Entradas populares

lunes, 9 de diciembre de 2013

La Corte “celestial”


El verdadero instrumento del progreso radica en el factor moral. (Mazzini) 
Mas de cincuenta inútiles votaciones de elección de presidente realizaron los magistrados de la CSJ para cambiar bruscamente el criterio. Escondían necesariamente alguna razón. Al menos dos operadores políticos oficialistas y un general consorte, antecedieron al propio Presidente quien finalmente tomó las riendas del asunto y zanjó la discusión. Cuentan que hubo promesas a dos de los actuales integrantes de la CSJ quienes se presentarán para magistrados del TSE y otra podría ser designada Fiscal General. Dos más, fueron untados con un su milloncejo cash y otros serán reelectos para continuar retardando reclamos judiciales de procesos electorales, como ha sido el caso del diputado de la URNG que ha esperado dos años para tomar posesión de su curul o el de un diputado cuestionado -del partido oficial- al PARLACEN cuyo expediente de impugnación está intencionalmente varado. Tardan años en sustituirlos y esos favores deben de agradecerse. Por último, el magistrado “B” asociado con un número de mala suerte, continuará disponiendo de la friolera cantidad de diez vehículos oficiales -¿narco o coleccionista?- aunque el pasado año tenía trece ¿Quiénes los usarán y por qué permiten que dilapide recursos: combustible, conductores y escoltas? Todos ellos son, directa o indirectamente, beneficiarios del pacto político-jurídico.
Desde la más alta magistratura pareciera que se han forzados casos, como la falsa denuncia realizada por la registradora de la propiedad contra los jueces de la Sala Tercera del ramo Civil (¡mis respetos!) al no plegarse a directrices supremas; la destitución -por presiones- de una asesora legal del INDE esposa de un magistrado no sometido; la contratación sorpresiva del director de la escuela judicial, a pesar de que no habían elegido a nadie por no calificar suficientemente los candidatos y el despido del jefe de seguridad. Los últimos sucesos en ese corto lapsus de tiempo del periodo de presidencia temporal.
El partido en el poder configura su estructura judicial sobre tres pilares: MP, CSJ y TSE. No importa lo que tenga que hacer, a fin de cuentas ¿a quien carajo la importa la justicia en este país? Seguimos con el habitual “todo vale” y la separación de poderes es una entelequia para guardar la forma y separarnos de Cuba, Venezuela o Nicaragua. Se trata de llegar y mantenerse en la poltrona para posteriormente proceder a la rentabilización canalla. Se aprueban préstamos cuyo fin se desconoce, se paga o compran voluntades y se prostituye la política y la justicia. Todo pareciera tener un costo, justificado mediante escusas de que con otros estaríamos peor, aunque “los otros” harían lo mismo con idéntico argumento. Perdidos los principios -si alguna vez existieron- todo vale en los partidos políticos, dentro o fuera de ellos. Así cuando se iba a anunciar desde Mixco la candidatura presidencial del PP se produce la captura de Barreda que opaca al oficialismo en beneficio de otro actor que no quiere perder capacidad de negociación y cada semana hace su campaña mediática.
Esto se puede denominar de muchas formas, pero en modo alguno es política, justicia ni comportamiento  ético. Cada quién, a cómo de lugar, jala la pita de su lado y embarra un poco. Detrás de todos ellos, el crimen organizado pendiente de los sobrevivientes de esas pérfidas justas donde la puñalada por la espalda es la más noble de las acciones, para luego apoyarlos. Si antes la política era una basura, ahora habrá que buscar un calificativo también para la justicia !Ah! y todos los actores tienen nombre y apellidos.

