El gobierno continúa apropiándose de la memoria de personas fallecidas en diferentes circunstancias y elevándolas a la categoría de héroes nacionales. Hacen homenajes, piden perdón público, distinguen a familiares y entorno y, de paso, se apuntan un tanto político con autoritario descaro y preocupante sesgo.
El conflicto armado interno, o como se quiera denominar, impactó en todo el país y en varias generaciones. Algunas personas fallecieron, otras quedaron mutiladas, muchas traumadas y la totalidad de la población sufrió, en mayor o menor medida, las consecuencias derivadas de cualquier enfrentamiento armado. Todos en esos largos años, sin excepción, fueron víctimas. Sin embargo, se identifica a algunos y se oculta al resto de forma terriblemente interesada. Continúan abriendo ataúdes de victimas “buenas” en un solo lado del cementerio. Las “malas”, siguen enterradas.
Muchos fueron soldados, no hablo de oficiales, sino de sencillos ciudadanos que prestaban su servicio militar en distintos lugares del país. Salieron de sus aldeas con las ilusiones de un veinteañero y el deseo de superarse, como otros muchos. Lamentablemente, también como otros, no regresaron. Dejaron padres desolados, hermanos tristes e incluso esposa e hijos huérfanos. Hoy casi nadie los recuerda excepto en comentarios críticos o incluso despectivos.
El primer fallecido del conflicto fue un militar, el subteniente Ruano. Luego hubo otros asesinados, como el coronel Oliva y su pequeño nieto, el coronel Villagrán y su ayudante, masacrados tras un discurso en la Fuerza Aérea al recibir a soldados fallecidos o el teniente coronel Ayuso muerto con un tiro de gracia. También civiles, como el embajador de los EEUU Gordon Mein de quien se cumplieron 40 años el pasado agosto o el embajador alemán Karl von Spreti, secuestrado y asesinado en 1970, después de escribir una memorable carta a su hijo Alessandro de doce años. Y muchos miles más. ¿Quién se ha acordado de ellos?. ¿Acaso son villanos?, o no cuentan con el grado de sacrificio y heroísmo de aquellos otros que el gobierno distingue.
Nos muestran muertos de primera y otros de segunda o tercera. A los primeros se les dignifica, a los segundos se las ignora y humilla. Quienes promueven estos actos ocupan cargos públicos y muchos estuvieron en el bando de aquellos que asesinaron a los ahora olvidados o rondaron por días algún helicóptero caído para ver si remataban a sus ocupantes. Son como los sepulcros blanqueados del evangelio de San Mateo: relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre repugnante y vomitiva en su interior. Aprovechan su posición para parcializar los homenajes. Mientras, estimulan el discurso del perdón y del reconocimiento a las “victimas”, pero con tal sesgo que pierde toda su credibilidad y razón de ser. ¿Quién paga todo esto y de dónde procede el dinero?. ¿Qué costo tiene la propaganda?. ¿Dónde está la escasez de recursos?.
Los Tiempos de Solidaridad son pura charlatanería. Hay toda una estrategia de expoliación de la memoria histórica en beneficio propio y un rescate interesado del conflicto, lo que obedece a torcidas actuaciones con un grado de hipocresía sin precedentes que promueve el enfrentamiento, genera nuevos problemas y marca un derrotero peligroso. La manipulación de la historia, ahora que se comienza a desvelar tal cual fue, sigue siendo un objetivo prioritario de ciertos sectores que no terminan de aceptar el fracaso de sus equivocadas y trasnochadas ideas ni la responsabilidad de lo que hicieron. Mientras buscan y fabrican sus héroes, cada día muere más gente… y más… y más…¿Quién fomenta la desestabilización?.
18 comentarios:
Si Colom tiene tantas ganas de desenterrar el pasado, bien podría generar las circunstancias que lo así lo propicien. Su problema y la solución son sencillos: SI QUIERE GASTAR DEBE PRIMERO CREAR UN AMBIENTE DE SEGURIDAD, PARA QUE HAYA INVERSIÓN Y POR ENDE, CRECIMIENTO ECONÓMICO. De lo contrario, eventualmente se le va a acabar el dinero en su alcancía y lo único que procederá serán más muertos, sin ninguna honra, causados por su falta de sentido común (¿Le echamos la culpa a la oposición?)
