Amo demasiado a mi país para ser nacionalista (Camus)
El
sentimiento nacionalista se ha alentado y utilizado en infinidad de ocasiones y
por motivos muy diversos. Casi siempre -con pocas excepciones- la visión ha
sido aislacionista, endógena, agresora o justificadora de ciertas falencias
frente a realidades más exitosas o contrastadas y sustentada en el pensamiento
de que “yo llegue antes que tú y, por tanto, tengo más derechos que tú”. Propio
de situaciones de conflicto o previas al mismo, se ha hecho valer como
detonante encubierto de fracasos políticos donde el autoritarismo ha estado
presente en cierta medida. Se ha acudido al nacionalismo cuando la capacidad de
razonar, de dialogar o de descubrir soluciones más propicias no ha sido el
horizonte a alcanzar. Cuando se desea encerrar a alguien en un determinado espacio
del que no puede sustraerse para interpretar determinadas realidades políticas
o sociales se le sindica de nacionalista, y no escapa al analfabeta ni el
estudiado. Ciertos países actúan con alto grado de nacionalismo, miran hacia el
interior sin ver que fuera de sus fronteras existen otras realidades y en
múltiples ocasiones esa visión o argumento ha servido para establecer barreras
a la inmigración. Se olvida, por otra parte, que muchas de esas naciones que se
quejan de los sistemas migratorios de otras más desarrolladas, cuentan con el
mismo alto grado de sentimiento nacionalista que limita el actuar de ciudadanos
libres o, simplemente, es un fenómeno posicionado en la mente de sus habitantes
que usan tal expresión para desdecir, acusar de “extranjeros” o mostrar la
antipatía personal y visceral que la razón es incapaz de justificar. Es el arma
escondida del perdedor, del necesitado de argumentos, del carente de capacidad
de diálogo, del hepático. La piel de cordero del lobo racista criminal.
Nadie
escapa a tan particular y ñoña forma de ser. Prominentes consultores engreídos
y vanidosos; habituales columnistas y novelistas afamadas; analfabetas que comentan
donde le dejan y pueden empleando frases apenas comprensibles por expertos en
lenguas raras; insanos que lo usan para esconder su soberbia o cobardía (casi
siempre unidas la una a la otra); ideologizados que pretenden reconstruir pilares
derribados por la razón y la historia, y políticos desprovistos de argumentos ¿Qué
sentido tiene todo esto en un mundo globalizado? Seguramente ninguno, pero
tampoco hay que dar por hecho que la reflexividad es obligatoriamente una
cualidad inherente a todo ser humano. Demasiados acostumbran a abonar
diariamente el rancio y chocho nacionalismo que termina por crear guetos y
lleva al poder a mesiánicos profetas que se convierten en empleados públicos dignos
de gerontológico estudio o son sorprendidos por la muerte en el ejercicio del
poder público permanentemente usurpado: los dictadores.
El
nacionalismo atonta, alela y aturde. Es una “enfermedad infantil” que “se cura
viajando” (Cela), la antítesis del pensamiento critico, de la humidad, de la
actitud curiosa, del respeto al prójimo, de la libertad. Amigo y compañero de
la ignorancia, de la incultura, del mercantilismo, del insulto, de la ausencia
de la razón, de la imposición, y es sobre todo idiotizador. Con frecuencia no se percibe ni se es consciente de
ello, pero está implantado en lo más profundo del alma y de la mente, como la
corrupción más hondamente aferrada. Basta leer algunas columnas, escuchar ciertos
comentarios y opiniones o mantener conversaciones en redes sociales o en
tertulias, aunque sean superfluas. Aflorará en algún momento el sentimiento
nacionalista, propio de sociedades cerradas, de miedo a la competencia, de
desprecio y odio, de aislacionismo, de estupidez humana. En este caso, como en
otros, la túnica hace al monje.
1 comentario:
Un discurso muy completo, lo felicito
Opinión Personal: Creo que le han dado mal uso a esta ideología a través del tiempo ,hay detrás del nacionalismo virtudes insustituibles y necesarias para la unificación del un país donde donde la ignorancia y la incultura no son el principal problema , si no la legalidad de :la des-humanidad ,la neo-esclavitud y la injusticia.En donde la vida de un hombre no vale ni un centavo. Las imperfecciones del nacionalismo se minimizan comparándolas con realidades como estas .
TRES PREGUNTAS.
Y si el nacionalismo aporta mas de lo que perjudica ?
R= Entonces es hora de perfeccionar a esta ideología.
Y si su aportación es mínima
R=Es hora de reinventar el nacionalismo.
Es posible? (Abierta al publico)
Publicar un comentario