Entradas populares

domingo, 26 de diciembre de 2010

Palabras

Antes de publicarlas, envío mis columnas a un grupo de amigos para pedirles opinión. Los comentarios más habituales son dos: es muy directa o contiene palabras duras o malsonantes. Estamos habituados a no hablar francamente. Divagamos -demasiado en ocasiones- para decir algo que no emplearía más de una sencilla frase. Introducimos el saludo y preguntamos por la familia, el trabajo o la vida, antes de abordar el argumento principal. Las compañías telefónicas que lo saben, hacen negocio a costa de quienes chachalaquean demasiado, superflua o inútilmente. Rara vez llamamos caradura o sinvergüenza a quien se lo merece o mandamos al carajo al que se gana a pulso tal afrenta. Pedimos permiso más que perdón y muchos se aprovechan a sabiendas que jamás diremos las verdades de frente, en la cara y categóricamente.
Asociado a lo anterior unimos el concepto maleable de “malas palabras”. Las palabras no son ni buenas ni malas, simplemente tienen el significado convenido. Es posible que el tono, las circunstancias o el contexto en qué se emitan les impriman un determinado plus, pero no más. Se forjaron e incluyeron en el vocabulario porque eran necesarias para poder describir o precisar ciertas situaciones. Así, al majadero sólo se le puede nombrar de esa forma y al estúpido de esta otra, además de los correspondientes sinónimos que están para cuando la actitud de aquellos es contumaz y nos cansamos de estar refrendando frecuentemente el mismo calificativo. La puta es ramera o meretriz y el culo se ha venido en denominar trasero, aunque algunos pusilánimes han decidido hablar de nalgas por la alergia que les produce aquel apelativo. En determinados lugares, el culantro se denomina cilantro porque tal cual comienza ya es difícil designarlo y hasta los frailes que venían con Cortes, en relato de Francisco Pérez de Antón, denominaron cursimente a los aguacates fruta de San Jerónimo, antes que usar otro nombre sinónimo de la glándula masculina de su origen náhuatl.
Conformamos una sociedad farsante y asustadiza que prefiere los giros vagos e imprecisos a las expresiones concretas y claras. Nos provocan europeos y norteamericanos porque dicen “qué”, en lugar de ¡qué manda!, o “no” en vez de ¡no gracias!, mientras gastamos gran cantidad de energía en eso que sutilmente hemos convenido en denominar educación, sin diferenciarla muy bien de la hipocresía, del disimulo o del cantinfleo que suele ser lo común. Los eventos públicos son eternos en agradecimientos, hastiados saludos a personalidades y un sinfín de protocolo que lejos de ensalzar la actividad la hacen cansada y aburrida. Los discursos se eternizan o se vuelven góticos hasta el hartazgo y cualquier evento es bueno o malo “al peso”, es decir, en función de lo que dura y de las “soberbias” intervenciones que incluye, aunque no digan nada o repitan lo de siempre. Socialmente promovemos la retórica pomposa vacía de contenido y el discurso grandilocuente y huero. El mejor reflejo de todo esto, pero no el único, es la política, donde no hay arenga que no aluda a “la necesidad de emprender significativos cambios estructurales que posibiliten el consenso y coadyuven a reducir la deuda social que permea el imaginario de una nación castigada por la historia y el abuso de poder, especialmente sobre las clases más oprimidas y marginales” ¡Ops! Eso se llama majadería, está en el diccionario, y a quienes lo manifiestan tardos, que también figura en el mismo texto gramatical. Propósito para 2011: hablemos directo y claro ¡Cojones con las sandeces!

lunes, 20 de diciembre de 2010

Abrasiva

Así la describe, entre otros epítetos, uno de los informes publicado por Wikileaks y elaborado por personeros de la embajada USA con “ayuda” de cierto diputado oficialista. La incluyen de facto como miembro del gobierno y la destacan como la más activa y trabajadora de quienes sí lo integran, evidenciando que el resto son sumisos, están sometidos a su voluntad y ella determina quien se queda o se marcha. Recalcan su carácter mandón, dominante, malhumorado y regañón, su participación en Consejos de Ministros y su influencia en la promoción o remoción de miembros del gabinete, como pasó con Quintanilla. La sitúan en la izquierda más radical junto con conocidos y antiguos miembros de la guerrilla asociados al asesinato de un embajador norteamericano durante le época del conflicto y concluyen que quiere darle un giro importante a la UNE y (re) tomar el poder en el próximo proceso electoral. La falta de transparencia es la cualidad más destacada de su programa de Cohesión Social.
El Presidente, al ser cuestionado, se cuidó mucho de hacer alguna evaluación negativa, posiblemente porque sabe que también puede ser regañado o apartado, tal como hizo con otros a quienes le faltaron pantalones para plantarse ante la irritante señora que se cree, porque la han dejado hacer, todopoderosa, aunque nunca fue candidata, elegida ni participó en proceso electoral alguno. Los gringos, como siempre, dan en el clavo de lo que muchos vienen diciendo desde hace tiempo: ¡quien manda en este país es la esposa del presidente!
Ese es el panorama que pretenden ocultar y que viene enlodando la política desde la llegada de la UNE. El mando irascible en la sombra ejercido por esa izquierda que nunca ganó elección alguna, no tuvo representación ni siquiera mínima y que, sin embargo, quiere mandar, cuando no quedarse con el país, algo que con preocupación y análisis también presenta el informe. Siguen golpeando con la idea de que todo eso no es verdad, que la señora no correrá, además de otras cantinfladas similares que pretenden desviar la atención de lo que lleva siendo evidente desde el inicio. Esta administración se ha caracterizado por el mangoneo, la falta de transparencia, el control por otros desde la sombra y el objetivo último de perpetuarse en el poder de algunos. El ex embajador cubano es citado como colaborador de este proceso, pero los gringos pasaron por alto, porque en aquel entonces todavía ejercía, que también el ex embajador chileno ha estado visitando el país y está subido a ese carro populista de la manipulación política. Tanto reconocimiento y tanta afectividad con los que mandan ahora es reconocida con consultorías millonarias a los ex diplomáticos. De Cuba no me extraña, pero Chile debe ser mucho más serio que eso y llamar al orden a sus mercenarios activistas, especialmente cuando han ejercido cargos de representación estatal. Son, a fin de cuentas, demócratas de pacotilla que sólo utilizan la palabrita para el discurso pero se pasan por el forro del pantalón cualquier principio que la sustente, con el propósito de ejercer el poder absoluto.
Seguiremos leyendo cables, aunque el presidente los ignore o se avergüence al no poder aclararlos y tener que asumirlos. A ver si el próximo nos revela quien volvió de más en el helicóptero norteamericano que viajó una vez a Puerto Barrios y en el que iba el vicepresidente con personeros de dicha embajada, a lo mejor se entienden ciertas actitudes de silencio y manipulación ¡Al tanto con Wikileaks!

lunes, 13 de diciembre de 2010

¡Traigan a Vielman!

El tema de la extradición del señor Vielman empieza a ser un despelote con pocas cosas claras. Parece que hubo un error judicial en la inclusión o tipificación del delito por parte de las autoridades judiciales lo que sirvió a la CC para suspender momentáneamente el proceso, además de una serie de especulaciones en torno a presiones de CICIG, falta de eficiencia por parte de Relaciones Exteriores e incluso alguna que otra oscura maniobra, denunciada en prensa por uno de los defensores, sobre la actuación de la jueza. El olor no es a vainilla, precisamente.
Por su parte, los oenegistas “promotores de la justicia” también han hecho su trabajo. Bajo un eslogan uniforme denominado “justicidio”, aparecieron simultáneamente en prensa gran cantidad de artículos: ¿estrategia de manipulación o casualidad? El caso Pavón, antes caso Giamattei, ahora es caso Vielman; a la CC la cuestionan, aunque la ensalzaron cuando sacó las castañas del fuego al Presidente que no tuvo la gallardía de destituir al Fiscal General cuestionado por ellos; alaban a la CICIG cuando interesa, ignorando las arbitrariedades y errores que comenten entre “éxito y éxito” y al PDH le perdonan el caso de su ex esposa y aquel ciudadano que estuvo en prisión injustamente por seis meses, en beneficio de apoyo para remover el estercolero. El reclamo por la justicia sólo les sirve de justificación para otros fines espurios.
Esos “activistas sociales” son una rémora para el progreso y sólo quieren continuar como referentes mediáticos para recolectar más dinero que nutra sus caducas e interesadas organizaciones. Se retroalimentan cual dráculas de la savia de los billetes de donantes y promueven su particular e interesada visión de la justicia que se sustenta en que las cosas son buenas si favorecen sus posturas y manipuladas o mediocres sino responden a sus comprados intereses. Bueno sería estudiar a cada uno y ver si trabajan en algo más o una vez se les termine la teta de la donación morirán por inanición. Conforman ONG,s, no fiscalizables y ocultan de donde les vienen los fondos porque pondrían en peligro sus opiniones. Están eximidas, muchas de ellas, del pago de impuestos, pero son quienes más cacarean que es preciso subir la tasa fiscal. Proclaman el respeto a los derechos humanos, la presunción de inocencia y otros similares, pero son implacables cuando se trata de doblarle el codo a la justicia en beneficio de lo que consideran “la verdad”, aunque aquella quede muy distante de sus posturas. Han vendido su opinión, su honestidad y sus argumentos a quienes les inyectan fondos a la improductiva economía en la que basan su negocio. La rentabilidad estriba en publicar para autoconsumo lo que otros iguales a ellos quieren oír y en defenderlo como si de la verdad revelada se tratase.
Pareciera que hay otra consigna más allá de la palabreja del “justicidio”, es la de ¡traigan a Vielman!, una implacable cacería en la que la pieza ha sido determinada y condenada con antelación. ¡Ah!, y mejor estar en sintonía con ellos, de lo contrario se ponen de acuerdo para situarte con el crimen organizado. Son un grupo de hipócritas vividores que, como ya dije otras veces, hay que desenmascarar. Ahí siguen manipulando lo que pueden y sobre todo elecciones como las que vimos días atrás ¿Cuestionarán cierta preocupante ideologización de la recién nombrada Fiscal General o por ser similar a la suya la alabarán con publicaciones en prensa y declaraciones públicas? ¡Estemos al tanto!

lunes, 6 de diciembre de 2010

Top Secret

La revelación en la web de una enorme cantidad de documentos confidenciales, presumiblemente elaborados por la diplomacia norteamericana, ha dejado sin respiración a muchos, sorprendido a otros tantos y descubierto como son las cosas en la política. Los aprovechados de siempre, léase Chávez, Correa y el resto de jugadores sucios de póker latino, se han rasgado cual fariseos las vestiduras, sin darse cuenta que lo ocurrido en el hermano país del norte sería imposible en los suyos “tan democráticos”. Los gringos, al menos, tienen un sistema que permite, aunque sea muy de vez en cuando, que estas cosas sucedan y, sin verlas naturalmente, no actúan tampoco, tan hipócritamente.
Quienes creían -o aparentaban- que el mundo se sustentaba sobre una alfombra de pacifismo e idealismo, sea por ingenuos o por ignorantes, acaban, cual niños de kínder, de descubrir que los regalos de Navidad no los trae quien siempre pensaron, sino míster Bush, el señor Obama o, en otros lugares, sus homólogos. Aterricemos: la política siempre fue realista pero cerramos los ojos ante semejante evidencia.
Me gustaría que algún cubano tuviera el valor y la oportunidad (sobre todo esto último) de revelar las masacres de Castro, los casos de asesinato en Angola o en otros lugares donde los servicios secretos o militares actuaron o las malas mañas del otrora golpista venezolano, como financia regímenes de pacotilla o pretende remover gobiernos para hacerlos “más democráticos”; el delincuente Ortega, violador familiar y ahora manipulador del proceso electoral que se les avecina o de aquellas municipales fraudulentas que ya son historia. Saber cuántos asesinatos hubo en la Unión Soviética durante la guerra Fría o la Revolución precedente o que piensa el dictador coreano. Todo eso, y mucho más, no se sabrá nunca porque ni siquiera existe, como si ocurre en los Estados Unidos, la posibilidad de que alguien puede filtrar a la prensa todas esas suciedades propias de políticos que les importa un bledo el bien común, ¡como a todos!, y solamente velan por sus particulares intereses. Me sorprende, eso sí, que todavía los gringos duden de la salud mental de una presidenta, algo que cualquier estudiante de siquiatría de primer año habría resuelto rápidamente o del narcisismo del presidente francés, propio del chauvinismo galo. Varios debieron, al parecer, hacer los informes filtrados porque la clavan perfectamente con el presidente italiano: juerguista, mujeriego y otros calificativos similares o aquella apreciación sobre el presidente Zapatero (el español) en la que detectan que es un problema para los USA, sin darse cuenta que también lo es, y mucho más grave, para los españoles. Falta un poco más de concreción, trabajo y análisis en el pentágono, en el departamento de exterior y hasta en la Casa Blanca. Esos gringos siguen pecando de ingenuos, sin darse cuenta que todos los que supuestamente analizaron, espiaron o estudiaron, son mucho peor de lo que ellos dejaron por escrito. Es la lacra política que maneja los países sin escrúpulos.
Por tanto, meditemos hasta donde llevar este escándalo. Preferiría, a pesar de todo, vivir en un país en el que eso ocurre que en otro en el que es impensable que se sepa siquiera donde llegan los fondos públicos, a quien pertenecen las facturas del famoso Viagra, quien manda por encima del Presidente o cuáles son los pactos que hacen diputados a la sombra del presupuesto. ¡No seamos hipócritas!, somos mucho peores que ellos que, al menos, tienen las agallas de publicarlo unos y enfrentarlo otros.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Tutelaje

