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lunes, 6 de febrero de 2012

Por aquí...., y por allá

Las comparaciones suelen ser odiosas, pero en ocasiones necesarias.

Aquí se procesa al general Ríos Montt, mientras en España se hace lo propio con al juez Baltasar Garzón. Ambos casos con similitudes que deberían llamar a la reflexión. Allá hubo una guerra civil que duró tres años y causó un millón de muertos. Aquí un conflicto interno que permaneció por 36 años y provocó entre 47 mil y 250 mil víctimas (según el informe/libro que se lea). Los números sugieren que aquel fue más intenso por la concentración en el tiempo y porque provocó -al menos- entre cuatro y veinte veces más víctimas (según los datos elegidos).
Allí, gobiernos de corte socialista como el de Felipe González o el de Zapatero alternaron con otros de centro (UCD) o centro-derecha (PP) y generaron proyectos y cambios consensuados que todavía perduran, en orden a buscar un equilibrio que superara una inservible e interminable confrontación. Fue durante la pasada administración socialista que se procedió a encausar al juez Garzón por querer abrir una “memoria histórica” ignorando la Ley de Amnistía aprobada en 1977 -con personal sesgo y apreciable grado de prevaricación-, que es a fin de cuentas por lo que se le acusa. En España, mal que bien, se cerró una herida histórica y el país y su sistema no están dispuestos a que nadie -siguiendo lineamientos pagados por activistas inescrupulosos- abra aquello que costó mucho cicatrizar. Aquí, mientras tanto, ideólogos de la antigua guerrilla y los vividores tradicionales del conflicto (que no coinciden necesariamente con las víctimas) siguen insistiendo en aquello que les da de comer y de paso ocultan parte de la historia -que ahora se comienza a desvelar- de la que fueron responsables.
Casos similares se reprodujeron en varios países europeos en diferentes momentos histórico-políticos y también en otros latinoamericanos. En ambas regiones se actuó de igual forma. Allí se cerraron, acá siguen interesadamente abiertos como en Argentina y Chile, por poner botones de muestra. Las heridas no curarán mientras existan quienes reciben su paga mensual para provocar problemas y rascar el alma de las auténticas víctimas, en beneficio de un presente tumultuoso que únicamente interesa y favorece a esos alborotadores, maestros en fingir, lamentarse, tergiversas y promover continuamente violencia verbal, mediática o física ¿Legitimidad para reclamar?, por supuesto que si, pero teniendo claro que toda la población fue afectada y no solamente quienes enarbolan esa bandera de forma monopólica. Allá y acá han ocurrido cosas iguales y diferentes. Allí, gobernaron socialistas; aquí “social-demócratas”. Ahora gobierna el PP, como acá. España no ha permitido que nadie desentierre muertos en su propio beneficio ni destruya una paz que costó mucho lograr. Guatemala no termina de encontrar esa vía de cierre que permita avanzar más allá del horizonte inmediato y continuamente se ancla o retrocede. Allí no tuvieron cabida los vividores ni los recalcitrantes y se evidencio que en ambos bandos hubo asesinos y abusadores; aquí, los de siempre, no dejan de aparecer y presionar y siguen viviendo como en el monte, aunque ahora sea capitalinos burgueses que dejaron (aparentemente) de apoyar aquello que les sirvió y que generó muchos cadáveres de los que son responsables cómo cómplices o autores, aunque no quieran asumir ese adeudo físico o intelectual. Allá la justicia ha acometido la limpieza de su propia imagen; acá falta mucho jabón por emplear ¿Mejor o peor? Pues es cuestión de gustos, porque nunca llueve a gusto de todos, pero creo que las cuentas salen allí, más claras que aquí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que el que escribe esta columna, no entiende que matar a otra persona es un crimen penado por la ley, que podemos esperar de Guatemala si un profesor universitario esta de acuerdo en que asesinos no sean jusgados por sus actos. Entonces matar por intereses capitalistas,socialistas, religiosos,etc. Esta bien, segun su filosofia debieron de darle un premio a Hitler.

marc antoine forestier dijo...