martes, 3 de diciembre de 2013

Compromisos disruptivos


Fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos (Calderón de La Barca)
Quejarse de los políticos, en general, y meterlos a todos en un mismo paquete es cosa habitual. Son tachados de corruptos, malintencionados, desleales y otros calificativos propios de quienes generan reacciones como consecuencia de un actuar poco ético, menos transparente y altamente abusivo. Plantear las próximas elecciones generales como hasta ahora, significa buscar financiamiento de millones de dólares que difícilmente se encuentran en mercados financieros legales y, consecuentemente, son personajes del crimen organizado quienes costean los procesos electorales, cuando no inescrupulosos “empresarios” emergentes deseosos de contar con el favor de marcos regulatorios mercantilistas. Así las cosas, se entra en una competencia que encarece el producto final: el poder, trasladando a los ciudadanos los elevados precios consecuencia de pactos secretos.
Significa lo anterior que hay que buscar fórmulas diferentes para optimizar el sistema y generar un punto de quiebre en esa demencial escalada de compra de voluntades. Si los partidos políticos -y los políticos en general- fuesen mínimamente coherentes con sus proclamas, harían pública una declaración notarial en la que manifestasen su compromiso de no cambiar de partido (transfuguismo) durante el tiempo que dure el mandato que los electores le otorgaron. Desistirían también del uso de los fondos rotativos (caja chica) evitando suntuosos gastos como almuerzos, gasolina o bebidas alcohólicas camufladas en facturas engrosadas. Constatarían por escrito que cualquier ley/norma que aprueben y beneficie a partidos o grupos políticos, entraría en vigor finalizada su legislatura, de forma que ellos no fuesen los favorecidos directos de tales disposiciones. Renunciarían al privilegio del seguro privado médico y se afiliarían al IGSS, demostrando que realmente esa forma de seguridad social “funciona” y es idónea para el resto de ciudadanos. Modificarían la ley de armas y municiones en aquellas disposiciones que les eximen de cumplir con los requisitos de cualquier otro en relación con permisos y licencias para portar armas. Por último -aunque pueden continuar buscando propuestas disruptivas- se comprometerían a fiscalizar y denunciar a compañeros de curul corruptos, puesto que nadie mejor que ellos conocen las malas prácticas, las mañas perversas y la patente inmundicia. De momento ninguno de ellos (ni de ellas) hace absolutamente nada de lo anterior -pudiéndolo hacer- aunque denuncian algún que otro suceso al estilo “lo que el viento se llevó”, por lo pronto que se les olvida.
Para certificar el pacto adquirido -además del poder notarial que refrende esos compromisos- deberían depositar en una entidad bancaria la cantidad simbólica de Q100 mil y caso de no observar lo convenido trasladar el dinero a alguna institución de caridad. Con esas ofertas de honestidad, decencia y coherencia, posiblemente no les haga falta mucho dinero para promoverse y publicitarse, huyendo del sistema actual que los amarra con sus financistas y potencia su inmoral actuar. Si de verdad desean hacer política dentro de parámetros de legalidad y decencia, ninguno tendría porqué desechar tales propuestas. No hacerlo supone consentir la corrupción, prestarse para ello o no estar realmente comprometido con lo que pregonan ¡Basta ya de hacerse los buenos!, de figurar y de proclamar lo que con actos no acompañan (fe sin obras….) ¿Quieren credibilidad?, ¡actúen creíblemente! Los ciudadanos, por su parte, deben de exigir ese tipo de actitudes para dar su voto. Cambiar las cosas haciendo lo mismo ya sabemos que se llama estupidez. Ahí tienen el reto ¿quién lo piensa tomar? Si no lo hacen, no se quejen luego de que a todos los llamen corruptos, hipócritas o mezquinos. Será con razón.

