La deuda por emisión de bonos y préstamos aumentó de Q9.8 millardos en 2024 a Q25 millardos en 2025, con una cantidad similar prevista en el presupuesto para 2026.
Sin duda alguna, este es el gobierno que recibe mayor indulgencia por parte de la mayoría de los medios de comunicación. Mucho se pasa por alto o simplemente se trata de manera "suave", evitando el rechazo que situaciones similares provocaron en administraciones anteriores. Ni las contrataciones a dedo de amigos e hijos de miembros del partido, ni los gastos conocidos o los comportamientos inapropiados de ciertos diputados, han bastado para encender la indignación entre quienes, en el pasado, se escandalizaron por cuestiones similares. Esto no sorprende; la hipocresía nacional se ha convertido casi en un símbolo patrio.
A mediados de junio, la ejecución presupuestaria nacional promediaba un 36%. Esta cifra sobrepasaba el 20% ejecutado por los ministerios de Agricultura y Ambiente, el 22% de Cultura y Deportes, el 25% de Comunicaciones, y el 27% de Economía, Energía y Minas, además de otros ministerios como Trabajo, Salud, Gobernación, Defensa, Relaciones Exteriores y Finanzas. Sin embargo, hay un contraste con el mayor gasto de la Procuraduría General de la Nación (PGN), el pago de la deuda externa, las secretarías y el Ministerio de Educación. Esos datos reflejan claramente el deterioro del "corazón" de la política social del país, eje esencial del implosionado partido SEMILLA. Además, hacia finales del mismo mes, la baja ejecución presupuestaria en los Consejos Departamentales de Desarrollo (CODEDES) era alarmante, alcanzando apenas un 17% del presupuesto asignado. Muchos de estos, como Chimaltenango, Quiché, Alta Verapaz, Izabal, Zacapa y Chiquimula, presentan cifras aún menores, intensificando el déficit social antes mencionado y afectando otros vectores de desarrollo departamental.
En contraste, la deuda por emisión de bonos y préstamos aumentó de Q9.8 millardos en 2024 a Q25 millardos en 2025, con una cantidad similar prevista en el presupuesto para 2026. Es posible que en esta administración la deuda se acumule hasta alcanzar Q60 millardos en tres años, dinero que tendremos que saldar los contribuyentes, y cuyos resultados no son evidentes ni está claro cómo se destinarán los fondos, según los datos visibles en los sistemas oficiales hasta la fecha
Por si no fuera suficiente, el gobierno planea solicitar, según una publicación de uno de los pocos medios que informa sobre estos despropósitos, un nuevo préstamo de $400 millones (más de Q3 millardos) preautorizado por el Banco Mundial. La intención es financiar la rehabilitación de 640 kilómetros de carreteras y caminos rurales, a pesar de la ya baja ejecución de los más de Q12 mil millones asignados a los CODEDES
Este escenario económico-financiero se desarrolla en un contexto de absoluta inacción presidencial, y por ende del poder ejecutivo, y se ve exacerbado por dos escándalos sin clarificar. El primero se refiere al aumento -a la fecha- del 16% en homicidios con arma de fuego y la adquisición inadecuada de armas cortas para la policía. El segundo, a la prolongación en el cargo del ministro de Defensa Nacional, en contravención de la ley constitutiva del Ejército. Estos problemas se suman al hallazgo en España de cargamentos de drogas en contenedores guatemaltecos y los incidentes aún no explicados en la frontera de La Mesilla, Huehuetenango.
A pesar de todo, no debemos esperar mucho de medios, analistas y críticos que ya forman parte del ideologizado y polarizado sistema nacional, donde las acciones son reprobables si las realizan los opositores, pero completamente justificadas si vienen de nuestros aliados. No hemos salido de la polarización ni del discurso interesado sobre justicia, corrupción o clientelismo, porque, en el fondo, muchos de estos medios y críticos solo buscan favores, ventajas y posicionamientos doctrinarios favorables.