Recién iniciamos un nuevo año, como otras muchas veces. La costumbre, la buena fe y las colosales intenciones que nos colman en estas fechas, harán que repensemos múltiples propósitos para los próximos trescientos y pico de días. Como en pasadas ocasiones, corremos el riesgo de que la esperanza, el optimismo enfermizo y la falta de racionalidad, impidan ver las cosas como son. Sin embargo, 2011 puede ser un buen año para despertar y darnos cuenta que los golpes de estado -por cierto, poco condenados por quienes suelen hablar o escribir sobre derechos humanos- se dan desde el poder en Venezuela y Nicaragua. Seguramente la solución final será estruendosa, por permitirlo con el silencio cómplice que solamente se perturba para condenar hechos como los que ocurrieron en Honduras, finalmente un mejor país de lo que estaría con el delincuente Zelaya perpetuado en el poder y “ por ahora” empleado de Chávez.
Dispondremos de mucho tiempo para aceptar que con CICIG o sin ella, seguimos sin tener una justicia pronta y cumplida, porque el problema es la falta de exigencia y permitir un sistema que consiente, cuando no promueve, los procesos viciados, el amañamiento y la cobardía de muchos jueces que se resignan en vez de enfundarse debidamente los pantalones, prefiriendo perpetuarse en un sistema corrupto y mercantilista que no cambian por miedo, comodidad o rentabilidad. Tendremos la oportunidad -si queremos- de aprender que los políticos no sirven eso que pomposamente denominan el bien común. Más bien utilizan el sistema para su propio beneficio y de paso hacen algo sonado que le salva la cara, aunque cueste el triple. Es momento para no dejar corromper mas el sistema admitiendo cambios de partido cuando fueron elegidos por otro distinto o pretendiendo, sin haberse sometido a procesos electorales, ejercer el poder bajo coberturas ficticias, como la de “primera dama”, que no figuran en el sistema legal pero que “justifican” el manejo cuestionado y poco claro de fondos; o de ver quién es el responsable, por inacción, de los más de seis mil asesinatos anuales, sin inmutarse, ser juzgado ni perseguido por genocida. Existe la oportunidad de que el Vicepresidente tome apenas un par de minutos y una octavilla para relatar lo que ha hecho en tres años de figurar en el gabinete o reflexione sobre la transparencia que promueve el gobierno y que no ha superado la voluntad declarativa, mientras continúan los contratos fraudulentos que terminan provocando miles de víctimas, desolación y perdidas enormes que se evitarían si la corrupción realmente se combatiera.
Despertemos, meditemos sobre qué hacer este año para evitar hundir más el país que con pasión e ilusión contribuimos a engrandecer. Hay que informarse y no dejarse llevar por falsas promesas, frases vacías o eslogan, como suele ser habitual. Nadie arreglará lo que nuestra cobardía, pereza o falta de entusiasmo no quiera solucionar. El destino es nuestro hasta que decidamos dejarlo al manoseo de todos los que suelen venderse al mejor postor pretendiendo luego vendernos también a todos. Es el año de tomar el porvenir bajo responsabilidad propia y no soñar con los ojos abiertos sin querer admitir que las cosas están muy mal y que la libertad se escapa un poco cada día. Es tiempo del realismo práctico y de comenzar a ser éticos no esperando a que otros lo sean. Hora de ser nosotros mismos y de pelear por nuestros anhelos y aspiraciones, cualquiera que sea el precio. Esos pueden ser auténticos propósitos para este 2011.
Este es un blog personal donde se editan las columnas de opinion (y otras) que semanalmente publico en el diario PRENSA LIBRE de Guatemala. La idea es generar un espacio de debate y opinión con los lectores, de forma que la libertad de expresión sea en doble sentido.
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2 comentarios:
Pedro, buen artículo y resumiendo en pocas palabras, es hora de amarrarnos los pantalones, armarnos de valor y promover nosotros mismos el cambio que tanto necesita Guatemala, empezando por cambiar nosotros mismos y nuestra actitud hacia las cosas del país, sin esperar que otros cambien las cosas por nosotros.
Mi primer articulo aqui. El autor hace mención de que con o sin Cicig seguimos sin una justicia pronta y cumplida lo cual estoy totalmente de acuerdo ¿Porque la Cicig parece que va a paso de tortuga? No se cómo será con los paises cooperantes pero no veo que se pronuncien al respecto, si les parece o no les parece, solo evasivas al respecto. Acaso estamos solos en este pais, y a nadie le interesa lo que sucede en el pais, esa es mi percepción. Porque parece haber un silencio absoluto sobre esto, como sepulcral. Parece como si estuvieramos hablando de algo que no existe, de un fantasma o es que realmente así son las cosas aqui en Guate y solo debemos esperar que pase nada cada año con las cosas y así pasaremos el 2011.
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