martes, 26 de noviembre de 2013

Asesinos de Montesquieu


“Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella”
La división de poderes es un principio observado meticulosamente en regímenes democráticos. De hecho, es uno de los pilares sustentadores de la democracia liberal y se contrapone con los absolutismos monárquicos europeos de pasados siglos. Sin embargo, ese engendro denominado “socialismo del siglo XXI” conserva el viejo y rancio hedor que caracterizó al del siglo pasado: autoritarismo y  criminalidad estatizada. Aquellos comunistas-socialistas que querían repartir el mundo entre “todos”, demostraron que  realmente ambicionaban quedárselo para ellos. Ejemplos sobran: Unión Soviética, Cuba, Corea del Norte y otros. Estos de ahora -modernos y sofisticados- siguen idénticos pasos, aunque cambiaron algunas cosas que no eran vendibles. El presidente Maduro se eroga todos los poderes bajo una ley habilitante (el primero que la empleó fue Hitler) para ejercer de facto como dictadorzuelo bananero, siguiendo los principios comunistas-socialistas tradicionales. Son maestros en señalar a otros como dictadores, relacionando militarismo con derecha y endosando cualquier movimiento de fusiles a determinada ideología. No obstante, ellos, los socialistas, lucen uniformes, les encantan ser llamados comandantes -cinco estrellas, por el lujo de que gustan- y hasta son dirigidos por militares profesionales, como lo fue Chávez. Cuando llegan al poder (Castro, Stalin, Lenin, -el nacionalsocialista- Hitler, Chávez, Ortega y otros) se perpetúan -o lo pretenden- y asesinan a Montesquieu, cooptando todos los poderes y gobernando ad eternum sobre premisas prefabricadas de principios revolucionarios, clamor popular o majaderías similares que disimulan la vocación autoritaria que poseen. La cobarde “comunidad internacional”, clubes de vividores de ciertos organismos internacionales e incluso iglesias, se asocian con ellos o silencian vilmente robos y crímenes que difunden medios de comunicación y a lo sumo hacen encriptadas declaraciones mientras esconden la cabeza cual avestruces, huyendo del compromiso y del deber moral de confrontar las dictaduras. Evidencian la parte dura de la realpolitic y confirman aquello de que en política no hay amigos sino intereses. Mientras tanto, miles o millones de personas son perseguidas, asesinadas, robadas, expoliadas, maltratadas y siempre desposeídas de los más elementales derechos que dicen defender en foros sobre Derechos Humanos, con ONG,s sufragadas y vendidas como “organizaciones” aunque realmente integradas por una sola persona. Son asesinos  evolucionados en la medida que las armas no pueden sustentar más su actuar.
Columnistas, escritores o “intelectuales” defensores (as) de ese chiquero, adaptan su discurso al momento, aunque siempre emergen las tradicionales referencias al imperialismo, a la oligarquía o al necesario papel del Estado frente al mercado y otras estupideces ¡No han cambiado mucho!, y no lo harán porque carecen de argumentos y la historia constata el palmario fracaso que supuso el deseo de planificar a los demás y tomar decisiones anulando a individuos libre. Desconocemos  o ignoramos, por dejadez, el fiasco que supuso la Unión Soviética y los millones de rusos asesinados; aceptamos pasivamente que los criminales Castro opriman a millones de nobles cubanos; poco sabemos de Corea del Norte; comentamos en redes sociales las majaderías del caprichoso y lelo de Maduro; leemos pacientemente como el violador Ortega pretende perpetuarse o asistimos al agonizante final del binomio Xiomara-Maduro en Honduras. Pareciera que este mundo no es con nosotros, hasta que llegue otro majadero (y sus secuaces) que nos hagan lamentar por años no habernos preocupado por ello. El silencio es siempre el primer paso a la esclavitud.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Piratería presupuestada


"Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos" (El Padrino) 
Medios escritos recogieron declaraciones presidenciales en torno al presupuesto 2014. Una de ella dice: “Yo les agradecería a ellos -a los diputados- si me pueden decir de dónde deberíamos bajar esos Q4 mil millones, porque salen el magisterio y el Ministerio de Educación pidiéndonos más presupuesto; salen los trabajadores de Salud pidiendo más presupuesto;...”. En vista de la gratitud ofertada propongo que deje de privilegiar a los grupos de presión que señala. Los sindicatos pactan con los políticos el desfalco del presupuesto y permutar prebendas a cambio de tranquilidad social, ausencia de bochinches y manifestaciones. El estado cooptado se subordina a mafiosos organizados, rentistas y cuentistas, acostumbrados a desvalijar, protegerse con seguridad pública y no dar explicaciones. Lean un par de convenios sindicales y comprobarán a qué me refiero. ¿Quiere Q4 mil millones? Suprima fondos rotativos, subvenciones a buses, anule compra de fertilizantes, adquiera medicina a precios de mercado, derogue las exenciones impositivas, elimine el listado geográfico de obras, anule la publicidad gubernamental, no de dinero a ONG,s, ponga en la cárcel a corruptos (incluido los de su partido)…, y llegará a más de Q10 mil.
El mandatario justificó la adquisición de más deuda puesto que “todos los países adquieren deuda para financiar el presupuesto”. Y añadió: “Todos quisieran que no fuera necesario adquirir deuda, pero esa es la realidad. Comparen con los países de Centroamérica. Todos adquieren deuda, es normal en los presupuestos de cualquier país, incluso en los más grandes y desarrollados”, validando aquello de “mal de mucho, consuelo de bobos”. Ese argumento sostuvieron por tiempo europeos y norteamericanos. Los primeros están en quiebra técnica, salvo algunos que trabajan más y gastan menos. Respecto de los USA estuvieron a punto de cerrar dependencias federales, algo todavía pendiente al estar en moratoria el incremento de nuevos préstamos. Los países responsables hicieron -aunque tarde- dos cosas que olvida el Presidente: una, modificar constituciones y prohibir que se gaste más de lo que ingresa, con lo cual el gobierno debe centrarse en generar ingresos creando condiciones de seguridad y promoviendo atracción de inversiones, no como ahora: generando inútil gasto; otra, discutir estos temas y asumir que no se puede derrochar indefinidamente porque la capacidad de pago lo impide. En el caso nacional hay un plus agregado. El déficit a financiar asciende a más del 20% del presupuesto y se disipará en gasto corriente: salarios, pagos a mafias sindicales, grupos de presión o dádivas indirectas para diputados y otros buscadores de rentas que promueven contratos onerosos para recuperar -con creces- “la inversión política”. No se satisface ninguna necesidad poblacional ni mucho menos se “invierte” en algo que genere recursos y haga frente al pago de la obligación en el futuro. Se introduce dinero en un pozo oscuro y sin fondo que satisface intereses particulares y acumula débito que otros abonarán en el futuro. Exactamente la discusión que sostienen en ciertos países sobre ese error cometido en el pasado y que aquí por ignorancia o interés -más por esto último- no promueven.
Estamos mal y sin capacidad real de pago, aunque algunos optimistas desmedidos no lo vean. Siguen entrampándonos y no promueven avances, más bien pagan a bribones. Quien lo tendría que evitar lo justifica, aunque estemos en el teórico año de la trasparencia. Llegará un día en que tengamos que sentarnos -SOLOS- a enfrentar la malversación y el fracaso, pagando con creces la osadía que callada y cobardemente se permite.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Cuotas, cupos y porcentajes