Comparación no es razón.
España y Guatemala, dos destinos distingos pero paralelos?? El general Franco derrocando la Republica gracias a la ayuda militar de dictadores fascistas (Mussolini e Hitler) y el apoyo indirecto de otro Stalin. El general Rios Montt respaldado en su lucha contra la tiranía comunista por el modelo de democracia que son los USA. Con final de cuenta relativizar con esta última palabra “en ambos bandos hubo asesinos y abusadores”. Mi comparación es idiota al igual que su argumentación la cual se queda corta y no enseña nada de la complejidad de la historia.
La única diferencia es que “España no ha permitido que nadie desentierre los muertos”, excepto el papa Benedicto XVI quien canonizó obispos asesinados por la Republica olvidando los que murieron ejecutados por los seguidores de Franco. Por eso ya no existe rencor en España solo de unos pocos como el juez Garzón.
Habría tanto que decir de este lamentable artículo, lamentable por su manera de despreciar sus oponentes, intelectuales o políticos son muy parecidos en eso, eludir un debate es siempre lo mejor cuando uno se queda corto en su pensamiento. Pero tengo que trabajar por sostener a mi familia y nadie ni medio de comunicación, ni ONG, ni famosa universidad de prestigio me paga.

Anónimo dijo...

Me preguntaba porqué la justicia española ha sido tan dura —desde el punto de vista chapín— con el juez Garzón. Aunque tengo entendido que aún no ha sido juzgado por meter sus narices en el pasado franquista de España.
Llama la atención que la justicia española sigue su propio rumbo o, por lo menos, aparenta más que la nuestra en cuanto a dejarse influir por las corrientes políticas de moda y "sin embargo se mueve".
En alguna de sus columnas usted dice una gran verdad, —lo voy a parafrasear— en las guerras tanto los que ganan, como los que pierden, a la larga todos salen perdiendo.
Es indignante ver que en Guatemala un pequeño grupo de gritones asalariados (¿cuántos serán? ¿50, 100 o 200?) nos tengan casi del cogote. Es insultante ver como se tergiversa la historia reciente del país y se miente descaradamente acerca de sucesos de los cuales fuimos testigos la mayoría de la sociedad pensante del país.
Le preguntaba a un alemán originario de la ciudad de Dresde que cómo habían logrado los alemanes ser aliados con los ingleses —para nombrar solamente a uno de los actores de la Segunda Guerra Mundial— luego que les mataran durante un bombardeo EN UNA SOLA NOCHE a 120mil civiles (prácticamente el mismo número de víctimas guatemaltecas durante los 36 años de conflicto interno). Me respondió, perdonando y olvidando.
Yo no veo a grupos alemanes, incluyendo los Neo nazis, vociferando, tomando edificios públicos y exigiendo el esclarecimiento de la muerte de tanto civil inocente.
Pero... ¿Quién les paga a estos apátridas? Obviamente no son los cubanos, mucho menos los rusos.
La otra vez me topé con una de las innumerables caminatas de indígenas (palabra que quieren transformar en "mala palabra" algunos críticos del sistema) noté que entre tanto moreno habían varios canchitos, que por su fisonomía eran obviamente europeos. Estos los venían animando y estimulando a que siguieran gritando las consignas que llevaban. ¿Quiénes y de dónde eran?

Cuando nos animemos a desenmascarar a los patrocinadores nacionales y extranjeros que pagan para que siga el caos en Guatemala, realmente comenzaremos una nueva etapa en nuestra historia.

carlos omar fajardo dijo...

Acabo de terminar de leer "Eichmann en Jerusalem" en Hanna Arendt. Serìa interesante saber la opiniòn de los israeliès sobre olvidar el Holocausto y dejar que las heridas cierren. Por ejemplo, que ya no hagan sonar las alarmas el dia de la Shoah, o que no despotriquen cuando el presidente de Iràn rechace lo que pasò en los campos de concentraciòn.

La memoria històrica es una gran cosa.