Es común escuchar afirmaciones sobre colectivos desprotegidos o que carecen de la necesaria instrucción y consecuentemente no pueden ejercer ciertos derechos o cuentan con dificultad para lograr determinadas metas. El discurso, así planteado, instituye un conjunto de grupos sociales: mujeres, niños, indígenas, ancianos y otros, a los que se les atribuye la cualidad de no poder, por sí mismos, salir del aprieto en el que convenientemente se les sitúa. Creadas imaginariamente las colectividades, identificadas y fijadas sus limitaciones, sólo queda determinar el nivel de tutelaje y, por supuesto, designar al tutelador. Organización civil, política o sabio todopoderoso que termina por interpretar aquellas necesidades y erigirse como salvador de todos, como si fuera un perfecto conocedor de qué deben hacer aquellos “incapaces”. He ahí la razón de la ingente cantidad de organizaciones civiles y lidercillos mediocres que quieren tener razón cuando manifiestan categóricamente qué hacer con grupos de indígenas o qué es mejor para los ancianos, justificando que no saben o no pueden. Es el basamento político-populista del liderazgo oscuro que permea una sociedad cobarde, al consentir que otros lleven las riendas de su destino, sin darse cuenta -o permitiéndolo interesadamente- que todo es un entramado de intereses para saltarse reglas, acomodarlas a su provecho o mangonear al grupo de desposeídos.
La humanidad ha evolucionado a pesar de un analfabetismo histórico. Baste recordar la sociedad medieval y la cantidad de personas que vivían infinitamente peor que hoy y, sin embargo, se progresó y consiguió prosperidad y desarrollo inimaginable. Recordemos el surgimiento de la burguesía y de los emprendedores de los siglos XVI y XVII y observaremos que no es necesario más que contar con la puerta abierta -la libertad- para que el ser humano inicie una marcha imparable hacía el éxito. De hecho, grandes empresarios y emprendedores fueron (y lo son hoy día) analfabetas o con estudios mínimos.
No debemos, por tanto, aceptar pasivamente que nadie se erija en representante de los intereses y deseos de otros, mucho menos de colectivos tradicionalmente identificados, ni permitir esa osadía que únicamente hace progresar a quien la justifica con sus infames propósitos. La sociedad, por siglos, ha sobrevivido a gobiernos, a reyes absolutistas, a señores feudales, a dictadores asesinos y a otros abusadores. A nadie, por muy analfabeto que sea, le falta la mínima y suficiente capacidad de raciocinio que le permita emprender acciones para mejorar sus condiciones de vida. El problema de la falta de oportunidades estriba en trabas burocráticas, en muros artificiales que construyen normas legales o en el deseo de algunos de querer, a la fuerza, representar ciertos intereses (sindicados, por ejemplo), pero todo ello es generado por gobernantes o personajes inescrupulosos que creen tener derecho y razón para tutelar a esos grupos que identifican y limosnean, estableciendo una relación biunívoca que termina por convencer a los menesterosos de que su destino es mendigar toda la vida cual parásitos y sustentar a quien les promete pan y techo, sin darse cuenta de que es precisamente lo que impunemente les quita cada día.
Nunca es tarde para despertar y tener fe en las capacidades que poseemos como seres humanos, cualquiera que sea nuestra condición, y de la responsabilidad que tenemos al dejar en manos de esos “salvadores” nuestra vida, nuestras decisiones y el prometedor futuro. El problema de tanto lamento y tan frecuentemente es que desperdiciamos mucha energía creadora que podríamos emplear para avanzar, además de darles motivos para que sobrevivan todos esos manipuladores ladrones de libertad.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Telenovela

En tanto se disipaba el excesivo protagonismo mediático de su antecesor, el comisionado de la CICIG guardó silencio y presuntamente trabajó, dos grandes virtudes de un juez. Sin embargo, el repertorio de “fracasos” -o de falta de pulcritud en la investigación- de muchos de los casos presentados por la comisión, el señalamiento de acoso sexual contra uno de los inmunes investigadores, las reveladoras declaraciones de la ex fiscal Guiselle Rivera y la negativa de la jueza encargada del caso de Giammattei de modificarle el delito, desataron la tormenta. Se consolidó aquel refrán de quien siembra vientos recoge tempestades.
La omnipotente CIGIG, entidad político-jurídica porque política es su designación (y parece que su juego), cuenta con dos de los incentivos más perversos: el dinero que cobran y el poder que tienen. Cuando rindió cuentas a los donantes, presentó “éxitos” de su gestión que, en parte, ahora se desvanecen. Pesquisas mediocres, inocentes en prisión, presiones desde diferentes ópticas y atrevidas, delictivas e impunes acusaciones públicas sin consistencia pero con mucha difusión, enmarcan el esperpento. Raudales de arbitrariedad, injusticia y autoritarismo judicial, algo que supuestamente iban a combatir. El artificial andamiaje está apuntalado por grupúsculos de la “sociedad civil”, organizaciones paralelas de poder que se proyectan como “los buenos” y exigen ser consultadas antes de que se tomen ciertas decisiones. El actual comisionado no es una excepción y tuvo que contar con el plácet de los que alborotan el país si las cosas no se hacen como ellos, autoritarios civiles consagrados, dicen. La justicia sólo se acepta y aplaude cuando está en sintonía con los intereses de esos grupos cuyos secretos fondos de financiación sirven para exigir la transparencia de otros. Hipócritas asociados en ciertas ONG,s que viven del cuento, de la limosna internacional y del expertis del que carecen.
El señalamiento a Castresana de haber mantenido relación con una de sus pasantes, desató toda una persecución a periodistas, analistas y comunicadores acusándolos de “conspiración”. Ahora que tampoco luce bien el panorama, regresa el mismo trillado discurso. Lo que no funciona bien -nunca lo hizo- fue el tal organismo, pero los mismos de siempre que lo acaparan y pervierten, se niegan a reconocer su responsabilidad. La reunión privada con la “comunidad internacional” y las posteriores declaraciones de un embajador, dicen poco de ese conjunto de funcionarios que protegidos por su impunidad creen poseer la verdad y se invisten de autoridad judicial por sobre la independencia de aquella. Queda por responder -y extender a todos esos- aquella interesante cuestión del vice Stein: ¿Quién supervisa a la CICIG para que no se desboque?
La gota que colma es la orden de captura dictada por un juez, apresuradamente y con nocturnidad, contra un policía y la ex fiscal Rivera quienes objetan una investigación en curso, impidiendo que el tribunal escuche otro relato de los hechos distinto a la versión oficial. Este atropello no es nada nuevo y cuenta con antecedentes en otro ente internacional: MINUGUA y el caso Gerardi. En aquel entonces, la discrepancia con la versión manejada le costó el puesto a un policía que esgrimía otra tesis del asesinato y de la participación del famoso perro Baloo. Este tinte añejo y político de la “versión oficial” suele desdibujar las cosas, aclarar poco, crear muchas dudas y apesta a amañamiento. El tico tiene un reto y, aunque concertado por las élites oenegistas del país, no termina de ser calibrado por muchos, ni siquiera de quienes lo recomendaron ¡Ah, y no soy conspirador!

lunes, 15 de noviembre de 2010

Damas primero

El preludio del galanteo político del partido VIVA con Nineth Montenegro, que la puede llevar a postularse como vicepresidenta de la república, incrementa el número de mujeres que podrían estar en el candelero electoral 2011. Lo femenino, la femineidad o el género, como ahora se denomina, no dejan de figurar en el debate nacional, sin importar el tema, el momento o el área.
El podio aguardaría a Sandra Torres, Nineth Montenegro, Zury Ríos y Rosana Baldetti y, todavía por ver, a Adela Torrebiarte y alguien que se anime a última hora. Todas, gusten o no como opción política o incluso como personas, tienen en común alta capacidad de trabajo, marcado liderazgo y algunas hasta el mal carácter. Mujeres que han demostrado saber estar y hacer las cosas que se propusieron y aunque no siempre fueron nobles propósitos, no les resta mérito en el logro de sus particulares resultados. En un país que se reconoce machista, el hecho de que un proceso electoral convoque a tantas mujeres para altos puestos, parece todo un evento digno de mención. Verdad es que una golondrina no hace verano, pero al menos anuncia el inicio del mismo.
Con mujeres al frente -no importa donde- la gestión político-administrativa se ha caracterizado por mayor ausencia de corrupción y mejor eficiencia. Ningún absoluto suele ser cierto y este tampoco, pero hay que reconocer que así son las cosas. Países como este, donde la mujer es relegada (o se relega ella misma), se sostienen, precisamente, por el papel primordial que desempeñan. Son ellas las que mantienen hogares vacíos de paternidad; quienes estiran hasta el infinito el poco dinero que les llega o les pasan maridos inescrupulosos; las que enfrentan a esposos “machos” que no les permiten divorciarse o las abandonan; las que crían y cuidan a sus hijos y muchas veces a padres, abuelos y familiares cercanos y las que solidifican el pilar de un hogar, aunque no exista.
Una sociedad que “rechaza” o no da plena cabida al 50% de su población (las mujeres) está abocada al fracaso porque desprecia la mitad de su potencial humano. No es necesario crear el ministerio de equidad (estupidez zapaterista) ni promover leyes de cuotas para empoderar a las féminas. Hay que dejarlas salir del closet y -no nos rasguemos las vestiduras- que ellas quieran salir y enfrentar retos sin facilidades, prebendas ni vaselina. Valoremos al ser humano por encima del sexo (género) a qué pertenezca y veremos cómo funciona sin necesidad de reservar espacios con normas particulares de dudosa eficacia ¿Alguna ley las hace reinas del hogar, merecedoras del amor de sus hijos y supremas sustentadoras de la sociedad en qué vivimos? Ninguna, solo su fuerza de voluntad, su carácter, su entusiasmo, su liderazgo y su decisión.
¿Estamos preparados? Esa pregunta se la hicieron norteamericanos y franceses en pasadas elecciones y dieron su particular respuesta. También chilenos o brasileños y dieron la suya. Es posible que sin copiar, como siempre hacemos, haya llegado el momento de cuestionárnoslo. Las opciones comienzan a aparecer, eso ya es muy bueno, pero no suficiente. Sin embargo, ¡atención!, tampoco idealicemos a todas las damas. Recordemos a Valeria Mesalina, Lucrecia Borgia, la bruja de Blancanieves y otras más locales y con peor mala leche. No todo vale ni es necesario deslumbrarse y comprar el producto, sin antes leer las instrucciones. A fin de cuentas “Mujeres divinas”, es solo una canción. Mejor actuar con prudencia, mesura y diferenciando, así avanzaremos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Perdónanos tata