Pedro, todo lo que dices es cierto y es lo mismo que pensé cuando ví las notas de prensa del pende-sidente homenajeando a su tío (¡qué conveniente es que el martir era su tío!). Los soldaditos que ahora vemos en silla de ruedas no tienen derechos - los "compañeros" agraviados en sus derechos en la selva tienen toda la consideración y respeto - es un escándalo!
Gracias..., bueno... asi son las tristes cosas.... nos simplifican el problema con buenos.... los que ellos consideran.... y malos... aquellos que no quieren o les gustan... VIVA LA DEMOCRACIA PENDEJADA.
Para que se va a preocupar de generar condiciones propicias para la inversión si se chuelan el dinero de cualquier departamento o ministerio, sin que sus titulares manden a paseo a la señorona... Hay una cantidad de calzonazos, vendidos y falta de ovoides que se pliegan a la exigencias de la doñita... MIEDO, son unos cagaos... ?que podemos esperar de ellos?. Huestes de cobardes!
Dice ZareK "los "compañeros" agraviados en sus derechos en la selva tienen toda la consideración y respeto, es un escándalo".
Pues vaya aquí, en este espacio de debate no doctrinal,toda mi consideración y respeto a los 250.000 muertos, la inmensa mayoría civiles y muertos a manos de militares traidores a su pueblo y también al millón de desplazados que aún no han sido resarcidos ni moral ni materialmente por nadie. Espero que mi reivindicación no ofenda a sus verdugos ni que me lo tomen en cuenta.
Porque para mí el escándalo mayor es que hoy sigan libres, en el congreso y en el poder, algunas gentes nacional e internacionalmente reconocidas como genocidas.
Con todo y eso, me quedo con este párafo sin tacha: "Hay una cantidad de calzonazos, vendidos y falta de ovoides que se pliegan a la exigencias de la doñita... MIEDO, son unos cagaos... ?que podemos esperar de ellos?. Huestes de cobardes".
¡Qué profundidad de análisis, qué sensibilidad, qué inspiración y qué matices en su prosa de usted!
Saludos y siga usted leyendo, despacio, mucho y variado.
Estereotipar algunos aspectos del conflicto solo ha servido para utilizar datos y cifras de forma repetitiva. Tanto informes hoy conocidos de la CIA como libros recientes de historia, cifran en alrededor de 37.000 los muertos.
Veo que usted es de los repetidores del mensaje y de aquellos que ignoran a las demas victimas como si esto hubiese sido cosa de unos pocos. Resarcir ?a quien?, supongo que a todos a quienes el conflicto afecto y no a unos pocos o a unos muchos.
Lleva razon en que en el poder actual hay mucho genocida. En los ultimos doce anios ha habido mas de 50.000 muertos y hoy, y manana quince mas cada dia sin que quien debe de tomar medidas lo haga. !que poco gusta que la historia se revele como es! Malos los estereotipos porque una vez destruidos nos precipitan irremisiblemente
Que pena,,, que rápido se identifican con el pasaporte del anonimato,,, me refiero al anónimo, que escribe arriba,, así fue siempre la absurda y ridicula guerrilla,, asi siguen siendo los ridiculos y absurdos guerrilleros (matones, cobardes, que nunca quisieron dar la cara, siempre agazapados, para dar la cuchillada cobarde, siempre atacando por detrás) saludos al anonimo, que sin duda alguna, se mantiene agazapado
Que trizte que nuestro máximo representante este mas preocupado de pantomimas (recordar a su tío), que por cumplir con sus obligaciones para lo cuál lo colocaron todos aquellos útiles tontos, al creer que este inepto podría ser la solución de nuestra linda Guatemala. Guatemaltecos es hora que no sigamos permitiendo este tipo de payasadas, exijamos y si no cumplen debemos bajarlos a sombrerazos antes de que nuevamente se hueveen los pocos recursos que tanto le hace falta a los mas necesitados.
Pues.... usted lo dijo.. Yo les doy espacio para que vean que los que damos la cara y decimos las cosas como pensamos y creemos... tenemos nombre y apellidos.. Gracias por su aporte...Pedro
Creo que usted apunta un caso claro de ese"favoritismo heróico" que señalo. Gracias Por su colaboración. Pedro
En el conflicto armado parece que solo existía un bando, era el que causaba muertes y era el ejército. Los guerrilleros, con ésta "lógica", parece que solo observaban, y en sus asaltos únicamente asesinaban a fantasmas, secuestraban y asesinaban a hologramas y proyecciones surreales, cuando ocupaban aldeas y usaban escudos humanos para luego asesinar y culpar al otro bando sus víctimas eran proyecciones mentales.
