido los cegados ideológicos.
En todo caso, la situación no se puede comprender sin otros tres pilares. La CSJ es uno de ellos, y ya se ha visto hacia donde jala. El Congreso dejó claro que la mayoría de votos se consigue en ciertos temas, y que SEMILLA se puede sumar a lo que otros propongan. La situación en USA, desinformada por muchos medios que crearon una falsa ilusión de la realidad que parecían no entender, cambiará sustancialmente en un par de meses. Así que el potaje está más que cocinado, y entre mitad de enero y Semana Santa del 2025, explotará todo esto de una forma catastrófica, escenario que se veía venir desde hace meses, pero que se ha ignorado, e incluso criticado.
O aprendemos a hacer política o mejor volvemos a las consultorías, a los trabajos académicos y a las propuestas para mejorar el país, que parecieran no servir cuando se aplican.
Y es que quizá tengamos un gobierno bueno, pero en modo alguno un buen gobierno.
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