Si no hay café para todos, no habrá para nadie. (“Che” Guevara) 
En muchos lugares -también aquí- imponen cuotas de género. Es decir, determinados puestos públicos tienen -por ley- un porcentaje mínimo reservado para mujeres. Admitir tal postulado plantea diversas cuestiones. Una de ellas sería por qué esa división y no otra en la que exista igual consideración para jóvenes, mayores, discapacitados, diversidad sexual, diferentes etnias o similares. Cabría preguntarse también si hay que aplicar el beneficio de forma universal a todo funcionario público: maestros, enfermeras, conductores, presentadoras de TV estatal, soldados, policías, enfermeros, secretarias e incluso deportistas subvencionados o únicamente es para puestos políticos. Además, en consonancia con lo anteriormente demandado, se echa en falta el discurso igualitario reclamando que las mujeres sean sujetos de la pena de muerte -tal como los hombres- y dejen de padecer la “machista y desconsiderada exclusión” que de ellas hace el artículo 18 de la Constitución.
Todo lo anterior podría parecer tragicómico o incluso majadero, de no ser porque es una realidad. Esos reclamos ignoran y desprecian al individuo -al ser humano- e incorporan criterios diferenciadores, sesgados o interesados: sexo, raza, étnica o cualquier otro atributo. Pretenden lograr la “igualdad” amparados por normas que generan privilegios y desigualdad, tratando a ciertos colectivos -los que políticamente interesan o generan presión- de forma aventajada y privilegiada. Reservar un porcentaje para un determinado sector incide negativamente en la calidad e ignora los méritos. Imaginemos a tres personas que optan por un puesto. Se debería adjudicar el mismo a la más capaz, criterio imperante desde una perspectiva de búsqueda de justicia. Sin embargo, según las cuotas establecidas es muy posible que por ser mujer, indígena o pertenecer a cualquier otro grupo mimado -sin que sea la persona más cualificada- se le otorgue el trabajo para preservar cupos de equidad de genero, de etnia o de cualquier otra tontera que se ocurra al progre de turno (ya sucede en algunas universidades norteamericanas). Si se aplica similar criterio a los deportistas se termina por subvencionar a alguien con condiciones inferiores, simplemente por pertenecer a una de esas camarillas.
Se olvida a la persona en detrimento de grupos de presión ideologizados que para sobresalir, captar fondos o estar en la “onda del progreso”, necesitan posicionar discursos insostenibles que no soportan un análisis serio dentro de un Estado de Derecho donde se promueven normas generales, universales y abstractas. Espacios que no se ganan democráticamente por medios legales o de méritos y son cooptados imponiendo sesgadas y particularizadas normas que engendran análisis trucados promovidos como “justos” o “repletos de equidad”. Excusa en la búsqueda de una igualdad prefabricada metamorfoseada en ventajas para colectivos que en lugar de unir, separan; en vez de converger, divergen. Teorías y eufemismos sobre discriminación positiva y acción afirmativa que no sustenta la razón, el Derecho ni mucho menos se solicitan para la generalidad de las actividades del ser humano. Quieren cuotas de poder pero no igualdad de trabajos, de responsabilidades, de oportunidades y ni siquiera pretenden competir en paridad de condiciones. Dicen ser medidas democráticas, pero no hay algo mas alejado de ese manipulado concepto. Derechos individuales supeditados a intereses personales y vendidos y prostituidos por masas gritonas con bajo porcentaje neuronal activo ¡Imposible de elevar incluso asignándoles cuotas!