El señor Presidente, que continuamente pide incrementar los impuestos, promueve la reforma fiscal y mendiga ayuda y préstamos porque no le alcanza el dinero del presupuesto, decidió condonar deudas impositivas a un “selecto” grupo de entidades y personas. Grotesca burla y vil nepotismo que reclama una categórica reacción, un contundente rechazo y un posterior escarmiento en las próximas elecciones ¡Casualidad que sean diputados afines, una empresa pública y cercanos colaboradores! Cualquier calificativo queda corto ante tamaña arbitrariedad.
Hay que tener una cara de piedra para pedirle al ciudadano honrado que haga otro esfuerzo y ponga más dinero del que normalmente le despojan, mientras quienes deben pagar por negligentes son eximidos en función de oscuras y preocupantes razones. Esa actitud simplemente no tiene cabida en ningún sistema de convivencia. Esquivó la responsabilidad del perdón presidencial a los condenados a muerte y no tuvo la valentía de enfrentar el problema de indultarlos públicamente, si así lo creía (yo sí lo creo), pero nos sorprende con el perdón fiscal, mucho más sutil, rastrero y selectivo. Incapaz de ejercer su derecho constitucional para evitar que algunos mueran, sí lo hizo para impedir que los que deben de pagar lo hagan ¿Cómo reaccionar ante esa pérfida actitud mientras hospitales, seguridad, escuelas y carreteras son un desastre?
La comunidad internacional debe suspender inmediatamente cualquier apoyo; o ser cómplice. Mientras los impuestos de españoles, noruegos, canadienses, norteamericanos y de otros, llegan al país a través de donaciones, se envía al mundo el mensaje de que aquí -si son consentidos presidenciales- no hay que cumplir la ley; aquellos otros ciudadanos ya cubrirán los gastos ¿Cómo atraer inversiones y que nos miren como un país con suficiente grado de decencia, honestidad y valores? La medida presidencial solo contribuye a destruir la imagen dañada que queda tras haber descendido sustancialmente en el índice de corrupción, en el de desarrollo humano y en el doing business. Hunden el país por segundos ante el silencio cómplice de muchos, el consentimiento asustadizo de otros, la colaboración diplomática y la pasividad de la mayoría. Tanto viaje a Japón para pedir préstamos o limosnear plañideramente ante la Unión Europea, cuando no hay voluntad de cobrar las tasas correspondientes al impago que debieron efectuar en su día ciertos favoritos. A otros, sin embargo, les cae la SAT con toda su capacidad fiscalizadora y sus multas. Esta desvergüenza no debe silenciarse.
El Vicepresidente, por su parte, manifestó no estar enterado. Ya nos hemos dado cuenta de que siempre se entera tarde, porque permite que una rosca lo mantenga aprisionado. Lo imperdonable es que él, que abandera la transparencia, siga ahí, apuntalando ese tipo de actuaciones que lo desmeritan. Hace un par de años, por Octubre, sugerí su dimisión, algo que amable y cordialmente me recordó en su momento. Pasado este tiempo reitero de nuevo, con todo mi respeto, aquella solicitud, sustentado en algo que por su experiencia, formación, prestigio y edad debe mantener: DIGNIDAD. No debe continuar siendo parte de una administración que maneja los fondos públicos despóticamente y exprime al contribuyente honrado con exigencias impositivas mientras condona a un selecto grupo de amigos cercanos. Eso es insostenible, imperdonable e inaceptable, a poco que quede vergüenza y algo de decencia.
Dejemos ya los lamentos, empresarios incluidos. Somos una caterva de pasivos capones que permitimos esos abusos y nos falta carácter para decirlo así de claro ¡De qué carajo nos quejamos!, estamos condenados al fracaso ¿Es solución un boicot fiscal?

martes, 2 de noviembre de 2010

Mas corrupción

El informe de Transparencia Internacional 2010 sitúa a Guatemala nueve puestos por debajo de 2009. Es decir, ocupa un peor lugar en percepción de corrupción. Quien haya seguido la dinámica político-económica del país, no debería sorprenderse ni extrañarse ya que es la consecuencia inevitable del mal gobierno que padecemos. Contrasta, sin embargo, con esta administración que ha cacareado insistentemente su apuesta por la transparencia, aunque ahí están los resultados cosechados !Dime de qué presumes y te diré de qué careces!
Crearon un viceministerio y un observatorio contra la corrupción y el vicepresidente enarboló la bandera de una lucha que tenía perdida de antemano desde el interior de la estructura política a la que pertenece. El viceministerio no sirvió para nada. Del observatorio no se oyó hablar después de la ruidosa presentación, a pesar de estar conformado por “personalidades ilustres de la academia, la sociedad civil y bla, bla, bla”. Y el vice, supuesto adalid de esa lucha (como de otras), hace tiempo que perdió la credibilidad y otras cosas. En política, como en casi todo, los resultados son los que cuentan y lo constatado es que los traslados millonarios de fondos continúan, cesaron a un ministro por no entregar los datos requeridos de MIFAPRO (consentido por el Presidente que no ordenó lo debido) y dilataron las peticiones de una diputada sobre informes del mismo programa. Cuando se proporcionaron, fue imposible trabajarlos porque el formato electrónico tenía toda clase de candados. Ademas, ahora parece que se exoneró o amnistió del pago de impuestos a “ciertos contribuyentes”. El Gobierno trabaja arduamente para impedir lo que dice promover: la transparencia.
Las primeras declaraciones gubernamentales, tras la publicación del informe, fueron de "preocupación", lo que traducido a lenguaje comprensible significa que les pela que digan tal o cual cosa porque ellos van a seguir haciendo lo mismo sin inmutarse. Ejemplo y curiosidad semántica de como una sola palabra es capaz de concentrar todo ese contenido, algo que sólo ocurre en política. Permitirán que la mayoría de las obras publicas sean construidas por ONG,s de amigos; financiarán como les venga en gana programas fantasma o gestionados por espíritus o brujas; repartirán ingentes cantidades millonarias para promover obras, otra frasesita que significa que lo gastarán o robarán como de costumbre; usarán fondos públicos destinados a un fin para desviarlos a otro diferente donde el descontrol sea la norma; sollozarán lastimosa y apesadumbradamente para ver a quien engañan esta vez -después de europeos y japoneses- y así conseguir donaciones o prestamos millonarios que tirarán a la basura, como de costumbre; manifestarán, con cara compungida, que están muy preocupados y constreñidos y que el país necesita reformas estructurales e invitarán a expertos de ONU para declarar que hay que subir los impuestos, que también traducido quiere decir que desean más para despilfarrar y seguir consolidando la caradura habitual frente a la impavidez del ciudadano que todo lo cree o permite por falta de carácter para denunciar públicamente este engaño manipulador al que es diariamente sometido.
Excusas para todo, aunque no harán lo principal: impedir el robo, la malversación o el despilfarro de los recursos públicos. La noticia será opacada por otras similares o peores y en pocos días no recordaremos nada de todo esto que viene sucediendo por años y que estoica o estúpidamente soportamos con pasmosa complacencia. Ya estamos peor que el año pasado y aquí no pasa nada. Seguimos lejos de Sudán y Congo pero debajo de Liberia y Malawi. Ahora, !a promover la inversión y el desarrollo!.

domingo, 24 de octubre de 2010

Flor de loto

Con la infraestructura del país destrozada, la violencia criminal recorriendo ociosa e impunemente las calles más transitadas y supuestamente “vigiladas” de la ciudad, en plena discusión del presupuesto 2011 y con la CICIG estampillada de prepotencia mediática e ineficiencia judicial, la pareja presidencial dispuso darse una vuelta por Japón. Además del dinero que costo la aventura asiática al erario público, el Presidente viajó, de ser ciertas las insinuaciones de una sagaz periodista, con más asientos reservados de los que sus augustas posaderas son capaces de cubrir en un viaje, salvo que deseara disfrutar de todo el sake de business class (clase de negocios como cursimente matizo el funcionario Robles).
Mientras tomaba fotos con el Fujiyama al fondo, su ministro de Sanidad fue interpelado por “donar” graciablemente la grosera cantidad de 685 millones de quetzales al sombrío engendro de Cohesión Social. Impertérrito, lo confeso, ante la diputada Montenegro, sin que se le pararan los pelos, sitiera pena por quienes no pueden ser atendidos en los hospitales públicos “porque faltan recursos” o vergüenza de otra clase. Nada como una cara dura bien cimentada y el suficiente grado de desfachatez para hacer esas declaraciones. Como chico bueno, prometió no hacerlo más si se aprueba el próximo presupuesto. Mientras tanto, aquel que prometió que cuidaría esos asuntos, sigue ensimismado, impertérrito y soñando con pititangas y pildorillas erectoras, mientras le dure el chance.
Entre los grandes logros alcanzados en el país nipón -ante la imposibilidad de engañar más a los donantes europeos- está un préstamo de 120 millones de dólares. Si fuera japonés preguntaría para qué quiere esa cantidad de dinero cuando su ministro obsequia y despilfarra aquella otra antes indicada, pero como los nipones son muy correctos e inclinan la cabeza para saludar, es presumible que guarden prudente silencio ante manifiesto descaro. No debería ignorar el mandatario que esos orientales tienen su orgullo y una decencia muy especial y acentuada que no admite el engaño ni la mala administración y cuando algunos así actúan, se suicidan haciéndose el harakiri. ¡Cuidado mi gordo!, no vayamos a tener un incidente diplomático si descubren el pastel.
Finalizado el viaje, además de alguna indigestión de sushi y fotos para el álbum familiar (cuando fue a Cuba apenas trajo postales) tendremos, en el mejor de los casos, una nueva deuda, otro gasto inútil, un ejercicio más de falta de visión y nula inversión. Es decir, lo de siempre. Y como el préstamo es pagadero dentro de 18 años, este gobierno será recordado por los actuales alumnos de jardín y kínder por haberles creado una obligación a tan temprana edad ¡Triste forma de pasar a la historia! Me preocupa, sin embargo, los rumores de aquellos que dicen que consultó a los amigos que ayudaron al ex presidente Fujimori cuando salió precipitadamente huyendo a la isla antes de que la justicia le pidiera cuentas, ¿será? No creo, porque se delataría rápidamente por la ausencia de rasgos orientales, aunque peores cosas se han visto.
Conceder créditos a manirrotos que durante tres años han demostrado carecer de planes, convierte en culpables a los donantes de esa “comunidad internacional” que no se entera, parece autista, lava su conciencia y es cómplice de la debacle que vivimos. ¿Quieren ayudar?, mejor no presten ni un centavo más. La “ayuda internacional” solo sirve para promover y sostener a políticos abusivos o ineficientes más que para salvar a ningún país ¿Acaso hay algún ejemplo virtuoso? ¡Pues entonces!

lunes, 18 de octubre de 2010

Un par, ¿De ejemplos?

