En EEUU habrá seguramente un
antes y un después de noviembre 2016
Las elecciones presidenciales en EEUU dejaron
boquiabiertos a muchos. Algunos siguen embelesados mientras asimilan su
frustración, desencanto y, sobre todo, rechazo ideológico.
El fortísimo lobby demócrata y parte de la
izquierda tradicional -en ocasiones lo mismo- empoderados en medios de
comunicación y redes sociales, daban por sentado un resultado que se tornó y
evidenció el make-up al que habían
sometido encuestas, opiniones y análisis. Para aparentar más contundencia, lo
adornaron con pánico financiero, apocalipsis militar y deportaciones masivas,
insistiendo en el supuesto muro que construirá Trump para evitar entradas pero
obviando los de salida existentes en Cuba y Venezuela ¡Lo importante, al
parecer, es el sentido de la circulación, no el hecho! No simpatizo con don
Donald, pero hasta en la política hay que ser mínimamente serios y guardar un cierto
grado de decencia.
Lo que realmente ocurrió -de ahí el desengaño-
fue una debacle estrepitosa de doña Hillary, culpa del fracaso de la política
de Obama -especialmente con Cuba, seguro médico, trato a migrantes y política
exterior- y otro tanto de ella misma. La experiencia de la dama no sirvió para
desplazar a un neófito bocón -eso es difícilmente asimilable- probable razón
que la noche del triunfo republicano no lo reconociera ni diera la cara a sus
votantes. Sin Clinton, desaparecen las aspiraciones de ahondar en EEUU el giro gubernamental
a la izquierda, pero también el sostén de muchos de los subvencionados “movimientos
sociales” latinoamericanos. De ahí cientos de columnas que devuelven favores y
lamentan los resultados.
Los EEUU son, salvando deficiencias de todo
sistema, una de las sociedades más libres y responsables que existen y un referente
en la gestión pública. Con su voto, la ciudadanía norteamericana -guste o no,
esa es otra discusión- ha dicho no al aborto, a exigencias de colectivos de la diversidad
sexual, a prebendas de minorías, a gastos sociales -populistas y no reales- que
impactan en el bolsillo de la clase media, a que la UE y Medio Oriente sigan
sin pagar sus gastos de seguridad y sobre todo a la deriva ideológica que
tomaba el país. Nada es perfecto y hay cosas de las ideas del electo presidente
y de su forma de expresarla que pueden criticarse, pero ha sido la decisión ciudadana
y de eso trata la democracia, aunque algunos tachen a lo votantes de ineptos o
los acusen de llevar al país por mal rumbo, algo que no habría ocurrido seguramente
de haber salido electa la candidata “esperada”.
Quedan evidenciados ciertos medios de
comunicación, determinados analistas y elaboradores de encuestas, expertos en
marketing político, cadenas de TV y medios escritos -allí y en otras parte del
mundo, aquí incluido- que “vendieron” -¿interesadamente?- otro escenario. Habría
que preguntarse, ahora que está de moda eso de la “cooptación”, cuantos de
ellos y del lobby imperante malinterpretaron o falsificaron una realidad expresada
diferente en las urnas. Se evidencia también que las redes sociales son mejor
manejadas por lobistas del entorno de los abortistas, la diversidad sexual, los
antipena de muerte, oenegistas,
feministas y otros, pero el mensaje que difundieron masivamente no coincide con
el que expresaron libremente los norteamericanos.
Se requiere
en todo el mundo urgentes modificaciones en la forma tradicional de hacer
política. Quizá con ellas mejore el sistema y se acabe con la excesiva ideologización
del mismo. Por ahora, los “trumpudos” están aprendiendo a asimilar los
resultados y a disfrutar lo que significa vivir en democracia que es,
finalmente, lo que afanosamente pregonan en sus discursos ¡Viva la libertad
pues!
1 comentario:
Es muy claro que aunque habra avances en la salud, muchas de las instituciones que apoyan el derecho al aborto se verán afectada, asi como las mujeres que acceden a servicios de aborto legal, http://www.medicacenterfem.com/aborto-legal/
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