Eso si, las acusaciones al ejército son la verdad absoluta.
Nada nuevo al frente, la realidad como referente muestra lo que son, parásitos mentirosos que aprendieron el uso de la mentira como una de sus mejores herramientas.
Creo que el comentario se sostiene por si mismo.... No hago observacion alguna. Gracias.
Estimado Pedro, tu escrito mas que un artículo de prensa, se convierte en una legítima protesta ante la ignominia, el cinismo y la vil hipocresía de falsos "redentores" auto proclamados, convertidos hoy en tristes mercaderes del dolor que desangró a toda una sociedad que sin distingo de color o bandera sufrió el fratricidio del conflicto armado. Lobos con piel de oveja que impasibles y sin inmutarse, pretenden obtener réditos políticos a través de la explotación de la más preciada condición de la existencia: la dignidad humana.
Además de Guatemala, el resto de los pueblos centroamericanos que atravesaron y sufrieron conflictos armados, en mayor o menor grado, hemos tenido que soportar esta misma afrenta. Saludos.
Gracias por la apreciación. Efectivamente es necesario buscar la justicia, pero eso pasa por reconocer los errores, los frentes y la verdad y no por parcializar la historia en beneficio de algunos, especialmente cuando esos están en el poder y no quieren aceptar su parte de responsabilidad. Es necesario olvidar, pero parecen que "ellos" no quieren. Tiene sentido, muchos viven de ello y los reditos que produce. Pedro
¿Es necesario olvidar? Todo lo contrario, nunca hay que olvidar, especialmente aquello que no queremos repetir.
Que nos olvidemos de ellos es lo que quieren algunos; ellos y nosotros sabemos por qué necesitan ser olvidados.
Todos los negacionistas de todos los holocaustos acaban siempre pareciéndose, porque su maldad es idéntica.
Gracias... parece logico lo que apunta. Es mejor no olvidar para evitar que se repita, pero quizas sea necesario, en la misma linea de reflexión, SUPERAR el problema y sobre todo EQUILIBRAR las reflexiones. No se trata de negar, como usted indica lo que paso, pero si de ser capaz de superar la situación. Algunos no les interesa porque sencillamente, es su forma de vida.... remover el pasado y seguir viviendo en el presente, evidentemente con ayudas interesadas de donantes, igualmente interesados.
No hay que olvidar? de acuerdo, una vez más, el problema es que maliciosamente algunos tienen una memoria selectiva y sesgada, solo se acuerdan de los "chipilines" del ejército y se olvidan de los "canchitos" de la guerrilla.
¿Ese no olvidar incluye a los dirigentes de la guerrilla? Como algunos que han hecho y hacen gobierno? Si es así pues no olvidemos, pues en ambos bandos se cometieron atrocidades.
Excelente artìculo!!!!!!
Es màs que importante, para que realmente sanen las heridas de Guatemala, que quienes participamos en el conflicto armado, analizemos las causas, el desarrollo y la finalizaciòn del mismo, pero sin olvidar que este ¡¡acabò!!, si, ya no estamos, o no deberiamos estar confrontados, porque de lo contrario no vamos a contribuir a que Guatemala prospere. Ciertamente, los tiempos aquellos cuando de veinteañeros, con los ideales bien fundamentados de defender a la Patria nos tocò dar la cara y combatir a los delincuentes terroristas y proteger a las comunidades de los ataques y actos de pillaje de estos, han quedado atràs, vivimos para contarlo aunque en ocasiones todo parecia que no seria asi, pero Dios tiene propòsitos y acà estamos para decirle a Guatemala y el mundo que no todo lo que los "ideologos" dicen ahora es cierto, cuidado porque de tanto repetir una mentira, hasta se hace ley. Por Guatemala, si es necesario, volveria a hacer lo que hice, porque es lindo ver la sonrisa de satisfacciòn de un padre de familia cuando vè que existe alguien que lo defenderà y èl puede confiadamente labrar la tierra para darle de comer a sus hijitos. K-737.
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