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lunes, 23 de enero de 2012

Reescribiendo la historia

Cierto: quien no conoce la verdadera historia está condenado a repetirla

Las denuncias contra presuntos ex guerrilleros y otros señalados de cómplices o colaboradores no son sucesos aislados. Hay que agregar, al menos, otros cuatro hechos relevantes y concurrentes. Uno, el estrepitoso fracaso electoral (por segunda vez) de una persona considerada, hasta entonces, como referente externo y de atención de la prensa internacional: Rigoberta Menchú. Otro, el desastre electoral de las coaliciones y propuestas de izquierda que apenas consiguieron votos. El tercero, el triunfo contundente de un ex militar para ocupar la presidencia de la República y que además cuenta con enormes expectativas ciudadanas sobre una gestión pública que se visualiza esperanzadora y, por último, la descomposición de la UNE y la espantada de sus cuadros más significativos. Por ello, desde hace unos meses la prensa internacional -y la ciudadanía del país- comenzó a buscar otros referentes de opinión como alternativa a los habituales que acostumbraban a monopolizar ciertos medios. Cuesta, sobre todo desde fuera, comprender lo que está ocurriendo y fácilmente se desorientan al comprobar que aquellos a quienes entrevistaban y emitían opiniones “cualificadas” sobre lo que ocurría en el país, tienen realmente muy poca representatividad y, por el contrario, a quienes acusaban, culpaban e intentaban procesar, resultan democráticamente elegidos como autoridades. Esa contradicción, entre una “verdad” fabricada y la realidad contrastada, requiere unos minutos de reflexión.
La historia del país -tradicionalmente secuestrada- comienza a reescribirse de forma diferente a la usual. Se evidencia que las cosas no fueron como algunos dijeron por años o, al menos, hay una versión sustancialmente diferente. Aparecen libros de historia y sociología que cuestionan el Informe de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI) y reducen sustancialmente cifras que figuran en aquel o presentan hechos que no se incluyeron. Personajes conocidos y encumbrados, son ahora cuestionados por su participación en uno de los bandos combatientes, por mentir o exagerar cuando escribieron o por difundir datos irreales o inventados sobre algunos aspectos del conflicto interno. Se demuestra -porque la democracia lo permite- que no son políticamente aceptados y aquella URNG (y sus socios) que dilató por 36 años el enfrentamiento, apenas consiguió votos para colocar a un diputado en el Congreso. En resumen, se presenta una nueva y desconocida cara de aquella moneda que interesadamente se quiso mantener mostrando únicamente el escudo, obviando una sustancial parte de la misma. Ahora, la ciudadanía y los medios de comunicación extranjeros, se preguntan sobre lo que está pasando y les cuesta interpretar unos hechos que, por otra parte, se han convertido en el detonador de un necesario cambio. Los de siempre dicen que es preciso “recuperar la memoria histórica” y eso es exactamente lo que está ocurriendo, pero no están dispuestos a aceptarla tal cual se manifiesta y pretenden seguir a toda costa relatándola como acostumbraban a pregonar y no como realmente fue. Esta catarsis ya se hizo en otros países de post conflicto, aunque aquí llega un tanto retrasada producto del freno de ciertas ONG,s y personajes -denunciados en el primer mensaje presidencial- que prefieren permanecer con privilegios de opinión y salarios de la ayuda internacional a enfrentar la verdad que dicen buscar. Son tiempos de cambio, de transparencia, de enfrentar las cosas como realmente sucedieron y de comprender que fue algo que afectó a todos. Esperemos que quienes acapararon y encadenaron la verdad por demasiado tiempo, tengan ahora la capacidad crítica de aceptar una situación distinta y contribuyan a buscar esa fórmula reconciliadora tan necesaria en el país.

A CONTINUACIÓN AGREGO ......un testimonio de alguien que vivió masacres de la guerrilla...

2 comentarios:

El Cid dijo...

Es lamentable que los guatemaltecos seamos de memoria corta y tan parciales que durante mucho tiempo no hemos querido ver la realidad de las cosas y ponerlas como son, siempre hemos tachado al Ejercito como culpable de todas las muerte y todo lo malo que sucedio durante la guerra, pero eso no es cierto, si bien el Ejercito tiene su cuota de culpa, así tambien la Guerrilla.
Con lo de la Sra. Rigoberta Menchu, ella podra haber recibido el premio Nobel de la Paz, pero eso no la capacita ni califica para optar a un cargo de tanta responsabilidad como el de Presidente de la Republica, y no es que los que han tenido esa responsabilidad la hayan desempeñado bien.
No creamos que este nuevo gobierno hara que Guatemala mejore, lo que tenemos que esperar y exijir es que este gobierno provea las condiciones necesarias para que los que vivimos en este pais podamos cambiar las cosas y hacerlas mejorar.

Anónimo dijo...

Cuando se creó la zona militar en el depto. de Jalapa aquella tranquilidad que gozabamos como estudiantes paso hacer una pesadilla.

Lo mismo que se vivía en Jutiapa abusos, violaciones, propotencias, por soldados y militares era nuestro diario vivir, esto lo callamos los adultos de hoy por miedo de volver al pasado.

El haber ganado el general Otto Pérez Molina es resultado de los malos gobiernos civiles que nos han gobernado, por la corrupción la impunidad, violencia existente, no mezclemos el agua con el aceite.

El general Otto Pérez Molina es firmante de los acuerdos de paz, además en medios castrences se escucha que el general otto pérez molina es de la linea intelectual y demócratica de las filas castrences y esperamos que su experiencia en la guerra y su formación demócraatica sea el inicio para forjar el camino hacia la democratizacion y desarrollo del pais, esto solo lo dirá la historia.

Esta es una respuesta al articulo que aparece en un medio escrito nacional que es un ataque al movimiento revolucionario guatemalteco recordandole que cuando participo el Ing. Alvaro Colom representando a la verdadera izquierda obtuvimos un tercer lugar y la ganancia del partido patriota vuelvo a repetir es una respuesta a los malos gobiernos civiles que no han representado a la izquierda si no es una mezcla de politiqueros oportunistas, ladrones, vende patrias que siempre aparecen como paracaidistas.

Marco Tulio Valiente Grijalva

marcotuliovaliente@hotmail.com