Trascendentes noticias fueron la visita y declaraciones del ex presidente Uribe y el exitoso rescate de los mineros en Chile, tras meses de enérgico trabajo. Gobierno, columnistas de prensa, periodistas de diferentes medios y muchos otros, destacaron ambos acontecimientos y, especialmente, los consejos y ejemplos del líder colombiano durante de su gestión. Los medios escritos incluso acentuaron la propuesta del Presidente Colom al paisa para que fuera testigo de una posible reforma fiscal en el país. “Héroes” de referencia usados como símbolo por muchos sectores del país que alabaron esos comportamientos. Lo siguiente, sugerido por muchos, es aplicar las medidas que por allí resultaron exitosas, sobre todo las relacionadas con el tema fiscal y la violencia. Hacemos como en el “cole” y algo que muchos no terminan de descartar como práctica deshonesta e inútil: el copy and paste.
Manifiestamente incapaces de generar alguna política pública exitosa, a pesar de los años transcurridos, querrán copiar lo que hacen esos países sin darse cuenta que ahí no radica el meollo. Contarán, eso sí, con algo para continuar confundiendo hasta que dentro de un año sean juzgados en las urnas y sacados de circulación por ostensible ineptitud. Deberían haber preguntado a ambos mandatarios de dónde sacaron fuerza y carácter para implementar todo eso que se les reconoce como exitoso (y que sustancialmente lo es). Descubrirían, posiblemente, que debajo de la superficie de las políticas públicas hay, sobre todo, voluntad férrea de ejecutarlas, lo que implica una fuerza implementadora que es finalmente la que catapulta exitosamente la idea hasta el objetivo. Eso se llama, en buen francés, agallas, tesón, arrojo y es precisamente lo que aquí falta.
Traigan asesores, consulten a expertos internacionales, nacionales o extraterrestres, pongan a los “peludos y pelones” a rumiar e incluso zangoloteen por tiempo indefinido sobre “las medidas más convenientes y oportunas en función de la situación coyuntural, las reformas estructurales por hacer y la ingobernabilidad que todo ello genera” ¡Da igual! Se requiere algo que no hay: valor, traducido en coraje necesario para poner las cosas en marcha y tomar decisiones firmes y mantenerlas a pesar de los obstáculos. Hemos visto con frecuencia como el gobernante dice algo de lo que se desdice al poco. La intervención del RENAP fue una de tantas reculadas en su gestión. La indecisión, junto con la ausencia de objetivos y de ideas claras, son características destacadas de esta administración. Pero, no se puede pedir peras al olmo.
Piñeira movilizó Chile, hasta conseguir salvar a ciudadanos enterrados y Uribe frenó e inició el fin de un grupo de narco-terroristas sicarios. Aquí somos incapaces de parar un solo día para evitar una veintena de asesinatos por jornada, más bien nos acribillan en nuestra propia casa o en centros comerciales ¡Esa es la diferencia! Es preciso programar, en alguna granja de pollos, un curso intensivo sobre cómo hacer crecer los bemoles, de lo contrario no habrá fórmula que resulte exitosa. Atendemos la forma, pero obviamos el fondo desde donde se impulsa exitosamente los planes. El referente colombiano y el chileno, por cierto de centro-derecha que se les olvida a muchos de los criticones de ese sector del espectro político, resultan ser ahora dos de los mejores modelos de acción de gobierno en América Latina. Pregúntenle al gobierno de Chile como, además de salvar a sus mineros, ha salido de un terremoto destructor sin mendigar ayuda internacional ni dar apariencia de lastimero ¡Aprendan a tener un par!, y no precisamente de países referentes.

lunes, 11 de octubre de 2010

Lobotomía

Días atrás, durante un debate universitario, un joven asistente tomó la palabra y alabó las bondades del régimen cubano. Entre otras charadas destacó los “logros” en educación, salud, seguridad y justicia. Sus sentimientos, quizá bienintencionados por esas “conquistas sociales” en una de las dictaduras más despiadadas y duraderas de la historia, eran manifiestos y profundos. Al finalizar su intervención le pregunté si había visitado Cuba y su respuesta fue negativa. ¿Cómo entonces, le dije, hace ese tipo de afirmaciones enfáticas sobre algo que desconoce? Y es en ese punto, donde comenzó mi preocupación.
Un adolescente apenas de 18 años, alumno de la USAC y que lucía una camiseta con el logo de la “tricentenaria” rodeado de personajes como el dictador Castro, el asesino Guevara, los delincuentes Chávez (golpista) y Ortega (violador) y alguno más, es capaz en un foro público, sin haber tenido experiencia vivencial alguna, de defender las “bondades” de una dictadura que cada día asesina a muchos cubanos ¿Quién introdujo esas ideas, y de esa forma, en un cerebro que apenas comienza a vivir? ¿Qué fuerza le hizo presentar su pobre argumento en público, sin avergonzarse de cuanto decía ni temor a sufrir una confrontación que era incapaz de sostener? Todo un ejemplo de sin sentido, cuando no de maléfica intención, que se repite en muchos jóvenes que abanderan ese discurso manipulado y asimilable a aquel otro del conflicto armado interno pero que son incapaces de sustentar.
Lo expuesto, junto con esa otra ilegal chulada de minorías manipuladoras y enmascaradas que ha tenido cerrada a la fuerza la universidad estatal, debe promover una seria reflexión sobre qué se está creando y a qué precio. El afán de poder, producto de una normativa añeja y malintencionada, hace que el noble fin de la educación deje paso a otro no tan noble: la injerencia en la toma de decisiones públicas.
Sin embargo, el sesgo ideológico, el “coco wash” y la manipulación por medio de cualquier forma de presión, incluso ilegal y violenta como se ha demostrado, parecieran ser objetivos superiores que se han posicionado por encima de otros más distinguidos e importantes. Hay que sacar a la USAC del juego político y de las influencias y del manoseo a que se ha acostumbrado. Un importante número de sus miembros desean estar ahí no para mejorar la calidad educativa sino para imponer sus candidatos y criterios en las múltiples comisiones de las que forman parte. Se trata, en definitiva, de utilizar el presupuesto nacional y el abrigo de la enseñanza superior para manejar el país en función de espurios intereses políticos. Una insoportable perversión que vicia muchos procesos y destruye a cientos de jóvenes.
Espero que algún diputado (o una ONG,s) de esos que se rasgas las vestiduras cuando el Ejército gasta mal tal o cual cantidad de su presupuesto, por cierto supervisado al céntimo, decida pedir cuentas a la universidad estatal que disipa no se sabe cuánto ni cómo y nadie se atreve a fiscalizar o a pedir rendición de cuentas por el uso de fondos públicos. Se desconoce cuánto cuesta un graduado, en qué rubros se gasta el dinero, cuánto perciben sus funcionarios ni como se ejecuta el presupuesto. Lo peor es que nadie se ha atrevido a hacerlo, así que reto a los fiscalizadores para que exijan que se publique y analice una ejecución presupuestaria detallada, como ocurre con otros organismos. Nadie ha osado enfrentar a la todopoderosa maquinaria política de la universidad estatal y eso es realmente penoso ¡Dejen de ser cómplices!

lunes, 4 de octubre de 2010

Reto para la CC

Dos años se lleva supervisando concienzudamente la elección de magistrados a la Corte Suprema, de Contralor, de Fiscal General y de otras autoridades públicas, de forma que las generalidades que para los mismos señala la Constitución se observen y amplíen en aquellas otras en que los tiempos y las exigencias sociales determinan que hay que mejorar, como la honestidad y otras.
El esfuerzo no ha dado todavía los resultados apetecidos, pero al menos ha servido para reflexionar sobre la clase de autoridades que el país necesita en orden a promover la transparencia, la eficacia del sistema y el ejercicio honesto del cargo. De hecho, cuando un Fiscal General fue señalado por diversas causas, la CC determinó anular el proceso de selección y elección del mismo y comenzar de nuevo. Todo parece plausible, coherente y hasta sano para contar con unas autoridades con alto grado de moralidad y de capacidad profesional.
En poco tiempo elegirán a los miembros de la futura CC. Poco se ha hablado de ello y no hay suficiente debate sobre las cualidades que deben poseer los mismos. Sin embargo, el tema es crucial. La elección es puramente política, tal y como determina la Constitución, lo que posibilita que desde el poder se nombre a quienes pueden garantizar a muchos “un cierto grado de confianza, lealtad y tranquilidad” durante los años siguientes. El peligro: el máximo tribunal podría tomar decisiones con preocupante componenda política.
Es preciso fiscalizar, al igual que se ha venido haciendo, ese proceso, incluso de matizar como deben entenderse los lineamientos que recoge el artículo 270, de forma que la simpleza en la redacción no permita que se nombren a amigos, a operadores de decisiones políticas ni a allegados al poder, como podría ocurrir. La próxima CC será, en última instancia, quien dilucide si algunas personas pueden ser candidatas y tomará decisiones trascendentales para la vida del país, algunas con difícil irretroactividad si luego, como ya ha ocurrido, se constata que no fueron del todo acordes con la legalidad sino producto del oportunismo político. Aquí no hay comisiones de postulación ni tiempo para investigar a los candidatos, de ahí la necesidad de comenzar lo más pronto posible.
Lo que sucede en Nicaragua debe ponernos sobre aviso. El dictador Ortega ha nombrado a sus amigos magistrados y creado un corpus judicial que ha terminado, como en Cuba y Venezuela, por darle forma legal a las arbitrariedades que se les ocurren a esos dictadores, entre ellas las de perpetuarse en el poder. Esa politización de la justicia sirve, exclusivamente, para aparentar un modelo democrático que tiene de todo menos de aquello y que termina por judicializar la política y posibilitar la perpetuación de ese grupo de totalitarios y sus aventajados alumnos.
Demasiada energía llevamos gastada, pero todavía debe quedar para exigir a la actual CC que concrete y haga público el perfil de los nuevos magistrados y promueva la adecuada fiscalización, de forma que no se terminen nombrando a los amigos del poder para que hacernos creer que las decisiones posteriores se ajustarán a Derecho y no serán sentencias emitidas en función de los intereses de quienes los nombraron. El Estado de Derecho, el respeto a la justicia, la observancia de las normas y una serie de valores universales y necesarios pueden desplomarse y encontrarnos con una democracia que en modo alguno responde más allá de los intereses de grupos oscuros. Es la hora del último empujón y debemos contar con la suficiente fuerza para llevarlo a cabo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La debacle

La ineficacia gubernamental, el gasto público desmesurado y opaco, el mangoneo de los peludos y otras marrullerías propias de personajes detrás del poder -porque el legalmente constituido ha brillado por su ausencia- no son las únicas razones de la dramática, preocupante y comprometida situación en la que nos encontramos. Falta (siempre faltó) un equipo de trabajo con ideas claras y capacidad para ponerlas en práctica y se suma la ausencia de un programa de gobierno. Se sentaron en la poltrona sin planes, sin ganas y sin ideas, excepto la de arrasar desde la oscuridad y ese ha sido el eje central de toda esta perdición.
Ahora, la discusión se ha trasladado a lo interno del partido. La incorporación de los tránsfugas de la GANA y el intento de reposicionamiento de los peludos, ha desatado una guerra interna que apunta al estropicio final. Primero fue la huida de los Baldizón-boys, ahora la salida del Secretario General y en el ínterin, la pérdida de influencia de quienes se creían todopoderosos desde sus Secretarias. En el centro de la discusión, el tema de si la esposa del presidente, quien cuenta con un altísimo índice de rechazo en las encuestas, es o no la opción electoral acertada.
Les preocupa cómo salvar la cara cuando no tengan el poder dentro de un par de años y la justicia (y CICIG) cuente con carta blanca para poder sacar a la luz, siguiendo el modo políticamente interesado de algunos casos, cierta información de que disponen. En poco tiempo, el interés de los uneinistas se reducirá a intentar salvar la piel cuando magistrados independientes y efectivos comiencen a pedir cuentas de las omisiones o acciones de su “gestión”. Enfrentamos un espectáculo de supervivencia personal en el que, a la voz de “mariquita el último”, muchos ensayan como abandonar el barco o subirse al palo mayor para aguantar la zozobra.
Son conscientes, cada vez más, de que doña Sandra no es garantía de éxito para los próximos comicios y, a estas alturas, sólo pueden buscar alternativa entre bufones, peludos vengativos o desacreditados y desconocidos. Mientras, el resto, pactan para salvar su “carrera política”. Es decir, no tienen a nadie y, sobre todo y mucho más grave, no tienen nada que ofrecer como mínimamente exitoso durante su gestión de gobierno y sí mucho que tapar. Otra administración UNE, sin cambio de liderazgo y sin debate ideológico profundo, más allá de esa tapadera de “socialdemocracia” adquirida por osmosis, sería como el Agatha tras el Stan: un desastre de proporciones incalculables. Deben llevar a cabo una catarsis profunda, más allá del manipuleo interesado que han promovido hasta el momento y pocos pueden darle ese giro necesario.
Lo peor de todo, es el daño que por inoperantes todavía pueden hacer en el tiempo que les queda y en lugar de combatirse los unos a los otros terminen por salpicarnos, algo así como lo ocurrido en el parqueo del hotel Tikal Futura cuando fueron a detener a unos criminales. Nos tienen acostumbrados a esos daños colaterales que ni prevén, ni planifican y no sé si les interesan. Son improvisadores profesionales que vinieron a perpetuarse mientras articulan un discurso acomodado que pensaban les generaría réditos. ¡Nada que ver! Si algo hay que destacar del proceso electoral anterior es que las personas dejaron la bobería a un lado y hoy meditan su voto y reconocen al lobo, aunque se esconda tras la piel de oveja o bale, en lugar de aullar.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Hello!

