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lunes, 4 de mayo de 2009

Narcoactividad

La narcoactividad es un conjunto de actividades delictivas artificialmente creadas. La prohibición de las drogas generó un mercado furtivo donde se dieron cita productores, distribuidores y consumidores, algo que se pudo prever de haber aprendido la lección tras la prohibición de la distribución y del consumo de alcohol en los Estados Unidos al inicio del pasado siglo. Aquella norma, producto del puritanismo más ortodoxo, provocó, además de un mercado clandestino, toda una estructura delictiva que se manifestó violentamente a través de luchas entre bandas y grupos mafiosos surgidos a raíz de su implementación, exactamente como ocurre hoy. El ser humano, haciendo gala de su terquedad, falta de aprendizaje y contumacia, comete el mismo error, del cual siempre hay alguien que se aprovecha.
Se preguntarán por qué no se termina con el problema de las drogas y cada vez se genera más violencia en torno al mismo, a pesar de la lucha constante de casi todos los gobiernos del mundo. La respuesta pudiera ser más fácil de lo que se cree, aunque es necesario buscarla fuera de la estrecha, condicionada y tradicional caja de pensamiento, anudada, en más de una ocasión, con “moralismos” muy particulares.
Todo comportamiento extremo tiende a acaparar, total o parcialmente, la mente, el cuerpo, la psique o el espíritu del ser humano y condiciona o impide proceder racional y equilibradamente. El abuso de drogas, incluido el alcohol, las pastillas para dormir -u otras que se consumen con frecuencia-, la adicción al juego, al sexo, incluso al trabajo y muchos más, pueden traer muy negativas consecuencias. ¿Por qué satanizar la droga y dejar todos esos otros y miles más sin penalizar?. En los países desarrollados mueren más personas en accidentes de circulación que por consumo de drogas, ¿por qué no se prohíbe el automóvil?. Parece una proposición estúpida, pero no mucho más que lo es la prohibición de la droga.
Los gobiernos dedican miles de millones de dólares en mantener estructuras burocráticas para resolver un problema cuya ruta de búsqueda de soluciones está equivocada, de ahí el poco éxito. El narcotraficante es un empresario. Compra donde mejor le ofrecen, procesa en los lugares que más ventajas o seguridad le dan y vende donde hay demanda y es más rentable, como cualquier inversor. Luego, con las ganancias, promueve otros negocios y tiende a generar una red lo más amplia y lucrativa posible. Además no consume droga, porque de hacerlo es consciente que iría a la ruina y su negocio no podría prosperar y hasta promueve valores familiares y de amistad. Es así como hay que verlo, entenderlo y “combatirlo”.
¿Qué se puede hacer?. Pues formalizar el mercado que existe fundamentalmente por la demanda norteamericana y europea. La prohibición no hace más que elevar el precio del producto, generar violencia y, finalmente, ofertar mala calidad porque la reclamación no es posible. Muchos piensan que todo esto es una aberración, exactamente como ocurría en los EEUU en la década de los 20, hasta que consiguieron superar esa condicionada forma de pensar.
Todo esto no es más que un problema de ejercicio de libertad con responsabilidad, algo que nos resistirnos a asumir porque conllevaría, por nuestra parte, un mayor compromiso. Se prefiere que sea el Estado el encargado de liberar de “ese mal” nuestra puritana conciencia y, con dos o tres golpes de pecho, salvar nuestras almas o tener a quien culpar en caso de fracaso. Algo más hipócrita posiblemente sea difícil de encontrar. ¿Quieren acabar de verdad con el narcotráfico y sus efectos?. Háganles temblar con solo hablar de legalización.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo con este articulo. Sin embargo pienso que falta un buen trecho para que esto ocurra porque como decia el articulo preferimos que el gobierno se encargue de tomar las decisiones y a ellos no les conviene cambiar una situacion que les beneficia directamente.

Rene Sancinelli dijo...

Totalmente de acuerdo, el empezar a hablar en serio del tema de la legalìzaciòn de parte del congreso o el Estado seguramente generarìa mas beneficios que problemas, el mercado manda en este caso tambièn, la història ya demostrò que no existe forma de detenerlo, si seguimos como estamos solamente caeremos màs en manos de los narco-dolares de manera irreversible y la violencia generada por sus luchas de poder y vìas de transporte para sus pròductos, nos ahogaran a todos. Recordemos que: Los sabios aprenden de la hitòria...Los necios de la experiencia. Simplemente el mercado es el mercado.

Pedro Trujillo dijo...

De acuerdo..., será muy dificil que se tome una decision de este tipo en el mediano plazo... Hay muchos intereses en juego..., pero creo que es bueno promover el debate para buscar la solucion. Gracias...Pedro

Pedro Trujillo dijo...

Gracias... eso es lo malo que algunos parece que no aprenden de la historia. Quieren escarbar en la historia pero lo que les gusta..., sin embargo lecciones que se han demostrado claramente, son olvidadas u obviadas... Interesante punto... Pedro

Anónimo dijo...

EL ARTICULO DE LA NARCOACTIVIDAD DICE UNA VERDAD MEDULAR Y ES QUE LA RUTA DE BÚSQUEDA DE SOLUCIONES ESTA EQUIVOCADA YA QUE EL SISTEMA BUROCRÁTICO JAMAS PODRA VER QUE PARA COMBATIR EL NARCOTRAFICO HAY QUE DESCENDER HASTA EL NIVEL DE POBREZA DE LA GENTE PARA BRINDARLE JUSTAS OPORTUNIDADES Y HAY QUE SUBIR HASTA LOS FUNCIONARIOS GUBERNAMENTALES, EMPRESARIOS Y BANQUEROS CON REFORMAS DE CASTIGOS SEVEROS QUE EN FORMA PREVENTIVA DEBEN SER CONOCIDOS PARA QUE NO SE INVOLUCREN O SI ESTÁN INVOLUCRADOS, PARA QUE SE RETIREN, PERO NO ESTOY HABLANDO DE SENTENCIAS CARCELARIAS ÚNICAMENTE, SINO QUE APUNTO A LEYES QUE IMPACTEN LA CONCIENCIA Y LA SUBCONSCIENCIA DEL TRAFICANTE. Engel Ariza, compushalom@cyt.net