Ojeé una de esas publicaciones denominadas “del corazón” en las que agraciados, desconocidos y desocupados personajes llenan páginas de fotografías a todo color en impresionantes fiestas o en lujosas mansiones y lucen modelos de tal o cual afamado diseñador. Aparentan dibujar una sonrisa de simulada felicidad que más pareciera fingidamente interesada para promover la adquisición de esas revistas y seguir haciéndose millonarios, mientras, en compensación, nos cuentan sus versátiles amores trimestrales, sus complicados embarazos de bebés rubitos con ojitos azules o las tristezas que padecen cuando se divorcian. Un espectáculo picante de alegrías y penas que se simultanea entre las decenas de páginas vacías de contenido, más allá de esa superflua y estéril existencia.
Encontramos también, princesas y príncipes que nunca reinarán y que afanosamente buscan pareja en ese limitado círculo de frívolos aristócratas que se embarcan en sus veleros durante el verano o se deslizan con esquís de marca por las pistas más famosas, durante el invierno. Las menos jovencitas, narran con detalle cómo se esfuerzan por decorar sus lujosas viviendas con ese toque de elegancia tan especial y burgués que las caracteriza, a costa, por supuesto, de la revista que les posibilita su azarosa y relajada vida. Caben igualmente, en ese conglomerado de farándula, los denominados artistas. Algunos, tienen que ser identificado con la desconocida serie que hicieran, la película que alguna vez grabaron o el cuadro incompresible que pintaran, con el fin de que el lector no se pierda y pasen desapercibidos, salvo aquellas que enseñan alegremente sus retocados senos operados en cualquier afamada clínica norteamericana, mientras contienen la respiración para evitar en la instantánea esas partes que compusieron pero que regresaron a su sitio y afean la toma. O la más reciente historia del cantante famoso que se casa por la iglesia después de estar divorciado, tener cinco hijos y 20 años de convivencia con su pareja ¡Toma ya! ¿Qué otro humano puede conseguir tal favor religioso?
Un mundo contrahecho y artificialmente sostenido por los lectores de esos semanarios que promueven sueños lascivos e intentan trasportarte a un paradisiaco edén donde los carros último modelo, los apartamentos lujosos o las casas con decenas de habitaciones y sus correspondientes cuartos de baño, son una realidad. Vividores profesionales, sostenidos por aburridos trabajadores que envidian ese tipo de vida que nunca llegarán a “disfrutar”. En aquel instante pensé, ¿a qué hora trabajarán todos esos? , y ¿qué harán para mantenerse sin dar golpe si no son políticos? Al no encontrar explicación alguna, concluí que son sus lectores quienes los sostienen al adquirir esas revistas. Construyen y, lo peor, financian un mundo ideal que nunca disfrutarán pero que le regalan a otros para que periódicamente les den envidia con sus fotos, sus lanchas y sus motos de agua o les refrieguen esas rubias angelicales o esos torsos masculinos musculados. Por cierto, nadie sabe muy bien dónde o qué estudiaron y la verdad es que no importa mucho. De escarbar en su curriculum es posible que no encontremos mucho contenido.
Supongo que todo eso tiene parte de culpa en que avancemos tan poco y vivamos una ficción que termina por opacar la realidad mucho más dura, pero más agradable, desafiante y emprendedora. Me rebelo y me niego a comprar semanarios que permitan vivir del cuento a tanto caradura y a otros que luego se reúnen en un estudio de TV a comentar a gritos lo que usted y yo leemos o meditamos en la soledad de nuestro cuarto de baño.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Independencia….

Honraremos con boato, grandilocuencia y la correspondiente publicidad gubernamental, “un año más de independencia”. Lo que realmente termina importando es el purrum del día, la paga sin trabajarlo porque es feriado y lucir banderitas color azul cielo y blanco acá y allá que demuestren el “patriotismo” que nos invade. Puro folclore que esconde una realidad muy diferente opacada interesada y conscientemente.
Unos, dependen del gobierno en ayudas, aportes, empleo o influencias para poder hacer sus negocios. Otros, dependen del cuello que pueda tener tal o cual funcionario corrupto, pero amigo, para apropiarse de un trozo del pastel que frecuentemente reparten. Algunos más, dependen de los jueces o fiscales mafiosos y del tiempo que pueden tapar o esconder su caso para que nunca llegue a juicio. Reclusos, que dependen de ciertos empleados de presidios para contar con privilegios en su celdas donde lo que pueden pagar es susceptible de ingresar. Mujeres casadas, que dependen de hombres machistas que no las dejan sacar la nariz al sol o les reducen el “donativo mensual” con el que deben hacer frente a los gastos de la casa. Hijos, que dependen de sus padres porque eso de vivir solos en un país con tanta inseguridad no es bueno y el hogar los acoge hasta que se casan o se cansan. Políticos, que dependen de financistas a menudo interesados, poco pulcros y hasta criminales que requieren, a su vez, un ambiente laxo en material de seguridad. Enfermos, dependientes de asignaciones presupuestarias a un sistema de salud inexistente y pequeños e ilusos escolares, pendientes de que les construyan escuelas que dicen que existen y nadie sabe donde están edificadas.
Diputados, que dependen del humor de alguna dama para seguir en su puesto y altos cargos, que dependen del dedo de algún otro más alto cargo para continuar en su siempre servil puesto. Fiscales, magistrados y contralor que dependen de que CICIG les dé el visto bueno y los grupitos de la sociedad civil los acepten. Pobres saltimbanquis, dependientes de la limosna de los conductores que se detienen en los semáforos y tienen la suerte de no ser asaltados o baleados en los mismos por otros, que dependen de la droga o de lo que recauden a punta de pistola. Ciudadanos honrados, que dependen de la suerte de cada día para regresar indemnes a sus casas después del trabajo.
Alumnos de la universidad estatal, que dependen de que unos pocos encapuchados delincuentes les dejen libre el paso para continuar con sus estudios y tener un mejor mañana que les permita ser realmente independientes; administrativos, que también dependen de la “buena voluntad” de esos barbaros que bloquean al paso y el correspondiente pago salarial. Comunidades enteras, que se han hecho dependientes de la asignación dadivosa de Cohesión Social o de laminitas que diputados distritales u otras “altas autoridades” de gobierno les entregan mientras el agua les llega hasta la médula o termina matándolos. Agricultores, que dependen del fertilizante regalado que los mismos de siempre distribuyen y cobran a precio de oro. Detentores de poder o cercanos al mismo, que dependen de que la información de sus bajos vicios que otros tienen, no salga a la luz pública y los inhabilita paran hablar porque les han agarrado por donde más duele.
¿Y todavía celebramos la “independencia” cuando cada vez dependemos de más cosas y perdemos más libertad? ¿No será que nos tenemos que independizar de verdad? ¡Adelante pues!, es momento para reflexionar y avanzar en esa positiva dirección.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Cascarón de huevo

Vivimos preocupantes momentos. Los hacedores políticos han construido una fachada de aparente gestión pública tras la cual nunca hubo nada o casi nada, para que los más optimistas y sensibles no se vean afectados en su percepción y entusiasmo. Ministerios vacíos de contenido, sin planes, sin programas ni mucho menos estrategias. Contrariamente o lo que debiera ser, algunas estructuras paralelas son las que manejan el presupuesto asignado a aquellos que sistemática y descaradamente lo trasladan al famoso saco financiero sin fondo de Cohesión Social, desde donde han reparado caminos, distribuido bolsas de comida, creado comedores solidarios y hasta promovido clínicas móviles, cuando no repartido juguetes, zapatitos color fresa, muñequitas meonas o cubiletes con la imagen del gobernante y de su esposa, por no hablar del fiasco aquel de ¡vamos a la playa! o el otro de ¡limpiemos el lago! Todo con un único objetivo, pocos logros, manifiesta ineficiencia y nula trasparencia.
Alimentan y sostienen un gobierno ilegal en la sombra que derrocha los recursos públicos bajo el argumento jurídico de no poder fiscalizarlos porque no son, precisamente, un ente gubernamental. Todo un interesado juego de palabras que sirve para hacer la fiesta política de quienes lo controlan con sus desconocidos, pero cada vez más visibles, intereses políticos y electorales. Promueven y alientan presupuestos sin candados que hace posible gastos con dudosos fines y sin inspección ni control, algo que ha caracterizado, desde el principio, a esta Administración a pesar de haber creado algunas inútiles y fracasadas entidades para querer demostrar lo contrario.
Pareciera, también, haber marcado interés en generar tensión al suspender los pagos a los funcionarios públicos con el argumento de que no hay dinero, mientras algunos Ministros trasladan fondos millonarios a Cohesión Social y argumentan no tener efectivo para atender proyectos propios, por lo que muchas consultas de hospitales han sido cerradas, por no citar el deplorable estado de las carreteras, la infraestructura destruida o las deprimentes escuelas públicas ¡De seguridad, ni hablemos! Todo un desastre de gestión política, aunque culpan a Agatha o a las pertinentes lluvias, ¡como si en otros lugares del mundo no lloviese! Se han atrincherado en el discurso que promueve, sustenta y justifica la mediocridad, la inacción o la incapacidad y lo publicitan con todo lujo de medios ¡Para eso si hay dinero!, al igual que para promover grupos de manifestantes profesionales que les hacen el trabajo sucio y confrontativo.
Solo queda esperar unos meses finales de año plenos de actividades promotoras de confusión que parece ser la única propuesta de algunos. Miedo hobbesiano que engendre apáticos ciudadanos y justifique el ejercicio de la violencia desde el poder o el fomento de la anarquía que sostiene el autoritarismo de pequeños y descontrolados grupitos que hacen cuanto les viene en gana (véase USAC). El Presidente se queja frecuentemente del miedo que tiene a un golpe de estado, sin reparar ni mucho menos admitir y reconocer que el complot pareciera que se oficializa más cada vez, pero justamente contra el indefenso ciudadano. El aparente temor del mandatario nunca tiene fundamento ni pruebas. No hay ningún hecho que lo sustente y solo queda suponer que es producto de su frenesí. Por el contrario, de la penuria jurídica, económica, de infraestructura y desgobierno que padecemos, entre otras, cada día hay más pruebas que se pueden constatar.
Solo queda el cascarón pero se desconoce donde están realmente los huevos ¿O estos eran los de la “inteligencia”? ¡Realmente, ya no me recuerdo!

lunes, 30 de agosto de 2010

Autoridad y autoritarismo

Confundimos, temo que interesadamente, la autoridad con el autoritarismo y, asociadamente, la democracia con el libertinaje. Para contar con una “buena” democracia se argumenta la necesidad del consenso y del diálogo, algo que no objeto y además suscribo como necesario. Sin embargo, no se puntualiza con el mismo énfasis que cuando el diálogo no tiene sentido o sustento, hay sentencias jurídicas que lo encauzan o la norma (la ley) determina que las cosas son de forma distinta, el diálogo debe dejar paso a la acción, al ejercicio de la autoridad.
Casos recientes como el de los ocupas-encapuchados universitarios o el de invasores de fincas u otros que nos cortan de vez en cuando las carreteras, son ejemplos a no seguir. Se puede -se debe- ejercer el derecho individual hasta que se limita o coarta el de los demás. En ese preciso momento se deja de tener razón y el diálogo debe rechazarse como elemento de distensión porque realmente se está empleando como medio de dilatación o de presión. La democracia es el sistema de gestión política que requiere mayor grado de autoridad, que no de autoritarismo. Argumentaba un alto cargo comunista español que no hay democracia sin autoridad. Autoridad que, por cierto, proviene de las leyes y no de personas, como sería el autoritarismo. Autoridad para aplicar las normas con contundencia, decisión y sin fisuras. Autoridad que precisamente encumbra la democracia al lugar de honor que ocupa frente a otros sistemas donde el capricho y la arbitrariedad del gobernante o el libertinaje de grupos de interés terminan por imponerse y hacer sucumbir el imperio de la ley.
Padecemos, lamentablemente, esa situación en el país. Grupos de descontrolados y delincuentes organizados (o terroristas) imponen sus formas violentas, sus argumentos fuera de contexto y sus bajos intereses frente a la incapacidad del Gobierno de aplicar precisamente la ley de forma contundente. Envidiamos el famoso eslogan de “tolerancia cero” que tanto éxito tuvo en New York, pero somos incapaces de exigir la aplicación de medidas para que los buses lleven todas las luces, no obstaculicen el tráfico o no se parqueen donde les ronque la gana. Tampoco evitamos que se invadan fincas o que se retornen estas a sus propietarios antes de que pase menos de un año ocupadas por grupos de inconformes. No digamos del cierre de carreteras por otros manipulados que con pancartas que apenas saben leer, por un almuercito o pocos quetzales, impiden la libre locomoción.
No se ha entendido la democracia. Se ha contrapuesto a la autoridad y pareciera que hablar de la primera supone desechar la segunda cuando justamente es el perfecto complemento frente al libertinaje de los de siempre y el autoritarismo de grupos violentos que con cara tapada y haciendo gala de la más perfecta cobardía hacen lo que quieren. La culpa la tienen políticos y funcionarios, lamentablemente apoyados por instituciones que debieran velar por los derechos de todos. Creen poder esgrimir el discurso de la razón y del predominio del diálogo por sobre principios básicos muchos más altos en la escala de valores, como es la autoridad y los derechos del ser humano. Convierten la democracia en una pantomima interesada de aquellos que con postulados ideológicos trasnochados pretenden utilizarla en beneficio propio y seguir haciendo lo que aprendieron y practicaron de por vida: el autoritarismo más deleznable que, por supuesto, condenan y no permiten en otros. Todo un planteamiento que conviene aclarar contundentemente a los funcionarios tibios y a los farsantes bochincheros.

lunes, 23 de agosto de 2010

Encapuchados

Lo que ocurre en la Universidad Pública (USAC) se llama descaro y desvergüenza. Por segunda vez en el año está cerrada a la fuerza. Las predicas de los derechos que defienden o que promueven ciertos grupos, son pura charlatanería. Tampoco las instituciones destinadas a defender los mismos, desde la PDH hasta la última de las creadas que ya suman decenas, se pronuncia contundentemente contra esos delincuentes. Resumen: unos flojos incapaces de confrontar a otros descarados.
El interés colectivo que tanto promulgan y defienden, se lo pasan debajo de la pernera cuando realmente tienen que dar la cara y adoptar una posición concluyente en un difícil ambiente. Es de interés general que se respete, tanto el derecho individual como que no prime el interés de grupitos sobre el colectivo. Sin embargo, un puñado de pendejitos irresponsables con cara tapada (¿de vergüenza?) decidió que hay que cerrar la USAC para promover sus descaradas propuestas, incluida la de modificar las condiciones de acceso (a la baja por supuesto) o la de incrementar el número de veces que un estudiante puede perder un curso (tres actualmente). No quieren estudiar y aprendieron a vivir eternamente del esfuerzo de los demás.
Las autoridades de la USAC, con el discurso tibio e ineficaz acostumbrado, optan por no defender los derechos de la mayoría de estudiantes que no pueden acceder al campus porque aquellos encapuchados se lo impiden. Adolecen de la catadura moral y del coraje suficiente para ocupar esos puestos porque no solo no ejercen su autoridad en pro de la justicia, sino que juegan a medias tintas para mantenerse en puestos políticos -no académicos- desde donde promover sus intereses o los de otros. Ese es el auténtico mal de la universidad pública: las externalidades negativas del poder. Cualquier reforma constitucional debe sacar de su articulado las referencias a la USAC. No más poder político que ha terminado por opacar la preocupación académica y prácticamente desplazado la inquietud por la educación, por el análisis ponderado, por el debate constructivo y por la enseñanza, algo que milagrosamente todavía sigue vivo en el corazón de muchos profesores y alumnos.
La situación, aunque se corresponda con una triste realidad nacional, no es permisible. Financiamos con nuestros impuestos esas barrabasadas y sostenemos a quienes las consienten. Grupos, no siempre de oligarcas como muchos predican, sino diversos y ocultos, son los que manejan el país y echan continuos pulsos a la justicia. La solución es bien fácil: aplicar las leyes e imponer la autoridad en un lugar público que todos pagamos. El discurso de los implicados tiene el mismo tufo dinosaurista de siempre y responden a modelos fracasados que creíamos ya superados. No solo derrochan cientos de millones de quetzales en un país de pobres por el que dicen luchar, sino que estos últimos (los pobres) les importan una soberana calabaza y los dejan atemorizados en la puerta de entrada mientras ellos, los “valientes” encapuchados, defienden intereses difusos cuyo fin es sostener en el poder a los de siempre para que sigan haciendo lo de costumbre: nada. Muchos de ellos llevan años matriculados y con su pobre actuar de alumnos o la permisividad de malos catedráticos, permiten que la USAC, aunque sea de las primeras universidades de América Latina en cantidad de alumnos, no supere los últimos lugares en calidad educativa. ¿Así queréis levantar al país que decís amar?, ¿Así queréis luchar por la pobreza y el desarrollo?
¡Hala pues: ¡Id y enseñad a todos!, a ver quien os entiende y escucha.

lunes, 16 de agosto de 2010

¡No nos dimos cuenta!

Lejos, como algunos piensan, de que el actual mundo está desideologizado, estamos en idéntica situación que durante la segunda mitad del pasado siglo. Es el mismo bailarín, pero con diferente vestuario. Así como el principio de conservación de la material: cambia, pero no se destruye ni desaparece.
Aquel aparente alegrón de burro de la revolución bolchevique y el triunfo de la revolución cubana, años después, se puede constatar que únicamente trajo (y trae), opresión, pobreza, autoritarismo, prisión y muertes, demasiadas muertes. Capricho, todas ellas, de un loco y sus amigos al frente del poder. Era imposible en el siglo XXI, en la era de la tecnología, seguir vendiendo aquel modelo criminal como una alternativa política. Sin embargo, la mutación ha sido posible y el sucedáneo chavista es lo mismo pero con una diferente forma de venta. No ha cambiado el color rojo o verde del uniforme, la denominación de comandante, los discursos ricos-pobres o proletariado-oligarquía ni las momias que los sostienen. Únicamente variaron las formas para que los más incrédulos dejen de ver el fondo totalitario y perciban un modelo ajustado a parámetros democráticos que puede resultar una alternativa. Se equivocaron entonces, y se equivocan mucho más ahora.
Antes eran violentos, rápidos y buscaban soluciones por la vía de la involución directa. Ahora son aparentemente pacíficos, más lentos y manipulan las vías que la democracia les permite. Combatían con fusil y cara tapada y ahora presentan cara amigable, inocentona y hasta sonríen simpáticamente. Cooptan las instituciones, manipulan los procesos, compran o imponen a jueces o diputados y terminan por hacerse con el poder. En Venezuela, Nicaragua y otros lugares se muestran, con el tiempo, tal cual son: totalitarios, absolutistas y dictadores de la peor calaña.
Aquí, en Guatemala, vivimos un proceso que tiende exactamente a eso. Gran parte de aquellos “combatientes” del conflicto que nunca pudieron alcanzar puestos de liderazgo político porque estuvieron escondidos o bien porque nadie los votó, ahora son asesores gubernamentales (algunos con antecedentes penales muy graves), ocupan puestos claves o desde la sombra, amañan y promueven interesadas estrategias. Manipulan, que es lo que han sabido hacer toda su vida. Nunca fueron, y ahora tampoco lo son, alternativas políticas dentro de la democracia. Tienen, como en los ejemplos anteriores, ideas totalitarias. Vienen a quedarse, pero con todo el país y por tiempo indefinido. Es posible que como la URSS, setenta años después o Cuba, más de cincuenta más tarde, o como ahora Venezuela, nos demás cuenta del problema muy tarde. Esa sentencia de que quien no aprende de la historia está condenado a repetirla, es ahora más válida que nunca.
En aquellos países no se dieron cuenta de lo que se les venía. Una vez llegó la avalancha, perdieron sus propiedades, fueron cerradas empresas, se confiscó y expropió todo cuanto el dictadorzuelo consideró y los únicos que prosperaron fueron los que se encontraban en ese entorno podrido, miserable y corrupto del poder. La lección a aprender es que todos, sin excepción, terminan siendo devorados: empresarios, pobres, ricos, rurales, urbanos…, no importa. Nadie se libra porque pueda negociar o congraciarse con ellos, muchos menos los tibios, los acomodados o quienes los vean como buenos. Aunque aquellos no se dieran cuenta, nosotros no tenemos esa excusa. Está pasando. Ocurre todos los días. Luego no se diga que no hubo advertencia. ¿Qué piensa usted hacer? Una opción es seguir siendo víctima, otra no cerrar los ojos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Vida tras la muerte

Ha muerto un gran hombre. Dicho así, tan simple, dice poco, al fin y al cabo grandes seres humanos fallecen cada día. No todos, sin embargo, dejan una impronta tan especial y tan marcada en varias generaciones. A fin de cuentas, el recuerdo radica en las obras, como la Biblia acertadamente profetiza.
Algunos de su generación poseen idénticas cualidades a las que él mostraba a diario: tesón, sentido del humor, capacidad crítica, sensatez, humanidad, humildad y un claro ideario de valores y de metas. Fue (son) el referente para muchos que quisiéramos, alguna vez, llegar a cumplir los ochenta con todo ese bagaje de valores que en otros pareciera que el tiempo va desgastando.
Nunca desfalleció en la lucha por un ideal esencial: la libertad. Su curiosidad le llevó a preguntarse por qué unos son más exitosos que otros o cuál es la fórmula “secreta” que hace que ciertos pueblos sean más ricos y prósperos que aquellos que siguen siendo pobres. Indagó en lo más profundo del ser humano y exploró por doquier para encontrar esa especie de oráculo que respondiera a sus preguntas de curioso empresario, amante de su país, pero sobre todo de los seres humanos que lo conforman.
Junto con otros amigos tuvo la brillante idea de poner en marcha una Universidad, un tanque de pensamiento que fuera capaz de promover la educación sobre principios de la libertad. Libre para pensar, libre para actuar, libre para emprender, libre, en definitiva, para buscar por uno mismo esa felicidad que continuamente anhelamos y pretendemos alcanzar o deseamos disfrutar a lo largo de nuestra vida. Era, como algunos lo han definido, un campeón de la libertad.
La constancia y el entusiasmo eran las bisagras del cofre que atesoraba sus innumerables cualidades. Hizo realidad un sueño: una institución en un país sin instituciones y emprendió otros. Uno finalizó con la propuesta de Pro Reforma, criticada por algunos, vilipendiada por otros pero que hasta el momento es la única alternativa presentada al caduco modelo de convivencia que todavía tenemos. Ni siquiera sus críticos, como en las grandes batallas, fueron capaces de contravenir los desafiantes postulados que, gusten o no, están suficientemente sustentados. Si algo caracterizó a Muso fue su capacidad de argumentar, de pensar, de ponderar, de evaluar y de proponer la decisión más adecuada.
Aún contra corriente de algunos opositores que continúan con esa nefasta práctica nacional y heredada de la crítica inservible y destructiva, deja toda una escuela de pensamiento que articuló en torno a la justicia y a la libertad y que es seguida por un buen número de generaciones -que enarbolan la bandera de la libertad con responsabilidad- con presencia en diferentes foros, áreas y disciplinas. Generaciones de jóvenes (y no tan jóvenes) que aprendieron como hacer las cosas con ilusión y entusiasmo y que hoy están repartidos por toda la geográfica y conforman un entramado social que imprime positivos cambios al país.
Mi cariño al emprendedor, mi admiración por el maestro, mi homenaje al decano y, sobre todo, mi esperanza por saber que existe una impresionante multitud, tal cual el soñaba, capaz de promover una sociedad más próspera: No tenemos que seguir siendo pobres para siempre, titulaba uno de sus libros. La muerte no es el final y en este caso, solamente es la continuación de un proyecto sin Muso presente, algo imperturbable porque la ideas permanecen y la obra queda.
¡Mis respetos Muso! Hoy las lágrimas son más libres que nunca.

lunes, 2 de agosto de 2010

¡Vaya desastre!

Incrédulos, interesados, embusteros y personeros del gobierno (no incluidos anteriormente), integran el colectivo de los que todavía opinan que no hemos colapsado, que aún no tocamos fondo. No pertenezco a ninguno de esos colectivos y estoy convencido que hace tiempo que llegamos a ese punto.
En seguridad, el gobierno se ha mostrado ineficiente, incapaz, no ya de cortar la violencia sino de siquiera aminorarla; el modelo policial es un más que patente fracaso. En Sanidad se cierran hospitales por falta de recursos, mientras se suspendió un contrato supervalorado tras publicarlo la prensa, de lo contrario se habría suscrito, como ocurrió con otros. En medio ambiente podemos llegar al choque social si se cumplen las promesas de algún alcalde de traer a miles de campesinos a la capital para apoyar la decisión presidencial sobre Perenco. El sector justicia no avanza, está atorado. La nueva comisión de postulación para seleccionar candidatos a Fiscal General ha sido reactivada por la CC porque dormitaba perpetuamente. El presidente de la CSJ, quien la debe de presidir, favorece a una joven allegada -y al padre de la misma- con contratos de trabajo que denuncia la prensa y es señalado por algunas organizaciones de posibles delitos que pudo cometer en su anterior ejercicio profesional. La infraestructura del país está hecha un auténtico desastre y sin recursos para reconstruirla. El turismo se ha reducido significativamente por la inseguridad que padecemos y los negocios a él asociados se ven afectados por lo mismo. Los ataques a medios de comunicación, a la libertad de prensa y al ejercicio del derecho a la expresión, son más visibles que nunca y algunos comunicados gubernamentales y oficialistas han proferido graves amenazas. El documento de identificación está cuestionado y se teme que el próximo proceso electoral no se produzca con la transparencia requerida. El terrorismo ha hecho acto de presencia con atentados en buses. En resumen, estamos en el peor momento “democrático” de la historia reciente del país. La inacción y el silencio gubernamental es la respuesta más inteligente a los problemas del ciudadano y, cada día, la percepción es que estamos mucho peor que el día anterior. Los “grandes” esfuerzos políticos se orientan a mantener el poder, justificar lo inexcusable o arremeter contra quienes evidencian esa incompetencia.
Este análisis del panorama nacional, que tanto se niega desde el poder, es externamente evidenciado, entre otros, por el Barómetro Iberoamericano 2010 (www.cimaiberoamerica.com). El Presidente peor valorado (24%) es Álvaro Colom, decreciendo la valoración de su gestión de 21% en 2008 a 16% en 2010. El reconocimiento positivo a la labor de gobierno en materia de seguridad, economía, salud, educación y medio ambiente, oscila entre el 12 y 21%. El país ocupa los últimos puestos en confianza en casi todas las instituciones. Los ciudadanos dan un valor de aceptación medio del 18% a la gestión del gobierno en áreas como: corrupción, salud, desempleo, economía, educación y terrorismo, entre otros.
No es un Estado fallido, es un gobierno que falla. Llegó con aparentes promesas bajo el brazo, pero ningún plan. Han querido seguir sustentando el sistema en las personas y su habilidad para resolver los problemas, solo que en este caso, ni siquiera eso ha sido suficiente. Estamos colapsados y todavía queda demasiado tiempo para optar por otras vías. Paciencia, resignación, ¡aguántense!, es lo que queda, por eso aquellas inapropiadas declaraciones del Presidente. A fin de cuentas, la verdad de la situación y la única solución. Pero recuerde: ¡cualquier situación por mala que sea, es susceptible de empeorar!

lunes, 26 de julio de 2010

Seguridad y Libertad

No es caprichoso que la función esencial del Gobierno sea proporcionar seguridad y justicia. Sin ellas, la libertad y los derechos del ser humano se encuentran comprometidos, restringidos o anulados. No se puede ejercer la libre locomoción mientras se produzcan asaltos o asesinatos en cada esquina. Tampoco la libertad de expresión, si por ello te agreden y el delito queda impune. Mucho menos el libre intercambio de bienes y servicios, cuando las garantías jurídicas no existen y ni hablar del respeto a la propiedad privada si invade impunemente tu lugar de residencia. No es gratuito el permanente reclamo al Gobierno para que tome medidas urgentes que reduzcan los niveles ascendentes de criminalidad y concentre su atención en esa área de la gestión pública.
Invertir (tiempo y recursos) en seguridad y justicia tiene una reversión directa y concreta: la creación de un clima de percepción de tranquilidad que permita emprender intercambios libres sometidos a un marco legal que asegure la confianza y promueva un ambiente propicio para la inversión y el consecuente desarrollo. Sin embargo, la actual administración continúa desviando fondos a otras áreas y se recrean en esa diplomacia de la “agenda positiva” que niega la triste, nefasta y fracasada realidad, mientras publicitan lo “bueno y bonito” (que no barato) de su labor, sustentado en visiones fantasiosas y artificiales, cuando no falsas.
Escalar algunos niveles de seguridad y justicia, no es complejo. Implementen las extradiciones inmediatas, algo que temen los delincuentes organizados. No solo porque afuera los vayan a juzgar más duramente sino porque rompe sus redes mafiosas y se les desconecta de su entorno criminal. Pongan orden en las prisiones siguiendo una política transparente, sin privilegios y de cero tolerancia con los infractores y muden frecuentemente a los pandilleros de cárcel para que las clicas no estén juntas en los mismos centros. Denunciemos esa nueva clase social de la narco-oligarquía, personas sin oficio conocido que adquieren grandes mansiones, manejan vehículos de lujo o se pavonean de su riqueza en aldeas donde reina la pobreza. Corten el flujo injustificado de sumas de dinero de las que nadie conoce su procedencia y no puede justificarse. Hagamos cumplir y respetar las leyes. En resumen: hagan algo, más allá del autismo, la cobardía o la resignación de costumbre, ya que optaron por asumir la responsabilidad del ejercicio del poder.
No vale la inacción, la pasividad, la dejadez ni mucho menos la connivencia para que estos temas los arregle la comunidad internacional. La CIGIG ha evidenciado que se pueden hacer ciertas cosas, pero como no se ha fortalecido el engranaje nacional, se ha reducido el nivel de eficiencia porque las fiscalías y el sistema judicial terminan por esperar resultados de aquellos y se crea un clima en el que cada vez trabajan menos, esperando que otros lo hagan y evitando críticas a su labor o ceses. La solución no es la pena de muerte (ya mueren demasiados) ni los jueces sin rostro, que algunos reclaman, sino los jueces con huevos. Tampoco seguir pidiendo desde el gobierno paciencia, conformismo o más recursos cuando no se tienen iniciativas claras ni prioridades establecidas en esta área.
Debemos asumir que esto es trascendental para la libertad, el desarrollo y el ejercicio de los derechos del ser humano o seguiremos conformes con propuesta inútiles, ineficientes, descaradas, partidarias e interesadas, propias de charlatanes que llegaron sin planes, ideas y no cuentan con la inteligencia ni con la voluntad para superar el escollo ¡Aguántense!, no es la respuesta.

lunes, 19 de julio de 2010

Pre fraude

Las gravísimas irregularidades que se han presentado en relación con el Registro Nacional de Personas (RENAP) y los sucios y oscuros negocios de determinados directivos que también se han evidenciado, descubren un sistema corrupto hasta lo más profundo. Hay general desconfianza en que los documentos personales de identificación (DPI) pueden no ser lo fiables que nos dijeron y varias denuncias en el MP dejan entrever manipulaciones, cuando no duplicidades, venta de certificaciones y otros chanchullos propios de inescrupulosos, mafiosos y delincuentes asociados, de esos que debería investigar CICIG.
No queda de otra que reclamar a gritos una auditoría pública y urgente del RENAP. No es posible ir a un proceso electoral donde se cuestiona lo esencial: la identidad de las personas que ejercerán el derecho al voto. Es preciso entrarle a fondo al DPI y al padrón electoral. El TSE debe liderar este proceso con acompañamiento de la mayoría de sectores y hay que hacerlo ¡ya! La tercera pata de esta saga de despropósitos la constituye los programas de “Confusión Social” que lidera, ahora bajo cuerda, la esposa del presidente y todo el amañamiento en relación con expedición de cédulas, empadronamientos y votos condicionados, también denunciado.
En cualquier elección, sobre todo en aquellas que se ganan por unos miles de votos, esas variables constituyen, sin duda, una línea estrategia de trabajo elaborada, seguida y manipulada por quienes quieren quedarse con el país, al estilo de los dictadorzuelos del momento y siguiendo sus mismas maniobras. Es hora de que todos los sectores sociales aboguen por asegurar una base mínima de parámetros y fundamentos que no pueden faltar en cualquier sistema democrático, sin importar la tendencia política. No debe ser actitud conformarse con lo que tenemos y llegar a un proceso electoral en el que las condiciones no sean iguales sino que favorezcan, únicamente, a quienes han tenido el tiempo, la habilidad y el descaro de ir toqueteando maliciosamente esas bases sustanciales y necesarias.
El Congreso, como de costumbre, ha reaccionado tarde a lo que los medios de comunicación venían denunciando por tiempo. Ahora, los diversos sectores sociales no deben desperdiciar un solo instante y comenzar a reclamar, exigir y poner en marcha auditorias que permitan detectar en qué momento y con qué grado de transparencia estamos en relación con el DPI, el padrón electoral y el clientelismo político de los programas sociales que promueve el Gobierno. No podemos dejarnos llevar por la corriente ni dormirnos, mientras continúa -algo ya probado- manipulándose el sistema democrático.
No es solo labor de algunos, más bien una sentida necesidad de todos y fundamentalmente de los partidos políticos que quieren competir en igualdad de condiciones. La tan traída comunidad internacional tiene mucho que decir a la hora de reconocer regímenes que no salgan de procesos electorales limpios, transparentes y sobre bases no cuestionables. De momento, no reunimos esas condiciones de credibilidad y no podemos llegar a unas elecciones en estas condiciones. Estamos a tiempo de ponerle remedio de lo contrario podemos lamentarnos por años, como ocurre en otros países. Hay que exigir los derechos individuales y promover la necesaria seguridad jurídica que requiere el proceso. El TSE cuenta todavía con un alto grado de credibilidad, lo que le permite promover y liderar estas iniciativas de forma que siga siendo un referente de pulcritud, limpieza y honestidad. ¡A trabajar!, pero sobre todo a arreglar lo que otros interesados han querido manipular y manosear, como siempre ocurre con los perdedores.

lunes, 12 de julio de 2010

Esbirros

Fui protagonista de un lamentable suceso acontecido muy temprano en la Avda. de los Próceres. Una patrulla de la PNC con luces y sirena pedía paso que le iba siendo dado por los pacientes conductores que en sus vehículos saturaban a esa hora las tres vías en dirección al Obelisco. Detrás, desquiciados, tres automóviles de esos que usan funcionarios públicos pretendían obviar que los carriles estaban ocupados y se atravesaban peligrosamente adelantando, apartando y casi golpeando a los vehículos, entre ellos el mío. El último intento rebasar y cruzó de uno a otro carril hasta que perdió el control, hizo un par de fintas, casi invadió la acera y ante la pitada de los conductores, uno de los guardaespaldas sacó amenazante su arma automática por la ventanilla trasera izquierda. Al llegar a la sexta avenida cruzaron el bulevar veloz y peligrosamente a la izquierda por un lugar prohibido. Un espectáculo de atrevimiento e irresponsabilidad. ¿Con qué derecho creen que pueden obviar el tráfico intenso que los demás ciudadanos soportamos? ¿Quiénes son para avasallar a los que madrugan y esperan su turno pacientemente?
Decía un amigo mío que no hay nada como darle una gorra o un traje a un bobo, porque enseguida se cree alguien. Ocurre con muchos funcionarios. Llegan al poder y con gorra o con traje piensan que pueden abusar de quienes les eligieron y pagan sus excentricidades. Los vemos de todo tipo: los que invierten dinero público desde el Congreso, los que se van de vacaciones con su secretaria, los que usan y abusan de celulares, vehículos o gasolina, los que pagan comidas en restaurantes de lujo con vino de primera y los que están en busca y captura por cosas que todavía no sabemos. Torpes antes, pero pilas y chispudos una vez se ponen el traje y se sienten “don autoridad”.
En seguridad no es diferente. Dotados de arma y placa se creen Agente 007 sin darse cuenta que apenas llegan a Súper Agente 86. Son irresponsables y ocasionalmente en lugar de proteger matan, asustan o agreden. No saben emplear los medios con los que cuentan ni tienen el criterio para hacerlo. Dejan de ser servidores públicos para convertirse en abusadores públicos y ocultan tras su apariencia frustración, incapacidad o inmadurez. No son profesionales de nada y suelen estar ahí por pago de favores o previas inversiones políticas. Si aquel “guardaespaldas”, en una de las maniobras temerarias y delicadas que hizo el vehículo, hubiera accionado el arma que asomó por la ventanilla, estaríamos muertos más de uno y seguro que como en el caso del vehículo del Ministerio de Gobernación que atropelló y mató a una persona que tranquilamente circulaba por la acera, nunca sabríamos qué pasó ni que irresponsable autoridad iba dentro. Asesinan diariamente a una veintena de ciudadanos ¡como para que fuerzas encargadas de protección actúen de forma que puedan morir más! Pagamos su salario, los carros que manejan y las armas que portan y debemos exigirles. No más irresponsabilidad, impunidad ni cobertura de negligencias.
Denuncié el hecho a la oficina de responsabilidad policial minutos después (teléfono 4065-1502). La placa del vehículo que casi termina provocando victimas es P-743DPS, la hora exacta las 7.18 am del martes 5 de julio y además, en la página de la municipalidad, tiene 8 remisiones impagadas desde 2009 por exceso de velocidad. No hay excusas para investigar y actuar, salvo la inacción ante este tipo de abusos delictivos !No esperemos que mate a nadie para lamentarnos!
,

lunes, 5 de julio de 2010

Dinosaurios

Con sendas publicaciones escritas, la UNE y el Gobierno iniciaron una campaña de descalificación, amenazas y presión a quienes critican su desastrosa gestión. No aceptan que la censura es general, sin que haya un solo espacio escrito, radial o televisado -no comprado- que hable bien de algo inexistente: la política pública de esta Administración y del partido que la sustenta.
Conspiran los dinosaurios de siempre, los que cada día que despertamos siguen a la sombra del poder. No pudieron gobernar ni con votos ni con armas, nunca obtuvieron representación política y alientan ideologías trasnochadas, irracionales y hasta criminales por momentos, que han demostrado no servir más que para promover el autoritarismo y el empobrecimiento. Quieren el poder por la fuerza ya que nunca lo alcanzarían honesta y democráticamente. Y se miran en el ALBA.
Algunos párrafos de esas proclamas goebbesianas, aluden a la “preocupación por los pobres” cuando el país está más empobrecido que nunca por culpa de su ineficiente y torpe actuar. Se vanaglorian del crecimiento de las inscripciones escolares, pero callan que la mayoría carece de techo y donde sentarse, se caen o simplemente no existen. Esgrimen un supuesto incremento de consultas en el IGSS, pero no hay medicinas, ni médicos, ni maquinaria apropiada y los hospitales cierran consultas. La seguridad les importa un carajo y los asesinatos diarios aumentan. Publicitan con descaro “las cosas que hacen”, pero es un bluff que se disipa al visitar los lugares donde dicen que han mejorado las condiciones de vida. Llaman a la movilización a través de “alcaldes, cooperativistas, organizaciones sociales, magisterio..”, anticipándonos lo que será el país en pocos meses: un campo de batalla con dos bandos. Uno de masas manipuladas por oscuros y delincuenciales lideres comprados. Otro, el resto de la honrada ciudadanía. Concluye uno de los comunicados con la siguiente amenaza: “…, a ustedes les decimos: Aquí estamos, sabemos quiénes son y estamos preparados”.
Quienes redactan esa clase de campos pagados son los de siempre que escondidos en el anonimato apuntan sin señalar y nunca dan la cara. Son los cobardes del conflicto, los inconformes con la paz y los que usurpan el poder. Asesores delincuentes y bandoleros que empleando fondos públicos, mentiras y coacciones pretenden quedarse con el país sin importar el precio. Piden que la CICIG investigue ¡de acuerdo! Debería de indagarse el calado delictivo de los comunicados, la directa amenaza que incluyen o la nómina periodística que tienen contratada. El del gobierno, señala a un “director y patrocinador de un programa de opinión televisiva”, circunstancias muy específicas de una persona.
Creen que por tener poder tienen razón, sin advertir que no es así. La debilidad ha permitido que terminen gobernando otros, sin haber aprovechado la oportunidad que tuvieron para realmente hacer cosas por el país que cambien esas tristes y magras cifras, excepto en delincuencia que cada día son más altas y alarmantes. El ejercicio de la función pública requiere programa y acción, dos cosas que han faltado desde el inicio y que a estas alturas ya no es posible acometer. No quieren aceptar el fracaso, pero la situación, los resultados y la opinión pública se los hacen ver a diario.
La sociedad debe darse cuenta de que clase de esperpentos hay escondidos detrás de un aparente Gobierno que no gobierna y lo que puede llegar a ocurrir. Si son capaces de difundir descarada e impunemente semejantes amenazas ¿qué no harán cuando puedan? Son anónimos y cobardes, eso los distingue. Mi nombre figura arriba ¿Dónde está el vuestro?

lunes, 28 de junio de 2010

El partidito

Con una sonrisa difícil de comprender, y justificar en muchas ocasiones, el Presidente comparó su gabinete con un equipo de futbol, asemejando la dimisión de tres de sus ministros (en una semana) a cambios que, como en aquellos, suelen ser normales por cansancio o desilusión.
Olvidó puntualizar, sin embargo, que hay diferentes equipos. Los que juegan en división de honor y aquellos otros improvisados de chamusca de barrio. Nunca sabremos, por esa imprecisión, donde insertar su comentario. No recordó que apenas son tres los cambios permitidos durante el juego y no la treintena que han pasado por diversos altos cargos con más pena que gloria, comisarios destituidos y procesados no incluidos. Omitió los que salieron por acumulación de tarjetas o fueron directamente expulsados por la CC, el MP o la CICIG con la roja, por actuaciones delictivas. Desconoció el importante papel del entrenador y cómo, a fin de cuentas, los equipos exitosos terminan siéndolo por la armonía y disciplina que aquel impone, quedándose sin puesto los coachs mediocres que no terminan de conformar un auténtico conjunto. Ignoró que la cancha de juego es un recinto en el que hay reglas fijas que se hacen cumplir y que “el todo vale” no es norma escrita ni pactada en el noble juego del fútbol al que asimiló sin mucho acierto y más desconocimiento con la política: escabrosa, mezquina y oscura.
Comparto, aunque de eso no habló, la similitud entre los millones que ganan muchos futbolistas y el sueldo de ciertos Presidentes (él incluido) o lo que se pelan bastantes políticos: unos patean la pelota y otros nos patean las pelotas. Suena similar, pero duele más en el segundo caso. También vale el ejemplo del jugador que permanece ignorado en el banquillo y nunca sale a la cancha, aunque no todos se llaman Rafael. No destacó la colorida y armónica actuación de las porristas frente a lo sombrío, obsceno y descarado de las que se creen divas de la política, sin la frescura adolescente sino con una desagradable mala cara, una importante dosis de soberbia y un preocupante autoritarismo ¡Cómo querría el Presidente que su gabinete se pareciera a un equipo de futbol! Es más: siquiera que fuera un equipo. Lo único claro con toda esta crisis (qué es lo que vivimos) es que el entrenador solo sirve para justificar continuamente el fracaso y la derrota. A esos, los clubes los despiden sin pensarlo dos veces, los jugadores les huyen antes de perder más su cotización y la afición le reclama permanente, diferencias sustanciales con la política. Ya jugamos en última categoría, aunque todavía es posible descender más y de seguir así hasta nos expulsarán del club de amigos del deporte.
Los futbolistas se emocionan al oír su himno nacional, representan honrosamente a su país, lloran e incluso caen abatidos cuando pierden, se empeñan en el campo con fuerza y con dureza y tienen un importante sentido de la dignidad profesional que los motiva a prepararse, entrenarse y entregarse a su trabajo. Demasiados políticos inescrupulosos solo quieren hacer en poco tiempo la carrera que a otros les cuesta años, esfuerzo y trabajo. De valores, ¡ni hablar!
Esto no es un juego, aunque para cierto grupo lo ha sido desde el principio. Un juego electoral que ha descuidado el deber de gobernar. Preferible hacer comparaciones más acertadas, aun con la sonrisa incompresible de siempre, y no correr el riesgo de equivocarse. Por ejemplo, con un improvisado partido familiar de papi-futbol.

martes, 22 de junio de 2010

Calumnia, algo queda

En las últimas semanas se convocó por la CICIG dos interesantes conferencias de prensa. Una, para presentar la dimisión de su Comisionado quien manifestó su rechazo al nombramiento, en ese momento, del Fiscal General y patentizó contundentemente la poca cooperación que recibió de las autoridades de gobierno, lo que provocó una importante agitación nacional. La segunda, para presentar ciertas “averiguaciones” en relación con ciudadanos que nunca han sido formalmente acusados de nada, aunque sus nombres, teléfonos y otros extremos fueron profusamente divulgados.
Si de la primera hay que destacar y alabar el valor, el carácter y la fuerza de la misma, de la otra la irresponsabilidad parece lo más destacado, especialmente por presentar conversaciones que mantiene uno de los detenidos y otra persona célebre en el país. Leyendo detalladamente los diálogos que mantienen, no hay nada que usted o yo no hubiésemos podido comentar en relación con la actualidad político-social del momento, especialmente si, como ellos, somos personas inmersas profesional o personalmente en proyectos políticos o sociales o estamos interesados en temas de actualidad. El Comisionado las mostró con su nombre y apellidos, su número de teléfono y, con alguna, hasta hizo referencia permanente de un lugar de trabajo, aunque ese no fuera el habitual.
De haber ocurrió eso en Europa o los Estados Unidos, al instante se habrían producido una gran cantidad de querellas por inmiscuirse en la vida privada, revelar datos personales, difamación, acusación infundada o exposición pública peligrosa, además porque no están respaldadas por denuncia penal o de otro tipo. Sin embargo, la inmunidad permite ese tipo de atropellos impensables en sitios donde el Estado de Derecho es una realidad y no un concepto naif y pactado, como aquí. No es correcto ni justo que en nombre de la justica se pueda afrentar, algo que ya ocurrió con el cuestionamiento de algunos aspirantes a la CSJ que fueron descartados sin pruebas más bien con argumentos como los que ahora escuchamos. La prepotencia, la arrogancia, la arbitrariedad no son elementos que correspondan al noble ejercicio del Derecho. A veces la frontera es fina pero debe respetarse.
El nombre de uno de los señalados en Google-imágenes genera más de mil resultados. Pues bien, decidieron colocar en la presentación su imagen con el logo de una institución privada del país, lo que crea un peligroso imaginario de asociación que si es intencionado tiene muy mala leche y de ser casualidad dice mucho de la torpeza de quienes lo hicieron.
La “amenazante” rueda de prensa sin denuncias frenó, por ejemplo, hablar del affaire que puso en duda la honorabilidad del ex Comisionado (algo que no comparto pero periodísticamente legítimo) y ha silenciado a muchos que se han visto escuchados, espiados o sujetos de caprichosa acusación pública, además de generar una importante psicosis de caza de brujas. Aquí hay una estrategia de mayor calado que pasa desapercibida y no deja claro quién realmente conspira y cuáles son sus intereses últimos. En política existen los dictadores, los populistas y los prepotentes. En la rama judicial se ubican los jueces estrella, los que se creen por encima del bien y del mal y los que promueven su juego interesado acorde con sus fines personales. Finalmente todos quedan en evidencia y, en España por ejemplo, a algunos hasta se les procesa. El fin no justifica los medios y no es correcto criminalizar arbitrariamente la opinión de las personas ni invadir su privacidad. No hay justicia, pero nos queda el cerebro.